sábado, 6 de julio de 2019

LA COYUNTURA PERUANA


LECTURAS INTERESANTES Nº 903
LIMA PERU            6 JULIO 2019
LOS OLVIDADOS DEL BICENTENARIO
Escribe: Milcíades Ruiz
Nos han domesticado para tomar a julio como “el mes de la patria”, como antes nos habían domesticado para referirnos a España como la “madre patria”. Ahora nos introducen al cerebro la figura del Bicentenario de la independencia del virreinato del Perú, como eje central de nuestros actos y como autómatas lo repetimos. Pero, ¿qué significa tal Bicentenario para los peruanos ancestrales que son la amplia mayoría nacional?
La lucha por la independencia del Tahuantinsuyo (no del virreinato), fue insistente en muchísimos lugares, durante toda la dominación colonial pero sus heroicidades fueron ocultadas por el poder dominante y nunca se las ha podido rescatar para la historia. Es que la versión histórica que recibimos desde niños responde a la ideología del grupo social que detenta el poder. Actualmente, los luchadores sociales somos lo peor en la versión dominante y los que nos reprimen, calificados como defensores de la patria.

Toda la historia oficial está tergiversada en función de los intereses dominantes. Otra es, la versión de los dominados de cada época y esta es la que nos hace falta para conocer la verdad completa. La única versión con la que nos educan (amaestran) desde la escuela primaria, proviene de los cronistas parcializados con los conquistadores y sus descendientes, colonialista y
pacto entre criollos a espaldas de las mayorías indigenas
republicanos, de los que descienden los historiadores.
Se ha generado así, un proceso bicentenario de alienación social, que hace a la población autóctona celebrar como propia, una independencia ajena. De igual modo podríamos decir, ¿Qué motivos podrían tener los esclavos procedentes de África y sus descendientes para entonar el himno nacional de sus amos? Ni que decir de los peruanos ancestrales, cuya condición social seguía siendo la misma, aun después de declarada la independencia en 1821.
En este mes, también se recuerda la independencia de Estados Unidos, cuando los colonialistas lucharon con el apoyo de Francia y España para separarse del imperio británico, al mismo tiempo que Túpac Amaru, Túpac Catari y otros líderes nativos lo hacían contra la dominación colonialista para recuperar la patria cautiva. Dos corrientes distintas pero simultáneas.
Túpac Amaru II no tuvo el poder suficiente para triunfar, pero si los subversivos revolucionarios venidos del extranjero (hoy terroristas), que en 1821 declararon la independencia del virreinato del Perú. Hubo separatismo administrativo respecto al imperio español, pero sin devolver el territorio a la población autóctona. Los opresores colonialistas se lo apropiaron como lo habían hecho desde la conquista del Tahuantinsuyo y se posesionaron del poder político militar.
De este modo, la población nativa no pudo recuperar su patria y ella quedó cautiva de los usurpadores. Entonces, cuando el coronel José De la Torre escribió el himno nacional no estaba pensando en el Tahuantinsuyo ni en la población nativa, sino en los españoles criollos como él, segregados por los españoles peninsulares.
A esta situación y no a otra, se referían las frases: “Somos libres, seámoslo siempre.”, “largo tiempo el peruano oprimido, la ominosa cadena arrastró”. “Condenado a una cruel servidumbre, largo tiempo en silencio gimió”. “la indolencia de esclavo sacude, la humillada cerviz levantó”. Tales “peruanos oprimidos” del himno, no eran los nativos a quienes se les motejaba como “indios” o “naturales”, como tampoco los negros nacidos acá, pues ambos no tenían derecho a llamarse peruanos.
Los criollos se consideraban oprimidos por el régimen monárquico con sede en España, pero sin reparar en la opresión que ellos ejercían sobre la población autóctona. Sin embrago esta, cubrió los gastos y deudas contraídas por la independencia del virreinato, mediante la “contribución de indios” que era el mayor sostén del erario nacional en la naciente república.

