miércoles, 10 de diciembre de 2008

PETRÓLEO EN PUNO

Los Andes | Puno | 04/11/2008
Gustavo Flores Flores (gfloresf@hotmail.com)

El petróleo es un hidrocarburo, que participa en la producción de energía calorífica y esta a su vez en miles de actividades industriales

Por primera vez, en 1859, se perforo un pozo de petróleo, en EEUU, muy cerca del Estado de Pennsylvania y a los pocos años en el Perú, en la zona de Talara (Piura), en noviembre de 1863. Fue el primer pozo de petróleo, en Sudamérica. La empresa norteamericana Internacional Petroleum Compani, exploto por muchos años el petróleo del norte de nuestro país.

La nacionalización de la industria petrolera en la zona de la Brea y Pariñas, es parte de la historia del Perú. Muchos políticos habían enarbolado consignas en tal sentido. Fue Juan Velazco Alvarado quien lo hizo, pero a la postre, el estado peruano, tuvo que pagar el justiprecio de esta nacionalización.

El Perú fue productor y exportador de petróleo, pero con el pasar de los años las reservas se fueron agotando y también comenzó a crecer la demanda, entonces paso a ser importador.

Nuestra producción actual esta en el orden de los 110 mil barriles diarios, como se puede observar en el cuadro adjunto.

Entonces hay déficit de petróleo o hidrocarburos líquidos, puesto que la demanda esta cerca de los 200 mil barriles diarios. Petro Perú, es la empresa que administra la actividad petrolera y que lamentablemente, por pertenecer al estado, esta sujeta al manejo político de los gobernantes de turno; actualmente participa en la refinación del petróleo para obtener principalmente gasolinas, administrando la refinería de Talara, también regula el mercado de carburantes en el Perú. Sin embargo hay otra empresa que es Perú Petro, la que se dedica exclusivamente a administrar la concesión de los lotes susceptible a exploración y explotación. Esta empresa estatal es la que, hace algunos años, ha otorgado dos concesiones en Puno y son los lotes 141 y 105. La primera a una empresa canadiense de origen Irlandes denominada Pan Andean Resources, sin embargo esta, que obtuvo el lote en una licitación, curiosamente vendió su participación a la empresa India Reliance Industries que no pudo adjudicarse este lote en la misma licitación. Reliance es una empresa petrolera muy grande y suponemos que hará una gran inversión en el lote 141, que esta en territorios de las provincias de Lampa y Melgar. Así mismo el lote 105 esta adjudicada a la empresa Siboil del Perú S.A de origen Ruso su centro principal de actividades está ubicado en Liberia Oriental, en la región de Irkutsk, Federación de Rusia. El Lote 105 se encuentra ubicado en la parte centro de la Cuenca Titicaca; entre las provincias de Puno, Huancané, San Antonio de Putina, Azángaro, Lampa y San Román. Siboil esta actualmente haciendo prospecciones sísmicas en la zona de Pusi. Otra empresa que realiza exploraciones en la zona limite de Puno con Madre de Dios, muy cerca de la reserva del Candamo, en el parque nacional Bahuaja Sonene, que esta en el territorio de nuestras provincias de Carabaya y Sandia, es Hunt Oil Conpany, esta es una empresa con sede en Texas (EEUU) y es una de las principales empresas de petróleo y gas natural a nivel mundial. Sus socios son: SK Energy de Corea del Sur, Repsol YPF de España y Marubeni de Japón. Hunt, viene trabajando el lote 76.

Pero las posibilidades de recursos petrolíferos en la cuenca del Titicaca no quedan aquí, hay tres lotes adicionales cuya exploración y explotación, fue subastada el último 08 de septiembre, conjuntamente con otros 22 lotes a nivel nacional. Fue precisamente en esta licitación en la que sucedió el affaire, por el cual el Consejo de Ministros tuvo que renunciar, tras el escándalo provocado, por la escucha de audios, entre Rómulo León Alegría, ex ministro aprista, y Alberto Quimper, ex asesor tributario del presidente de la Republica, con claras negociaciones debajo de la mesa.

En esa oportunidad se presentaron 19 empresas y consorcios y se subastaron 3 lotes en el departamento de Puno, el 154, 155 y 156.

Solamente se adjudico el 155, porque para los otros no hubo postores. Quien se adjudico el lote 155 es el consorcio Plus Petrol-Petroperu-Reliance-CNPC. Sin embargo es Petroperu, ahora, una empresa cuestionada al haber participado fraudulentamente en otros 5 lotes con Discover Petroleum International A.S. y que ha generado el escándalo que todos conocemos.

Bajo estas condiciones es que la adjudicación del lote 155, esta en salmuera. A esto se adiciona la protesta de algunos ambientalistas y ONGs que siempre están detrás de las petroleras y mineras.

Si en la Región Puno se han identificado 6 lotes, es porque existe un potencial hidrocarburifero, inclusive es posible que exista gas, sin embargo no debemos especular con las reservas, ya que las entidades oficiales, aun no han anunciado reservas probadas o probables. Hace tres años un presidente regional, despistado, nos anuncio reservas de gas natural mayores a las de Camisea, que en su momento desmentimos, por su falta de seriedad. Claro que seria una gran noticia tener reservas de petróleo y gas, porque como sabemos en una región pobre, como lo es la nuestra, un recurso natural tan valioso y que esta a miles de metros debajo de la superficie, no nos vendría mal. Su explotación tendría que ser bajo las normas y reglas mas estrictas del cuidado del medio ambiente, ya que algunas reservas se sitúan cerca al Lago Titicaca, maravilla natural del Mundo y jamás permitiríamos su contaminación. En el futuro podríamos, hasta pensar en una refinería en Juliaca, como la que existe en Iquitos (capital del departamento de Loreto), para atender con gasolinas y aceites a la zona del altiplano.

Esperamos que las prospecciones que se vienen realizando tengan resultados positivos y como en cualquier país del mundo logremos su explotación racional. Porque sino seriamos un pueblo pobre sentado en un mar de oro negro. Que ironía.

San Juan de Letrán: Casa de la Virgen María Concepción


Los Andes | Puno | 09/12/2008

Juli, la "Pequeña Roma de América” está de fiesta, tan igual que las ciudades de Lampa y Paucarcolla, la apacible ciudad de Chucuito – Juli, festeja con devoción y fe a la Santísima Virgen de la Inmaculada Concepción; por ello ayer visitantes de diversas regiones del Perú y extranjeros se trasladaron para espectar esta costumbre andina religiosa. Aquí le presentamos una breve descripción del Templo San Juan de Letrán esbozada por Pedro Antonio Villegas.

Con la llegada de la cultura occidental, arribaron a Juli sacerdotes, religiosos, ellos oradores, escritos, arquitectos, ingenieros, médicos, artistas, pintores, escultores, etc.

Juli un lugar con panorama bellísimo, con hermosos paisajes, con las riberas del Titicaca, sitiaron como sede y centro estratégico para la evangelización de la población aymara, personajes entendidos de aquella época diseñaron levantar 4 parroquias, a igual número de cabildos (ayllus), en cada uno de ellos su templo con la debida atención de su fiesta.

El territorio de una parroquia estaba conformado de un cabildo (ayllu) que agrupaba a varias parcialidades debidamente organizadas.

A la fecha existe 4 cabildos (ayllus), cabildo (ayllu), wankollo, cabildo (ayllu) muchu, cabildo (ayllu) chambilla, y cabildo (ayllu) ayanca.

Con motivo de celebrarse la festividad de la Virgen María Concepción, de su casa vale comentar en una forma resumida.

El Templo San Juan de Letrán, casa de la virgen, está ubicada en la plazoleta del mismo nombre, comentan los cronistas que la construcción del templo ha sido con la participación directa de la población de cabildo (ayllu), ayanca, dirigidos por la orden religiosa de los “dominicos”, posteriormente fue administrado por la orden religiosa de los jesuitas.

Se presume, que la obra se comenzó entre los años 1567 y 1572, concluidos recién en el año 1602, la pared bastante ancha, las puertas y ventanas con piedras talladas con figuras autóctonas de la región formando un conjunto maravilloso, su puesta de madera tallada, la torre restituyeron en el año 1965.

En su interior decorado con retablos de madera talladas pintado con pan de oro, en lienzos, pintores personajes importantes de la región, con pintorescos paisajes de los siglos XIX-XX, sin duda mucho de los cuadros es obra del famoso artista hermano Bernardo BITTI.

Se supone que la imagen de la Virgen María Concepción fue escoltada por el artista inca Francisco Tito Yupanqui, actualmente la virgen se encuentra ubicado en uno de los altares de la catedral San Pedro de Mártir.

