miércoles, 2 de octubre de 2024
EL SIKU O ZAMPOÑA INSTRUMENTO MUSICAL DEL ALTIPLANO PERVIVIE A TRAVES DEL TIEMPO
Los sikumorenos y el sikuri
BAJADA
del ARCO
Escribe José
Domingo Calisaya Mamani*
Tomado de la revista BRISAS, septiembre 2024
E |
n Juli, una melodía, “Bajada del arco”, inspiración
del maestro Carmelo Valeriano, se ha convertido en un himno de esa ciudad, que
ha trascendido nuestro país y se escucha en muchos países del mundo.
El sikumoreno (tradición mestiza) constituye una
variante del siku tradicional (tradición aimara y quechua), el cual fue
adoptado dentro del proceso de mestizaje cultural, justamente por su carácter
alegre y festivo. En su devenir, tuvo que superar una serie de cambios e
inclusiones, para configurarse en lo que ahora realmente es: una expresión
urbano/mestiza del siku altiplánico.
Como en ninguna zona de la región Puno, cada piedra que constituyen los monstruosos monumentos arquitectónicos en Juli, hoy nos brindan la información palpitante del pasado glorioso de la tierra de Lundani; está comprobado que el aimara tuvo un diálogo cercano con las piedras, y ellas de dejaron domar, labrar y pulir, haciendo del aborigen un artista innato para construir sus bellos templos y edificar los arcos de la ciudad de Juli.
ARCOPATA
“Arcopata" que quiere decir el "arco de arriba", este enigmático lugar en pleno siglo XX fue el punto de inspiración y creación de melodías musicales de los sikuris de Juli, de cuyo repertorio queda para las futuras generaciones la composición: "Bajada del Arco", perteneciente al Maestro Carmelo Valeriano, melodía que desde aquel entonces hasta la actualidad se interpreta en la fiesta de albas y misa central de la festividad de la virgen de la Inmaculada Concepción cada 8 de diciembre.
El hermoso panorama de Juli nos muestra en la parte sur de su geografía dos inmensos “apus” que protegen a la ciudad: San Bartolomé y el Q'ara Kollo, en medio de este paisaje aparece un arco solitario que fue construido a fines del siglo XVI con piedra labrada y unida con cal, en su cornisa se observa el tallado en alto relieve un escudo de la Compañía de Jesús, y encima de la misma hay cuatro espigas de piedra; su ubicación es estratégica, porque fue el paso y descanso obligado de los viajeros; por tanto, sus piedras estaban nutridas de siglos de historia que relatan la prosperidad histórica de Juli.
Alcides Catacora |
SIKUMORENOS DE JULI
La música de los Phusamorenos se extendió en toda la
región Puno, con mayor énfasis en la zona sur aimara (Pomata, Juli, Desaguadero
y Yunguyo). En Juli, específicamente floreció en los pueblos de Santa Rosa,
Pisacoma (muestra de ello, la composición del Maestro Julián Palacios Ríos:
“Sikuri Santa Rosa de Juli"). Entre los conjuntos más emblemáticos del
antaño se tienen:
- Conjunto "Alberos 8 de Diciembre" (1932)
- Conjunto "Sikuris de Arcopata" del
barrio Arcopata.
- “Roma Americana de Juli” del barrio San Pedro
- "Los Choclos" (Catacorinos) grupo de
sikuris del Colegio Nacional Telesforo Catacora. Años más tarde se consolida
en el barrio Chinchaya.
- Conjunto “Misti Sikus" integrado por
autoridades y funcionarios de Juli, presidido por el Dr. Víctor Pérez (Juez de
Paz), los miembros provenían de las familias: Bustinza, Espezúa, Velasco,
Chuquimia, etc.
- "Zampoñas de Cruz Pata", dirigidos por:
Familia Velasco, Sr. Eduardo Paco.
- "Juventud Juli" (barrio Centenario)
conjunto conformado en su mayoría por la familia Onofre.