Pero también alimentó a las tropas patriotas y puso su sangre esperanzada en que los amos se irían y la dejarían libre. No solamente estaban en la tropa sino también en las numerosas guerrillas andinas que hostilizaban a los realistas causándoles numerosas bajas. Pero estos guerrilleros independentistas no figuran en la historia y los que cayeron heroicamente pasaron al olvido. Los esclavos
Luis Palao. Para ellos no hubo independencia
negros también fueron engañados y derramaron su sangre en la contienda.
De ellos no se hablará en el bicentenario. Tampoco de los morochucos ni de las atrocidades que sufrió el pueblo de Cangallo, incendiado por el sanguinario oficial realista Carratalá en venganza por apoyar la independencia. Solo se hablará de los criollos oportunistas que siendo del campo enemigo, se pasaron a las filas patriotas ocupando los más altos cargos de gobierno, de los tribunales de justicia y de las fuerzas armadas.
Ellos figuran en la historia como próceres y están en los textos escolares. De ellos se hablará. De los héroes nativos jamás. Es comprensible que a muchos no les agrade estas expresiones. Los enfermos mentales nunca creen que lo están. Los alienados tampoco. Por eso me adelanto a pedir disculpas, por la forma tan irreverente de escribir esta nota.
No obstante, me atrevo a sugerir que, en vez de pensar en celebraciones rimbombantes, ¿por qué no pensar en poner fin al despojo y la usurpación política devolviendo el poder político a los peruanos ancestrales? ¿Es que no tienen derecho al autogobierno? Es una locura dirán los intereses de clase como lo dicen los parlamentarios estadounidenses respecto a los países latinoamericanos.
No faltará quien diga que no están capacitados, como lo dijeron liberales y conservadores colonialistas, al inicio de la república. Lo mismo decían los amos y sus lacayos para evitar la reforma agraria. Con esta mentalidad nunca hubieran votado por Evo Morales, que mantiene en la cumbre económica a su país. Preferirán la reforma política planteada por el gobierno de Vizcarra para seguir con la predominancia actual y seguir postergando a los peruanos ancestrales, refugiados en los andes, su defensa natural.
Al igual que “El Día de la Alimentación” decretada por la ONU, en que los barrigones se banquetean en nombre de los desnutridos, así también, los peruanos más auténticos no tendrán ni gratificaciones, ni panetones, ni días de descanso, ni brindarán por una independencia ajena. Se escuchará por todos lados la frase “Feliz 28”, pero sus chozas seguirán en la más espantosa soledad, comiendo de su pobreza y trabajando para no morir.
La gesta de los revolucionarios republicanos encabezados por San Martín y Bolívar, es un hecho histórico de merecida recordación y nada de lo dicho en esta nota, puede empañarla. Pero es necesario reflexionar sobre una reparación histórica que nos corresponde asumir. Está en el ambiente, pero todos se hacen los desentendidos. No esperemos que explote de la peor manera. Hay que darle una salida.
Julio 2019

viernes, 5 de julio de 2019

COMENTARIOS SOBRE HECHOS DE LA COYUNTURA



Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 451 y N° 452

L
a señora María Isabel León, presidenta de la CONFIEP está convencida de que Pomalca es todavía de Julio de Las Piedra, Sears es la tienda de moda y Manuel Prado sale en calesa todos los 28 de julio rumbo al Congreso.

Pobre señora. No sabe dónde está parada y sus asesores deben estar frotando maderos para inventar el fuego. De otra manera no se ex­plica que diga en una entrevista que las dos señales que espera la CONFIEP del gobierno son que Tía María salga adelante y que el régimen laboral y tributario de la agroexportación se exporte a otros campos de la economía. ¡No me diga! ¿Y la licencia social? Métanles bala nomás. ¿Y serán felices los trabajadores sin vacaciones, con contratos temporarios y sin derecho de indemnización? Más balas. Que hablen los máuseres.

