ALANOCA VÍCTIMA DEL RACISMO AVERSIVO
José Luis
Ayala Olazával
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hecho de que Vicente Alanoca haya sido discriminado no es una novedad. Es una
práctica normal en una sociedad férreamente estratificada. Alanoca ha sido
eliminado en su condición de candidato a la presidencia de la República, por un
grupo de mistis políticos, racistas e izquierdistas. Son
aquellos que hace varios años medran de las bondades de la República, a la que
critican hasta alcanzar una curul y no hacen ningún aporte intelectual.
No
tienen ni idea de la nueva realidad del Perú. Carecen de instrumentos de
análisis filosófico, sociológica y antropológicos, para entender la cambiante
realidad nacional. Ahora son candidatos a senadores y diputados y hay
congresistas que quieren ganar más de lo que ya tienen. Las ideas que exponen
muchos ignaros políticos de izquierda, no han contribuido de modo especial para
formar una nueva cultura política dialéctica.
La
ausencia de una autocrítica ha sido y es mortal. ¿Por qué los jóvenes que
militan el movimiento llamado Generación Z, no tienen simpatía por la
izquierda? La respuesta es por no haberse renovado, no solo en el
comportamiento de orden ideológico, sino que los problemas han sobrepasado a
una izquierda, que no se ha renovado.
No
tengo el menor temor de ser tildado como infraterno, como un intelectual de
izquierda que no ha sido elegido diputado senador nunca y por eso critica. No
es una novedad decir que los nuevos analfabetos de la izquierda, no han leído a
los ideólogos de la descolonización como son Enrique Dussel, Walter Mignolo y
Aníbal Quijano, quienes buscan desmontar el pensamiento occidental y proponen
un «giro descolonial», como Leopold Sedar Senghor, que impulsó el
Panafricanismo, así como el filósofo francés Jean-Paul Sartre, que hizo una
severa crítica desde una perspectiva existencialista referida a la explotación
colonial.
El
racismo “es la creencia en la superioridad de una raza o grupo étnico sobre
otros, lo que puede llevar a la discriminación, el odio o la exclusión de
personas. Se manifiesta en actitudes, prejuicios y sistemas que deshumanizan y
perjudican a otros basándose en características como el color de piel, origen
étnico o idioma. La discriminación racial puede ser individual o sistémica,
afectando derechos y oportunidades en áreas como el empleo, la educación y la
salud”.1
El
racismo puede ser etnocentrista, simbólico, cultural, biológico, ideológico,
intelectual y clasista. En el caso de Alanoca se ha manifestado el racismo
aversivo. Se trata un concepto que expresa una expresión disimulada y siempre
sutil, para discriminar y practicar la xenofobia, de parte de quienes están
convencidos que son los únicos capaces de poner coto a la llegada de nuevos
elementos nocivos.
El racismo que se ha aplicado a Alanoca, está representado por los beneficiarios políticos del sistema, por quienes siempre han medrado de los suculentos sueldos del Estado. Ahora quieren ser diputados o senadores. Eso de hacer una revolución para ellos como decía monseñor Juan Luis Cipriani: “Es una cojudez”. La revolución puede esperar mientras ganen por lo menos 20 mil soles mensuales, lo que hace la cantidad increíble de dinero a final del mandato. “¿La revolución? ¿Qué es eso? No me vengas con palabritas para querer atarantarme, no soy un cholito. Te has equivocado, no estás con Alanoca”.
El
primer candidato de origen quechua a la presidencia de la República, fue el
campesino puneño Eduardo Quispe Quispe, quien fue lanzado por Eudocio Ravines
en nombre de Partido Comunista en los comicios de 1932. El Jurado Nacional de
Elecciones de hecho rehazó su inscripción, adujo que para ser candidato a la
presidencia de la República, era necesario tener una profesión o experiencia en
el aparato del Estado.
Eduardo
Quispe Quispe, nació el 14 de febrero de 1883 en la comunidad campesina de
Ch’eqa, distrito de Santiago de Pupuja, provincia de Azángaro, Puno. Estudió
hasta el tercer año de primaria en el Centro Escolar de Varones de Azángaro.
Llegó a Puno en calidad de sirviente a cargo de la familia Arce. Sirvió en el
Ejército Peruano y obtuvo el grado de sargento. En Lima trabajó como barrendero
y conoció a Ezequiel Urviola, quien lo incorporó en las luchas sindicales
políticas desarrolladas por la Asociación Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo.
El
único documento en el que habla Quispe Quispe es en una publicación de Hoz y
martillo. Nro: 4. Año 1932. Se trata de una entrevista realizada en el mes de
noviembre de 1932 por J. Alberto Roselló Paredes:
–¿A dónde viajas, tatay?–
Con una sonrisa burlesca me contestó:
–No viajo a ninguna parte, me están llevando preso a Puno por orden del
prefecto.
