lunes, 19 de diciembre de 2011

CHURATA Y EL PEZ DE ORO

"El pez de oro", de Gamaliel Churata, un texto que aborda múltiples géneros (narrativa, poesía, tradición oral, fábula, etc.), recién cuenta con una edición a la altura de su relevancia literaria y sociocultural.

Escribe: Ricardo González Vigil*
En EL DOMINICAL de EL COMERCIO Lima, 18 de diciembre del 2011

Una edición con más de mil notas y la adaptación al sistema fonético establecido para las lenguas andinas es la labor de edición de "El pez de oro", realizada por el principal estudioso y difusor del legado del Altiplano: José Luis Ayala, dotado exponente de la poesía en lengua aimara, además de talentoso cultor en español de la "cronivela" -mixturade crónica y novela-, del cuento, el ensayo, la historiografía, el periodismo, entre otros.

CRECIENTE INTERÉS
La tercera edición de “El Pez de Oro” aparece justamente cuando el interés nacional e internacional por Gamaliel Churata comienza a ser significativo, aunque reducido al medio académico y sin repercusión en los panora­mas y antologías de las letras hispanoamericanas. Ya Ce­cilia Vicuñay Ernesto Livon­-Grosman, sin embargo, lo incluyeron en su antología bilingüe The Oxford Book of Latin American Poetry (NewYork, Oxford Univer­sity Press, 2009): una lista selecta de voces de tiempos precolombinos hasta el pre­sente. Esta edición de "El pez de oro" inaugura una biblioteca de seis volúmenes con escritos, documentos y fotos de Churata y el grupo Orkopata.

ESCRIBIR COMO INDIO
En la Homilía de “El Pez de Oro”, Churata distingue a los escritores que usan el espa­ñol "como indio", de los que escriben "en indio" (lenguas andinas). El modelo de ese escribir" en indio" es "0llan­tay", mientras que el uso del español "como indio" per­mite dos posturas: manejar magistralmente el español sin dejar de poseer sensibilidad indígena -el modelo es el Inca Garcilaso- y plasmar un español quechuizado, aimarizado, multiglósico, conforme el modelo de Guaman Poma de Ayala (ver re­cuadro).

DIEZ RETABLOS
Cuando en 1955 el boliviano Diez de Medina leyó "El pez de oro", constaba de nueve partes, retablos o fábulas. Manuel Pantigoso relaciona el 9 con los meses de gestación, pero también alude a un modelo historiográfico:
"Los nueve libros de la Historia" de Herodoto, con la apropiación andina efectuada por el Inca Garcilaso al dividir en nueve libros sus “Comentarios Reales de los Incas”.
En el caso de Churata, "El pez de oro" dialoga con la Biblia y los pensadores de pretensión poética, como Nietzsche; con las crónicas, sobre todo, la multiforme de Guaman Poma.
Se diría que el apellido Diez del crítico boliviano estimuló a Churata a agregar undécimo retablo, más el prefacio de la Homilía.
Agudamente interpreta Manuel Pantigoso: "El proceso simbólico de los nueve meses de gestación para llegar al alumbramiento en el décimo".
Es un alumbramiento a modo de una voluta en una revolución (un volver al origen, cual la espiral de las órbitas planetarias) que devuelve la Edad de Oro; por eso, el décimo retablo se denomina igual que el primero y que el libro en conjunto: "El Pez de Oro”.


SIMBOLO NUMÉRICO
Profundicemos en el simbolismo del 10. Tenemos el simbolismo pitágorico del 10 como tetractys (la suma de los cuatro primeros números: 1+2+3+4=10). Lo usa Dante en su "Comedia" (llamada comúnmente "La divina comedia"): una antesala más 9 círculos en el infierno; 9 peldaños más la cúspide, con el Edén en el Purgatorio; y 9 cielos más la inmensidad de Dios, en el paraíso; es decir, Dante tam­bién mantiene el simbolismo del 9 y le añade el del 10.Otro tanto acaece en Churata. Dante se adjudicó un rol pro­fético (anuncia el Veltro o Le­brel, etc.) y confiere una tex­tura sacra (aprendida de los sentidos de la Biblia: literal, alegórica, anagógica y mo­ral) a su poema, al que pone un título con reminiscencias teatrales. Lo mismo ocurre con el subtítulo "Retablos" de "El pez de oro".
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* Miembro de la academia Peruana de la Lengua