Hoy por hoy la casa de la Virgen convertido en museo turístico, donde están depositados joyas arquitectónicas de incalculable valor, retablos de increíble belleza, que motiva admiración de los turistas nacionales e internacionales, suficiente razón para ser declarado Como Patrimonio Cultural de Juli.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

LA PECERA O EL REINO DE LOS PE(s)CADORES DEL LAGO SAGRADO
WALTER BEDREGAL PAZ

“Si no nos inventamos cada día corremos el riesgo de acostumbrarnos a lo que somos”. G.M.I.
Las últimas revisiones de la literatura peruana nos han mencionado de un abanico increíble de producción literaria; especialmente se ha hablado de la literatura escrita en provincias, de pronto se ha dado una fiebre por publicar textos y textos que incursionan en la narrativa y en la poesía con mayor incidencia, de autores con los que inclusive se hacen reverendas antologías, se ha publicado en editoriales nuevas, algunas poco reconocidas y otras de gran prestigio (Cuadernos del sur, Matalamanga, Arteidea, San Marcos, Lago Sagrado, sellos propios, sellos artesanales, etc.), sin embargo, ¿Cuál es el trasfondo, por qué esos textos no tienen mayor repercusión?, sólo atraviesan, como logro máximo, por una o dos reseñas hechas por amigos muy cercanos y listo, de ese texto jamás se volverá a saber. Su destino será estar un buen tiempo en los estantes y después ser alimento de ciertos animalillos… Esto que ocurre en todas partes donde se escribe literatura, tiene una explicación, tiene una serie de sustentos valederos que explican esas enfermedades; solamente que pocos se han atrevido a mencionar esos motivos, todos se han callado; pero aquí en Puno lo diremos. En las líneas siguientes anotamos unas cuantas perlas que explican por qué un libro se publica y nunca más se sabe de él y su autor, obviamente, se arrepiente de no haber entrado al parnaso con semejante texto.
Es triste, pero cierto, la literatura puneña escrita en estos últimos años va adquiriendo un deplorable rostro que no pasará a la posteridad. Es obvio que una literatura que carece de una rigurosa competitividad y formación académica responsable, de una visión de búsquedas y encuentros que pueda asegurar un futuro con bases sólidas, no pueda ser considerada y menos trascendental o que hable por sí sola en cada texto, sea narrativo o poético, lo cierto es que no hay un norte trazado y, lo más elocuente es que la mayoría de los que vienen desarrollando este vano oficio están demostrando que no tienen mayores nociones de la herramienta básica que todo “escritor” debe tener: una buena escritura, acompañada, por supuesto, de las disciplinas escriturarias que se traslucirán en cada texto como soporte filológico y lingüístico, dotándolo de ese corpus comunicativo que no es otra cosa que la meta final de las obras de este tipo, (deberían centrar su interés, escasamente y si no fuera demasiado pedir, en un cursito de ortografía, al menos a distancia).
En Puno, algunas revistas y un diario local nos han permitido leer con asombro las inmensas incongruencias semánticas, gramaticales, sintácticas, lexicográficas y ortográficas que son reincidentes en algunos “escritores”; estos espacios lingüísticos nos dicen bastante sino todo de quienes pretenden escribir literatura. Claro, lo que sucede es que algunos de los títulos que hemos leído pertenecen a intelectuales que no deberían estar en las llanuras literarias y tampoco deberían publicar, porque simplemente deambulan en territorios que según ellos, y por sus lecturas ‘autoformativas’ más sus constantes visitas a Internet, creen conocerlo todo. Lo cierto es que aparte de hacerse un daño ellos mismos, también lo ocasionan a quienes leen estas publicaciones. En todo caso, una primera brecha que deberían traspasar quienes publican, es pulir su lenguaje escrito, tener nociones de redacción, de texto, de gramática; tal vez un remedio casero sea darle ese material a quienes demuestren saber de cuestiones de escritura y, en consecuencia, también sepan escribir, casi por extensión. Aunque lo cierto es que en nuestro altiplano, hasta ahora, no hemos oído o leído el nombre de un corrector de textos o algún personaje que pueda cumplir ese rol; esta colección de errores es el primer pecado reiterativo de nuestros intelectuales.
La literatura, creemos, es un mundo complejo que requiere una dedicación exclusiva si se quiere andar en paz con ella. No es un lugar al que se puede entrar y salir los sábados o los domingos o solamente al anochecer. En ciertos casos se le dedica un tiempo sólo cuando es feriado o cuando hay algún paro, y, en el peor de los típicos modos, si los “escritores” son docentes de matemática, religión, educación física, ciencia y ambiente, educación primaria y algunos de lenguaje y literatura; se meten de lleno en las letras, cuando están de vacaciones o, finalmente, cuando se ha anunciado algún concurso de jugosos premios (en los que no ganan, por supuesto, y todavía se preguntan por qué no figuran entre las menciones honrosas siquiera). Esta indisciplina es el segundo pecado de los que escriben poemas y cuentos especialmente; no quedan al margen los que redactan artículos, opiniones y otras “cosillas” que no tienen nombre, -por llamarlos de alguna manera- en esta zona del Perú ¿No sabrán acaso que hay escuelas de literatura en Arequipa y en Lima?, ¿No estarán enterados, siquiera, que podrían hacer otro cursito de Lingüística o Literatura contemporánea si quieren ser lo que pretenden? No hemos registrado ningún ensayo o novela que puedan ser considerados como tal, lástima; lo único que se ha encontrado, tal vez exagerando su valía, son algunos poemarios muy forzados y marcados por el padre.
Las furtivas visitas de estos “escritores” a la musa, nos han hecho comprender, gracias a sus sendas publicaciones, que tienen cierta labia o que se defienden con el uso del lenguaje hablado (los hemos escuchado, no oído), pero cuando esas ideas o discursos son llevados al plano de la escritura, las ideas parecen ser ahuyentadas por un extraño maleficio nacido de su ego. Entonces, las buenas ideas deberán seguir en alguna oscuridad prolongada, hasta que cierta noche de jarana se vuelva a desatar esa sarta de luces atadas que ocupan algún rincón de sus memorias y entonces las vuelvan a escribir, y queden para siempre ahí con una deplorable redacción y poca imaginación; ése es el tercer pecado de la pléyade de intelectuales puneños, no poder llevar al texto escrito su imaginación “literaria”.
Los últimos “libros” que hemos leído, (no daremos títulos para que los hígados duren un tiempo más y porque quisiéramos considerarnos sus amigos, todavía) pero sí hablaremos de poemarios oquendianos y mal corregidos que nos hablan en voz alta de la crisis del poema como forma poética, citaremos antologías vacías y absolutamente improvisadas, de balances que más parecen desbalances y que justamente por eso son inapropiados, de cuentos mal seleccionados, de textos completos copiados de Internet (¿Pensarán que son los únicos que tienen acceso a Internet?) y de otros malestares que son una señal clarísima de que los textos para una buena literatura de Puno, están lejos, tan lejos que apenas quieren parecer un punto en el horizonte y todavía no se les puede presentir. Nos da la sensación que se publica por una cuestión de dineros con padrinazgo o compadrazgo, simplemente por querer figurar o decir que son escritores y, no quisiéramos creerlo, pero hasta se podría pensar que publican para acumular file o lograr el cumplimiento de esa famosa frase que reza “producción intelectual”, y en este parágrafo, tal vez lo más inasible sea que algunos publican en formatos nada literarios pues son un auténtico derroche de material, tanto de papel, tinta y tapas (aunque tampoco tienen gusto para las tapas –incluido el título- pues las hacen con una antología de colores fuertes y con unas combinaciones carnestolendas); ése es el cuarto gran pecado de nuestros hombres en mención.
Los mal llamados jóvenes, que por el momento parecen ser los más activos, se han mantenido en un silencio literario trascendental y absoluto, su actividad radica en publicar revistas, publicar a ilustres desconocidos, publicar textos de la Internet o de “corresponsales”, en el peor de los casos, se concentran en publicar sus trabajos en proceso, en publicar poemas y cuentos sueltos, en hacer conocer su pensamiento leve y superficial que no pasa de la vuelta de la esquina, casi entre cuchicheos, sin mayores polvaredas o disloques literarios, no parecen haberse dado cuenta que están horadando descabelladamente los espacios que le pertenecen a un antólogo, a un editor, recopilador, un lector preparado, etc., (ojalá que aparezca uno siquiera en Puno) y es que una cosa es la creación y otra la labor desubicada que están haciendo. Ése es el quinto mayor logro erróneo que brilla en la literatura puneña.
Hay una convivencia y consecuente respeto a sus predecesores de quienes escriben ahora, tal parece que nadie se salva de este acto, quizá algunos estén siguiendo la ruta de sus maestros y amigos y la literatura de Puno esté signada a muchos años de permanencia en el vanguardismo donde los abuelos sí supieron hacer feria (Peralta, Oquendo, Churata), pero que por ahora no hay una ruptura, un rompimiento y un alejamiento de esos páramos ya visitados, gastados en donde se han detenido la mayoría, ahí se nota claramente que son unos reverendos repetitivos porque se puede escuchar el eco de sí mismos. Le sacan un mohoso lustre a los momentos idos que son cantos de niños, cantos neorrománticos que permiten que sea un discurso sencillo y sin mayores valías, como si esa época fuera una estancia plena de muros y limitaciones o fronteras infranqueables; esta convivencia escrituraria (la convivencia personal es necesaria) esa sombra terrible que resuena como arcaicos tambores es el sexto pecado de los escritores puneños.
Pero casi al final de esta enumeración, de una primera selección de pecados notorios, (anotaremos veinte, la mayoría con nombre propio) la intelectualidad puneña tiene ese don de cometerlos cuando menos deberían hacerlo, se hace uso de fechas importantes para sacar a luz algún libro, o a veces, se aprovecha una visita turística al altiplano y, con la pomposidad clásica, se dice de él una serie de adjetivos y sandeces que no corresponden al libro, pero que deben decirse pues las flores se marchitarían si no fueran mencionadas y recibidas para el florero. Los lugares comunes, casi de culto o adoración (¿…?) tanto en Puno y Juliaca, (Instituto Americano de Arte y El Club Kuntur en Puno; Salón de Convenciones y Salón Consistorial en Juliaca, inclusive los propios municipios están en la danza.) tienen que ser testigos mudos de las reverendas flores que los poetas y narradores se echan entre sí porque “escriben bien” y en consecuencia son los escritores o escritoras del siglo XXI, los nuevos paradigmas; ése es el sétimo pecado de los escritores puneños.
Es verdad que en la actualidad, quienes “practican” literatura tienen la pura emoción, las ganas y el coraje necesarios, que no son suficientes ni valederos; pero el gran vacío, la falta inmensa, es la crítica literaria, un lugar que no ha sido llenado (aunque llenado es mucho pedir) por nadie con una sólida sustentación de verbos válidos y que señalen una ruta para que los pecadores mencionados puedan entrar al buen camino corrigiendo sus crasas falencias. Se requiere una crítica literaria que no vea personas, sino más bien, textos, textos, solo textos; una crítica literaria como la de los maestros (Antonio Cornejo Polar, Alberto Escobar y José Miguel Oviedo, entre otros.) quienes dieron un norte a la literatura del Perú, marcaron el rumbo, la hora, para que existan esos libros que de alguna manera han alimentado la importante tradición literaria y el lugar importante del Perú en las letras hispanas. De alguna manera la crítica literaria trata de hacer conocer los puntos caóticos y las bondades del texto, o, lo que es mejor todavía, la crítica descubre los entramados, las acuciosidades existentes en la obra literaria para que el lector pueda tener una idea del territorio que está circundando. Pero tal vez el papel previo sea orientador, una especie de guía para los escritores y la obra sobreviva y a la vez su autor pueda virar su timón hacía la pista que lo llevará por un sendero sin altibajos, o que lo pueda salvar de esas neblinas que lo conducen a un abismo de grandes proporciones. Es por ello que hace falta con urgencia un ejercicio crítico que cuente con suficientes aparatos teóricos y que hable con un lenguaje claro y sencillo para que aparte de su rol esclarecedor de aquellos metalenguajes e ininteligibilidades, también pueda ubicar a la literatura en el contexto socio-cultural. Además, para que la crítica desarrolle una sesuda evaluación y valoración de los textos literarios; es decir, dejando a un lado -y esto hay que repetirlo- dejando al margen las amistades, las enemistades o servilismos e innecesarias presencias de lazarillos que demuestran una notoria inmadurez intelectual. No quisiéramos tener oscuros pensamientos y creer lo que recientemente se viene diciendo en las últimas y apoteósicas presentaciones de libros: hay, por lo menos, un par de críticos en Puno o Juliaca, pero que no dicen nada porque no existe, hasta el momento, un libro que valga la pena un detenimiento serio, una relectura, y, en consecuencia, un comentario, siquiera, pues, lo que se publica es pura emoción, cháchara y nada más. Nos parece un osado comentario de algún lector. Sin embargo, tampoco quisiéramos pensar que se trata sólo de un decir más, no. Los horizontes que vislumbre la crítica literaria en Puno, si existe, o algún día se llega a practicar, será la que marque los márgenes de tanta obra sin ton ni son, de tanto “escritor” desorientado que publica texto tras texto sin saber que nadie lo lee; sin saber que a su obra le falta la esencia, el rumbo, el norte: ése es el octavo pecado que hace que la balsa de la literatura puneña se hunda en pocas aguas.
Finalmente, el pecado número nueve, (para no enumerar más, por ahora) el error más imperdonable de nuestros hombres de letras, es que ejercen una influencia entre ellos mismos, se leen mucho entre sí, al margen de las flores, se leen tanto que a veces es un poco difícil distinguirlos porque se parecen demasiado en el lenguaje erróneo y su tenue discurso ¿Pepsi? ¿Coca-cola? Dijo alguna vez Chirinos. En sus poemas asoma la misma embriaguez del sonido reiterativo y la alusión de amantes eternos de las sombras de damiselas que tienen que sufrir el tormento de estar postradas en esas líneas inhóspitas y confinadas al más terrible de los olvidos, postradas en versos mediocres que solo pueden alcanzar a ser celdas de esponja. Esto es señal de que no tienen lecturas de valía y menos que buscan un objetivo literario, deberíamos oír aquella idea que menciona que la escritura y la lectura son mecanismos, operaciones productivas de significación, que se logran a través de un ejercicio serio y con iconos verdaderos, al margen de los inventores de la pólvora y la imprenta, aún existentes en estos días del siglo XXI en nuestro departamento.
Independientemente de la personalidad del autor, lo que se busca, quizá sea una literatura auténtica, sin deudas a nadie, con valor propio y rasgos de magnitud trascendental, una voz literaria que no vaya en desmedro de nada ni nadie, sino más bien que resalte por sus rumbos fijos, sus rutas marcadas con huellas de originalidad y lucidez imaginaria. Sólo así se estará consiguiendo lo que en otras épocas (años 20’, 30’) se logró para el Perú y Latinoamérica aquí en Puno. En estas líneas concluyentes, diremos que si hay algunas excepciones, es decir, algunos textos que no entran en esta lista, o que no son pe(s)cadores, autores que no van con todo lo mencionado, pues esos son los que fácilmente se pueden contar en los dedos de una mano, y todavía nos sobrarían unos cuantos dedos.
En una siguiente ocasión estaremos hablando de los once pe(s)cados restantes, especialmente de los encontrados en textos “cometidos” por escritores frustrados, de los que se han dedicado al periodismo, a la enseñanza escolar, a los que fungen de críticos literarios, de los que se han dedicado a escribir cuento y poesía como si fuera un mismo género, de los que han publicado en sellos reconocidos a nivel nacional sin tener un texto que valga la pena o que justifique esa osadía, hablaremos de los bibliófilos exagerados que hasta hoy no han producido un solo texto “bueno”, ¿lo intentarán?, subrayaremos los nombres de los aspirantes a vacas sagradas sin haber sido terneras siquiera, inclusive de los que dicen ser maestros de generaciones de escritores, citaremos a los memoristas de datos y datos historiográficos con un plausible esfuerzo mecánico, hablaremos de los prologuistas kilométricos, no nos olvidaremos de los que han ido más lejos todavía formando una lista para hacer antologías, leeremos los textos de los que han pretendido hacer talleres de creación literaria y, hablaremos, especialmente, de los imperdonables, los que creen que con lo que han escrito merecen el Nobel o el Cervantes; pero lo primordial de todo esto será que no escribiremos sobre sus vidas pasadas o actuales (no nos interesan), sino más bien de los textos que han creído escribir y publicar como si fueran de antología, anotaremos títulos, para no ser egoístas y ensalzar a un nuevo pecado en las letras puneñas.
LA CIUDAD QUE PEDRO SALINAS NO VIO