***
N
o hay dignidad cuando no hay memoria histórica. Gracias a una iniciativa del congresista Jorge del Castillo la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno del putrefacto Congre­so nacional ha votado a favor de una norma que permite la inversión
extranjera dentro de los 50 kilómetros aledaños a la frontera. Esa es una medida que procede de la Constitución de 1920 y que se tomó tras los escarmientos de la guerra del guano y el salitre. Ahora, gracias al triunfante lobby chileno y su abundante capacidad de aceitar, el Congreso de las metidas de mano y las uñas largas pretende burlarse del país. Porque, claro, esa norma tiene nombre propio y ese es Tacna, donde los capitales de la rotería angurrienta (e insaciable) pretenden crear todo un polo comercial e industrial que acabe con el actual paisaje económico del departamento que fue suyo, a la fuerza, hasta 1929. Ahora no necesitan la fuerza. Les basta "comprar cholos". Están baratos. ¡Mismo Tarapacá!

***
Comunidad LGTB en Perú movió US$ 11,000 millones en el 2018. No se crea usted que el comercio, la TV y un gran sector de la prensa actúa siempre porque la inclusividad los desvela, la discri­minación los atormenta y la intolerancia les produce taquicardia.
No. De ninguna manera. También es un asunto de dinero. Porque resulta que, según el diario "Gestión", la comunidad LGTB movió en el Perú, el año pasado, 11,000 millones de dólares en diferen­tes transacciones comerciales. Y esto que ocupamos el sexto lu­gar de América Latina en este ranking. El primero es Brasil, cuyos 13 millones de habitantes LGTB gastaron el 2018 unos 107,000 millones de dólares. En el mundo, según fuentes de"Gestión" hay 496 millones de LGTB. 33 de ellos están en América Latina.

***

N
o es sólo el canciller de mimbre el que alienta la inmigración caótica de venezolanos fugitivos de la im­plosión chavista (merecedores de toda consideración y respeto). Ahora resulta que el espantoso ministro de economía -mister Oliva- alienta esa llegada
diciendo que es buena para la economía del Perú. ¿Este es bruto con diploma o simplemente amateur? Si fuera así, ¿por qué empezamos a crecer cero por ciento? ¿Por qué el desánimo empresarial? ¿Por qué el incremento del des­empleo? ¿A este solípedo no se le ha ocurrido que los más de 850,000 migrantes que hemos asimilado equi­valen a la población actual de Arequipa? Es como si nos hubiera nacido una Arequipa en un solo año. Y el pro­blema es que no tenemos cómo atender debidamente, en materia de educación, vivienda y salud, ni siquiera a los nativos de estas tierras oliváceas. ¡Que se largue!

***
¿Vieron la crisis sanitaria, social y política que ha surgido en Tumbes por la llegada indis­criminada de venezolanos, algunos de los cuales son gente que ya había sido expulsada y que ahora lo intenta bajo el paraguas de la ONU? ¿Vieron el reportaje que
Cuarto Poder le dedicó al asunto? ¿Y vieron que Chile ahora exige pasaportes en re­gla y visas obtenidas en con­sulados para el ingreso de las víctimas de Maduro? ¿La dife­rencia es que el Perú no es un país y Chile sí lo es? No quiero exagerar. Lo que sí puedo de­cir categóricamente es que en Chile hay una cancillería y que en Perú lo que hay es un can­ciller de lata oxidada, de jebe líquido, de moco vivo. ¡Popolizio es un cojudo a la vela y está listo para los Panamericanos! La verdad es que no nos que­remos. No nos respetamos. No nos hacemos respetar. ¿Sere­mos siempre las gallinas de Sudamérica? Mejor les respon­do la próxima semana. Ajjj.

