viernes, 20 de agosto de 2021

LA CALIENTE COYUNTURA PERUANA

 


LA MARINA Y EL TERROR

Por Alexandra Ampuero

Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 553, 20AGO21

L

a Institución que se sintió ofendida por los decires de Héctor Béjar tiene, fatalmente, un nutrido historial de violaciones de derechos humanos

Este semanario ha buceado en el turbu­lento pasado reciente de la Marina de Gue­rra. A continuación los casos más emblemáticos de violaciones a los Derechos Hu­manos (DDHH) cometidos por estos uniformados entre 1980 y 2000.

LA LLEGADA: EL ESTADIO DE HUANTA

En enero de 1983 se estable­ció el Comando Político Militar en Ayacucho, liderado por el ge­neral EP Clemente Noel Moral. Una de sus primeras órdenes fue que la provincia de Huanta quedara bajo el control de la Marina.

Y así fue. El 21 del mismo mes se instaló el Cuartel Ge­neral en el Estadio Municipal de la ciudad de Huanta, bajo el mando del Capitán de Cor­beta AP Alvaro Artaza Adrianzén, también conocido como “Comandante Camión”. Según los testimonios recogidos en el “Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR)”, el cuartel “funcionaba como un centro clandestino de detención y tortura”.

“En los años de 1983 y 1984, se cometieron la mayor canti­dad de asesinatos de civiles en la provincia de Huanta, convir­tiéndola en uno de los escena­rios de violencia de mayor in­tensidad en el departamento de Ayacucho, como consecuencia del accionar del Partido Comu­nista del Perú Sendero Lumi­noso (PCP-SL) y de la respuesta indiscriminada de las Fuerzas Armadas, en particular de la In­fantería de Marina”, dice el In­forme de la CVR.

LOS EVANGÉLICOS DE CALLQUI

Calificado como una “ejecu­ción arbitraria” por la CVR, el atentado contra seis feligreses en el local de la Iglesia Evan­gélica Presbiteriana de la Co­munidad de Callqui en 1984 es uno de los episodios que la ins­titución quisiera borrar de su historial.

El primero de agosto de aquel año, dieciocho efectivos del  “Destacamento de Infantería de Marina de Huanta y La Mar”, liderados por el teniente segundo de las Fuerzas de Ope­raciones Especiales Luis Alber­to Celis Checa, irrumpieron en el culto evangélico. De los 27 feligreses presentes, seis fueron asesinados. Las investigaciones de la CVR determinaron que el atentado fue parte del operativo “Caimán XIII”, ordenado por alias “Camión”.

En febrero de 1985 se pre­sentó la denuncia por homicidio calificado contra “Camión” y Jesús Vilca Huincho, quien fungió de guía en el operativo. Luego se abrió otro juicio con­tra el teniente Celis Checa. En ambos procesos la Marina trató de ejercer presión sobre las au­toridades judiciales para que el caso quedara en manos del Fue­ro Militar.

“Era una estrategia. Se pre­tendía llevar el caso al Fuero Militar para quitárselo al Poder Judicial, porque cuando hay dos casos iguales en dos fueros diferentes, se origina una contienda de competencia y la Cor­te Suprema tiene que dirimir en dónde se queda el caso”, explica el abogado Germán Vargas Fa­rías, de la Asociación Paz y Esperanza, entidad que defiende a los familiares de las víctimas de este crimen. “Hubo varias decenas de casos similares. La CVR identificó cerca de 30 donde se “hizo lo mismo”, añade Vargas.


En primera instancia la Fiscalía de Huamanga decidió que el asesinato múltiple “no podía considerarse como actos de función sino que se trataba de acciones delictivas” y debía juzgarse en el fuero civil. Pero la Primera Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dirimió a favor del Fuero Militar. Y una vez en sus manos, los unifor­mados archivaron el caso. El ar­gumento “legal”: “El teniente a cargo de la operación alegó que dio la orden de dar alto al fuego pero esta fue ignorada por sus subalternos”.

La CVR describió la “intensa presión” que ejerció el presiden­te del Consejo de Guerra Per­manente de Marina, Capitán de Navío AP Luis Polar Echeandía, para que el caso quedara en los cuarteles.

En 2003 el caso regresó al Poder Judicial y en el 2014 la Sala Penal Nacional condenó a cuatro años de prisión condicio­nal al guía Jesús Vilca Huincho. El teniente Celis Checa fue cap­turado en el 2019 y condenado a 10 años de cárcel.

JAIME AYALA

La CVR determinó que el periodista de “La República” Jaime Ayala Sulca “fue víctima de desaparición forzada, tortura, tratos crueles, inhumanos o de­gradantes y ejecución arbitraria por parte de integrantes de la Marina de Guerra, en el cuartel ubicado en el Estadio Municipal de Huanta en agosto de 1984”.

JAIME AYALA

El 2 de agosto de aquel año, varios testigos, vecinos de la ciudad, vieron al periodista en­trar a la Base Militar. Un exin­fante confirmó ante la CVR que el periodista fue detenido por el Comandante “Camión”, quien se lo habría ocultado a sus su­periores. “Lo consideraba como un enemigo para su institución debido a las denuncias sobre violación a derechos humanos que había publicado”, declaró uno de los testigos para el infor­me de la CVR.

Un día antes de que llegara la Fiscalía para verificar la de­nuncia por la desaparición del periodista, “Camión” ordenó desaparecer a Ayala. “Luego de eliminarlo había que desapa­recerlo, entonces lo seccionan. Primero lo matan con golpes, no hay armas. Lo seccionan y luego lo entierran en diferentes puntos en el estadio” declaró un oficial de la Marina a la CVR.

Como en el caso anterior, la institución trató de llevar el caso al Fuero Militar.

“A pesar de que el fuero mili­tar reclama el caso, la Corte Suprema, por ser un periodista de ‘La República’, determina que el caso se quede en el Poder Judi­cial”, cuenta el abogado Carlos Rivera Paz, del Instituto de De­fensa Legal (IDL), quien actualmente lleva el proceso.

COMANDANTE "CAMION" premiado después
 de la matanza con destaque a la Base Naval de
San Diego, USA para luego vivir en Los Ángeles.
El muerto enviaba regalos a parientes
En ese momento ocurre un hecho inédito: En 1986, el principal investigado “camión”, desaparece. “Curiosamente, cuando se decidía que el caso quede en el Poder Judicial, los familiares de Artaza denuncian su secuestro. Artaza tenía que rendir cuentas y justo desaparece” reclama Rivera. Ese año a “Camión” se le declara judicialmente muerto.