Tres propuestas de escritura


Acogiendo las tres posibilidades de escritura que señala Churata, mi opinión es que Vallejo es la expresión máxima de un autor con sensibilidad indígena que consigue enseñorearse de todos los recursos del español, a los que revoluciona en su potencial expresivo como nadie h izo en el siglo XX. A la par, asimila genialmente el contexto histórico-cultural de su época a escala mundial, sin renunciar a sus raíces, a su "Perú del mundo, Perú al pie del orbe". Churata y Arguedas, por su parte, sobresalen como las cumbres literarias del modelo guamanpomanesco: Churata en la escritura desatada de una enciclopedia o biblia andina, y Arguedas en los campos de la novela y el cuento. La tercera opción -modelo "Ollanay” –carece de realizaciones plenamente desarrolladas, aunque palpita ya en el cuento "El sueño del pongo" y en los escasos poemas en quechua de Arguedas.


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domingo, 18 de diciembre de 2011

Mario Vargas Llosa sobre dos puneños: Martín Chambi y Oquendo de Amat


Fotos: Chambi y Oquendo de Amat.


Escribe: Jesús Mojo López | LOS ANDES 11 dic 2011

El premio nobel peruano; alabado y endiosado por algunos y, despreciado y repugnado por algunos que no comparten su visión liberal y conservadora de la política, además de ellos su visión hedonista y derrotera de la vida y sus sucesos que amasa en su literatura pagana y laica; hace años se había propuesto escribir sobre dos puneños extraordinarios, implantando su visión sobre estos personajes de trascendencia. Pero a pesar de que nadie duda de la impresionante genialidad de Vargas Llosa, este implanto una visión matizada de desprecio y colocando sobre ellos un epitafio final sobre los que intenta poner punto final a la opinión sobre ellos y subjetivamente, sin decirlo, trata de hacer creer al lector que él (egocentrismo) es mucho más frente a ellos.

Pero la literatura y la política han sido mundos distanciados entre sí, aunque la primera ha tratado de amasar las formas ideales de política, pero Vargas Llosa no lo entiende así, sino mas bien implanta una visión universal de que lo todo puede caber en un minúsculo artículo o un comentario nada macerado, por ello en esos pequeños escritos resalta la angustia por borrar de la memoria a estos dos personajes, comentando sobre ellos de una manera fatalista, desde esa otra perspectiva en que lo provinciano no sobresale generalmente. Vargas Llosa aunque lo niegue un millón de veces tendrá siempre ese carácter racista contra todo lo provinciano nacido en ese otro Perú en el que la realidad se vive, se siente de otro modo, quizá mas profunda y mas enraizada.

Vargas Llosa tiene un carácter particular sesgado de ver y analizar la realidad, siempre afincado desde su endiosada tribuna literaria, pero creemos que se siente y se piensa mejor la realidad desde la condición ensimismada de la realidad y no conociendo la realidad solo por fotos o revistas, en tal sentido vamos a descifrar las palabras para con dos puneños extraordinarios.

Martin Chambi y Carlos Oquendo de Amat, el primero pintor y el segundo literato vanguardista, pero más realista que soñador, son dos puneños que trascendieron mas allá de las fronteras de este altiplano que es un submundo de la cultura, pero que a pesar de la época y sus circunstancias supieron con gran destreza superar esa realidad hosca, atascada y cerrada a los conocimientos.

Martin Chambi fue mucho mas que un fotógrafo, fue un innovador de ella, a pesar de que la fotografía era por entonces todavía casi desconocida entre los pobladores andinos de entonces, él supo introducirse con astucia en ese universo, colgando en brazos su camarita que retrataría ese otro verdadero rostro del Perú , de modo que gravo para siempre una infinidad de momentos que quedaron estáticas para toda una eternidad, como muestra de que existió ese Perú frustrado y aislado, pero mas que fotografías fueron el pleno retrato del Perú de entonces que pasaba al olvido, había en él un inmenso amor por lo peruano.