***
E
l señor Ignazio de Ferrari, que debe desorientar a sus alumnos en la Pacífico, escribe lo siguiente: "El Perú es y ha sido históricamente también un país de inmigrantes. A la lle­gada de los españoles se sumó en el transcurso de la Repúbli­ca la inmigración china, japonesa y de una variedad de países europeos...". ¿A la llegada de los españoles? ¿Y el exterminio de gran parte de la población autóctona? ¿Eran inmigrantes radicales los Pizarro y los Almagro? ¿Y no sabe el señor escribiente que los chinos no vinieron como inmigrantes sino bajo contratas esclavistas que los despojaban de todos sus dere­chos? ¿Ignora el académico que esos chinos culíes, en ven­ganza, lucharon por Chile en la guerra del guano y el salitre? ¿Y por qué no menciona la "inmigración" africana, que tanta diversidad cultural nos ha dado? ¿Es que le molesta el asunto del cautiverio y la esclavitud? Aparte de estar en la luna, ¿qué otra cosa hace este amable señor?

jueves, 4 de julio de 2019

HABLAS DE LA GENTE DEL ALTIPLANO


LOS IDIOMAS 
AIMARA, QUECHUA, PUQUINA
EN EL PERU Y BOLIVIA
Por: Bernardo Corro Barrientos*
PUKARA N° 155 julio 2019