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas
gvasquezcuentas@gmail.com
Publicado en Los Andes 14 nov 2008
Un desafortunado (¿o clasista-racista?) comentario.

Hace poco más de un año, el 9 de agosto de 2007, bajo el epígrafe “Lampa” apareció en el diario capitalino CORREO la columna “Patente de Corso” que en ese diario habitualmente escribe el conocido periodista Pedro Salinas. Al parecer, la finalidad de la nota era ensalzar los nunca suficientemente mentados atractivos turísticos y urbano-paisajísticos de la ciudad de Lampa, pero el escriba, no contento con llenar de encomios a la “ciudad rosada” recurrió desafortunadamente a la figura de la comparación. Y lo hizo con la vecina ciudad de Juliaca, a la que describió como “…parida por el diablo, caótica e insufrible, cuna de contrabandistas, antónima de la estética, antesala del infierno, desde la que se yergue un huachafísimo monumento al carretillero, en la que a uno le asalta la sensación de Richard Kimble[1], donde lo primero que se piensa al entrar en ella es cómo escapar de ahí”. El comentario de compulsa termina al final del escrito con una violenta afirmación coprolálica: “Juliaca es una caca”.

La justa y legítima reacción.

Las reacciones se hicieron notar inmediatamente. Las protestas menudearon. Los canillitas se abstuvieron por unos días de vender el diario CORREO; distintas personalidades y organizaciones sociales de Juliaca –y también algunas de Puno- emitieron pronunciamientos de rechazo a las frases del periodista; se llevó a efecto una multitudinaria “Marcha de la dignidad” por calles y plazas de la ciudad de las calcetas con el alcalde a la cabeza; se declaró a Salinas “persona no grata, sin permiso para pisar la ciudad” y se dieron pasos para enjuiciar al columnista de marras.

La ola de comentarios y toma de posición alcanzó a periodistas y medios. La Federación de Periodistas Filial Juliaca, rechazó las expresiones de Salinas. En los Andes se publicó una nota bajo el título “Pedro Salinas el cacaseno que insultó a Juliaca”. Desde Lima César Hildebrant en su artículo “¿Juliaca es una Caca?"[2] preñado de ambigüedad, también denostó contra la imagen urbana de Juliaca al decir que es un “…menestrón de ladrillos que el apuro ha vomitado sobre el plato hondo de la autoconstrucción y la burundanga…” y luego se pregunta: “¿Se puede… ofender a cientos de miles con una sola palabra?" Y se contesta: “Claro, en medio está el asunto del racismo, del limeñismo respingado, del sur hirsuto y contestón, de la negación de lo aymara –negación más vieja y sañuda que la que pende sobre el quechua-, del prestigio de los impreso y de las legítimas susceptibilidades que hoy las regiones ascienden a estatuto y levantan como muralla”. Concluye insinuando la idea de que Juliaca no tendría por qué ofenderse, así como no se ofendería Castañeda Lossio si él (Hildebrant) dijera que la Lima horrible de Salazar Bondy es una M…

Aclaraciones sin disculpa ni rectificación

Las protestas y pedidos de rectificación y disculpa que surgían desde Juliaca, llevaron a Salinas a publicar en su columna[3] una especie de nota aclaratoria al señalar que: “El alcalde de Juliaca, el procurador de Juliaca y algunos ciudadanos de Juliaca quieren que rectifique mis impresiones sobre su ciudad, que ellos llaman cosmopolita, y yo describí como caótica e insufrible, antónima de la estética y demás símiles. Cometí además el lúgubre despropósito de compararla con Lampa… Lamento si herí alguna susceptibilidad, y si alguien se sintió afectado por mis opiniones. No fue mi intención. En serio. Pero, la verdad, la verdad, por mucho que galleen estos señores, o suavizando textos, o resistiéndome al juego de palabras, no sé muy bien todavía si Juliaca se merece una rectificación o un obituario”.