Vargas Llosa en su libro “Diccionario del Amante de América Latina” dice acerca de Martin Chambi: «Maestro de la fotografía. Martín Chambi realizo su obra monumental (unos treinta mil negativos) en una provincia de la sierra peruana, supliendo con su esfuerzo, su imaginación y su destreza –con su genio- las limitaciones que ello significaba. Fue pionero con cuya obra el arte de la fotografía de su país adquirió ciudadanía internacional. Nacido en 1891, en una aldea (Coaza) del altiplano puneño, en el seno de una familia campesina, un azar feliz lo llevo a trabajar, cuando era aun niño, a una mina en las alturas de Carabaya, donde sin duda vio por primera vez (en manos de un empleado de la empresa) una cámara fotográfica. (…) pero su carrera comenzaría a todo fuego en el Cuzco, donde se instalo a comienzos de 1920 (…) Sin duda, en sus imágenes Martin Chambi desnudo la complejidad social de los andes (…) cabe decir que en esos treinta años y pico de labor no dejó rincón del universo cuzqueño sin apropiárselo e inmortalizarlo» Luego de esta descripción bella y maratónica sobre Martin Chambi, pone un punto final a las consideraciones y rubrica un triste y enterrador epitafio final de la manera mas inusitada, tratando de reservarse un lugar para sí mismo; y continua: «Madrasta de sus hijos, escribió del Perú el Inca Garcilaso. Con Martin Chambi, uno de los más grandes artistas nacidas en su suelo, lo ha sido. Una madrasta ingrata, olvidadiza, al extremo de que pocos de sus compatriotas sabes quien fue y por qué se lo debe recordar y admirar» Y con la sonrisa a flor de labio se ríe del destino nada glorioso de Martín Chambi, dedicándole palabras de entierro y solo un apenas grave consuelo. Pero mas que ello escribe desde la perspectiva de un extranjero mas no peruano, ¿de su país? ¿pocos de sus compatriotas? No se le entiende bien a Vargas Llosa, de manera subjetiva uno puede pensar que Vargas Llosa niega su nacionalidad, o es que el Nobel Vargas Llosa piensa que Puno es otro país aislado y ajeno al Perú.

En el mismo libro Vargas Llosa comenta de manera despectiva acerca de Oquendo de Amat: «Hace aproximadamente treinta años, un joven que había leído con fervor los primeros escritos de Breton, moría en las sierras de Castilla, en un hospital de caridad, enloquecido de furor. Dejaba en el mundo una camisa colorada y cinco metros de poemas de una delicadeza visionaria singular. Tenía un nombre sonoro y cortesano, de virrey, pero su vida había sido tenazmente oscura, tercamente infeliz. En Lima fue un provinciano hambriento y soñador que vivía en el barrio del Mercado, en una cueva sin luz, y cuando viajaba a Europa, en Centroamérica, nadie sabe por qué, había sido desembarcado, encarcelado, torturado, convertido en una ruina febril. Luego de muerto, su infortunio pertinaz, en lugar de cesar, alcanzaría una apoteosis: los cañones de la guerra civil española borraron su tumba de la tierra, y, en todos estos años, el tiempo ha ido borrando su recuerdo en la memoria de las gentes que tuvieron la suerte de conocerlo y de leerlo. No me extrañaría que las alimañas hayan dado cuenta de los ejemplares de su único libro, enterrado en bibliotecas que nadie visita, y que sus poemas, que ya nadie lee, termine muy pronto trasmutados en “humo, en viento, en nada”, como la insolente camisa colorada que compro para morir» Una vez mas Vargas Llosa se ríe del fatal destino de Oquendo de Amat, qué alegría suena en las palabras del Nobel peruano, ya que Oquendo fue probablemente el mas grande poeta peruano del siglo XX, quizá su gloria hubiera crecido mas que del suyo propio o del universal poeta peruano Cesar Vallejo. Además de ello cree que la gloria de Oquendo de Amat se borrara con el tiempo y eso le pone loco de alegría ya que con menos obstáculos, algún día quiere ser recordado como el más grande literato peruano, cosa que probablemente lo esta logrando después de la carnicería y constante brutalidad expresiva contra otros literatos como José María Arguedas.