El cronista peruano español Inca Garcilaso de la Vega en su libro Comentarios Reales inició la creencia de que el quechua era el idioma original del Cusco y de los Incas. Posteriormente, desde los años 60 del siglo pasado, el lingüista e historiador peruano Raúl Porras Barrenechea manifestó que era muy frágil la tesis del “quechuismo primitivo” en la región del Cusco y postuló más bien la tesis del “aimarismo histórico y lingüístico” dominante en toda la región de los Andes centro-sureño, incluyendo a la región del Cusco.
El aimara llegó al Cusco desde mucho antes del surgimiento de los reyes Incas proveniente de la región donde dominó anteriormente el imperio Wari durante los siglos VIII al X de nuestra era. Cuando surgieron los Incas en el pequeño curacazgo del Cusco, el idioma dominante en la región era el aimara. El idioma oficial de los primeros 10 Incas –sobre 12 - era el aimara. El Tahuantinsuyu , es decir, el gran imperio creado por los Incas, tenía como idioma oficial el aimara.
Rodolfo Cerrón-Palomino, otro gran lingüista peruano, prosiguió con el estudio de la historia y de la extensión de los idiomas aimara, el quechua y el puquina, este último el idioma originario de Tiwanacu que las familias Incas lo hablaban y lo conservaban como su “lengua particular”. Cerrón-Palomino, en base a las técnicas modernas de la lingüística tales como la “onomástica” y la “toponimia”, así como en base al estudio pormenorizado de los cronistas españoles logró establecer los grandes hitos de la historia y de la extensión de los idiomas mencionados en toda la región del Tahuantinsuyo, es decir, en partes de lo que es el Perú actualmente, en el Ecuador, en partes de Bolivia, de Chile y de Argentina.
¿Y cómo y por qué se produjo la mudanza del aimara al quechua? Esta historia comenzó con el reinado del gran Inca Pachacutec, 9º Inca, el año 1438. Cuando los Chancas fueron derrotados al tratar de conquistar el Cusco, Pachacutec apareció no solo como el vencedor de estos invasores sino también, de manera inesperada, como el nuevo señor de las inmensas tierras y poblaciones gobernadas antes por los reyes chancas. Esta situación inesperada significó para Pachacutec enfrentarse a una nueva situación no solo territorial, social y económica, sino también lingüística. En el inmenso territorio gobernado por los señores chanca se hablaba sobre todo el quechua. Desde entonces los señores del Cusco debieron comenzar a aprender a hablar el quechua. La antigua región chanca se convirtió en una parte del nuevo Tahuantinsuyu y una parte de ella adoptó el nombre de Chinchaysuyo. A los pocos años, Pachacutec comenzó a gobernar ese enorme territorio, pero también a efectuar traslados de grandes grupos de población a diferentes lugares del llamado en adelante “imperio·”. De este modo, unos años después y durante los 33 años de su reinado, la población de habla quechua del Chinchaysuyo comenzó a ser desplazada como “mitimae o “mitmaquna” a colonizar nuevas tierras en diversos lugares, tales como el valle de Cochabamba y otros.
El hijo de Pachacutec, el Inca Tupac Yupanqui, el rey “conquistador”, -1441, 1493- aceleró el traslado de poblaciones del Chinchaysuyo a otros lugares más alejados tanto en el norte del imperio, el Ecuador, como en el sur, a Oruro, Sucre y Potosí en Bolivia y al norte de Argentina y de Chile.
En las condiciones de la gran extensión del idioma quechua y del asentamiento de poblaciones quechuas en grandes porciones del territorio imperial, el nuevo Inca, Huayna Capac (1493- 1525) decidió denominar al quechua como la lengua oficial del imperio. El idioma quechua se convirtió, por consiguiente, en el idioma oficial del imperio hasta la llegada de los europeos. La variedad del quechua original que hablaban los Incas desde entonces proviene del Chinchaysuyo.
 Mientras la extensión del aimara retrocedió en la región del Cusco desde el tiempo de los últimos Incas, se extendió a otros lugares tales como al altiplano boliviano desde el siglo XII sobre todo desde el colapso del imperio Tiwanacu.
En el imperio Tiwanacu el idioma dominante era el puquina, su idioma oficial, y su sede o capital era la ciudad de Tiwanacu, en el altiplano de La Paz. El imperio Tiwanacu tuvo una gran extensión territorial que abarcaba la parte occidental de Bolivia, el sud del Perú y el norte de Argentina y de Chile. Tiwanacu como pequeño Estado organizado existió desde el siglo Iº (a.C).1 Como Estado ya desarrollado y como Imperio existió desde el siglo IV hasta el final del siglo XIº.2
Según Cerrón-Palomino la nobleza derrotada de Tiwanacu huyó de su sede y posteriormente se estableció en el Cusco, donde el idioma dominante era el aimara. Los primeros incas Manco Capac y Mama Ocllo (nombres de origen puquina), y los demás incas y sus familias hablaban el idioma puquina entre ellos. A este idioma se lo llamó el idioma “secreto” o “particular” de los Incas. Al cabo de algunos años de presencia en el Cusco la nueva elite cusqueña aprendió a hablar el aimara pero no olvidó su idioma original, el puquina. Algunos estudiosos pensaban que el idioma llamado “particular” de los incas era el aimara, pero esto no tendría sentido puesto que no sería un idioma “particular” o “secreto” ya que todos lo hablaban.
Cerrón-Palomino estudió las características de este idioma, actualmente desaparecido, así como su importancia lingüística y su expansión territorial. El estudio se basó, como se mencionó, en el análisis minucioso de los cronistas, en la “toponimia” (significa en los nombres de los lugares, de las montañas, de los ríos…) y en la onomástica (nombres de los curacas, de los jefes de ayllus, y de diferentes autoridades). Actualmente se conocen solamente alrededor de 300 palabras del idioma puquina.
Algunos ejemplos de nombres puquina son Titicaca (el lago), Inti (sol), Antis (los Andes, por donde sale el sol), Achacachi (cerco grande), Jancapata (nombre de la plaza del Cusco), Vilcanota (cordillera en Bolivia); nombres de autoridades como Manco, Capac, (nombres de nobles Incas), Wiracocha (nombre del dios creador). Asimismo, son palabras de origen puquina aquellas que contienen el sonido paya, baya, laque, raque, mora, cachi, etc.
Es sorprendente saber que el nombre de Andes” proviene del puquina. Los tiwanacus llamaban “antis” a las poblaciones que habitaban detrás de la gigante cordillera que dividía las regiones altas de las regiones bajas y tropicales. Es también sorprendente que nuestros “grandes intelectuales” e historiadores, sobre todo de las universidades autónomas como la Universidad Mayor Autónoma de San Andrés (UMSA) en particular, muchos de ellos beneficiarios de grandes premios por su larga trayectoria intelectual, ignoren totalmente estos importantes temas de la historia de Bolivia.
El gran arqueólogo boliviano, Carlos Ponce Sanginés, actualmente ignorado e incluso denostado por las universidades autónomas, llegó, sin embargo a determinar en los años ochenta y noventa del siglo pasado, muchos aspectos del idioma de Tiwanacu. El estableció, por ejemplo, que el lago Titicaca se llamaba “Lago Poquina”, y la Isla del Sol “Isla Titicaca”.
_____________________
1 Carlos Ponce Sanginés, Los Jefes de Estado de Tiwanacu, Ed. Cima, 2007, La Paz.
2 Id