Para los abogados especialistas en la materia, el secuestro de “Camión” fue orquestado por la Marina, como parte de su estrategia para limpiarse de polvo y paja. Los abogados Gloria Cano, Carlos Rivera y Germán Vargas, consultados para esta nota, lle­gan a la misma conclusión.

“Nosotros tenemos la convic­ción de que fue así. Tengamos en cuenta que sucede el año 86, don­de había una impunidad total en el gobierno aprista. Llegaron al extremo de simular el secuestro y la desaparición y lograron que se oficialice la muerte presunta de este oficial”, opina Vargas. “No es coincidencia que la Marina prepara inmediatamente, después del secuestro, un proceso para que se declare la muerte de ‘Ca­mión’”, añade Cano.

La abogada recuerda que en el año 2004, cuando se reabrió el caso, llega la información de que “Camión” había ingresado al Perú con el pasaporte de un hermano suyo que vivía en Los Ángeles. “Le solicitamos a la oficina de Migraciones los vi­deos del ingreso de esta persona y sospechosamente, tres meses después, nos respondieron que luego de un mes se borraban los videos. Hasta donde tenemos entendido, “Camión” ahora vive en Estados Unidos. Está vivo, todos sabemos que está vivo”, dice Cano.

Los abogados calculan que Artaza, de no estar “judicial­mente muerto”, enfrentaría como mínimo 25 años de pri­sión por asesinato y desapari­ción forzada.

CAÍDOS DEL CÍELO

En 1989 la Marina sale de Ayacucho y se instala en Ucayali. “La Marina sale de Huanta porque siente que hay un fuerte compromiso que ya está involu­crando la propia institucionalidad de las Fuerzas Armadas en los casos de violaciones a los derechos humanos. Es evidente que en ese momento el diagnós­tico de los propios militares es que están perdiendo la guerra contra Sendero”, señala Rivera.

La CVR describe una de las primeras acciones de la Marina una vez que se instalaron en la selva: los “vuelos de la muerte”.

El pasaje de ida sin retorno era para presuntos senderistas a los que subían en helicópteros y tiraban al vacío en costales o amarrados de pies y manos. No se trata de ningún método de aniquilamiento original. Los marinos se limitaron a copiar a sus pares chilenos de la época de Pinochet y a los argentinos de Videla. “De este modo los aguajales de Pucallpa se convirtieron en cementerios ambulantes de decenas de personas que fueron secuestradas o detenidas por las fuerzas de seguridad en operaciones de rastrillaje”, detalla el “Informe Final” de la CVR.

“Un testimonio cuenta que el sacerdote del Vicariato de Pucallpa decía que los cuerpos quedaban colgados de los árbo­les. Así se dieron cuenta de estas ejecuciones”, dice la abogada de la Asociación Pro Derechos Humanos Gloria Cano. La CVR apunta a la Marina de Guerra como la principal responsable.

“La Marina dice que ha inci­nerado todo, de esa manera no facilitaron ningún tipo de infor­mación”, cuenta Cano. Para el abogado Rivera esta versión re­sulta inverosímil. “En el Ejérci­to son claros en decir que no se pueden desaparecer documen­tos que contengan información de operativos. Inclusive para quemar documentos hay regla­mento. En la Marina debe ser igual, aunque nunca accedimos a sus reglamentos”.

QUEMADO VIVO

El 2 de abril de 1995 un gru­po de uniformados de la patru­lla “Aries”, destacamento de la Marina en Ucayali, ingresó al domicilio de la familia Pomatanta, como parte del “Ope­rativo Tiburón IV”. Buscaban al hijo mayor, Indalecio, para interrogarlo. “Al muchacho le empiezan a preguntar por unas armas y él responde que no sabe nada. Por la insistencia del inte­rrogatorio ya comenzaba a ser acto de tortura”, detalla Rivera, abogado de la familia.

Insatisfecho con la respues­ta, el Capitán de Corbeta Andrés Egocheaga Salazar, jefe de la Base Contrasubversiva que operaba en la zona, le rocía gasolina en el cuerpo y le prende fuego. Cuando Indalecio Pomatanta, de 17 años, se estaba quemando vivo, los ma­rinos se retiraron del domicilio. El menor llegó con vida al Hos­pital Regional y allí narra su eje­cución que quedó grabada en un video. Al tercer día, falleció.

“Fue un acto de absoluta crueldad del que la Marina se desentiende. No se hicieron cargo del asunto hasta el 2004 cuando IDL logró reabrir el caso”, indica Rivera.

La Marina también quiso que el crimen se juzgara en el Fuero Militar, pero eso les fue negado. “En esa oportunidad logramos que la Corte Suprema emitiera una sentencia en la que dijo que los graves crímenes a los dere­chos humanos y de lesa huma­nidad bajo ninguna circunstan­cia podrían ser juzgados en el Fuero Militar. Fue el aporte del caso Pomatanta. Esa fue la última oportunidad en la que la Marina presionó para que los militares soliciten un proceso de competencia”, recuerda Rivera.

De limpiar a la institución se encargó Javier Villa Stein. “A pesar de que demostramos que el crimen no fue un accidente sino que fue cometido en ejer­cicio de las funciones militares de la Marina, hicieron todo lo posible en la Corte Suprema y lograron que el juez Javier Villa Stein los saque de su condición de civilmente responsables”, recuerda el abogado. “Esa fue la peor conducta de un juez por casos de esta índole. Villa Stein ya venía con malos anteceden­tes en temas de derechos huma­nos, pero después del caso Pomatanta, se vuelve más explícita su conducta”, añade Rivera.

MASACRE DEL FRONTÓN

Otro de los métodos de la Marina para obstruir a la justi­cia fue el silencio.

El 18 de junio de 1986, 133 presos rendidos fueron ejecuta­dos en El Frontón.

matanza de el Frontón

“Cuando se produce la ma­tanza, Alan García (entonces presidente) expone que los en­tierros de los ejecutados sean sin participación de la familia. Es decir, entierros clandestinos. Y la Marina se compromete a hacerlo. Ellos desde siempre supieron dónde estaban los res­tos”, recuerda Rivera.

Sin embargo, la institución se negó a dar la información a los familiares de los asesinados. Dice Rivera: “La Marina sólo dio la información en el 2004, cuando se abrió la investigación en el Ministerio Público por mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si no daban la información, la Fiscalía los podía denunciar por resistencia a la autoridad. Solo así el Comando de la Marina in­formó que los restos estaban en siete cementerios de la capital. Durante dieciocho años oculta­ron el paradero de las víctimas”.