Impacto especial causan los sikuris al interpretar
sus huayños, porque mantienen la tradición musical en las principales fiestas
de la zona sur puneño, cuando se develan las composiciones musicales de los
maestros compositores innatos: Carmelo Valeriano, Rómulo Meza, Lorenzo
Villagra, César Onofre, José Romero Manrique, Daniel Velasco, Mariano Arce,
Juan José Jiménez, Daniel Arteta, René Villagra, entre otros, quienes le otorgan
la preponderancia musical a la fiesta de la virgen de Inmaculada Concepción
(Patrona de Juli); por otro lado, el encuentro de grupos de sikuris en la plaza
Bertonio, es signo de un interminable contrapunto musical, un duelo de exposición
del amplio repertorio musical que poseen. Estas veladas musicales al aire
libre, solo pueden darse en los sikuris. (Alberto Cuentas; Chucuito Álbum
gráfico e histórico. 1928).
Como en todos los conjuntos, la llamada del bombo
convocaba y reunía a los sikuris en "C’añu Parqui", a los Villegas de
"Thojjonkala" de los Khanahua, para ser parte de las principales
fiestas conmemorativas de Juli, principalmente para venerar a la sagrada
imagen de la Inmaculada Concepción y al niño Jesús de Huaylluni, para tocar con
devoción los "k'ochos”, melodías rituales religiosas y los tradicionales
huayños del siku.
Max Neira |
Bajada
del arco en el universo musical
Desde el corazón de Juli (Plaza Ludovico) con la
prolongación de la calle Lima, nos conduce hasta el “Arcopata", lugar
enigmático donde Carmelo Valeriano inspiró el tema "Bajada del Arco",
con el transcurrir del tiempo se convierte en la melodía más hermosa, salida
desde el fondo del corazón juleño, porque su encanto melódico la hizo
universal, convirtiéndose en la expresión popular más pura que engrandece el
arte de Juli (Romero Manrique, José M. “Roma de Indias: Historia, cultura y
tradición”, 2019).
Edgar Valcárcel Arze, recogiendo las melodías
oriundas del altiplano, compone su obra: "Coral y Sikuri”, compuesto por
encargo de la University of Northern Colorado (EUA), basado en el sikumoreno
"Bajada del Arco" de Juli; esta experiencia permite al maestro
Valcárcel usar diversos motivos de la temática del siku en sus composiciones.
(Virgilio Palacios: Catálogo de la música tradicional de Puno; 2007).
El Centro Musical Theodoro Valcárcel de Puno, en su
álbum: “Música de los Andes Peruanos” patenta el sikuri “Bajada del Arco” con
el título: SIKURI - Motivo Folklórico - Vol. 1 Música de Puno, en el sello de
Sono Radio S.A. LP 1964.
En agosto de 1977 en el Instituto Americano de Arte
- Puno, un viernes cultural, el Centro musical Juli presenta el disco de larga
duración, a cargo del Dr. Juan Castillo Espezúa, con comentarios de sus
huaynos: Huaquina y Juli; en esa ocasión el Dr. David Frisancho Pineda con una
conferencia sobre Bernardo de Bitti y su obra pictórica en Juli. (Revista N° 12
del Instituto Americano de Arte - Puno; 1978).
En junio de 1978, Juli celebraba el año del Sesquicentenario,
con ese motivo, el Centro Musical Juli presentaba una producción musical, bajo
la presidencia del Sr. Juan Manuel Romero Manrique y la dirección musical de
Vicente Eyzaguirre Berrios, repertorio en el cual contempla “Sicuri”, Captación
D.R.
Ese mismo año, la Alcaldesa la señora Denys Iturry
de Chuquimia, convocó al Concurso Público de la creación de la bandera, siendo
ganadores el Sr. Hugo López Flores y Prof. Gliserio Carrasco Espezúa; escudo
fue creado por un grupo de artistas y el himno de la ciudad, fueron ganadores:
- Música Augusto Masías Hinojosa y la Letra de
Manuel A. Quiroga.