PARA LA HISTORIA DEL PERIODISMO PERUANO Y PUNEÑO


LOS ANDES 
EN LA HISTORIA DE LA PRENSA PERUANA
René Alfredo Calderón Vilca   LOS ANDES 02/05/2019
La historia de los diarios es de larga data en el mundo. Si bien el alemán Johann Gutenberg, tras inventar la imprenta el año 1440, hiciera la primera publicación (“Biblia de 42 líneas”), recién después de casi doscientos años, en Francia, en 1605, aparece el primer diario impreso (Strassburger Relation); antes Alemania, en el año 1457, logra una publicación periódica: “Nurenberg Zeitung”.
En el continente americano, tiempo después, el Perú se convertiría en el pionero de las publicaciones periódicas. Esto es un reciente descubrimiento y motivo de orgullo. El año 1700, en Perú apareció el “Diario de noticias sobresalientes de Lima y noticias de Europa”; luego, en 1704, en Estados Unidos se publicó “Boston Newsletter”, y en el año 1722 salió a la luz “La Gaceta de México y noticias de Nueva España”; después vendría “La Gaceta de Guatemala” (1729), luego el tan recordado la “Gaceta de Lima” (1743), y posteriormente publicaciones de Cuba, Colombia y Ecuador, Colombia, Argentina y Chile. 
DIARIOS NACIONALES
El Perú marca el inicio de la historia del periodismo de América. Quizá esta sea la razón de tantas publicaciones periódicas en la historia del periodismo peruano. “Diario de noticias sobresalientes de Lima y noticias de Europa”, apareció el año 1700, en la antigua capital del virreinato del Perú, y circuló hasta 1711. 
En este punto, es necesario elogiar el trabajo de los investigadores peruanos Paul Firbas (Stony Brook) y José Rodríguez Garrido (PUCP), quienes demostraron que ni Estados Unidos ni México son los precursores del periodismo en el continente, sino que el primer diario se imprimió en Lima, en los talleres de José de Contreras y Alvarado. 