NO LO RECONOCEN

Una de las conclusiones cen­trales de la CVR es que “en cier­tos lugares y momentos del con­flicto la actuación de miembros de las fuerzas armadas no sólo involucró algunos excesos indi­viduales de oficiales o personal de tropa, sino también prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los derechos humanos, que constituyen crí­menes de lesa humanidad.

“Lamentablemente, la Ma­rina no acoge esta tesis y creen que es una afrenta. Nosotros re­cogimos evidencia y sobre esta base elaboramos esta dolorosa conclusión. A diferencia del Ejército, la Marina no ha pro­ducido un documento que, más allá de acentos y discrepancias con el ‘Informe Final’, enmar­que su labor y reflexione sobre la misma. Es urgente que haga ese procesamiento”, señala Sa­lomón Lerner Febres, presiden­te de la CVR. ▒▒

ANALIZANDO HECHOS DE LA COYUNTURA PERUANA

 LA MARINA VS BÉJAR

Y LA GUERRA DE LA DERECHA PERUANA

Por Jorge Rendón Vásquez

Para comprender las causas de este conflicto es preciso situarlo en la perspectiva del reciente proceso electoral y considerarlo como lo que es en realidad: un conflicto más profundo que viene desde la fundación de la República.

Veamos cómo ha tenido lugar este proceso.

Largada la campaña electoral a comienzos de 2021, la oligarquía blanca limeña, segura de la adhesión incondicional de casi toda la mediana y la pequeña burguesía y del electorado popular al podían controlar con sus técnicas de alienación mediática, comisionó a tres de sus aventureros para tentar la presidencia de la República y apoyó a otros, por sí acaso llegaban a tener alguna opción. Cada uno de ellos fue acompañado por sus listas de candidatos a representantes al Congreso. En el lado opuesto, competían la candidata de izquierda Verónica Mendoza y su corte de profesionales de la pequeña burguesía, sobre todo de Lima, y el partido provinciano Perú Libre y su candidato Pedro Castillo, a los que las encuestas no concedían ninguna posibilidad.

Efectuadas las elecciones, el resultado colmó de sorpresa, cólera y pánico a la oligarquía: llegó a la meta en primer lugar con el 19.07% de los votos válidos el candidato Pedro Castillo, y el partido Perú Libre obtuvo 37 representantes al Congreso de los 130 que componen este poder del Estado. En segundo lugar llegó la candidata de la dinastía de la corrupción con el 13.37% y su partido colocó a 24 representantes en el Congreso. Siguieron los otros candidatos financiados por el poder empresarial. En total la derecha obtuvo 85 representantes de 6 agrupaciones, con lo cual se hizo del control del Poder Legislativo. La agrupación de Verónica Mendoza sólo alcanzó 5 representantes y el Partido Morado de centro 3.

¿Cómo había sido posible el éxito de Perú Libre y Pedro Castillo?

Fue un proceso de despertar de la conciencia política de la parte del electorado que les dio su voto y confió en ellos.

Comenzada la carrera para la segunda vuelta, este proceso tenía que ir in crescendo para superar el 50% de los votos válidos a su favor, es decir lograr, por lo menos, el 31% más de votos en relación a lo que habían obtenido en la primera vuelta. Y los obtuvieron. ¿Cómo? Haciéndole comprender al electorado popular, que no había votado por él en la primera vuelta, que Pedro Castillo, el hombre del sombrero campesino, era el candidato del pueblo y de sus intereses y aspiraciones. Él, su partido Perú Libre y sus asesores se empeñaron en esta tarea didáctica, facilitada por el proceso electoral, pero combatidos ferozmente por los medios y grupos del poder económico.

Pedro Castillo obtuvo, finalmente, la presidencia de la República luego de un conteo de votos que trató de ser torpedeado por la candidata procesada por corrupción, sus mecenas, abogados y opinólogos de la prensa, radio y TV.

Para la derecha, furiosa porque perdía el control del Poder Ejecutivo que siempre había dominado, la guerra tenía que continuar, y desplazó sus efectivos bélicos: su mayoría en el Congreso, el poder mediático, ciertos jueces y fiscales y algunos políticos, incluidos varios pretendidamente izquierdistas, impartiéndoles objetivos precisos.

Los ataques contra Pedro Castillo arreciaron antes de que asumiera el mando. Han censurado todo lo que ha hecho y hasta cómo viste. Le han negado la facultad de nombrar a sus ministros, exigiéndole, en el fondo, que recabe la autorización del poder económico, y han vilipendiado a los ministros nombrados por su origen andino, rasgos mestizos y formación profesional. Y luego, sus huestes parlamentarias se han lanzado con todo desparpajo a organizar la censura sin causa de algunos ministros y a planear ya la vacancia del presidente.


Lo que ha sucedido con el ministro de Relaciones Exteriores Héctor Béjar es una escaramuza en esta guerra de la derecha. Examinaron su pasado hasta que encontraron ciertas afirmaciones sobre el terrorismo y la Marina de Guerra que él había hecho hace muchos meses como parte de sus investigaciones sobre la historia del Perú, y las reprodujeron en un programa de la TV. Siguió un comunicado de protesta público del comando de la Marina, basándose en el cual la derecha continuó su ataque al gobierno.

El desenlace de este incidente fue la renuncia de Béjar al cargo de ministro.

En esto hay algunos hechos que deben ser destacados.

Primero, el comando de la Marina no tiene la facultad de emitir comunicados políticos. “Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no son deliberantes. Están subordinadas al poder constitucional.” (Constitución, art. 169º). “El Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.” (Constitución, art. 167º). Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional son empleados de la sociedad, representada por el Estado, contratados, vía el nombramiento, para el cumplimiento de las funciones señaladas en la Constitución que fija las condiciones de su empleo. Si alguno de ellos quisiera opinar como ciudadano tendría que pasar al retiro y convertirse en civil. En consecuencia, si los integrantes del comando de la Marina de Guerra se hubieran sentido incómodos por las expresiones de Béjar, a lo sumo podrían haber hecho conocer su punto de vista a sus superiores por la vía regular, y no incurrir en una infracción que debe ser investigada y sancionada. ¿Dirán algo de esto los parlamentarios de la derecha?