En el mensuario “Etiqueta Negra” que se edita en Lima, correspondiente a octubre pasado[4], en el articulo “Juliaca, Perú: Una ciudad prohibida para Pedro Salinas” el periodista hace un relato más extenso de su rauda experiencia pasada en esa ciudad, describiéndola más ampliamente y renovando los juicios que le merecieron en anteriores escritos. Dice, entre otras cosas que se trata de “una ciudad bulliciosa. Maloliente. Caótica. Las pistas eran intransitables. Las calles estaban atiborradas de carretillas. De vuelta en Lima, escribí apenas cuatro líneas sobre ese viaje en un periódico. Lo suficiente para que los juliaqueños me convirtieran en su enemigo... . Es una suerte de purgatorio que los viajeros deben recorrer obligatoriamente cuando se mueven entre Cuzco, Arequipa, Puno y Bolivia. Un pasadizo del averno… las pistas eran intransitables. Las calles estaban atiborradas de una turba de conductores de carretillas que se zurraban las luces rojas de los semáforos, como si hubiesen sido inmunizados contra ellas. Las señales viales, cuando aparecían, guiaban hacia ninguna parte…”

Presenta la reacción juliaqueña así: “… a Juliaca sólo le dediqué un párrafo. Apenas cuatro líneas. Lo suficiente para que los juliaqueños me convirtieran en enemigo de su ciudad y exigieran una rectificación. Querían que escribiera un nuevo artículo reivindicatorio, a página entera, bajo el título: «Perdón, Juliaca». El sindicato de canillitas no trabajó un día en gesto de protesta. Esgrimían que había ofendido a la «Perla del Altiplano». ¿Acaso se daban cuenta de la ironía?... Pero la cosa no quedó ahí. La Cámara de Comercio de Juliaca publicó comunicados para recusar mis opiniones. Los programas políticos de la radio y la televisión de Juliaca lanzaron incendios contra mí. La municipalidad de la ciudad me declaró persona no grata. El alcalde anunció que me demandaría por cincuenta millones de dólares. Los congresistas de la región presentaron una moción de protesta y reclamaron mis públicas disculpas. Cientos de pobladores salieron a las calles portando banderas y quemaron muñecos que tenían mi nombre. Un niño rabioso, con una mirada de ésas que cortan, recitó un poema coprolálico en medio de la plaza de armas y me retó a enfrentar a la turbamulta…”

El punto de vista en una “primera vista”

Deducimos del primer y desafortunado comentario de Salinas sobre su llegada a Juliaca, que era la primera vez que lo hacía. Y por minutos. Por tanto los datos e informaciones que personalmente captó fueron “a primera vista”, lo cual no permite sino un conocimiento muy superficial de una realidad de suyo compleja. Los apresurados juicios públicos de Salinas sobre la “Ciudad de los Vientos” en agosto del 2007, nos recuerdan a aquellos gringos pretenciosos que llegan a Lima en visita de dos días y a su retorno a USA escriben un libro sobre el Perú.

La óptica, el lente, el punto de vista de Salinas en esa “primera vista”, fue la de un limeño de clase media alta, cuyo mundo económico, social, cultural inmediato son Miraflores, San Isidro, Surco, La Molina, distritos capitalinos en los que la reducidísima población chola-india solo cubre labores domésticas, baja policía, jardinería y ocupaciones menores por el estilo. Entonces, no hace falta mucha imaginación para inferir esa suerte de repulsión muy característica de los limeños (y de los alimeñados) que seguramente sintió el periodista, al ver de sopetón en la urbe juliaqueña tanto peruano cholo-indio, viajando en tricilo o “trici-taxi”, vendiendo y comprando, produciendo bienes y servicios, llenado los espacios de una ciudad siempre agitada y bullente y por eso tal vez “caótica e insufrible”.

Es cierto, por lo demás, que el crecimiento urbano ascendente de Juliaca durante las últimas décadas, ha generado una configuración urbanística que dista de ser deseable y constituye sin duda, una agresión a la vista. Pero eso se debe justamente a la velocidad de ese crecimiento y a la insuficiente preparación de las autoridades para regularlo convenientemente. Ahora parecen existir nuevos vientos correctivos en ese tema, por lo que deben esperarse resultados que mejoren el paisaje urbano. Salinas no tuvo ni ojos ni mente comprensiva a ese fenómeno que lo vio desde un plano “superior” acostumbrado a la imagen de bellas urbanizaciones de gente rica por las que transita todos los días y de altos y nuevos edificios que hoy brotan por doquier en el suelo de Lima.

Los pueblos otorgan debido reconocimiento a sus propios héroes y a personas que han trascendido al tiempo por sus obras. El “Cholo” simboliza una historia, una identidad, un orgullo regional y por eso un monumento en Juliaca en donde los cholos son apabullante mayoría. De otro lado, el triciclista ha pasado a ser personaje típico de la ciudad. Su número va entre 30,000 a 50,000, al punto que algunos llaman a Juliaca como “Triclandia” o “TricicmarKa” o “Tricicpampa”. A ese personaje se le ha levantado un monumento (“huachafísimo monumento al carretillero”, Salinas dixit).

En esa “primera vista” Salinas no pudo percatarse de que la gente en la localidad juliaqueña está dada a una proverbial y consecuente laboriosidad; está empeñada en el trabajo cotidiano. Este, parecería constituir una generalizada consigna que nace en los hogares mismos de un pueblo en el que desde niños hasta grandes saben cómo se sobrevive día a día en un medio social siempre difícil mientras, de paso, se construye riqueza para la región y el país.

En la visita cuasi furtiva a Juliaca, Pedro Salinas no podía ver ni conocer la sobresaliente creatividad e inventiva de los juliaqueños para acometer la producción de diversos bienes de consumo y resolver los problemas infaltables que se presentan en las prácticas tecnológicas. Al decir del escritor Fidel Mendoza Paredes en su artículo “Juliaca: Puma de América”: “…Hasta hace poco desde Arequipa llegaban los calzados producidos por los medianos y pequeños empresarios, ahora la figura es al revés, de Juliaca salen los calzados hacia Arequipa; en Juliaca se produce la famosa tela polar a partir del reciclaje de botellas descartables; es en Juliaca, donde se carrosaron los desprestigiados buses camión; es en Juliaca donde se fabrican papeles higiénicos de diversas calidades; es en Juliaca donde los comerciantes del sur peruano realizan grandes transacciones económicas los días lunes y jueves, etc. La mayor parte de la banca comercial del país han aperturado sus oficinas en la ciudad de Juliaca, los créditos y ahorros superan enormemente las expectativas de los inversionistas; Las principales farmacias de capitales extranjeros igualmente despachan en Juliaca, es decir la ciudad es una urbe que mueve mucho capital.”

Salinas tampoco pudo ni podía ver el notable movimiento cultural que ahora distingue a Juliaca. Lo dice el número y calidad tanto de escritores como de publicaciones. Los certámenes de carácter cultural se propagan significativamente y la presencia de su intelectualidad en la región puneña es constante y edificante.

En suma: Pedro Salinas no pudo ver la realidad profunda de Juliaca, ciudad que pese a todo avanza y ahora también como Puno, danza. Y si no, que lo digan sus carnavales.

22 de octubre de 2008
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[1] Nota del autor de este artículo: El Dr. Richard Kimble es el personaje central de la serie de televisión “El Fugitivo” de la cadena de televisión norteamericana ABC, que en la década de los sesenta fue seguida por millones de personas en el. Kimble, interpretado por David Jensen, huía de todo lugar por estar perseguido por un delito que no cometió.
[2] Diario LA PRIMERA ed. 10 septiembre 2007
[3] CORREO, 30 agosto 2007.
[4] “ETIQUETA NEGRA” Nº 61, Junio 2008.


sábado, 31 de mayo de 2008

Uranio: Así no*

Aldo Santos
SER PUNO
miercoles 28 de mayo 2008

Que el uranio es un metal altamente radiactivo y que los seres humanos estamos expuestos a cierta cantidad de uranio en la comida, el aire, el suelo y el agua, ya que está presente en éstos de forma natural, es un hecho tangible, sin embargo, no es lo mismo hablar de uranio en pequeñas proporciones que compararlo a una extracción a escala minera. En Carabaya (Puno), ya desde la década de 1980, cuando se determinó la existencia del metal en esta zona, su uso y explotación era un tema polémico, porque no era lo mismo utilizarlo para producir energía eléctrica que destinarlo a fines militares.

En la actualidad, seis empresas mineras vienen realizando trabajos de exploración en Carabaya y han determinado la existencia del metal en parte del territorio del departamento. Aunque se prevé que su uso será civil, el desconocimiento y la incertidumbre proviene de las consecuencias que la minería de uranio podría traer para el medio ambiente, ya que no existe, más allá de las normas internacionales, normatividad nacional que regule la exploración y explotación del metal. De otro lado, contribuye más a la duda que el mismo Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), ente especializado en el análisis y el uso del uranio, no tiene la certificación ni el reconocimiento internacional en la materia.

Las dudas, la desconfianza, el prejuicio, la falta de transparencia y el desinterés contribuyen a generar un ambiente social tenso en lo referido a la exploración y una posible explotación uranífera en el altiplano peruano. De otro lado, la presencia de industrias extractivas en el país, ha sido, en la mayoría de casos, sinónimo de conflictos locales, a causa de una mala negociación previa entre empresas, comunidades afectadas y el Estado, cuyo rol promotor de inversión se antepone al rol de protección de los derechos de sus ciudadanos. Con estos antecedentes, además de la ausencia de normatividad, es sumamente complicado tener una opinión imparcial al respecto.

Para el caso del distrito de Corani en Carabaya, localidad a la que la primera carretera afirmada llegó hacia 1994 y la energía eléctrica hace poco más de 4 años, la presencia de industrias extractivas en su territorio, lejos de aportar al desarrollo, parece acrecentar las diferencias que existen entre un actor y otro – comunidades y empresas mineras - , ya que las capacidades de negociación, que permitan un proceso de exploración y explotación transparente, son condiciones que, por decirlo menos, no están dadas hasta el momento, porque, como señalamos líneas arriba, la desinformación y la inexistencia de normas que regulen la actividad, contribuyen a ello.

De otro lado, la existencia de un importante legado cultural sobre todo en la zona de Macusani y Corani, zonas donde se encuentra ubicada la mayor concentración de arte rupestre en América Latina y que ha sido declarado como Patrimonio Cultural de la Nación en diciembre del 2005, aporta otro motivo de preocupación de quienes están interesados en la preservación y el adecuado uso de este patrimonio que, de ser administrado correctamente, aportaría grandemente a la comunidad científica regional, nacional y mundial sobre el origen y la evolución de la especie humana.