Que ansia y que obsesión por saber el día en que nadie lea y nadie recuerde a Oquendo de Amat y vaticina que el único libro de Amat algún día será solamente polvo o nada.

Por tanto, no solamente en la política o en la guerra existe la estrategia del desacreditar al enemigo sino también en la literatura, en el que se minimiza y ridiculiza la obra de algún otro que sobresale, y Vargas Llosa lo sabe a la perfección.

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La lógica híbrida de la poética del caos de Gamaliel Churata


Escribe: José Luis Velásquez Garambel en LOS ANDES 11 dic 2011

Agradezco la invitación a este encuentro de maestros de la Especialidad de Comunicación en Azángaro, así como la posibilidad de leer esta conferencia sobre Gamaliel Churata, que hace poco fue leída en un congreso de Literatura en la UNAP. Churata es uno de los autores que me trae mucho conflicto intelectual y que me obliga a desarrollar constantes lecturas sobre heterogeneidad, interculturalidad, colonialidad, postcolonialidad y postestructuralismo, acaso desde Antonio Cornejo Polar, Enrique Ballón Aguirre hasta Ángel Rama, Néstor García Canclini y a quienes viene trabajando en la actualidad sobre estos complejos tópicos, trataré luego de explicarlo como me lo han sugerido el Dr. Omar Aramayo y mi amigo el Dr. Walter Paz Quispe. Quizá uno de nuestros problemas sean los términos que solemos emplear para construir nuestras realidades y también construirnos a nosotros mismos, trataré en lo posible de desnudar mi lenguaje, aunque las metáforas de su médula correspondan a un híbrido que durante tantos años ha recreado a mi imaginario a veces tan caótico. Sin embargo las ciencias que estudian al lenguaje vienen cambiando vertiginosamente y eso nos obliga a mantenernos en constante vigilia léxica sin someternos a las hegemonías del canon literario externo.

I

No se puede negar hoy, que existe una subordinación estética en las diversas poéticas que se vienen desarrollando en nuestro país, de entre las que no por casualidad se note una estética hegemónica y varias subordinadas. De tal modo que pareciera que el peso de un molde haya irrumpido sobre los imaginarios de la gran variedad de creadores que el Perú acoge. No ocurre lo mismo en los espacios populares, en los que aún, luego de recepcionar violentamente los embates de los mecanismos de dominación siguen desarrollando expresiones con rica variedad. En tal sentido, son los creadores quienes son los más susceptibles de recibir los influjos dominantes o serían “quizá” presas de la violencia simbólica que hegemonizan los grupos de poder, que crean y recrean a la vez imaginarios dominantes y terminan imponiendo un canon externo, desapareciendo al canon del conflicto, la misma que predomina en sectores heterogéneos como en nuestras culturas.

Todo viene con esa terrible carga llamada pluralidad de culturas (o estado multicultural), que intenta, sin éxito, crear una nación sólida espiritualmente y heterogénea al mismo tiempo. Para el caso de la literatura, se puede resumir en una postura ideológica que se expresa en estéticas expuestas tanto por Vargas Llosa y José María Arguedas, cuyas obras han servido para alimentar propuestas que de algún modo retraten la complejidad del Perú, aunque ese no sea el rol social de la literatura, ya que bajo este criterio se considera que las Ciencias Sociales no han bastado para hacerlo y por lo mismo, se tiene la imperiosa necesidad de recurrir a la Literatura (un referente que marca el desarrollo y la evolución de los imaginarios no tan convencionales). En ese panorama la obra de Gamaliel Churata se halla adscrita al Canon del conflicto y por ello mismo ha permanecido subvalorada, incomprendida y hasta desdeñada.