Segundo, el comando de la Marina de Guerra en su reclamación interna, si la hubiera formulado, debía haber probado, como fundamento de ella, que los hechos históricos a los cuales se había referido Héctor Béjar no habían sucedido o habían ocurrido de otro modo. El efecto contraproducente de su reacción ha sido volver a sacar a la luz la intervención de varios de sus miembros en hechos reprobables, algunos de los cuales han dado lugar a sentencias condenatorias que no son un motivo de orgullo para la Marina. Una victoria a lo Pirro se diría.

Tercero, Béjar no hizo las afirmaciones sobre la Marina durante su gestión como ministro y, por lo tanto, no podía ser cuestionado por ellas. “Los ministros son responsables por sus propios actos y por los actos presidenciales que refrenden.” (Constitución, artículo 128º). Para ser responsable, en este caso, hay que ser ministro cuando el acto supuestamente cuestionable se produce. ¿Lo saben los parlamentarios de la derecha?

Cuarto, Héctor Béjar es un intelectual y profesor universitario con muchos quilates de visión histórica y moral. Desde que ingresó a la Universidad de San Marcos, en 1953, a los 17 años, ha dedicado su vida a la causa de los oprimidos, explotados y discriminados de nuestro país sin buscar nada material para sí y llevado sólo por su idealismo. Para las mujeres y hombres del pueblo a quienes ha ofrendado su pensamiento y acción debe de ser un honor haberlo tenido como ministro de Estado.

Quinto, de una manera u otra, la reacción de cierta opinión pública, incluida la de izquierdistas de salón y ermitaños, ha sido reprobar a Pedro Castillo, pedirle o insinuarle que se someta o manifestar que se cambie todo ya, una manera disimulada o tonta de ponerse al servicio de la derecha.

En cambio, para Pedro Castillo y Perú Libre, el debate político y la relación de los poderes Ejecutivo y Legislativo no son una guerra, puesto que, como lo han dicho, ni el Presidente de la República ni los parlamentarios son elegidos para la confrontación, sino para cumplir las funciones que la Constitución les señalan, y servir a nuestro pueblo. Es normal, sin embargo, que si el Presidente, sus ministros y los congresistas de Perú Libre son atacados, tengan que defenderse. Su defensa implica fundar sus afirmaciones y actos en las normas constitucionales y legales, informar y educar a las mayorías de nuestro pueblo, mostrando los hechos como son para continuar despertando su conciencia social y política y, sobre todo, realizar o proponer formalmente los cambios que nuestro pueblo requiere.

(19/8/2021)

martes, 17 de agosto de 2021

LA COYUNTURA POLITICA EN EL PERU

 PROHIBIDO PASAR

Escribe: Milcíades Ruiz

La oposición se ha propuesto traer abajo y como sea, al gobierno de la mayoría nacional. Todo vale, hasta la infamia como la que dispararon a Héctor Béjar para derribarlo. La prensa rebusca, azuza y prepara las condiciones para la jugada sucia. Los autores intelectuales nunca aparecen. Para eso, están los sicarios, mercenarios y testaferros. ¿La CIA no está detrás de esto? Veamos y comparemos hechos, para comprender todo este entripado de lo que viene sucediendo. Pero allí no acaba todo.

Para que la gente desprevenida entienda lo que está pasando, consigno un resumen sobre lo que la CIA hizo contra Allende, según fuentes oficiales de EE UU:

(https://www.cronicadigital.cl/2020/09/12/el-derrocamiento-del-presidente-salvador-allende-contado-por-washington/). 

“Desde 1961, EE UU nombró un comité encargado de las elecciones que se desarrollarían en Chile tres años después. Según la investigación de la Comisión Church del Senado estadounidense, estuvo compuesto de altos responsable del Departamento de Estado, la Casa Blanca y la CIA. Este Comité fue reproducido en la embajada estadounidense en Santiago, capital chilena. El objetivo era impedir que el candidato socialista, Salvador Allende, ganara los comicios.

“… varios millones de dólares fueron distribuidos entre los partidos políticos de centro y de la derecha para que realizaran su propaganda.  --- La Comisión del Senado informó: “Se explotaron todos los medios posibles: prensa, radio, películas, volantes, folletos, correos, banderolas, pinturas murales. La CIA realizó, por intermedio de sus partidos comprados y varias organizaciones sociales, una “campaña alarmista” donde el objetivo principal fueron las mujeres, a las cuales se les aseguraba que los soviéticos y los cubanos llegarían para arrebatarle a sus hijos si ganaba Allende. La operación psicológica funcionó por encima de las expectativas: Frei logró el 56% de votos, mientras que Salvador Allende el 39%.

En sus Memorias, William “Bill” Colby, jefe de la CIA entre 1973 y 1976, cuenta que, durante las elecciones presidenciales de 1970, “la CIA debió dirigir todos los esfuerzos contra el marxista Allende. … Todo por orden directa de Richard Nixon”. Pero el 4 de septiembre de 1970 Allende ganó las elecciones.

Colby menciona que “Nixon entró en cólera. Él estaba convencido de que la victoria de Allende haría pasar a Chile al campo de la revolución castrista y anti–americana, y que el resto de América Latina no tardaría en seguirle los pasos”. “Nixon convocó a Helms “y le impuso claramente la responsabilidad de evitar que Allende asumiera sus funciones”. En la misma reunión Nixon encargó a Kissinger darle un seguimiento estricto al complot. Esto tampoco funcionó y Allende sería declarado ganador de las elecciones”.

Los operarios especiales de la CIA tomaron contacto con responsables políticos y militares para seleccionar aquellos que podrían estar listos para actuar contra Allende, “y determinar con ellos la ayuda financiera, las armas y el material que fuera necesario para barrerlo de la ruta hacia la presidencia”, según Colby.

La mayor esperanza se centró en las Fuerzas Armadas, pero todo dependía de su comandante, el general René Schneider. El problema que encontró la CIA es que este militar había expresado claramente que su institución respetaría la Constitución. Y Colby, en sus Memorias, reconoce con una naturalidad espeluznante: “Entonces era un hombre a matar. Se organiza contra él una tentativa de secuestro que termina mal: fue herido al oponer resistencia y muere poco después debido a las heridas.” Inmediatamente el Presidente Nixon envió un cínico mensaje a su homólogo chileno: “Yo quisiera hacerle parte de mi dolor ante este repugnante acto”.

El 3 de noviembre de 1970 Allende se posesionó como Presidente: Ahora correspondía preparar la desestabilización del nuevo gobierno, lo cual se encargaría a la Dirección del Hemisferio Occidental de la Agencia. Desde 1972 este equipo de la CIA, en Washington y Chile, fue desarrollando la operación más perfeccionada de desinformación y sabotaje económico que hasta ese momento se conociera en el mundo.