Asimismo, la geografía del área, con paisajes únicos en el país y con una gran extensión de bosques de piedra sobre roca volcánica, hacen pensar en el desarrollo turístico de la zona, lo que se propone de manera antagónica a la explotación minera, lo mismo que el desarrollo de la producción alpaquera, la cual, se viene desarrollando de manera sostenible en Carabaya y que, incluso, le ha valido el título de ser reconocida como “Capital alpaquera del Perú y del mundo”.

En este caso, como en otros tantos, cuando las reglas de juego no están debidamente establecidas, y donde una vez más se demuestran los errores del Estado al concesionar la exploración uranífera, aún cuando no existe la normatividad respectiva y donde están en juego la vida de miles de ciudadanos y ciudadanas peruanas, dudar y oponerse parece ser lo más indicado.

En ese sentido, la medida adoptada por las rondas campesinas de Carabaya el pasado 22 y 23 de mayo en Macusani, de no permitir más actividades de exploración en sus territorios, obedece a la incertidumbre que hay en el entorno y a la ausencia de un espacio de diálogo entre Estado (nacional y local), empresas y sociedad civil que permita que estos tres intercambien información y negocien adecuadamente las condiciones sobre las cuales se darán los procesos. De lo contrario tendremos en Carabaya y la región, una fuente permanente de conflictos, como los ya acostumbrados por la presencia de industrias extractivas. No hagamos de Puno otra Cajamarca.

Notas

(*)La información se obtuvo en el “Forum. Uranio alternativa de desarrollo o exacerbación ecológica”, organizado por la Municipalidad Provincial de Carabaya y el Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo, (IEDES) el pasado 22 y 23 de mayo en Macusani. Asimismo agradezco la información proporcionada por la abogada Maribel Abanto, docente del Diplomado de Análisis, Gestión y Resolución de Conflictos Socioambientales de la PUCP.

sábado, 24 de mayo de 2008

LA PAPA SE ORIGINÓ EN PUNO

Si bien los incas la llamaban "papa", los españoles la llaman "patata", por una posible confusión con otro tubérculo del Nuevo Mundo, el camote, o batata. Este término parece haberse aplicado a ambas plantas más o menos durante un siglo. Hoy en día en España se dice patata, salvo en las Canarias. Sin embargo, en la América de lengua española se sigue llamando papa.


Un poco de historia

Comienza hace unos 8 000 años, cerca del lago Titicaca, que está a 3 800 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes, América del Sur, en la frontera de Bolivia y Perú. Ahí, según revela la investigación, las comunidades de cazadores y recolectores que habían poblado el sur del continente por lo menos unos 7.000 años antes, comenzaron a domesticar las plantas silvestres de la papa que se daban en abundancia en los alrededores del lago.

En el continente americano hay unas 200 especies de papas silvestres, pero fue en los Andes centrales donde los agricultores lograron seleccionar y mejorar el primero de lo que habría de convertirse, en los milenios siguientes, una asombrosa variedad de cultivos del tubérculo. En realidad, lo que hoy se conoce como "papa" (Solanum especie tuberosum) contiene apenas un fragmento de la diversidad genética de las siete especies reconocidas de papa y las 5.000 variedades que se siguen cultivando en los Andes.

Si bien los agricultores andinos cultivaron muchas hortalizas y cereales, como el tomate, los frijoles y el maíz, sus variedades de papa eran particularmente adecuadas a la zona del valle quechua, que se extiende a alturas de 3 100 a 3 500 metros sobre el nivel del mar, a lo largo de las vertientes de los Andes centrales (los pueblos andinos consideraban la región quechua la "zona civilizada"). Pero los agricultores también produjeron una especie de papa resistente a las heladas, que sobrevive en la tundra alpina de la región de la Puna, a 4.300 metros de altura.

La seguridad alimentaria que ofrecían el maíz y la papa, consolidada a través de la irrigación y la construcción de terrazas, permitió que surgiera, alrededor del año 500 dC, la civilización Huari en las tierras altas de la cuenca de Ayacucho. Por esa misma época, la ciudad Estado de Tiahuanacu se formó cerca del lago Titicaca, gracias en gran medida a su avanzada tecnología de "campos alzados", que son parcelas elevadas bordeadas de canales de riego, cuya productividad se ha estimado en unas 10 toneladas por hectárea. Se considera que en su apogeo, alrededor del año 800 dC, Tiahuanacu y los valles circundantes tenían una población de medio millón de habitantes o más.

Ascenso meteórico. La caída de Huari y Tiahuanacu entre los años 1000 y 1200 dio lugar a un período de desorden que terminó con el ascenso meteórico de los incas, en el valle de Cusco, alrededor del año 1400. En menos de 100 años crearon el Estado más grande de la América precolombina, que se extendía desde lo que hoy es Argentina hasta Colombia.

Los incas adoptaron y mejoraron los adelantos agrícolas de las culturas anteriores de las montañas, y dieron especial importancia a la producción de maíz. Pero la papa fue decisiva para la seguridad alimentaria de su imperio. En la vasta red de almacenes del Estado inca, la papa -sobre todo un producto elaborado con la papa desecada y congelada, llamado "chuño"- fue uno de los principales artículos alimentarios, usado para alimentar a los oficiales, soldados y esclavos, así como reserva para casos de emergencia cuando se malograban las cosechas.

La invasión española, en 1532, puso fin a la civilización inca, pero no a la papa. Porque a lo largo de toda la historia andina, la papa, en todas sus formas, ha sido profundamente un "alimento del pueblo", y ha desempeñado un papel central en la perspectiva andina del mundo (el tiempo, por ejemplo, se medía por el que era necesario para cocinar las papas).

Los campesinos de algunas partes de los altos de los Andes siguen midiendo la tierra en "topos", la superficie necesaria para que una familia cultive las papas que necesita, y los topos son más extensos a mayor altura, donde necesitan dejarse en barbecho por más tiempo. Clasifican las papas no sólo por su especie y variedad, sino también por el nicho ecológico donde se producen mejor, y no es raro encontrar cuatro o cinco especies cultivadas en una misma parcela pequeña.

El cultivo de los tubérculos sigue siendo la actividad más importante de la temporada agrícola cerca del lago Titicaca, donde la papa es denominada "Mamá Jatha", o madre del crecimiento. La papa sigue siendo la semilla de la sociedad andina.

La papa en el mundo

La difusión de la papa desde los Andes hacia el resto del planeta parece una aventura, pero comenzó con una tragedia. La conquista español del Perú comenzó entre 1532 y 1572, destruyó la civilización inca y causó la muerte -por la guerra, enfermedades y desesperación- de por lo menos la mitad de la población.

Los conquistadores llegaron en busca de oro, pero el verdadero tesoro que llevaron de regreso a Europa fue el Solanum tuberosum. La primera constancia del cultivo de la papa en Europa data de 1565, en las Islas Canarias de España. Para 1573 se cultiva la papa en la península ibérica. Al poco tiempo, en Europa se puso de moda hacer regalos exóticos de estos tubérculos, de la corona española al papa de Roma, de Roma al nuncio apostólico en la ciudad de Mons, y de ahí a un botánico de Viena. En 1597 ya se cultivaban papas en Londres, que llegaron a Francia y a los Países Bajos poco después.

Pero cuando la planta se incorporó en los jardines botánicos y entró en las enciclopedias de los herbolarios, el interés disminuyó. La aristocracia europea admiraba las flores de la papa, pero consideraba que los tubérculos sólo eran aptos para los cerdos y los indigentes. Los supersticiosos campesinos creían que la papa era venenosa. Sin embargo, fue precisamente cuando se iniciaba la "época de los descubrimientos" de Europa, y entre los primeros en apreciar la papa como alimento estuvieron los marineros, que se llevaban tubérculos para consumirlos durante sus largas travesías. Así fue como la papa llegó a la India, China y el Japón a principios del siglo XVII.

La papa también recibió inesperadamente una gran acogida en Irlanda, donde resultó adecuada para el clima fresco y el suelo húmedo. Los emigrantes irlandeses se llevaron este tubérculo, y el nombre "papa irlandesa", a América del Norte a principios del siglo XVIII.

Los largos días del verano. La papa tardó en difundirse en el hemisferio norte por la dificultad de adaptar a su clima una planta cultivada durante milenios en los Andes, y no sólo por los arraigados hábitos alimentarios que prevalecían. Había salido de América del Sur apenas una gota del mar de genes de la papa, y se necesitaron 150 años para que aparecieran las variedades adecuadas a los largos días del verano.

Esas variedades se presentaron en un momento decisivo. En el decenio de 1770, gran parte de la Europa continental fue devastada por la hambruna y de pronto se reconoció el valor de la papa como cultivo que daba seguridad alimentaria. Federico el Grande de Prusia ordenó a sus súbditos cultivar papas como seguro contra las malas cosechas de los cereales, y el científico francés Parmentier logró que se declarara "comestible" la papa. Más o menos al mismo tiempo, al otro lado del Atlántico, cuando Thomas Jefferson era presidente de los Estados Unidos, en la Casa Blanca se servía a los invitados "papas fritas a la francesa".)

Tras la duda inicial, los agricultores europeos -incluidos los de Rusia, donde la papa recibía el mote de "manzana del diablo"- comenzaron a producir papas a gran escala. La papa se convirtió en reserva alimentaria de Europa durante las guerras napoleónicas, y para 1815 ya era un alimento básico en el norte del continente. Para entonces, la revolución industrial transformaba la sociedad agraria del Reino Unido, desplazando a millones de habitantes del medio rural hacia las hacinadas ciudades. En el nuevo entorno urbano la papa se convirtió en el primer "alimento fácil de preparar" moderno: con un gran contenido de energía, nutritivo, fácil de cultivar en parcelas pequeñas, barato y listo para cocinarse sin gran costo.

Se atribuye el aumento del consumo de papa durante el siglo XIX a su contribución a reducir el azote de enfermedades como el escorbuto y el sarampión, y a incrementar los nacimientos, así como a la explosión demográfica en Europa, los Estados Unidos y el imperio británico.

