LOS TÉRMINOS QUE LA RAE INCLUYE ESTE AÑO
por
María Santos Viñas
“Muchas propuestas llegan desde Instituciones,
pero también desde particulares y académicos”, ha explicado la responsable del
Instituto de Lexicografía, Elena Zamora, durante la presentación de la versión
electrónica 23.8.1 del texto
La
actualización actual, que la RAE ha calificado como una revisión con “menos
pretensiones” en comparación con las de años anteriores, representa un
paso previo hacia la próxima edición del diccionario en noviembre de
2026. El director de la RAE, Santiago
Muñoz Machado, ha explicado que la institución está trabajando en la
edición 24 del DLE, que será “mucho más renovada y amplia”.
Se
incorpora como término plenamente adaptado a la ortografía del español el
verbo loguearse, con el significado de acceder mediante
identificación y contraseña a una computadora, a un sitio web o a un programa,
red o sistema informáticos. Se añaden como extranjerismos
crudos, es decir, manteniendo la grafía de la lengua de la que proceden
y, por tanto, debiéndose escribir en cursiva, los términos gif, hashtag, mailing y streaming.
Nuevos
términos científicos
La
mayoría de las novedades incorporadas al diccionario pertenecen al campo de las
ciencias. A partir de este lunes, se incluyen términos como gravitón,
del ámbito de la física; termoquímico, del de la química, o las
voces del área médica cuperosis, narcoléptico y ovulatorio.
Del campo de la meteorología se incorporan las palabras engelamiento y engelante.
Nuevos
significados
Esta
versión también añade nuevas acepciones a entradas recogidas con anterioridad.
Es el caso de la voz directo, que incorpora la acepción referente a una
emisión radiofónica, televisiva o en línea, cuando esta se transmite a la vez
que se realiza, o la aplicada en boxeo y que designa el golpe que se da
proyectando el puño hacia delante en línea recta.
Brutal añade
una acepción nueva con el significado de ‘magnífico’ o ‘maravilloso’. Chapar incluye
una quinta acepción para el sentido de ‘cerrar un establecimiento’. Se añaden
también el acortamiento eco, para denominar coloquialmente a una
ecografía, y el término marcianada, para un dicho o hecho
raro, extravagante o disparatado.
El Diccionario
de la lengua española (DLE) suma, asimismo, expresiones y
formas complejas, es decir, aquellas compuestas por más de una palabra. En la
actual versión 23.8.1 ya se pueden consultar las definiciones de alfombra
mágica, foto de familia, juguete roto y meter o poner
la directa.
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Diccionario
RAE: <https://dle.rae.es/>
chapar 1 <https://dle.rae.es/chapar?m=form>
1- tr. Cubrir o guarnecer algo con chapa.
Sin.: chapear, enchapar, laminar 1.
2- tr. Decir una verdad contundente. Le chapó un no como una casa.
3- tr. coloq. Encerrar a alguien en una celda o en una prisión. A los que
decidieron incomunicar los iban chapando, cada uno en su celda.
4- tr. coloq. Esp. Cerrar un establecimiento o un organismo. Han chapado la
discoteca un mes por vacaciones. Le chaparon el garito por no tener licencia.
5- tr. desus. Poner o sentar la herradura en el casco de la caballería.
6- intr. coloq. Estudiar o trabajar mucho. Me he pasado todo el mes chapando
para este examen. U. t. c. tr. / Sin.: estudiar, empollar 1.
7- intr. coloq. Esp. Dicho de un establecimiento o de un organismo: Cerrar,
generalmente según un determinado horario. Ese club chapa a las seis de la
mañana.
chapar 2
Del
veneciano ciapar, este del lat. vulg. *clapare, metát.
de *caplare, y este del lat. capulāre 'atar'; cf. lat. tardío capŭlum 'cuerda',
'lazo'.
1- tr.
coloq. Perú y Ur. agarrar (‖ tomar).
Sin.: agarrar,
tomar, coger, asir.
¿¿ chapar 3
- tr. coloq. Perú : besar ??
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LAS NUEVAS PALABRAS ADMITIDAS POR LA RAE:
LAS ÚTILES Y LAS INNECESARIAS, LAS BELLAS Y LAS
FEAS, LAS CURIOSAS Y LAS COMPUESTAS
por Alberto Amato
Los
últimos días de todos los diciembres, la Real Academia Española (RAE) nutre y
actualiza su lista de más de 93 tres mil palabras ya consagradas por los
académicos. Cuáles son las que refieren a temas de tecnología, de música, de
cocina, de deportes y cuál es la definición de estas flamantes incorporaciones
al diccionario de habla hispana
* El
martes 10 de diciembre de 2024 se presentó la actualización 23.8 del Diccionario
de la lengua española (DLE): la obra evoluciona incorporando
4.074 novedades
No
es intención de estas líneas hacer espóiler, pero la Real Academia Española
(RAE) acaba de incorporar la palabra espóiler a su benemérito diccionario, una
obra indispensable que se lee como una novela. Le da dos acepciones: el alerón
de un vehículo de motor y, luego, “revelación de detalles importantes de la
trama o el desenlace de una obra de ficción, que reduce o anula el interés de
quien aún no los conoce”.
Como
siempre a esta altura del año, la RAE nos regala un resumen de las palabras
que, consagradas por los académicos, se hermanan con las más de noventa
y tres mil palabras reunidas desde que se fundó la Academia, en 1713,
según su edición 23ª, publicada hace ya diez años, en 2014.