II

El Pez de Oro, la obra clave de Churata, aparece en 1957 (aunque su autor manifiesta un intento fallido de publicación en la década del 30); los ríos profundos, la novela más conflictiva de Arguedas data de 1958. Ambos mueren en 1969, el primero olvidado y el segundo de un disparo en la cien y tras algunos días de agonía. Arguedas fallece después de haber publicado muchas obras posteriores a los Ríos Profundos; Churata deja varios inéditos y textos dispersos que lo configuran en un escritor con alegorías a ese mito de Pandora y no deja de ser aún después de su muerte en un escritor promesa.

A la actualidad, la obra de Churata ha logrado adeptos desde diversas latitudes como es el caso de Riccardo Badini (Italia), Marco Thomas Boshard, Max Mier (Alemania), Elena Usandizaga (Barcelona), Arturo Vilchis (México), Luis Veres (España). Quienes se han sumado a los connacionales Omar Aramayo, José Luis Ayala, Antonio Cornejo Polar, Miguel Ángel Huamán, Manuel Pantigozo, Guissela Gonzales, Mauro Mamani, Dorian Espezúa, entre otros.

De tal modo que la obra churatiana recién empieza a ser estudiada en varias de sus complejidades, las mismas que no pueden ser comparadas con las que muestran las obras de Arguedas, ello sería iluso, ya que la obra de Churata “contiene” una recreación de su propia mitología, la que se ha basado en una revisión e interpretación de toda la cosmogonía andina, en la búsqueda de una construcción de realidades híbridas expuestas en su mímesis lingüística, en su recurrencia a la filosofía universal, a la problematización de lo heterogéneo (en el imaginario mitológico) y todo para crear una estética del conflicto, con varias racionalidades y lógicas cada vez más alternas que desequilibran los campos semánticos y quiebran las posibles realidades construidas por el lenguaje y los tropos epistemológicos occidentales, creando y recreando sucesivamente referentes mitológicos de su entera propiedad, los mismos que son basados en un acto de protesta hermeneútica como lo había señalado Michael Foucault, “silúrico” como el mismo Churata lo menciona. Por lo que con todos los riesgos, el universo churatiano es mucho “más” complejo que el arguediano.

III

En “Resurrección de los muertos” Churata crea un escenario, un anfiteatro zoomórfico, simbólicamente “deidico” y con una escritura ideológica expresa, no oculta en ningún símbolo como lo hace en el “Pez de Oro” en donde Churata se refiere a Colón mencionando lo siguiente: “…si las aguas de la “mar océana” están en la tierra, en la tierra habitan, y la tierra en el cielo, decirle que vino de éste, revela sólo que los antropófagos de Kanidia eran cuando menos más reflexivos y observadores que el almirante ¡y este sublime iluso nos descubrió! Aunque la traposa verdad esté de su parte, la verdad no está de parte de Colón, si de los Kanidios (…) Allí, en las piedras nefitas, se dijo que un tal Cristóforo, o cosa así como Sejhesua en lengua hermética – sería descubierto al mundo, al mundo a causa de tal prodigio; que no es poco que un mundo saliese por un hombre. Se ve que el descubierto no puede ser el descubridor (…) y Martín Alonso, “pidiéndole albricias”, gritara al Almirante que “vido” tierra”. Y tierra no era: era EL PEZ DE ORO.

Obviamente Sejhesua se refiere a ladrón de lo que produce la tierra, que es también símbolo y no solo riqueza material, sino cultura. Tiene razón Bosshard al manifestar que: “el lenguaje es la casa de nuestro ser” y también Cassirer cuando alude “somos lo que es nuestro lenguaje” o el mismo Witgenstein “el límite de nuestro conocimiento es el límite de nuestro lenguaje” y Churata hibridiza al lenguaje acaso con la intención de quebrar la lógica y la reflexión europea y al igual que esa aseveración, lo real, es que todo poblador andino posee genéticamente una clara noción de lo que es su “ser” y de lo que representa su lenguaje, que también es pacha en todas sus dimensiones (ya que el lenguaje servirá para construir cosmos- mundo y tiempo y se regenerará en sus propios límites); pero, el pensamiento de Churata representa un mito que encierra “al mismo tiempo” a varios mitos, en donde el tiempo será inexistente en lo real (será por decirlo mera construcción del lenguaje) y es que por ello, la muerte no puede alcanzar a ese tiempo, porque solo es concepto y no vida.