"La hambruna de la papa". Pero el éxito de la papa resultó ser una navaja de dos filos porque los tubérculos clonados y cultivados en América del Norte y Europa pertenecian a unas cuantas variedades genéticamente parecidas. Eso significa que eran muy vulnerables, una plaga o una enfermedad que atacaran a una planta podían propagarse rápidamente a las demás.

El primer indicio del desastre en ciernes se presentó en 1844-1845, cuando un moho patógeno, el tizón tardío, arrasó los cultivos de papa en toda la Europa continental, desde Bélgica hasta Rusia. Pero lo peor fue en Irlanda, donde la papa suministraba el 80% del consumo de calorías. Entre 1845 y 1848 el tizón tardío destruyó tres cosechas de papa, lo que condujo a una hambruna que mató a un millón de personas.

La catástrofe irlandesa motivó la búsqueda de variedades más productivas y resistentes a las enfermedades. Los mejoradores de Europa y América del Norte, con nuevo germoplasma importado de Chile, produjeron muchas de las modernas variedades que sentaron las bases de la enorme producción de papa en ambas regiones durante la mayor parte del siglo XX.

Mientras tanto, el colonialismo y la emigración europea llevaban la papa a todos los rincones del mundo. Los gobernadores de las colonias, los misionarios y los colonizadores llevaron el cultivo de papa a las planicies de aluvión de Bengala y al delta del Nilo en Egipto, a los montes Atlas de Marruecos y a la mesa de Jos en Nigeria. Los agricultores emigrantes llevaron la papa a Australia e incluso a América del Sur, donde la establecieron en Argentina y el Brasil.

En el centro de Asia, el tubérculo siguió rutas más antiguas y desde el Cáucaso llegó al altiplano de la Anatolia, en Turquía, desde Rusia hacia el occidente de China, y de ahí a la península de Corea. En los valles de las montañas del Tayikistán se han cultivado algunas variedades de papa desde hace tanto tiempo que se consideran "antiguas variedades locales".

Finalmente en el siglo XX la papa se convirtió en un alimento de veras mundial. La cosecha anual de la Unión Soviética llegó a 100 millones de toneladas. En los años inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial, extensas superficies de tierras agrícolas de Alemania y la Gran Bretaña se destinaron a la producción de papa, y países como Belarús y Polonia producían, y siguen produciendo, más papas que cereales.

La papa se convirtió en aperitivo. En 1920, la invención del pelador mecánico de papas contribuyó a la fabricación de las hojuelas crocantes de papa, el aperitivo de más venta en los Estados Unidos. Una cadena de restoranes fundada por los hermanos McDonald en los Estados Unidos en 1957 gastó millones de dólares para "perfeccionar las papas fritas a la francesa". Otra firma canadiense, la McCain, que comenzó a producir las papas fritas a la francesa congeladas en 1957, amplió su actividad y abrió 55 fábricas en seis continentes y hoy suministra una tercera parte del total de las papas fritas a la francesa que se producen en todo el mundo.

Explosión de la demanda. Desde el decenio de 1960, el cultivo de la papa comenzó a extenderse en el mundo en desarrollo. Sólo en la India y China, el total de la producción aumentó de 16 millones de toneladas en 1960 a casi 100 millones en 2006. En Bangladesh, la papa se convirtió en un valioso cultivo de invierno, y los productores de papa del sureste asiático aprovechan la explosión de la demanda de la industria alimentaria. En el África subsahariana, la papa es un alimento favorito de numerosas ciudades, y un importante cultivo en las tierras altas del Camerún, Kenya, Malawi y Rwanda.

La historia de la papa es muy interesante, y su futuro es estupendo. Si bien la producción en Europa está disminuyendo, "segundo hogar" de la papa desde hace siglos, la papa tiene mucho espacio para producirse en el mundo en desarrollo, donde su consumo es menos de una cuarta parta del que representa en los países desarrollados.

Hoy en día, en las montañas del Lesotho muchos agricultores están dejando de cultivar maíz para producir papas, con ayuda de un proyecto de la FAO para la producción de tubérculos sin enfermedades. En China, los expertos en agricultura han propuesto que la papa se convierta en el principal cultivo alimentario del 60% de la superficie agrícola del país,

Y en los Andes peruanos, donde comenzó esta historia, el Centro Internacional de la Papa ayuda a las comunidades campesinas a restablecer la producción de 600 variedades andinas en un "parque de la papa" que tiene una superficie de 12 000 hectáreas. Esa diversidad genética, base de las nuevas variedades adaptadas a las necesidades del mundo, que se transforman constantemente, ayudará a definir los futuros capítulos de la historia del Solanum tuberosum.

Las papas en cifras

En 2005, estima la FAO, el mundo produjo 314 375 535 toneladas de papas, y consumió 218 129 000 toneladas de éstas como alimento. ¿Cómo obtiene la FAO estos datos? La División de Estadísticas de la FAO creó una sencilla fórmula para hacer este cálculo: el consumo es igual a la producción, las importaciones y las existencias iniciales, menos las exportaciones, las papas utilizadas para piensos y semillas, los desechos, otros usos no alimentarios y las existencias finales.

[Tomado de documentos difundidos por el Centro Internacional de la Papa, Lima, Perú]

Congreso observa adendas y costos en la Interoceánica


Convocan a Ministra Zavala y Ositrán

Preguntan porqué se ha pagado 197 millones de dólares a constructora. Cuestionan a Alphaconsult como supervisora de la millonaria obra

Por Ítalo Sifuentes Alemán

La comisión parlamentaria que investiga las obras de la Interoceánica Sur ha encontrado una serie de irregularidades en el contrato de concesión de esta carretera, así como en la supervisión que se hace de las obras.

El vicepresidente de esta comisión, Renzo Reggiardo (AFP), indicó que para ahondar en estos indicios, durante las próximas tres semanas interrogarán a la ministra de Transportes, Verónica Zavala, y al presidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Juan Zevallos Ugarte.

También el contralor Genaro Matute, el presidente de la supervisora Alphaconsult, Jorge Peñaranda Castañeda, y los representantes de la empresa constructora Norberto Odebrecht serán citados al Congreso.

Reggiardo informó que el testimonio de todos ellos servirá para esclarecer por qué este gobierno ha pagado 197 millones de dólares fuera del contrato original establecido entre Odebrecht y el Estado, por qué los campamentos de los obreros fueron valorizados en seis millones de dólares y por qué sigue Alphaconsult supervisando la obra pese a que Ositrán rescindió el contrato del consorcio que integraba esa consultora.

ALPHACONSULT
Sobre este último punto, dijo que "el último 13 de mayo Ositrán volvió a contratar a Alphaconsult para que supervisara el tramo 5 de la Interoceánica. ¿Por qué hizo ello si anteriormente había encontrado que esta supervisora había falsificado documentación y que gracias a una medida cautelar de un juzgado de Sechura sigue supervisando la obra. Queremos conocer quiénes se están beneficiando. Aquí hay un doble juego", manifestó.

Consultado al respecto, Peñaranda indicó que no tenía ningún impedimento legal para supervisar la Interoceánica y que por ello había ganado la buena pro para hacer seguimiento no solo al tramo 2, sino también al tramo 5 de dicha obra vial.

DISPUESTOS A COLABORAR
Sobre la invitación a Zavala, en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones indicaron que ella era respetuosa del Congreso y que gustosa acudirá para absolver cualquier consulta.

En Ositrán señalaron que posteriormente se pronunciarían sobre este caso, pues Zevallos y otros funcionarios se encontraban inspeccionando los trabajos de Ferrovías.

En cuanto a Odebrecht, la gerenta de Relaciones Institucionales de esta constructora, Pilar Baella Herrera, manifestó que los funcionarios estaban dispuestos a colaborar con la investigación del Parlamento porque también están interesados en que se esclarezcan las dudas.

"Hemos colaborado con todas las investigaciones que hasta ahora se han realizado. No hay nada que ocultar, lo mejor es la transparencia, por eso creemos importante que los congresistas visiten la obra para que vean que todo está en regla", refirió.

Los miembros de la comisión investigadora Margarita Sucari (UPP), Juan Carlos Eguren (UN), Aurelio Pastor (Apra), Juvenal Silva (GPN) y Reggiardo visitarán diversos puntos del tramo 2 de la carretera que van de Urcos a Inambari, es decir, entre el Cusco y Madre de Dios.

El contralor Matute indicó que su institución también investiga si los avances de la obra corresponden a los compromisos contractuales y si las adendas suscritas no afectan los intereses del Estado.

"Al igual que el Congreso, no intentamos detener la ejecución de la obra, sino establecer si se ha cometido alguna irregularidad", refirió.

PARA RECORDAR
Una obra vial millonaria
4El 23 de junio del 2005 el consorcio concesionario Interoceánica Urcos-Inambari se adjudicó la buena pro del concurso de proyectos integrales para la concesión de obras y el mantenimiento del tramo vial 2 de la Interoceánica Sur. El contrato fue suscrito el 4 de agosto del 2005.
4El 24 de febrero del 2006 se suscribió la primera adenda del contrato de concesión. El 16 de junio de ese año se firmó la segunda y al mes siguiente la tercera y cuestionada adenda.
4La carretera Interoceánica en total tiene cinco tramos que suman una longitud de 2.586 kilómetros y consta de una inversión aproximada de US$892 millones. Si se suman algunas obras concurrentes, como el puente sobre el río Madre de Dios, el costo total estimado de esta obra vial del sur peruano alcanzaría los US$1.031 millones.

AL GRANO
"El Estado es el que paga la obra"*
¿Qué puede concluir en lo que va de la investigación?
Esta concesión es un tanto extraña. El Estado está cancelando la inversión del concesionario sin considerar los documentos que otorga el Estado en garantía, como los certificados de los avances de obras. La tercera adenda del contrato del tramo 2 establece que el Estado está obligado a otorgar los certificados de reconocimiento de los derechos del pago anual por obras (CRPAO), a través de los cuales el Estado va cancelando el monto que la empresa va invirtiendo. En realidad el Estado paga la obra.