Colby confesó que fue una “experiencia de laboratorio que demostró la eficacia de la inversión financiera para desacreditar y derrocar a un gobierno”.

La acción contra Allende necesitó de una campaña internacional de difamación e intrigas. Buena parte de ella fue encargada a un inexperto en política exterior y casi desconocido político, aunque viejo conocido del Presidente Nixon y de los hombres que adelantaban la operación: George H.W. Bush. Esa tarea la realizó como embajador en la ONU, función que ocupaba desde febrero de 1971. Cuando fue nombrado para el cargo nadie quiso recordar que pocos meses antes había logrado, como representante a la Cámara de Texas, que se restableciera en ese Estado la pena de muerte para los “homosexuales reincidentes”.

Así se gestó el sangriento golpe de Estado del general Augusto Pinochet, contra el gobierno de Allende, desatándose una terrible represión y ejecuciones extrajudiciales.

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Si comparamos los hechos descritos, con lo que viene sucediendo en Perú, nos daremos cuenta que la conducta de la señora KK, la del fiscal miembro del JNE, la intriga al interior de la izquierda y de PL, la campaña contra Cerrón, las movidas del Parlamento, el rol de la prensa, la campaña contra Bellido, la campaña contra Héctor Béjar, la trampa mediática en la que ha caído la izquierda que se suma al descontento prefabricado y toda la guerra sucia desatada contra el nuevo gobierno, veremos que hay una similitud muy clara. Salvo que no quieran verlo.

Para EE UU y la CIA, el más peligroso del nuevo gobierno era Héctor Béjar, por su honestidad, capacidad y liderazgo. La prensa mercenaria ha propalado noticias engañosas mezclando información pasada con la actual. Una conversación informal en la que Béjar aparece dando una opinión personal sobre el terrorismo en mérito a la libre expresión y que sucedió meses antes de las elecciones de abril, es “sembrada” en las noticias actuales indebidamente, cuando ya era canciller, para crear animadversiones, especialmente de la oficialidad naval que es la entidad más macartista.

Los medios ocultaron que el Dr. Héctor Béjar ha sido profesor del Centro de Altos Estudios Militares- CAEM y que tiene ascendencia entre sus alumnos. Es decir, la prensa oculto información que no convenía a la maniobra del complot. En aquellos días, ni tenía idea de que sería nombrado canciller. Pero en la guerra sucia no hay moral y han logrado apartarlo del gabinete. Pero el objetivo, no es Béjar en sí mismo. ¡Qué va!

Lo que ha asustado a EE UU, a la CIA y a la oposición, ha sido la importancia de Béjar en la geopolítica continental. Lo imaginaron reactivando la integración regional que tanto trabajo les ha costado desactivar. Lo imaginaron defendiendo la soberanía nacional y oponiéndose en los organismos internacionales al bloqueo contra Cuba, Venezuela y, Nicaragua. Entonces dijeron ¡Eso no puede ser!

El psicosocial mediático consiguió impactar en desprevenidos como el ministro Torres que no ven los entretelones de las maniobras desestabilizadoras. Nada de esta sucia maniobra política hubiera sucedido si el ganador de las lecciones hubiera sido un político tradicional. Alineados con la derecha, sí. Con la izquierda, no. Corruptos sí Lavadores de dinero sí. Pura sangre japonesa sí, pura sangre nativa, no.

La verdad es que Héctor Béjar es contrario a todo terrorismo, venga de donde venga. Cuando era Director del Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participación –CEDEP, tuvo la amarga experiencia de un ataque terrorista contra el proyecto de Repoblamiento de Alpacas en el Callejón de Huaylas en apoyo a las comunidades campesinas. Con este propósito, viajaron a Puno los genetistas científicos Alberto Pumayalla, decano de la facultad de zootecnia de la UNALM y Glicerio Gonzáles para seleccionar el ganado, en compañía de Edilberto Márquez, sobreviviente de la incursión guerrillera por Puerto Maldonado.

El 3 de junio de 1990, cuando estaban en esta misión con el ganadero Manuel Barrera, fueron sorprendidos por los terroristas de “Sendero Luminoso”. Márquez pudo escapar, pero los demás fueron asesinados. De modo que, no es que Héctor Béjar haya sido defenestrado por sus declaraciones sobre terrorismo. Ese es el engaño y la verdad es otra. No quieren personas honestas en el gobierno del país. Rompería la tradición de gobernantes genuflexos, ante el amo yanqui “revuelto y brutal que nos desprecia” (J. Martí).

Si piensan que con su renuncia se quedarán tranquilos, lo comprobarán muy pronto. Hay quienes están acostumbrados a renegar viendo solamente a la derecha para todo. No ven más allá. Pero, no hay en el mundo mayor aparato terrorista que la CIA. Pruebas hay muchas, como el atentado al avión cubano, que mató a 73 pasajeros, entre los que se encontraban los victoriosos jóvenes cubanos de la delegación deportiva de esgrima.

Aquí no acaba esta guerra política. Sacar de carrera a Béjar no significa que el gobierno renunciará también a su política internacional. ¿O sí?

Agosto 17- 2021

COSTUMBRES DE NUESTRA TIERRA

 LA HUATIA, HUAJJA O GUATIA[i]

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas

C

uando se aborda la realidad gastronómica de un pueblo determinado ocurre por lo general que no es posible agotar toda la larga lista de comidas, platos y potajes de mayor preparación y consumo lugareño. Lo que se come en el amplio ámbito de El Collao, por ejemplo, presenta notable variedad de alternativas que en conjunto perfilan la identidad cultural de la gente collavina. Por ahora, toquemos con brevedad obligada una costumbre alimentaria extendida en las masas campesinas de la gran cuenca del Titicaca. Veamos.

Durante el periodo de la cosecha, mientras una parte del grupo se dedica al escarbo de la papa en el espacio circunscrito conocido como “chacra” o realiza ahí mismo similar tarea en relación a otro producto agrícola, otra parte de una o dos personas (de acuerdo a la cantidad prevista de comensales) se encarga de hacer la “Huajja” (en aimara) o Guatia o Huatiya de papas sometidas a cocción en medio de terrones calientes cubiertos con la misma tierra. Por lo general, para la preparación de una “huatiada” se escoge la variedad de la papa nativa preferida en lugar.