Por eso quizá para Churata “la muerte no existe”, es decir como todo lo que existe en nuestros universos conceptuales y que a diferencia de Kant postulara que no es el hombre quien posee las cualidades únicas de aprehender; entonces lo que existe, existe independientemente del hombre y es la naturaleza la que aprehende al hombre y eso en esta racionalidad no es posible (de ese modo los elementos del conocimiento: sujeto y objeto no se encuentran conceptuados bajo un mismo sistema racional; sino que más bien obedecen a una estructura distinta, obedecen a la estructura de la racionalidad andina). Por ello estos presupuestos rompen todo marco de racionalidad occidental, y logran crear un resquebrajamiento en los arquetipos usuales de comprensión y de apreciación interpretativa del mundo indígena.

IV

Ante ello se plantea como tesis, que casi todas las alteraciones que se producen en el discurso de las vanguardias americanas en comparación con el de las europeas se deben a esos mundos indígenas incomprendidos e inaceptados. Por eso, en el caso de muchos vanguardistas americanos, nos encontramos ante una escritura con bastantes aspectos antropológicos, mitológicos y filosóficos que a menudo intentan validar imágenes de los indígenas (u originarios), abordando su condición disminuida de hombre; pero negándoles otras formas de racionalidad, de estética y hasta de reflexión, quitándole validez al simple paradigma/programa de la “deshumanización” porque los indígenas no son humanos, presupuesto que fue moneda corriente en la crítica cultural para caracterizar a las vanguardias. En ese sentido Churata desarrolla un debate con toda la tradición de la razón occidental y “re – funda” una crítica cultural con presupuestos de la génesis americana, a través del Siluro, el Puma, del Pez de Oro y de cada uno de los elementos simbólicos que recrea en su debate con occidente.

Y habrá de referirse a la concepción de Churata del modo siguiente: “En el párrafo -La caverna-, del largo prefacio Homilía del Khori- Challwa, Churata invoca la parábola platónica de la caverna; para él, la caverna —o chinkhana en quechua— es conceptualizada como pars pro toto de Pachamama; es decir, como metáfora del útero en su función de instancia que genera la vida. Por eso, Churata polemiza: Entones la caverna del infinito no será el universo, ni el tiempo, ni la nada: será la vida. ¿Entiendes, Platón? Sólo se puede ser en mónada.

La propuesta platónica, que consiste en superar los fantasmas de la caverna a través de la filosofía para luego llegar al mundo de las ideas verdaderas, no es compartida por Churata que predica todo lo contrario: Vivir en caverna, en la caverna y para la caverna, con el infracturable destino de la unidad vital, que no es más que el gozo de la fertilidad. Y como no se puede estar vivo y muerto, ni estar en dos naturalezas, ni objetiva y simultáneamente, estar en dos sitios, hay que estar en tensión láctea, que el punto de la tensión es el punto de la caverna.

Esto no será expuesto sólo en Homilía del Corí-Challwa, sino también con lo denominado como Pachamama: “estais de acuerdo ya que en que INTI descubrió el alma del descubridor? Banake en sus manos fue la constelació del oro, pero como Banaque estaba ene. Horizonte, el marino no llegó a atrapar a Banake, pero el horizonte le atrapó a él.

Desde un perplejo presentimiento admitía cada vez más la certidumbre de que el mundo por el cual saliera sobre la mar viscosa, se hundía en su sensorio; y en cambio se internaba en espacio poblado de larvas y rumores, espectral, espeluncal.