¿Quién o quiénes emiten estos certificados?
Los CRPAO los emite el Ministerio de Transporte como documento previo a la cancelación, pero antes se emiten los certificados de avances de obra (CAO), que los da Ositrán previo informe de la supervisora Alphaconsult. Se han pagado US$197 millones gracias a los informes de Alphaconsult, y Ositrán no ha cuestionado esto.
*Renzo Reggiardo. Congresista

[Tomado del diario EL COMERCIO ed. 24 de mayo 2008 pa-8]

jueves, 22 de mayo de 2008

DECRETO LEGISLATIVO 994 ATENTA CONTRA EL DERECHO DE PROPIEDAD DE LAS COMUNIDADES

Enviado por Ser el 31/3/2008
El día 13 de marzo el gobierno nacional emitió el Decreto Legislativo 994, por medio del cual se busca promover la inversión privada en proyectos de irrigación. Dicha norma, sin embargo, afecta el derecho constitucional a la propiedad de las comunidades campesinas.

Frente a ello, el Grupo ALLPA, que reúne a organizaciones nacionales campesinas e instituciones civiles, expresa su preocupación por la aprobación del mencionado decreto, así como por el escenario que se ha creado frente a la supuesta condición ociosa de las tierras de las comunidades, obviándose el hecho de que la disponibilidad de las mismas es sumamente reducida.

En ese sentido, hacemos de conocimiento público lo siguiente:

1.- En el Perú existen seis mil comunidades campesinas que aprovechan más del 40% de la superficie agropecuaria y albergan a una parte importante de la población rural, entre la que se encuentra la más pobre del país. Asimismo, las comunidades campesinas además de haber construido caminos, escuelas, canales de irrigación y otras obras que con esfuerzo siguen manteniendo; aportan una parte importante de los alimentos que se consumen en las ciudades.Actualmente la situación de las comunidades campesinas es muy precaria y su presencia casi invisible. Estuvieron ausentes en las propuestas durante la campaña electoral de 2006 y no aparecen en los actuales planes oficiales de gobierno. Apenas se las menciona en la Estrategia Nacional de Desarrollo Rural y no se las toma en cuenta en el publicitado Programa Sierra Exportadora.

2.- En ese contexto, el Decreto Legislativo 994 es insconstitucional porque desconoce el derecho de propiedad, consagrado en el artículo 70 de la Carta Magna. En efecto, al precisar cuáles son las tierras eriazas que el Estado entregará a los particulares, comete el exceso de considerar de propiedad del Estado todas las tierras eriazas con aptitud agrícola, salvo que estén tituladas, sea en forma individual o comunal y que ese título esté inscrito en Registros Públicos. Esa última exigencia, que fue muy criticada al momento de aprobarse el Reglamento de la Ley de Tierras, plantea condiciones muy difíciles de cumplir para las comunidades campesinas y nativas, tal como lo reconoció el mismo Ministerio de Agricultura a fines de 2007, al señalar que mil cien comunidades campesinas carecían de título de propiedad (Resolución Ministerial Nº 378-2007-AG).Este nuevo Decreto contraviene la obligación constitucional contenida en los artículos 70, 88 y 89 de nuestra Carta Magna, así como las normas de la Ley General de Comunidades Campesinas, la Ley de Deslinde y Titulación del Territorio Comunal, la Ley de Comunidades y de Desarrollo de la Selva y Ceja de Selva, lo mismo que del Convenio 169 de la OIT (ratificado por el Perú), al desconocer el derecho de las comunidades sobre sus tierras, vulnerándose también los preceptos del Código Civil, pues en el Perú la inscripción de la propiedad en los Registros Públicos no es obligatoria sino tan sólo facultativa.

3.- Las principales afectadas con el Decreto Legislativo 994 pueden ser las comunidades campesinas, en especial las ubicadas en la costa, que son titulares de enormes extensiones desérticas, que se mantienen así por falta de recursos y de apoyo estatal. En algunos casos, esas comunidades pagaron a la Corona española por sus tierras y en otros casos al Estado Peruano, por lo que una norma como el DL 994, plantea en la práctica una confiscación, lo que resulta inconstitucional.

4.- El artículo 4 del Decreto Legislativo 994 menciona que los proyectos de irrigación aprovecharán aguas de libre disponibilidad, lo que será determinado por la autoridad competente. Preocupa por ello, que ante la falta de información, se otorgue licencia para uso de agua afectando a comunidades que no podrán seguir desarrollando sus prácticas ancestrales, al disminuir la disponibilidad de agua; y tampoco podrán defenderse ya que no cuentan con licencia. Tampoco el Decreto Legislativo comentado toma en cuenta las tensiones existentes entre gobiernos regionales por el uso del agua, tal como ocurre en los casos de La Libertad, Ancash, Ica y Huancavelica.

5.- Cabe indicar que esta actitud del gobierno es reiterada ya que desde fines de 2007 se vienen impulsando distintos proyectos de ley que afectan de una u otra forma a las comunidades campesinas y nativas. Así, se encuentra en trámite en el Congreso de la República, el proyecto que propone establecer un régimen temporal extraordinario de formalización y titulación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas (proyecto 1770/2007-PE); el que declara de interés público la titulación, registro y rectificación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas (proyecto 1900/2007-CR); y el que busca facilitar la adjudicación de tierras comunales a los comuneros y su venta a terceros (proyecto 1992/2007-PE).

En tal sentido, demandamos al gobierno nacional y al Congreso de la República que realicen una cuidadosa revisión de la constitucionalidad del Decreto Legislativo 994, y presten mayor atención a la situación de las comunidades campesinas de nuestro país. La promoción de la inversión en el país es necesaria, pero debe hacerse en un marco pleno de respeto de los derechos de todos los peruanos y peruanas.

Lima, 28 de marzo del 2008.

Grupo ALLPA – Comunidades y Desarrollo

lunes, 19 de mayo de 2008

Ese torito no es de Pucará


Es de Pupuja

Por Miguel Ángel Cárdenas M.

Diario El Comercio 18 de mayo de 2008

Puno. Un viaje a los orígenes siempre une los extremos: en las retiradas comunidades de Checca Pupuja y Santiago de Pupuja, donde viven los últimos artesanos originales del mistificado torito de Pucará, lo ancestral continúa en proceso de alumbramiento. Las manos de Mariano Choquehuanca Quispe, de 44 años -el más joven descendiente de la alfarera cultura preínca de los pupujas- siguen gestando con la sañu (arcilla) una chupa (cola) apretada y doblada sobre una grupa rolliza, deslizando en arco una qallu (lengua) hacia unas fosas nasales infantiles y estilizando unos propiciatorios waqras (cuernos) de becerro bravo. "¡Es mi torito de Pupuja!", enuncia Choquehuanca y los orígenes se dan a la partida.

Fue en los años 50 y 60 cuando mayor importancia adquirió la estación de Pucará, a dos horas de Juliaca. Era un punto de comercio especial donde pasaba el Ferrocarril del Sur, que recorría 261 kilómetros hasta el Cusco. Hasta allí llegaban los artesanos de las lejanías de Azángaro para ofrecer sus trabajos, en especial los de Checca y Santiago traían unos germinales toritos mágico-religiosos que causarían admiración en las ferias cusqueñas de T'iyobamba, en Urubamba y en la de Calca. La denominación popular se fue gestando con los viajeros y turistas que respondían a quienes les preguntaban por esos objetos que se decían auspiciosos: "Son toritos de Pucará".

La exitosa venta se convirtió en una moda en Pucará, donde surgieron avispados artesanos que, por la potente demanda, lo patentaron informalmente como suyo y usaron moldes masivos, lo que terminó saturando el mercado con piezas de baja calidad (aunque sobresalía el maestro Luis Arce que creaba los "toritos llanos": de íntegro color negro y muy gruesos). "Y el torito fue perdiendo su valor patrimonial", dice José Gutiérrez, responsable del proyecto Tika, que intenta revalorizar el proceso productivo manual de los auténticos pupujas y establecer alianzas con diseñadores, artistas y empresas privadas para salvaguardar la tradición con una oferta exportable por la "pieza única".

"Y también difundiendo talleres vivenciales con los reales artesanos y un museo de sitio en Santiago de Pupuja", afirma Gutiérrez. Felizmente que para esto el alcalde de Santiago, Jaime Yapo, es un inflamado impulsor: "Todos aquí, los 8.500 habitantes, hemos crecido con el torito en los techos de paja de nuestras casas para espantar a los malos espíritus, desde nuestros primeros abuelos". Lo malo es que en el distrito de Santiago --a 7 kilómetros de Pucará-- solo queda un artesano muy viejito e inubicable, "porque está muy enfermo".

A diferencia de ese distrito organizado, la vecina Checca Pupuja es una comunidad dispersa, en un área de 4 kilómetros, a 3.900 metros sobre el nivel del mar. Son casas de adobes enlucidos con barro para 70 familias, que limitan con los cerros tutelares Paqo Qhawana y Antaña. Pero aquí sí sobreviven tres ramas de artesanos: los Choquehuanca, los Roque y los Quispe. Decir 'ramas' es un anhelo, porque en realidad solo son cinco artesanos supérstites (nosotros ubicamos a tres muy recelosos y descreídos de que por fin sean valorados; uno de los cuales, Simón Roque Roque, el más antiguo y silencioso, debería ser nombrado con justicia gran maestro de la artesanía peruana).

Estos artífices del torito veraz sobreviven por amor al arte, al Ande y al hambre: quienes tercerizan su venta solo les pagan 10 soles por una pieza irrepetible que a ellos les cuesta un día entero hacer a mano. Y que Pucará sí explota, fabril y febrilmente, con el turismo. Sus hijos --la mayoría se ha ido a Juliaca o a buscar minerales en las minas-- han perdido el interés generacional y la herencia parece perderse.