Sikuris: Bajada del Arco en Puno
Según los registros periodísticos en la década del 50 del siglo pasado, un grupo de sikuris de Juli encabezados por Carmelo Valeriano se aprestaba saludar a la virgen de Cancharani en Puno, tal vez sea el primer grupo de sikuris que rendía pleitesía a la imagen aparecida; de este acontecimiento, la presencia de los sikuris se hizo tradicional en el “apu - Cancharani" (Sardón Espezúa, Víctor; Juli - Atractivo imán de su arte, su paisaje y sus costumbres, 2015). El presente año se cumple con el cuadragésimo quinto concurso de sikuris, la misma que se realiza el domingo más cercano a la fecha principal (15 de agosto), donde las cautivadoras notas de lo sikus y bombos, acompañados del cadencioso danzar de las damas ataviadas de su indumentaria autóctona, lográndose la participación de grupos de sikuris a nivel regional (José Calisaya; Sikus y Sikuris del Titiqaqa - Apuntes etnomusicológicos, 2013).
Sikumorenos de hoy y de ayer |
“Bajada del Arco”; la velada literario musical
patentó el nombre del sikuri emblemático que había calado hondo en el corazón;
la magnífica estudiantina que estreno el célebre huayno en la ciudad de Juli,
estuvo integrado por: Manuel Romero Manrique, José (Pepe) Romero Manrique,
Carlos García Zea, Ubaldo de la Riva, Dr. Pineda entre otros.
Se hicieron muchos ensayos de la letra que pudiera
llevar la melodía de “Bajada del Arco”, siendo los más resaltantes de: Ubaldo
Castillo Espezúa, José Romero Manrique, Nicolasa Vargas Sinticala, Vicente
Eyzaguirre Berrios, Mario Montes de Oca y Nicasio Zapana.
La
ciudad de Juli, seguirá desarrollando el género de música ancestral de los
inmemorables sikuris, llenos de sensibilidad, ingenio y admirable capacidad
compositiva que trasciende en el tiempo y espacio: “Bajada del Arco",
“Albas del 8 de diciembre” y “Santa Rosa de Juli". <:>
__________
*Músico de ESFAP-PUNO
Tomado de: Virgilio Palacios: CATALOGO DE LA MUSICA TRADICIONAL DE PUNO, Tomo I |
martes, 1 de octubre de 2024
PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LA REGION PUNO
POSIBLES ORIGENES DE
LOS LUPACAS. (PARTE II)
Escribe: Efraín Iturry Gandarillas
En la revista digital JULI ETERNO N° 68
Los lupaca, supieron mantenerse en una
posición favorable a pesar de su derrota, como un pueblo amigo de los incas,
obligados a pagar tributo; situación que favoreció para preservar gran parte de
su cultura, en especial su lengua y mucho de su organización política y
económica.
Algunos cambios que afectaron profundamente
la estructura del reino lupaca, con la influencia de los incas, fueron:
- Creación de centros administrativos como Hatuncolla
y Chucuito.
- La reagrupación de pobladores, los aymaras en el “urco” o partes altas o frías y a los “uros” los sacaron del “uma”, para instalarlos en grupos
grandes a poca distancia de los caminos.
- La introducción decimal, en el orden administrativo, en la mita y
diferentes formas de trabajo, en el ejército, etc.
- La división dual, en dos parcialidades; hanansaya, ayllus que
vivían en la parte de arriba y urinsaya los que vivirían en la parte baja.
- La parcialidad de Hanansaya, con sus caciques don Baltazar Paca
y Francisco Nina Chambilla, tenían a su cargo 13 ayllus, habitaban 1,432 indios
aymaras y 153 indios uros.
- La parcialidad de Urinsaya, con
sus caciques, don Felipe Chui y
Carlos Calisaya, con 8 ayllus, habitaban 1,849 indios aymaras, y 256
indios uros.
La parcialidad de Ayanca con sus caciques don Ambrosio Tira y Carlos Vicsa, habitaban
158 indios aymaras, y 100 mitimaes chinchaysuyos puestos por el Inca.
Las fuentes de información de los cronistas españoles, nos indican que ya antes
del siglo XV los lupaca estaban unificados bajo un líder llamado Cari.