Como se sabe, La papa ha sido y es el principal alimento de las naciones aimara y quechua. Su origen ha sido localizado en el área contigua al sur del lago Titikaka, según estudios científicos cuyos informes aparecen en la oficial y principal revista científica de los Estados Unidos.

Los andinos antiguos, entre ellos los kollavinos, usaron técnicas y procedimientos diferenciados para alimentarse con papa cocida en los dominios de la pachamama. Se ha dicho que “En la cultura andina, la tierra y en especial el barro han estado ligados a su estilo de vida, y una de las formas más estrechas de esta relación fue a través de la comida”[ii]. El cronista Gonzales Holguín refiere que una forma de preparar comidas era el “huatuy” (vocablo del que derivaría Huatia) que consistía en asar en rescoldo o en un "hoyo abrasado y sacada la lumbre”[iii]. Otro cronista[iv] Thomas, citado por Santiago Antúnez de Mayolo[v], dice que “guatiani era asar enterrando en el rescoldo, es decir, cubriendo los alimentos por asar con las cenizas y ascuas que en ella quedan”.

Como levantar el “horno” de terrones

Para la Huajja se procede a juntar terrones grandes y duros[vi] del mismo campo de labranza, se hace un hueco o depresión circular de tamaño variable (de 30 a 80 cm) y poca profundidad en la que se depositará la futura ceniza. A su alrededor, siguiendo los filos del hueco se pirca o levanta una suerte de horno de terrones de forma cónica, de manera que conforme gane en altura vaya perdiendo en diámetros hasta cerrarse en la parte más alta, mientras que los terrones también van perdiendo tamaño conforme se aproximan a la altura final del mismo.

En la primera fila pegada al suelo se ponen los terrones más grandes y se deja un arco o puerta orientada según el curso y tendencia contraria que lleven la brisa o viento, ello a fin de incentivar la direccionalidad del fuego hacia el interior del horno.

Luego se procede a calentar el horno, quemando dentro de él diverso material leñoso, pero principalmente el “k’ili” nombre con el que se conoce a los tallos secos de quinua ya “golpeada”, es decir desgranada.

El tamaño del horno estará en relación a la cantidad requerida de papa para una “huatiada” que cumpla con satisfacer la merienda del grupo de comensales previsto, sea familia pequeña o amplia, comuneros, trabajadores de que se trate, etc..

La más voluminosa “huatiada” de que se tenga memoria se halla inscrita en el libro de los Récord Guinness como “La Huatiada más grande del Mundo”. Se obtuvo ese trascendental logro durante la LI Feria Ganadera Artesanal y Agroindustrial del Sur del Perú FEGASUR 2012 realizada ese año en Juliaca; ello después de obtener “Huajja” de mil 700 kilogramos de papa canchán en un horno de cuatro metros de altura, calentado durante diez horas con media tonelada de leña. 

El “entierro”

La práctica de la “Huatiada” continúa cuando se note o compruebe que los terrones están calientes y han cambiado de coloración en contacto con el fuego mostrándose como brasas incandescentes. Llegado este momento, se procede a sacar parte de la ceniza, arrojar por la puerta cierta cantidad de papas y tapar la puerta con un terrón grande. De otro lado, se hace un hueco en la parte más alta del horno cuidando que no se derruya toda las estructura y por dicho hueco se introduce muchas más papas. Con un palo se dejan caer los terrores calientes poco a poco mezclándolos con las papas y luego se inicia el tapado del montón así formado golpeando con pala o palo el horno por todos los lados para desmenuzar los terrones y tapando todo ese montón de manera que no escape vapor de agua por ningún lado. Así, la cocción de la papa con tierra caliente está en proceso.

Al cabo de media hora, aproximadamente, se empieza a sacar las papas ya cocidas, de canto y con sumo cuidado. Se les quita la tierra que pudiera haberse impregnado a las papas golpeándolas con un aguayo o tejido.

La cocción en tierra caliente, otorga a la papa sabrosura única e inigualable en su ingesta, puesto que su sabor característico no es posible obtener por otros medios, como podrían ser la “pachamanca” o los hornos de panificación a leña o aquellos calentados con el uso de energía eléctrica.

La modalidad de hacer “Huajja”, descrita líneas arriba, si bien cubre gran parte del territorio altiplánico y zonas adyacentes[vii], presenta variantes, estilos y procedimientos especialmente en zonas quechuas alto andinas del norte del departamento de Puno, en las que simplemente y por lo general se abre un hueco dentro del que se hace arder leña sobre cuyas cenizas calientes de ponen las papas, las que luego se tapan totalmente con tierra en forma de montón. En estos casos la cocción se produce en tiempo más prologando que la “huatia en horno”.

Los contornos o complementos

Sobre el contenido sometido a cocción en el horno de terrones hay estilos y variantes. Algunos, además de las papas, ponen otros productos adicionales como ocas, habas, choclos, y hasta quesos, humitas y carnes acondicionadas en depósitos ad hoc y siguiendo sus propias prácticas tradicionales.

Cabe señalar que la “Huajja” es distinta de la “pachamanca” que se originó en el cúmulo de costumbres vigentes en el centro del Perú. Esta se diferencia básicamente por ubicarse el horno “empedrado” por todos los lados bajo el nivel del suelo y por usar piedras previamente calentadas para la cocción de papas, carnes y otros productos.

En cuanto a los complementos para el yantar de la “Huajja”, el más usado en el campo collavino es el “Ch’akko”, que es una fina arcilla que se diluye manualmente hasta el punto de obtener ostensible lechosidad, a la que se le agrega sal al gusto.

Hay variedad de otros contornos y complementos que acompañan a la papa de “Huajja”. Entre ellos podemos nombrar al jallp’ahuayk’a o ají molido y mezclado con cola verde soasada de la cebolla y yerbas varias como la chijchipa; al queso artesanal a veces frito en manteca, al reahogado de ají colorado con cebolla, a los trocitos de chalona o charqui, etc. etc.

El comer solidario y colectivo

Servirse un grupo de personas rodeando a la rica “Huajja”, es práctica andina altiplánica que patentiza no solo la solidaridad en el trabajo, sino también confraternizar y convivir pacíficamente. ”La comida adquiere dimensiones de alegría y satisfacción cuando se comparte colectivamente, dentro de la tradición ancestral…en donde la comida es el vehículo ideal para que se afiancen las siguientes generaciones”, describe Hernán Cornejo, un estudioso de esta temática[viii].