Hay
algunas expresiones curiosas, otras bellas y sugerentes, otras que hacen tanto
ruido que te machacan los oídos y hasta expresiones compuestas por más de una
palabra. Entre ellas: “centro de salud”, “unidad móvil”, “voto castigo”
o “de castigo”, “zona cero” o “zona de confort”. Por ejemplo, “zona de
confort” implica: “Estado mental o situación en que prevalece la sensación de
seguridad y de comodidad con lo conocido”. Vamos, que a eso, antes, se le podía
llamar vagancia. Pero no: la RAE define a vagancia como “pereza y falta de
ganas de hacer algo”. Cuestión de matices. El “voto castigo” o “de castigo” es
aquel que “se concede a una opción con el propósito preferente de perjudicar a
otra”. El secreto de la acepción está en la palabra “preferente”. La sutileza
de los académicos es fantástica.
Como
los tiempos cambian, y a velocidad, el diccionario de la RAE incluyó la
palabra “teletrabajar”, que es “trabajar en régimen de teletrabajo”, lo que
suena obvio, pero no lo es. Teletrabajo es un sustantivo y teletrabajar un
verbo intransitivo. Teletrabajo es el que “se realiza a distancia utilizando
las redes de telecomunicación”. Como verbo, teletrabajar tiene una conjugación
trabajosa, precisamente: “Yo he teletrabajado, él ha teletrabajado…”. Y el que
lo teletrabaje buen teletrabajador será.
La
cocina se lleva unos buenos platos entre las nuevas palabras incorporadas al
diccionario de la RAE. “Barista” designa a la “persona experta
en la preparación y presentación del café u otras bebidas elaboradas con él”, y
también a la persona “que tiene o atiende un bar o una cafetería”. “Tabulé” es
un plato que llega de Medio Oriente, “elaborado principalmente a base de sémola
de trigo, tomate, cebolla, perejil y hojas de hierbabuena, y aderezado con
aceite de oliva y zumo de limón.” Debe estar buenísimo. Luego, la palabra “umami” es
un adjetivo que habla de “un sabor intenso y sabroso, debido especialmente al
glutamato presente en algunos alimentos, como la salsa de soja o el queso
curado”. Se incorporó un término acuñado por el uso, “frapé”:
“Dicho de una bebida que se prepara con hielo picado o se sirve muy fría”.
También se agrega “varietal”: “Dicho de un vino o de un aceite de
oliva que está elaborado en exclusiva, o en su mayor parte, con una sola
variedad de uva o de aceituna, respectivamente”. Y, con tres acepciones, hizo
su entrada triunfal, y picantona, al diccionario de la RAE el “wasabi”:
“1) Planta herbácea, originaria del Japón, similar al rábano. 2) Raíz comestible
del wasabi, de sabor muy picante. 3) Pasta de color verde y sabor muy picante,
hecha con la raíz del wasabi y usada como condimento en la cocina japonesa”.
Después, esto
dicho con dolor, hay algunas palabras atrabiliarias, feas, que suenan
como una caja de herramientas, en fin, no son amigas. Por ejemplo, “dramaturgista”.
¿Era necesario? Remite al teatro y define a la “persona que colabora con el
director en el análisis y la realización de un espectáculo”. Con todo respeto,
también confunde un poco porque hace recordar al dramaturgo o a la dramaturgia
y no a lo que antes se conocía como ayudante de dirección, que también los
había que analizaban el espectáculo.
Algo parecido ocurre con la palabra “musealizar”. De nuevo, ¿era necesario? Otro verbo transitivo, vamos a terminar por ponernos de punta con los intransitivos, que define la acción de “transformar en museo un lugar de interés cultural”. Y la RAE pone un ejemplo del uso: “Se pretende musealizar el yacimiento romano para asegurar su conservación”. La pregunta es si, en vez de musealizar, no suena mejor al oído “se pretende convertir en museo el yacimiento romano…” Porque, además, “musealizar” trae de la mano “musealización”, otra palabra de sonido estrepitoso. Igual tirria y ojeriza pueden despertar palabras como “atencional”, referido a la atención, o “desendeudamiento”, que lleva el significado clavado en la frente.
La
palabra “temporada” incluye una nueva acepción. Además
de ser, como siempre, el “espacio de varios días, meses o años que se
consideran aparte formando un conjunto” y del “tiempo durante el cual se
realiza habitualmente algo”, se agrega “temporada” a toda referencia a un
conjunto de episodios de una serie o un programa.
En
la música también hay novedades. “Blusero o blusera” es todo
aquello perteneciente o relativo al blues, aquel que compone o interpreta blues
o el simple seguidor del blues. “Rapear” es cantar o
interpretar a ritmo de rap (en este caso el verbo es intransitivo) o también significa
cantar o interpretar algo a ritmo de rap: verbo transitivo. “Groupie” define
al fan que acompaña de manera incondicional a un cantante o a un grupo musical
en sus actuaciones, especialmente en sus giras.
Para
los deportistas, el diccionario de la RAE agregó “bicicross”, que
define como “modalidad de ciclismo que se practica en terrenos o circuitos
accidentados”; “capoeira”, el “arte marcial brasileña que combina
el combate y la danza”; “curling”, con una definición que explica
la actividad del “deporte de invierno practicado sobre una pista de hielo, en
el que los jugadores, provistos de cepillos con los que barren la superficie,
hacen que piedras pulidas empujadas desde el área de tiro se deslicen hacia una
diana”; y “full-contact”, expresión que el diccionario de la RAE
admite como “locución inglesa” y define como “práctica deportiva consistente en
la mezcla de diversas artes marciales y en la que se golpea con los puños o los
pies”.
Para
no hacer más espóiler, quedan por descubrir los americanismos que la RAE aceptó
como nuevas en el idioma español, y otras palabras como “granularidad,
macroencuesta, sérum, microbioma, dana, micelar, aerotermia, infusionar” y
“chorreo”, que es una reprimenda y no lo primero que a cualquiera se le ocurre
que es.
La
RAE también te da sorpresas.
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