Cieza de León, estuvo en esta región veinte
años antes que Garci Diez de San Miguel y nos relata la inmensa población, los
grandes
rebaños de alpacas y llamas, la alimentación
basada en cultivos andinos como la quinua, la papa; incluso uno de los
escasos rituales de la papa (Jata katu), nos refiere el tamaño del lago
Titicaca, las elaboradas técnicas funerarias y la grandeza de las ruinas de
Tiwanaco. En su segundo volumen, el histórico, se refiere frecuentemente a la
dinastía Cari de Chucuito “leales” al Inca con responsabilidades gubernamentales
más allá de su dominio étnico
tradicional” (Cieza 1550, tomo II, caps. XLI, XLIII, LII, IV).
Baltazar Ramírez en su obra Descripción del
Reino del Perú, nos dice “…la provincia de Chucuito tiene a siete pueblos muy
grandes que todos están en el camino real, que son: Chucuito cabeza de la
provincia, Acora, Ilave, Juli, Pomata, Zepita, Yunguyo, en las cuales tienen
17,000 indios tributarios”.
Chucuito, fue el centro principal de los lupaca de donde el cacique Cari y sus
descendientes gobernaron un vasto territorio. Fue el lugar donde Cari y el Inca
Viracocha sellaron lazos de amistad bebiendo chicha en un vaso de oro; desde entonces
Chucuito para los incas fue el pueblo más importante del Collao juntamente con
Hatuncolla, que sirvieron de base para la administración inca.
Los primeros españoles que pisaron el Collao
fueron los dominicos con los predicadores Andrés de Santo Domingo y Domingo de
Santa Cruz (1534); quienes se establecieron en Lundayani (JULI) donde
edificaron su primera capilla (a 2.5 Kms. de la actual ciudad); seguidamente
llegaron soldados de Pizarro, Pedro Martínez de Noguera y Diego de Agüero
(1535), luego los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro (1538), quienes regresan
al Cusco, ratifican y dan cuenta de lo rica que es la provincia. y sugieren
adjudicarla directamente al Rey.
Al retorno de los hermanos Pizarro al
Cusco, el Marques don Francisco Pizarro, vino personalmente a inspeccionar sus
dominios, impresionado y deseoso de complacer a Carlos V, determinó que la
provincia de Chucuito quedase reservada para el mismo Rey.
Establecida oficialmente la orden de los Dominicos
(1547), los evangelizadores comienzan a edificar templos en todos los pueblos
que conforman este reino; en JULI, el templo de Santa Barbara (1550-1553), en
una nueva ubicación cual mirador del inmenso lago sagrado, cercano al apu
K’aracollo.
Estos primeros evangelizadores en 1553
tenían también ya el convento de San Vicente en la ciudad de Chucuito (el hoy
distrito de Puno), pero en 1565 JULI, pasa a ser la capital de la nación Lupaca
y centro dominico principal al fundarse el convento de San Pedro, fecha
atribuida también a la fundación española de JULI.
En 1567, a 34 años de la presencia hispana, Garci Diez fue enviado para documentar
la población de tributarios capaces y calcular sus ingresos de pastoreo, de
agricultura y de otras actividades económicas para poder determinar su
capacidad para pagar los
tributos.
“El informe de Garci Diez, datos de valor social,
económico y político, nos detalla la diversidad de etnias asentadas en la
región, por ejemplo, nos habla de una población mayoritaria de aymaras
propiamente dichos, urus, puquinas, choquelas, entre otros.
(John V. Murra, “Apreciación etnológica de la visita”, Instituto de investigaciones Andinas, N.Y.).
Según Meiklejohn (1988): “Lo que Garci Diez
puso al descubierto sobre los dominicos en el curso de su visita era negativo.
En síntesis, no cumplían con su obligación de enseñar la doctrina a los Lupaca.
