La ola antifujimorista y los escándalos de los últimos días parecen haber hecho mella
EL PAIS Lima 4 JUN 2016 –
Keiko Fujimori cierra su campaña en
Villa El Salvador, Lima. JUANJO FERNÁNDEZ
Hace solo una semana, todas las encuestas daban entre 5 y 7
puntos de ventaja a Keiko Fujimori (Fuerza Popular) frente a Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio). Parecía
imposible frenar la ola del apellido que domina la política peruana desde hace
30 años. Pero a última hora, una vez más, la realidad de este país confirma su
enorme capacidad de sorpresa. Las encuestas han dado un vuelco notable en los
últimos días –cuando ya está prohibido publicarlas por la ley peruana, pero
detalladas ante la prensa extranjera- y todas ellas, con mayores o menores
diferencias, detectan que la diferencia entre los dos se ha reducido muchísimo,
incluso a menos de un punto, aunque siguen colocando a Fujimori en cabeza. Es
un empate técnico y todo puede pasar.
La encuesta
de GFK, por ejemplo, pronostica una apretadísima victoria de Keiko por
50,3% de votos frente a 49,7%. Se realizó entre el miércoles y el jueves. Esta
misma empresa, hace solo una semana, pronosticaba un 52,2% de Keiko frente a un
47,8% de PPK. El cambio es muy importante.
Datum, que
hizo la encuesta un poco antes, pronostica 52,1% frente a 47,9%, también con
tendencia a reducirse.
CPI, otra encuestadora, plantea una diferencia de
51,6% a 48,4% para Fujimori, y creen que el último debate del domingo cambió
las cosas.
IPSOS decidió dejar su encuesta final para el sábado.
Parece evidente que el empujón final del antifujimorismo y
la decisión de Veronika Mendoza, líder de la izquierda, de pedir el voto
para PPK, ha cambiado las cosas. Los encuestadores señalan que antes había voto
nulo (probablemente de izquierda) que ahora va a PPK. En Lima ha subido hasta 6
puntos este candidato. El cambio de estrategia de PPK, que pasó a un ataque frontal contra Keiko y denunció que con ella volverá
la dictadura y Perú se convertirá en un narcoestado, también está
haciendo efecto, sobre todo por el último debate del domingo, que PPK ganó
según las encuestas.
Pedro Pablo Kuczynski hace campaña en
Lima REUTERS
La manifestación masiva contra Fujimori del martes, en la
que se movilizó de nuevo toda la sociedad que rechazó a su padre pero también los
jóvenes, que fueron quienes la promovieron, también ha podido influir. Y hay
otro aspecto relevante: Fujimori había dominado completamente la campaña frente
a un PPK que parecía más confiado, tanto que incluso se marchó de viaje a EEUU
una semana a la graduación de su hija, pero en los últimos días diversos
escándalos han roto su estrategia a la ofensiva.
Los medios de comunicación más importantes, entre ellos el todopoderoso
diario El Comercio,
han sido durísimos con las denuncias contra su secretario general y gran financiador,
Joaquín Ramírez, obligado a apartarse temporalmente al saberse que
está siendo investigado por la agencia antidrogas de EEUU, la DEA. Y su
candidato a vicepresidente, José Chlimper, hasta ahora portavoz y cara amable,
se ha enfrentado también a la prensa porque envió a una cadena de televisión un
video manipulado para exculpar a Ramírez. Todo se está complicando en los
últimos días en la campaña de Fuerza Popular, ahora abiertamente enfrentada a la prensa.
La candidata de hecho no concede entrevistas y evita todo lo que puede a los
periodistas. Incluso está abiertamente enfrentada a su hermano, Kenji, que
aspira a sucederla en el poder. Aún así, sigue siendo la gran favorita para las
elecciones del domingo.
Las encuestas señalan que PPK podría dar una sorpresa de última
hora y darle la vuelta como hizo Ollanta Humala en 2011, cuando todas las encuestas le
daban cuatro puntos por debajo y a última hora ganó montado en una enorme ola
de antifujimorismo. Pero los propios encuestadores asumen que puede haber mucho
voto oculto de Keiko, como sucedió en primera vuelta, cuando sacó entre dos y
cuatro puntos más de los que preveían estos sondeos. Quedan horas para saber si
Keiko volverá a perder en la línea de meta o esta vez alcanzará el objetivo.
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