 En el marco de esas tradiciones, tratándose de comidas grupales o colectivas, es común el traer y compartir algunos complementos o acompañantes que se ponen al alcance de los comensales. Esta costumbre conocida como “apthapi” está enraizada desde antiguo en la idiosincrasia de la gente de este lugar del planeta y por tanto es rasgo característico de su identidad cultural. Queda pendiente una conversa sobre eso. <>

Agosto 2021.

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 [i] Sergio Zapata Acha en El Diccionario de Gastronomía Peruana Tradicional señala los diferentes nombres de la huatia: “guatia, guatía, huatiaa y watía” y añade que “La guatia es considerada la precursora de la pachamanca”.

[ii] Cesar Sifuentes en https://www.aboutespanol.com/la-huatia-3573390

[iii] Diego Gonzáles Holguín: VOCABULARIO DE LA LENGUA GENERAL DE TODO EL PERU. Ed. UNMSM 1952. (Según Enrique Torres Saldamando, Gonzales fue “Superior de la Residencia de Juli” de los jesuitas hasta 1607)

[iv] Domingo de Santo Thomas LEXICON. VOCABULARIO DE LA LENGUA GENERAL DEL PERU 1560. Ed. UNMSM, Facsimilar 1951

[v] Santiago E. Antúnez de Mayolo: LA NUTRICIÓN EN EL ANTIGUO PERU.  Ed Banco central de reserva, Lima 1981. Antúnez señala que “el más alto valor nutritivo de la papa se obtiene cuando es consumida en forma de watia”.

[vi] Llamados “tojjras” o “kjurpas” en quechua y aimara.

[vii] Bolivia, sur del Perú, norte de Chile y norte de Argentina.

[viii] Hernán Cornejo: LA COCINA AIMARA”. Ed Universidad San Martín de Porres. Octubre 2012

LA COYUNTURA PERUANA

 CULTIVAR PAÍS

Escribe: Milcíades Ruiz

Utilizamos la palabra cultivo en relación a la agricultura exclusivamente. Se habla de cultivar la tierra, pero los agricultores hablan del cultivo de plantas que son seres vivos, según la especie y variedad. No es lo mismo cultivar papa que, algodonero, por ejemplo. Esto nos indica que el cultivo es una metodología procesal de producción, aplicada según cada caso. Por razones didácticas utilizaré este concepto para plantear algunas ideas de gobierno.

Todo producto humano es el resultado de un proceso conducido y por ello, podemos hablar de cultivar el proceso económico, social, político, cultural, etc. Cultivar una persona significa ayudarla adecuadamente en su desarrollo fetal, infantil y juvenil, para que llegue en las mejores condiciones de sus capacidades en la adultez. Si ha tenido una buena nutrición alimenticia y cognitiva, su productividad será alta. De esto depende su futuro.

Análogamente podemos decir de la familia, de la sociedad y de la humanidad entera. Una sociedad mal nutrida en alimentos y conocimientos, tendrá una baja capacidad de desarrollo. Si no tiene nutrición alimenticia apropiada su capacidad física será deficiente para competir deportivamente. Lo vemos en nuestros jóvenes que comen a las justas pollo sintético, cuando enfrentan a los que comen carne vacuna de años de acumulación vitamínica.

También, si nuestros recursos humanos son cultivados con información inadecuada su malformación lo incapacitará para desarrollarse intelectualmente. El cerebro procesa solo el material que tiene disponible, pero si la información que recibe no es la apropiada, entonces su producción en valores y destrezas tendrá deficiencias. Consecuentemente, el rendimiento de los recursos humanos del futuro será mediocre y los líderes del mañana serán incapaces. Lo que somos ahora, es lo que sembraron nuestros antecesores.

¿Esto tiene que ver con la política educativa para la formación generacional de nuestros recursos humanos? Indudablemente, pero no basta llenarse la boca hablando de “calidad educativa”, si el material que se inyecta a los estudiantes, está condicionado por intereses protervos. Los educadores saben bien que, la política educativa actual no contribuye a la liberación, sino a la dominación. El magisterio suele ser instrumento de dominación y no cultivador de líderes sociales del futuro. Para esta misión, se requiere de una reforma educativa con proyección generacional cultivada.

Lo que no se cultiva, crece silvestre entre la mala hierba. El cultivo elimina la nocividad preservando lo beneficioso. La democracia también se cultiva. Lo que hoy tenemos es el resultado de lo mal que se hizo cuando la mala hierba política abrumó al pueblo peruano con su corrupción y prácticas mafiosas, generando caos de gobierno. Vemos ahora a los que sembraron esas simientes, victimando a su propia cosecha. Pero en política, la victimización eleva la productividad electoral. El tiro les puede salir por la culata. Hemos visto alta votación obtenida por políticos defenestrados y deportados.

De lo que el gobierno haga, o le hagan hacer, depende lo que se viene. Nadie cosecha lo que no siembra. Dicho de otro modo, la cosecha social depende de lo que se cultive. Habrá buena cosecha si el cultivo de lo que se persigue ha sido eficiente y a la inversa. De ser así, tendríamos que ser preventivos calculando los resultados posteriores del proceso actual. El cultivo se planifica en proyección a resultados en el corto, mediano y largo plazos.

Es lo que hacen todos los inversionistas públicos y privados. Si China tiene resultados exitosos en economía, es porque planifica siguiendo objetivos claros y con una estrategia endógena. Hoy cosecha lo que sembró ayer. “Bienvenida toda inversión extranjera si es beneficiosa y no perjudica el desarrollo nacional”. Si la inversión privada ayuda a resolver el problema del pleno empleo, en buena hora. Si lo que aporta la inversión, es mayor que lo que se lleva, el saldo es favorable.

Combinando inversión privada y pública se puede rentabilizar la economía nacional en propio provecho socializado. Es cuestión de manejo y productividad política. El crecimiento de la población hace crecer las necesidades. Entonces, la economía deberá crecer para nivelar las necesidades pendientes de solución y, crecer para atender las nuevas necesidades.

Pero, además necesitamos mejorar nuestras condiciones de vida y para eso se necesita una base económica sostenible en el tiempo. Es imposible cubrir todo lo señalado, sino hay suficiente acumulación económica. Es la rentabilidad por rendimiento, la que permite acumular capital. Cuanto más acumulemos, nuestra base de desarrollo tendrá más capacidad de expansión. Si no se cultiva la economía en esta perspectiva, solo cosecharemos pobreza y sus derivados.