Antes de la Independencia, la historia registra la circulación de “Gaceta de Lima” (1743), luego el “El diario de Lima” (1790), el patriótico “El Mercurio Peruano” (1791), el religioso “Semanario Crítico” (1791), el vocero del gobierno virreinal “La Gazeta de Lima” (1793), y el oficial “Telégrafo Peruano” (1796), el popular “La Minerva Peruana” (1805), la emancipadora “La Gaceta del Gobierno de Lima” (1810), el humanista “El Satélite Peruano” (1812), el político “El Verdadero Peruano” (1812), el local “El Investigador” (1813), el semanario jurídico “El Argos Constitucional” (1813). Y en los días de la independencia también circularon “El Triunfo de la Nación” y “El Pacificador del Perú”. 
El investigador Víctor Peralta precisa que “el periódico ilustrado ‘Mercurio Peruano’ pese a su conservadurismo ideológico tuvo la virtud de lograr una amplia oleada de lectores a través de su significativo número de suscripciones, tanto dentro como fuera del virreinato… El periódico que le siguió en número de suscriptores, el Verdadero Peruano, a duras penas llegó a la mitad de lo que alcanzó aquel”.
Tras la independencia llega el “El Peruano”. El diario oficial aparece el año 1825, fundado por Simón Bolívar, con el fin de consolidar el gobierno republicano; pero por sucesivos cambios de gobierno, el diario órgano difusor del Estado cambia de nombre varias veces: Registro Oficial de la República Peruana (1826), La Prensa Peruana (1828), El Conciliador (1830), El Redactor Peruano (1834), Gaceta de Gobierno (1835), El Eco del Norte (1836), El Eco Protectorado (1836), El Redactor Peruano (1836), y finalmente vuelve a “El Peruano” el año 1838, durante el gobierno de Agustín Gamarra y hasta la actualidad se mantiene con el mismo nombre. 
En la época republicana se instituyen varios diarios “La Abeja Republicana” (1822), “Mercurio Peruano” (1827), “La revista de Lima” (1859-1863 -1873), “El Nacional” (1865), “El Correo del Perú” (1871) y “El Perú ilustrado” (1887). También “La Revista” en Lima (1859), “La Opinión Pública” (1873), “La Prensa” (1909), “La Crónica” (1912) y “Última Hora” (1950). 
Pero sin duda el más importante de toda esta época es “El Comercio” (1839). La primera edición aparece el 4 de mayo de 1839, de corte comercial, político y literario, bajo el lema de “Orden, Libertad, Saber”. Fue fundado por Manuel Amunátegui y Alejandro Villota; luego de 56 años, Manuel Amunátegui cede el control a José Antonio Miró Quesada, familia que hasta la fecha administra el diario. 
A parte de “El Comercio”, dos diarios de circulación nacional son necesarios mencionar: “Expreso” (1961), fundado por el político y hacendado Manuel Mujica Gallo; y “Correo” (1962), fundado en Tacna, por el empresario pesquero Luis Banchero Rossi. Ambos circulan hasta la actualidad.
Uno de los diarios importantes a finales del Siglo XX, fue definitivamente el nacimiento del “El Diario Marka”, un diario netamente político de izquierda, pero solo circuló 5 años (1980-1985). En ese mismo periodo aparece “La República” (1981), fundado por Guillermo Thorndike, ahora en manos de la familia Mohme Seminario.
Entre los diarios más recientes que circulan en nuestro país encontramos “Perú 21” (2002), “Diario Uno” (2014), “La Razón” (2001), “Gestión” (1991) y “Exitosa” (2012).
DIARIOS REGIONALES 
Cusco fue uno de los activos promotores del periodismo: “El Depositario” (1821), “El Sol del Cuzco” (1825), “El Duende en Cuzco” (1830), “El Museo Erudito” (1837), “La Minerva del Cuzco” (1834), “El Duende de Huatanay” (1830), “La Brújula” (1830–1831), “El Cocachos” (1833), “El Atalaya” (1833) y “La Estrella Federal” (1836). Dos diarios sobreviven hasta la actualidad “El Sol del Cusco”, que se edita desde 1902, y “El diario del Cusco” fundado recientemente 1998.
En Arequipa se publicaron: “La Primavera de Arequipa” (1825), “El Zancudo Preguntón” (1829), “Estrella de Ayacucho”, “El Republicano” (1855), “Pabellón Nacional” (1848), “El Elector” (1849) y “El Porvenir” (1849), “La Guillotina”, (1865), “La Bolsa” (1860), “El Deber” (1890). El diario que circula hasta nuestros día es “El Pueblo”, fundado el año 1905.
En el norte del Perú, cuando la emancipación todavía no se había concretado completamente, aparecen “El Centinela en Campaña” (1824), “El Nuevo Día del Perú” fundado por Hipólito Unanue, “El Lince del Perú” (1823), “El Nuevo Día del Perú” (1824), “El Patriota de Trujillo” (1824), “El Quipus del Chimú” (1883), “El Eco Nacional” (1835), “El Eco del Norte” (1837), “El Grito de la Libertad” (1838), “El Trujillano” (1852), “El Imparcial” (1863), “El Porvenir” (1881), “El Independiente” (1887), “La Razón” (1895). Dos diarios circulan hasta hoy con gran mérito y solidez: “La Industria” de la Libertad, fundado el año 1895, y “El Tiempo” de Piura, erigido el año 1916.