En lugar de esto explotaban y de este modo enriquecían a su Orden”. (p.53) “El
informe de Garci Diez, por descuidar su labor evangelizadora y dedicarse al
enriquecimiento, así como quejas sobre el desconocimiento a la autoridad de la
Audiencia, lograron que Toledo dispusiera la expulsión de los dominicos de
Chucuito en
1573. Fue el mismo virrey Toledo quien pidió que fueran los jesuitas quienes asumieran
la posta de la evangelización en Juli”. (Ximena Málaga Sabogal: Tesis de licenciatura
“Juli, la Roma de América: memoria, construcción y percepción del pasado
jesuita en un pueblo del altiplano” 2). APOGEO Y OCASO DE LA ROMA Y SANTA SEDE
DE LAS INDIAS.
Antes de que los jesuitas decidieran hacer su entrada en Juli, ya había una
presencia misional en la zona: los dominicos. La orden de Santo Domingo había
organizado la reducción de Juli, aunque su estadía fue muy breve desde 1565
hasta 1573, en que por diversas quejas en su contra decidieron devolver esta
misión a la corona. Fue el mismo virrey Toledo quien pidió que fueran los jesuitas
quienes asumieran la posta de la evangelización en Juli, la principal herencia
de este breve periodo dominico es: una capillita campesina en Lundayani y cuatro
hermosos templos: Santa Barbara (hoy destruida y usurpada por el ex alcalde
Zacarias Cárdenas), San Pedro, Nuestra señora de la Asunción y San Juan. (URTEAGA,
2008).
Aunque, aún no hay claridad en la
construcción de los templos, pertenecían al asentamiento previo de Lundayani;
según Vargas Ugarte (1941), al arribo de los jesuitas había solo dos templos
concluidos, Santa Barbara y al que los dominicos llamaron Santo Tomas y que fue
rebautizado como San Pedro y San Pablo, y dos otros templos en avanzadas fases
de construcción (San Juan
y Nuestra Señora de la Asunción).
Luego de la expulsión de los dominicos en
1573, vienen años de
desorganización eclesiástica, mientras en Lima se tomaban decisiones
sobre el futuro de Juli; se responsabilizan sacerdotes seculares.
LA COMPAÑÍA DE JESUS
Los primeros jesuitas llegados al Perú tomaron algunas misiones en los pueblos
de Huarochiri donde se entrenaron en el uso de las lenguas indígenas y las
formas de evangelizar a los indios. En Huarochiri, la política de las reducciones
era aún muy incipiente, lo
cual desencadenó su breve duración; tras apenas dos años estas doctrinas fueron
devueltas al arzobispado.
Después de Huarochiri, los jesuitas tomaron
la doctrina del Cercado de Lima, donde reunieron a los indios forasteros y
perfeccionaron su
sistema misional.
Tras sus primeras experiencias, los jesuitas buscaban un lugar para establecer
una reducción modelo y una escuela de evangelización. Es así que “durante la
primera Congregación provincial (celebrada en Lima del 16 al 27 de enero de
1576, y la segunda en el Cuzco del 8 al 16 de octubre del mismo año), se acordó
tomar la doctrina de Juli como punto de propósito para dedicarse al puro
ministerio de los indios. El 4 de
noviembre de 1576 se inició la misión de Juli, destinada a alcanzar no
solamente frutos notables de apostolado, sino también celebridad en la historia
de la iglesia hispanoamericana, en sí misma y en cuanto sirvió de precedente e
inspiración para las reducciones de Paraguay” (NIETO VELEZ, 1994; 134).
Según Vargas Ugarte (1963), las principales
razones por las cuales los
jesuitas eligieron Juli como su centro de evangelización fueron:
- La preexistencia de un centro poblado (que hacía más fácil la
agrupación de los indios).
- La presencia de dos lenguas más importantes: quechua y aimara.
- El buen clima y la cercanía de un lago navegable.
- La lejanía de Lima que otorgaba cierta independencia al proyecto
jesuita.
lunes, 30 de septiembre de 2024
DANZANTES POPULARES EN EL ALTIPLANO PERUANO
K U S I L L O
Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas
Publicado en la revista "BRISAS", septiembre 2024
E |
s común caracterizar de la sociedad peruana en su triple
índole pluricultural, multiétnica y multilingüe. Hay
quienes dan por establecido que en nuestra comunidad nacional a lo largo y
ancho del territorio de costa, sierra y selva coexisten “más de cincuenta
diversas sociedades que tienen idiomas, costumbres, culturas, aspiraciones
distintas y que poseen características propias, costumbres singulares
alimentadas por la misma sangre y por ideales comunes[1].