¿Quién el dueño de esa cueva que abarca el universo? La cruz palpitaba en el zodíaco,, y Alfa era un parpadeo del estupor. Pero, trescientos mil kilómetros astronómicos hacen un ¡tic! Suizo, en un ¡titac! Mosaico comprendió el descubridor que le asarían a la parrilla, si la pachamama, viniendo de millones de latidos, no le acorría. Y como el sentimiento de hake ni la ahayu de la pachamama admiten los paralelajes (…)!

Continúa más abajo: “Adelante con la Pachamama que está y no está en todos los sistemas del universo; y que si algo es necesario puntualizar es que está, y es la misma en el espacio finito y en el infinito (refiriéndose a otros seres manifiesta: ignoramos lo que de ella piensen los habitantes de otros planetas, pero sí estamos seguros que la dicen: ¡Mama! Y si los del nuestro lo saben aún, día les llegará de confesar que la pachamama es la madre del universo, no por sus cachorros, sino por ser madre en tiempo y en espacio, que espacio es y sólo ella secreta tiempo”.

De ese modo, Churata se adelanta al tiempo en el que los paradigmas dejan de ser aceptados por convención y surge una revolución en la concepción de los elementos del conocimiento, por ello plantea del modo no intuitivo sino racional (la razón de la práctica, o la “lógica de la práctica”, la razón intuitiva o “la lógica de la intuición” expuesta por Pierre Bourdieu) que los objetos pueden también captar las propiedades del quien las toca y aquello que eternamente era piedra será ya no una piedra vacía sino que poseerá un ahayu, es decir un espíritu.

V

En tal sentido, no conviene especular que el Pez de Oro se constituya en “la biblia del indigenismo” como muchos creen; por el contrario, es un libro orgánico que decanta los mecanismos a través los que se busca debatir y rechazar muchas de las concepciones hegemónicas y colonizantes de occidente, empleando lógicas híbridas para construir referentes mitológicos propios y genealogías particulares de racionalidad a través del lenguaje.

(*) Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional San Agustín, profesor de la Universidad Nacional del Altiplano, en la Facultad de Ciencias de la Educación.

Referencias Bibliográficas Básicas.

PERALTA, Arturo. (Bajo el Pseudónimo de Gamaliel Churata):
EL PEZ DE ORO, Editorial CANATA – la Paz – Cochabamba – 1957.
_______________, 2º festival del libro puneño, en dos tomos – Puno – 1987.
_______________, AFA EDITORES – Lima – 2011. (al cuidado de José Luis Ayala)
_______________, GREDOS – Barcelona – 2011. (al cuidado de Elena Usandizaga)
RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS, ANR – Lima - 2010 (Al cuidado de Riccardo Badini).
ANTOLOGÍA Y VALORACIÓN, Instituto de cultura puneña, Lima – 1971.
ARTÍCULOS PUBLICADOS EN BOLIVIA, publicados por Gissela Gonzales bajo el título de EL DOLOR AMERICANO, pedagógico de San Marcos – 2010.
CONFERENCIAS, publicadas por José Luis Ayala y Riccardo Badini, En Edit. San Marcos – 2006.

Sobre Gamaliel Churata:

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VILCHIS CEDILLO, Arturo. ARTURO PABLO PERALTA MIRANDA. TRAVESÍA DE UN ITINERANTE. América Nuestra – México – 2008.
PANTIGOZO, Manuel. EL ULTRAORBICISMO EN EL PENSAMIENTO DE GAMALIEL CHURATA.
VICH, Cynthia. INDIGENISMO DE VANGUARDIA EN EL PERÚ (un estudio sobre el boletín titikaka) Pontificia Universidad Católica del Perú – 2000.
ZEVALLOS AGUILAR, Ulises Juan. INDIGENISMO Y NACIÓN. BCRP – 2002
CALLER, Sergio. ROSTROS Y RASTROS (un caminante cusqueño en el siglo xx). Fondo Editorial del Congreso del Perú – 2006.
AGUILUZ IBARGUEN, Maya. ENCRUCIJADAS ESTÉTICO – POLÍTICAS EN EL ESPACIO ANDINO. Universidad Nacional Autónoma de México – 2009.
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