Pero hay fórmulas creativas de combinación de inversiones para obtener mayor rendimiento económico y social. No importa perder en un rubro si se puede compensar recuperando en otros rubros. Lo que importa es el rendimiento final. Lo hacen las cadenas de tiendas con sus ofertas para atraer clientes. Lo hacen los agricultores combinando cultivos en un mismo espacio. Siembran maíz, y luego legumbres para obtener dos cosechas en un mismo espacio, ya que las legumbres no perjudican, pues absorben nutrientes ambientales que fertilizan la tierra para ambos cultivos.

Entonces, cuando vemos que, en el transporte público se ofrecen dos bolígrafos chinos, un lápiz y borrador por el precio de un sol después de haber pasado por el fabricante, exportador, transporte intercontinental, importador, mayorista y vendedor; es indudable que allí, hay “gato encerrado”. Sucede esto, porque lo importante para China es que todos tengan empleo e ingresos, y lo que se pierda en prender fuego en la pradera, se recupera aumentando la productividad con las cenizas.

Lógicamente, si todos tienen empleo e ingresos, no cabe duda que lo gastarán y este solo hecho, hará subir la demanda de mercancías. Este primer movimiento hará crecer la oferta y las fábricas ampliarán producción y empleo. Así, la economía será como una bola de nieve que crece con el movimiento. Crece el empleo, crece la economía, crecen los capitales y la capacidad para el desarrollo. Este es el rol de los subsidios productivos y de salarios.

Todos conocen de algún modo a la empresa privada Huawei. Lo que no saben es que es propiedad
de sus trabajadores procedentes del sindicalismo. Ninguna agencia gubernamental u organización externa, tiene acciones de Huawei, pero se asocian con potenciales empresas externas para captar mayor lucro social. Fundada en 1987, abastece de aparatos de tecnología de información y comunicaciones (TIC) y dispositivos inteligentes. Opera en más de 200 países y atiende a más de 3 mil millones de personas en todo el mundo.

Es líder en redes 5G y en el 2019, los ingresos por ventas globales rondaron los 123 mil millones de dólares, lo que significó un aumento interanual del 19.1%. Por su parte, los beneficios netos alcanzaron los 9 mil millones de dólares, y el flujo de efectivo proveniente de actividades operativas superó los 13.1 mil millones de dólares, lo que representa un crecimiento interanual del 22.4%. Esto se sembró hace 30 años, pero su cultivo ha sido bien llevado. Estos montos superan nuestra cartera minera.

Hay un país de nuestro continente, que fue colonia española, declaró su independencia el 29 de octubre de 1821, por decisión de cabildo popular, sin mediar lucha militar porque esta colonia no tenía importancia para la codicia española. No tenía riqueza mineral. Celebrará pronto el bicentenario de este acontecimiento. Desde 1949, este país, no tiene gastos militares que tragan presupuestos en desmedro de los proyectos de desarrollo, pues abolió las fuerzas armadas.

Desde entonces no tienen golpes ni dictaduras militares, no existe el servicio militar obligatorio, ni terrorismo de estado. Desde la abolición constitucional del ejército, no puede participar en eventos militares, ni en guerras ajenas. Esto ha sido confirmado por la Corte Suprema de Justicia, cuya Sala Constitucional estableció que tampoco puede dar apoyos a actos de guerra de otros estados y por ley, estableció la neutralidad perpetua. Por eso, rechazó el uso de su territorio para operar contra Nicaragua.

El tamaño de este país es un poco más que el departamento de Tumbes, pero se ha convertido oficialmente en el miembro número 38 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que el Perú no ha podido. Según calificación del Instituto Legatum mantiene un elevado nivel de prosperidad y ha sido considerado por New Economics Foundation como la sociedad más feliz del planeta, durante más de una década.

Es más, en el 2015, la FAO lo premió por haber reducido el hambre, al rebajar de un 5% a la mitad, según cálculos de Naciones Unidas. Este país siempre ha vivido y desarrollado sobre la base del agro y no de minería ni petróleo. Ese país, se llama Costa Rica. Pero lo que ahora cosecha es el resultado de haber cultivado su economía con lo poco que disponía, desarrollando la economía del banano y del café. La rentabilidad agraria impulsó su capacidad para expandirse y avanzar a una economía más amplia y diversificada. Hoy disfruta lo que cultivó más allá del agro.

Dirán que no hay comparación porque las condiciones históricas en nuestro país han sido muy diferentes. Es verdad, pero el denominador común es que el bienestar se cultiva. Nada viene por azahar. La riqueza extractiva se acaba como sucedió con el guano. Toda la riqueza extraída de nuestro suelo por forasteros, nos ha dado siempre pan para hoy y hambre para mañana. Los pueblos de las zonas mineros son los más pobres de nuestro país. El canon minero es una propina indirecta solo para calmar descontentos.

Costa Rica

Qué distinto sería que el canon, en vez de darse en dinero que el centralismo diluye, se diese en materiales. Una porción de los metales obtenidos. Así, la parte de materia prima obtenida, se quedaría en la zona minera para transformar el oro, plata, cobre y otros metales, en productos con valor agregado, dando empleo e ingresos a la población andina, con la joyería, artesanía, suministros tecnológicos y otros productos industriales, para el mercado interno y de exportación. Entonces, estaríamos cultivando empoderamiento económico local para cuando la extracción se agote.

En las actuales condiciones por las que atraviesa nuestro país, hay la necesidad de generar movimiento económico urgente. Pero tenemos que ser certeros. Hay que generar demanda expansiva, que estimule la producción. Demanda de productos nacionales, sustituyendo importaciones. No habrá demanda si no hay ingresos. Declarar en emergencia la producción sectorial selectiva, para poner límites temporales a las importaciones innecesarias podría ser una alternativa. El mercado regulado es un freno si no es selectivo dentro de una estrategia de fortalecimiento de debilidades.

Hay rubros de expansión de empleo masivo inmediato: La producción agraria y la construcción civil de viviendas con créditos de largo pazo son dos buenas alternativas. El contrapeso al gasto interno deberá ser cubierto con la exportación. Tenemos ventajas ecológicas inexplotadas de alta rentabilidad en el mercado internacional. Lo que se gaste en construcción de hidroeléctricas en la serranía reditará con creces con la venta de energía rural y a países aledaños. Nuestra geografía tiene un alto potencial en energías renovables para generar empleo y desarrollo en los andes. Hay que ponerse moscas.

El apoyo político contra la agresividad de la oposición se gana con obras populares. ¡O no! Aunque en verdad, exponer ideas que caen en saco roto, no es alentador. Pero peor es no decir nada. ¿Ustedes qué dicen?

Agosto 16-2021