Max Castilo |
En
ese marco, estas líneas tienen como fin divulgar lo que se ha dicho y lo que
dice de la figura de un danzante con características peculiares, que pervive con
rasgos costumbristas en el extremo sur del territorio peruano y altiplánico: El
Kusillo.
En renombrado escritor ya desaparecido, J Alberto Cuentas
Zavala[2] dice que como derivación de la danza de los diablos o
“diablada” el aimara ha creado al Kusillo
como una segunda versión representativa del espíritu del mal, cuya diferencia
esencial que lo separa del diablo consiste en que prescinde del temor que
infunde el “supaya (diablo)”, y lo
reemplaza con alegría manifiesta mediante el Kusillo. Kusisiña, en aimara es alegrarse a través de los dichos y las
actitudes humorísticas. Illa es portador, luego, Kusillo es el portador
de la alegría a la casa, de alegría jocunda llena de algazara, dando saltos
acrobáticos, y haciendo restallar estrellas de su chicote.
El vocablo “Kusillo”
No se encuentra el significado en el Vocabulario de
Bertonio. En el Diccionario de Lucca, dice: "C'usillo. Bufón, cómico,
payaso, gracioso, chistoso”, advierte Ubaldo Castillo[3].
Se estima que en el mundo aimara el kusillo aparece después de 1612, puesto que
el vocabulario de Bertonio no lo ha registrado.
La gran mayoría de estudios del Kusillo convienen en
que el vocablo “Kusillo” es de origen aimara y que es fiel traducción de la voz
española “mono”.
José
Portugal Catacora menciona en su libro Danzas y Bailes del Altiplano que el hombre altiplánico
conoce al mono mediante un personaje itinerante: «era un adivinador de la
suerte o suertero que llevaba consigo una jaula con un monito, un organillo
pequeño y una caja con fichas que contenían la suerte de la gente», Luego, los
indígenas se habrían inspirado en este movedizo animal para crear la figura danzante
que nos ocupa.
MOSHO |
La palabra aymara K’usillo significa mono
para Juan Luis Ayala Loayza[4]. Kusillisiri (hacer
monadas, hacerse el gracioso) se aplica al zalamero y chistoso. El sacerdote
jesuita Diego González Holguín menciona que la palabra «Kusillo»
significa mono tanto en quechua como en aymara. El K’usillo danza como
payaso pero representa al mono, animal que repite los actos humanos con
ironía.
Teorizando sobre el origen de la figura danzante “Kusillo”, el Portal Vive Candelaria tiene
escrito[5]
que “el mono es el animal que imita lo que hace el hombre, es el animal que
posee la capacidad de repetir los actos humanos. El hombre aimara, por su
parte, ha cogido la habilidad imitativa del mono para expresar, con sentido
humorístico, los defectos del hombre mestizo o blanco al que él genéricamente
llama «misti», y para hacerlo tangible ha creado la danza de los Kusillos o
monos”
No podían faltar, como es natural y dialécticamente
necesario, las posiciones discrepantes.
Henry Flores Villasante dice que “es común
aceptar que el “Kusillo” representa a un mono, pero esto es incorrecto. El mono
pertenece a la fauna de la Amazonía y no es nativo de las zonas altas de más de
3,800 m.s.n.m., por lo que no puede representar a esta región. Las
características del “Kusillo” no son de un mono, aunque haga “monerías” o cosas
graciosas”, anota.
Felix Paniagua Loza ubica a nuestros danzantes en los
pueblos de la Ceja de Selva de las provincias de Sandia y Carabaya, y
representan el culto al demonio”[6]. Según esto, los aimaras
no habrían sido los creadores del danzante Kusillo, sino los “mistis” de pie de
monte, o a lo sumo los “chunchos” de esas latitudes.