Entre los diarios regionales más antiguos que circulan encontramos al diario “La Opinión” (1922) de Ica y “La voz de Ica” (1818), este último al parecer dejó de editarse este año.
DIARIOS DE PUNO
Muy recordado Samuel Frisancho Pineda
Puno fue uno de los departamentos más prolijos en producción intelectual; personajes de la talla de José Antonio Encinas, Federico More y Arturo Peralta, inspiraron la producción de un gran número de diarios en esta región. Entre los más importantes se encuentra el diario “Los Andes”, vigente hasta nuestros días.
La historia señala que se crearon los diarios: “El Correo de Puno” (1826), “El Peruano del Sur” (1829), “El Constitucional” (1839), “El Eco de Puno” (1870) y “El Tribuno” (1877) dirigido por Santiago Giraldo.
Al inicios del siglo XX, aparece el diario “El Siglo” (1903), dirigido por el Carlos Oquendo; otra publicación importante es “El Faro” (1954), un diario que atrajo lectores y motivó el desarrollo intelectual de Puno.
DIARIO LOS ANDES
En Puno, el único diario que circula hasta la actualidad es “Los Andes”, fundado el 12 de octubre de 1928, por tres personajes: Ignacio Frisancho, Carlos Barreda y José Herrera. La primera edición salió con el lema “diario noticioso al servicio de los intereses del departamento”, y se editó en la imprenta de J. G. Herrera, luego fue trasladado a jirón Lima, a la casa de Ignacio Frisancho; en la actualidad se edita en la avenida Floral.
Esta primera generación de Los Andes, dirigida por Ignacio Frisancho Macedo, enarboló la defensa de libertades y estuvo muy identificado con la visión moderna del mundo; la primera edición se editó en linotipo y solo 4 páginas, en ediciones vespertinas.
Tiempo después, el año 1963, el periodista Samuel Frisancho Pineda inicia la segunda generación de Los Andes. Él plasmó en estas páginas la defensa de las libertades públicas, encaminó el desarrollo regional, acompañó a las autoridades a gestionar las vías de comunicación, construcción del hospital regional, la reapertura de la Universidad Nacional del Altiplano y la central hidroeléctrica de San Gabán.
Samuel Frisancho también es recordado por la edición de 17 “Álbumes de Oro”, un documento valioso para acuciosos investigadores sobre la vida en el altiplano; allí se plasmó la bibliografía de ilustres personajes que contribuyeron a la nación, la historia de cada pueblo de Puno y la variada literatura que brilla en el sur del Perú.
Con el cambio de dirección inicia la tercera generación, bajo el liderazgo de Emperatriz Frisancho Murillo, quien renueva la maquinaria, imponiendo la utilización de impresora offset, el año 1995. Así, Los Andes luce a colores y se inserta a los estándares nacionales; sin embargo, el año 2004, deja de circular el diario por problemas económicos.
La cuarta generación de Los Andes llega bajo el liderazgo del periodista René Alfredo Calderón Vilca, quien reactiva la edición impresa del diario, volviendo a circulación el 13 de marzo del 2006. Consolidó la defensa de los valores, la identidad puneña, la cultura andina y la defensa del medio ambiente.
En lo tecnológico, Los Andes incursiona a los estándares mundiales de impresión un 21 de noviembre de 2012, cuando inicia el funcionamiento de la rotativa “Suburban 1,100 – Goss”, una maquinaria de impresión de gran tiraje y a todo a color, exclusiva para la impresión de periódicos, mejorando notablemente su tiraje.

La quinta generación inicia el año 2016, bajo el liderazgo de Hipólito Batallanos Anccasi, empresario que mejoró sustancialmente la tecnología de impresión y expandió el diario hacia Arequipa, consolidándolo como el único vocero tradicional y el principal baluarte escrito de la región Puno.
Un diario es la viva expresión de una sociedad; un diario responsable no solo registra hechos cotidianos, sino que tiene el papel fundamental de interpretar las expectativas de la población, visibiliza las necesidades, hace suyas las aspiraciones colectivas, recoge la opinión de la élite intelectual, refuerza la identidad colectiva, cuestiona los antivalores y finalmente acompaña a su clase política con un rol crítico pero constructivo. En fin, un diario puede ser simplemente la caja de resonancia de una sociedad o el faro que la ilumina; Los Andes, históricamente, cumple ese papel de construir una mejor sociedad. El “Decano de la Prensa Regional”, hay que decirlo, es como una dulce melodía del altiplano.
_______________
(*) Comunicador Social y exdirector del diario Los Andes.