–¿Es cierto que has lanzado tu candidatura para la presidencia de la República?
–así no más me dicen, como los mistis son nuestros enemigos de
los indios, no ven cómo comprometernos para hacernos apresar.
–¿Y no quieres ser presidente del República?
–Qué van a querer los mistis que un indio los gobierne.
–¿Es la primera vez que te traen preso?
–Una vez también me llevaron preso a Puno y hasta Lima en la sublevación de
Samán, me llevaron a combatir y así herido en el muslo derecho por el gendarme
Vallejo, herido me llevaron preso, casi muero.
–Dicen también que tú has estado en la sublevación de la hacienda San José.
–¿Para qué me preguntas?
–Quizá eres uno de los mistis que quieren verme fusilado.
–Siempre me llevaron y participé con el inca Rumimaki.2
Luego
llegó Rómulo Mucho Mamami, lobista convicto y confeso, mercader y agente de
transnacionales. Hubo muchas irregularidades durante su gestión en Petroperú y
denuncias, acerca de sus trabajos nada transparentes, con circuitos mafiosos
del entorno del expresidente Pedro Castillo.
Mucho,
para la cultura dominante, no ha dejado de ser un jaqi para
ser un ‘mister’ y ni siquiera alcanza a ser un misti. No ha dejado
de marketearse para aparentar ante las transnacionales, tener poder político.
Es lo que los racistas mestizos llaman ‘indio vivo’, ‘cholo conchudo’ lo que
los criollos dicen ‘cholo pendejo’, ‘cholo arribista’. Para los funcionarios
discriminadores es un serrano y provinciano de la peor especie.
¿Cuántos
años tenemos que esperar para que haya un presidente aymara?
El primer diputado aymara fue Pablo Apaza Toque, debido a la vocación
indigenista de José Antonio Encinas. Pero Apaza Toque traicionó no solo a
Encinas sino a la nación aymara, se entendió con la vieja oligarquía hispano
criolla. Encinas quedó totalmente decepcionado por un acto desleal frente a un
aymara que esperaba mucho de él.
Igual
sucedió con Paulina Arpasi, beneficiaria de la reforma agraria. Eliane Karp la
incluyó en una lista del partido de Toledo. Al día siguiente de su elección se
puso al servicio doméstico de la ahora prófuga ciudadana judía, sobre cuya
cabeza pende una orden de arresto.
Vicente
Alanoca es Doctor en Derechos Humanos y Desarrollo, así como doctor en Historia
de América Latina y Mundos Indígenas por la Universidad Pablo de Olavide
Sevilla-España. Es Magister Scientiae en Lingüística Andina y
Educación-UNA-Puno. También Licenciado en Antropología y licenciado en
Educación Secundaria, especialidad Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
Docente visitante de posgrado de diversas universidades. Ha sido investigador
visitante en la Universidad Complutense de Madrid. Tiene una estancia
postdoctoral en la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla-España.
Es decir, un académico, que sin duda hubiera sido posible que los aymaras voten por él, por un acto de solidaridad e identidad. En cambio, el abogado Ronald Atencio, defensor legal y asesor del congresista Guillermo Bermejo, solo conseguirá algunos votos de sus amigos. Que no se hagan ilusiones los candidatos que lo acompañan y traicionaron a Alanoca, los lectores aymaras sabrán sancionarlos.
La
alianza electoral Venceremos, no hizo saber que debido a un acuerdo debidamente
controlado en las elecciones internas del 7 de diciembre, la lista del
representante del partido Voces de Pueblo, quedaría eliminado como
representante de Nuevo Perú, es decir el antropólogo aymara Vicente Alanoca.
La
fórmula presidencial de la alianza Venceremos, conformada por Ronald Atencio
(presidente) y Elena Rivera Huamán creen que los aymaras votarán por la lista
que frustró la candidatura de Alanoca. Están sumamente equivocados, con toda
seguridad que serán sancionados en las urnas.
El
racismo aversivo es, en síntesis, el rechazo o repugnancia frente a alguien o
algo. Es a la vez la presión de una antipatía, aborrecimiento, repulsión, odio,
inquina. Alanoca no es considerado como un académico, sino como un indio
cargado de títulos académicos. Ya veremos si el celebérrimo y desconocido
Ronald Atencio, así como quienes o acompañan en una desventura y lista fundada
en un racismo aversivo, alcanzan a ser electos. Nos sentaremos frente al río
del que habla Heráclito de Éfeso, para ver pasar los cadáveres políticos. <>
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1.
Internet. Racismo.
2. Revista Nuevo Perú. Huancayo, año 2,000.