EL NACIMIENTO DEL MITO

¿Pero cómo se originó el torito de los pupujas? El antropólogo Demetrio Roca, en un estudio de 1962, señaló que "deben tener su origen en la religión, pueden haber sido elaborados para reemplazar a las antiguas conopas, cuyo uso estaba prohibido y perseguido por los extirpadores de idolatrías". Las conopas eran figuras preíncas e incas de camélidos corpulentos y voluminosos con una concavidad en la espalda y el pecho abultado de lana, que se usaban en ritos propiciatorios (Francisco Stastny prefiere el término ulti o illa: cerámicas con golletes y asas puentes y esculturas de adoración que se encontraron en el palacio de Kalasaya por ejemplo). De acuerdo con Roca, frente a los curas extirpadores, los antiguos "comenzaron a dar forma a los toritos para no despertar suspicacias. Conservando la función originaria, pero cambiándole de forma".

Sin embargo, el sincretismo fue más poderoso (y lento, según Tauro del Pino) que la mera ocultación: Cuando los españoles introdujeron el toro en la sierra, este se adaptó a la altura, a la temperatura y al tipo de forraje con tal impactante fortaleza y fiereza que su imagen pasó a presidir --por derecho y deber propio-- los rituales de fertilidad como vasija ceremonial o paccha.

Por esto, desde el Virreinato, la conopa del torito se emparentó tanto con la católica festividad de la Virgen de la Trinidad como con el pagano señalacuy. La primera, en mayo, influyó porque se adornaba a un toro vivo con rosas y de ahí la tradición de decorarlo con rosetones alegóricos en la cerámica.

El segundo, en cambio, era un rito andino de marcación del ganado (que se efectuaba antes con llamas y alpacas), en que se ataba y tumbaba al toro para hacerle incisiones en la frente y el cuerpo y usar su sangre --mezclada con chicha fermentada-- como pago a la tierra. Y de ahí la figura retratada de su lengua salida en el torito ritual, porque al correr la sangre por sus fosas nasales el animal se lamía, inquieto. Y también, por esto, las membranas circulares y brillantes en la garganta y el pecho de los toritos conocidas como wallki, que se siguen haciendo con un mineral llamado escuria y que retratan los cortes filudos que trozaban sus pieles en el señalacuy carnal.

Mariano Choquehuanca, quien empezó a hacer toritos a los 5 años, lo rememora: "Mis abuelos dicen que con el señalacuy se atraía buen año y abundancias. Pero luego fue prohibido, porque era sangriento". Mariano afirma que hoy se mantiene otra costumbre: "Cuando alguien se casa le regalamos dos toritos para que tengan abundante ganado. La pareja los tienen que guardar hasta su muerte debajo de la tierra, en medio de su terreno".

El maestro Concepción Roque Chambi, de 54 años, es el experto en el proceso artesanal que narra sucintamente: "Yo sé desde los 6 años que primero se hace la cabeza, después los cachos, la frente y los rosetones, para terminar con los pies. Se hacen por separado y después se juntan para pasar al pampahorno, que está bajo tierra. Yo solo hago cuando hay pedidos, un torito es algo serio". En Checca Pupuja los orígenes todavía calientan. Concepción cuenta con 'conocimiento de casa' que "desde nuestros antepasados que se juntaron con las costumbres españolas ponemos toritos en los techos de paja o teja para que nos protejan la casa de las enfermedades y nos traigan buena suerte". (Hoy con la llegada de la calamina a las ciudades, esa costumbre solo se mantiene en los poblados primigenios del sur andino con la fiesta del wasi wasi).

A sus 73 años, el patriarca Simón Roque Roque, historia simiente de los toritos de Pupuja, rememora a su tatarabuelo: "Él me enseñó de viejito cuando yo tenía 8 años. Yo nunca fui a Pucará, siempre he vivido acá nomás, pero hasta acá hace 50 años llegaban clientes de Puno, Arequipa, Cusco. Pero ahora solo quedamos cinco que hacemos los toritos. Nuestros nietos no quieren hacer, si supieran que da dinero lo harían, pero se van. ¿Se puede hacer algo?". Simón puede vender, por desconocimiento, un torito genuino --que en el extranjero sería carísimo-- por empobrecedores 25 soles. Por esto, los inconformes jóvenes descendientes de pupujas abandonan su herencia. ¿Se puede hacer algo?

A la salvación del legado auténtico

La revaloración del origen de los toritos ha motivado que el INC desarrolle a partir de junio un proyecto de promoción y difusión de la cerámica de Checca Pupuja y Santiago de Pupuja, que incluirá un documental y un catálogo en castellano e inglés sobre las 12 piezas cerámicas más representativas de estas comunidades (tienen también caballitos pupujas y piezas únicas de sus fiestas y creencias milenarias de insondable valor).

Siguiendo con este redescubrimiento, el 7 de julio se inaugurará la muestra "El arte de los pupujas" en el Centro Cultural Raíces, en Lino Alarco 157, Miraflores. Y del 4 al 30 de setiembre se efectuará la Segunda Muestra Colectiva Mi Torito de Pukará en el Palacio de Túpac Yupanqui, en el Cusco, con la participación de artistas plásticos del sur andino (el año pasado se realizó la primera muestra en el Jockey Plaza, con artistas limeños como Shinki, Letts y Polanco).

NOTA DEL EDITOR: Santiago de Pupuja y Pucará, son distritos contiguos y entre sus capitales media una distancia relativamente corta (8 a 10 km). Si bien es en Santiago donde se hacen o elaboran los toritos, es en Pucará donde se distribuyen y ponen a la venta a comerciantes y público que transita por ésta localidad, por la que pasa el ferrocarril Juliaca-Cusco y es punto de encuentro de carreteras. Por tanto, puede presumirse que lo de “…Pucará” ha sido adoptado por ser este el lugar de su adquisición ordinaria.

viernes, 16 de mayo de 2008

Uranio de Carbaya: Acerca de un proyecto de Ley

Se halla en trámite en el Congreso de la República un Proyecto de Ley (Nº 02049/2007-CR) en el que se propone crear una AUTORIDAD AUTÓNOMA REGULADORA DE LA ENERGIA NUCLEAR. La iniciativa debe merecer el respectivo dictamen de la Comisión de Energía y Minas. Obviamente, si tal dictamen es favorable a la aprobación de la ley deberá ser debatido en el Pleno del Congreso.

Los autores de la iniciativa son los congresistas Vilca Achata Susana Gladis, Silva Díaz Juvenal Sabino, Sumire de Conde Maria Cleofé, Isla Rojas Víctor, Supa Huamán Hilaria, Acosta Zárate Martha Carolina,Vásquez Rodríguez Rafael, Espinoza Cruz Marisol, Ordóñez Salazar Juvenal Ubaldo, Maslucán Culqui José Alfonso

Waldir Tuni, profesor carabayino mentor del Grupo Civil Carabaya ha formulado algunas observaciones al proyecto, entre ellas las siguientes:.

La propuesta de crear una AUTORIDAD AUTONOMA PARA REGULAR EL FUTURO DE LA ENERGIA NUCLEAR es antidemocrática porque eso supone centralizar las decisiones que le competen al pueblo mismo. “Me atrevo a suponer que la idea surgió del Ing. F. Vidarte, quien hasta donde pudimos averiguar, es asesor de la Congresista Susana Vilca”, refiere Tuni, agregando que dicho Ing Vidarte alguna vez les expuso su moción personal en el sentido de que al Perú le falta un Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) y la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico.

Tuni añade “El hecho crucial es que no existe capacidad humana natural para que un solo organismo (de 100 o 200 especialistas, si quieren) capaz de conocer el Perú en toda su integridad tal y como cada quien su propio pueblo; centralizar la planificación estratégica y las decisiones es robarle a cada pueblo interesado el poder de planificar su futuro, violar el derecho de ejercer control sobre los planes que afectarán la vida misma de cada individuo o de cada sociedad, especialmente cuando se trata de temas cruciales para la vida de cada pueblo como es la minería de elementos radiactivos y su planificación estratégica y eso significa ir en contrasentido de un avance natural de la democracia”.

“Precisamente el Ing. Vidarte (aún sin aceptarlo públicamente o en sus sucesivos artículos en varios medios) acaba de concordar con el criterio del Grupo Civil Carabaya de que en este momento NO EXISTE interés nacional estricto para explotar el Uranio de Macusani sin importar los costos, tal y como se pretende hacer actualmente; creo que si se dieran los medios adecuados, el propio pueblo interesado por su participación política reorientaría algunos criterios preconcebidos o errados por desconocimiento del propio terreno de operaciones en las esferas técnicas. ¿Por qué negarle al Perú ese gigantesco beneficio democrático?”, agrega el profesor carabayino.

Luego formula algunas propuestas dirigidas a mejorar la concepción y alcances de la medida legislativa en proceso, entre ellas:

- CREAR un centro técnico del más alto nivel dedicado a proponer políticas públicas nacionales relativas al uso de material y energía nuclear que luego pasarían inexcusablemente a consulta ciudadana dentro las propias poblaciones afectadas.

- CONCEDER a las poblaciones afectadas el poder del veto irrestricto a proyectos que no convienen a su futuro.

- OBLIGAR a que el 100% del canon minero (50% de los impuestos que recauda el estado) por materiales radiactivos sea para beneficio de la población afectada por su extracción, sin coparticipación alguna. Se trata de elementos de alto riesgo; en este momento materiales altamente beneficiosos no para la ciencia, el uso o beneficio directo peruanos; es razonable, entonces, que debe existir una categoría especial para esta actividad minera y la población que la sufrirá.

- ESTABLECER que todos los beneficios económicos directos e indirectos por la extracción de material radiactivo de Carabaya, deben hacerse previendo el beneficio de la población afectada, sin excusas; salvo que su capacidad autóctona no abastezca, caso extremo en que se recurrirá a beneficiar a poblaciones vecinas. Es la única forma de recompensar efectivamente con algo de desarrollo el aporte de suelos peruanos al beneficio extranjero (no peruano, salvo unos cuantos salarios de bajo nivel técnico).

- PREVER TRATAMIENTOS ESPECIALES A LA POBLACION AFECTADA; diferenciando el núcleo de seres humanos que convivieron desde siempre con el recurso radiactivo de los pueblos que por su ubicación se verán influidas negativamente con el impacto de la futura actividad minera en si misma, y estableciendo mecanismos que protejan la vida y la salud de los pobladores.