Kusi=alegre, Kusisiña=alegrarse
La palabra “Kusi”, tanto en aimara como en
quechua significan alegría y estrictamente, estar feliz. Consecuentemente a quienes
hacen reir con dichos y actitudes corporales, en el habla popular se les dice “Kusillos”.
Personajes como el “Kusillo” hay en muchas localidades
del Perú profundo. Las funciones de brindar humor a la gente e incluso de
ejercitar ciento sentido de crítica social a los poderosos del lugar de que se
trate, son muy parecidas. En cada pueblo toman diferentes nombres: Maqt’a,
Sajjra, huatrila, pablucha, ukuko (Cusco Qoyulluriti), kismamachus (Huancavelica) etc.
El kusillo hace sátira de los actos de los españoles
y mestizos. Es el danzarín que expresa el alma del pueblo. Imita los actos
reñidos con la moral y las buenas costumbres que realizaba el invasor y el
mestizo, principalmente contra la mujer indígena. También ridiculiza a las autoridades
informales y personas influyentes.
El mismita y el T’ejjeta
Son tenidos como coactores del Kusillo, acompañan a
los kusillos cuando estos forman parte de algún conjunto coreográfico que pasa
por calles y plazas.
El mismita, estaba disfrazado con un vestido burdo,
confeccionado con gruesos y viejos cordones de lana torcida, cuya
característica, era exhibir el órgano genital masculino enormemente deformado y
largo en dimensión y colores, que utilizaba para desafiar ridículamente su
exhibición, como órgano de fecundidad. Por considerarse obsceno, pagano y
inmoral se prohibió en algunas localidades este personaje y disfraz. La
palabra "mismita"
dice Enrique Cuentas Ormachea[7], pertenece al idioma
aymara y literalmente significa "cuerda
o soga de lana tejida en forma floja".
El “T’ejjeta”
(que significa tejido y amarrado) es una versión en extremo burda del mismita.
Su vestimenta aita de hilos gruesos y parches que se entrecruzan sin orden
alguno. Solían servir de auxiliares o ayudantes de los Kusillos. En nuestro
tiempo han desaparecido.
Vestimenta
Siguiendo a Ubaldo Castillo, dos elementos destacan
en el atuendo del Kusillo. Un capuchón de tela que cubre la cabeza totalmente,
con cara generalmente negra u oscura, “nariz
grande turbada hacia arriba, cachos grandes y pegados a las orejas largas y
protegidas de objetos punzantes, alfileres o espinos de qhealla”; y, “una larga leva o abrigo españolizado con
cuatro aberturas, que cubre el cuerpo hasta la rodilla, con aplicaciones
diversas de material autóctono, confeccionado de jerga gris tejida en telares
andinos.” Como elementos complementarios están “la pechera de seda de color vistoso; un chicote largo terminado en
zoguilla, que al hacer girar con fuerza y retener violentamente, produce un
sonoro chasquido. Como adorno portan un khirkincho (charango) un k'usillito o un K’amaqe o zorro disecado”.
Flores Villasante describe la indumentaria asi: La máscara de lana
que utiliza en la cabeza, por su forma y características, no tiene antecedentes
europeos; es andina y no se asemeja a un mono debido a sus “orejas de llama”,
“nariz larga y delgada” y adornos en la cabeza a manera de “cachos”. La ropa
que usa es un “frac” o “Spencer” de origen inglés, utilizado por la nobleza o
aristocracia. En algunas danzas, lleva un látigo y en otras un charango.
Además, suele hablar en “falsetto” para ocultar su identidad. En su
representación, el “Kusillo” tiene un aspecto “diabólico”, pero no del diablo
malo, sino del pícaro, alegre y revoltoso, siendo crítico o imitador de las
costumbres libidinosas de los humanos”.
Práctica y ocasiones
en que aparecen los Kusillos
La danza no requiere de previa organización y
homogenización antelada. Son jóvenes disfrazados que se lanzan a bailar
acompañando a otras comparsas. Se especula que ha podido ser una danza de masas
compuestas de jóvenes que se acomodan a alguna música especial. En la
actualidad son figuras de los conjuntos de sikuris
y de choqelas. En este último caso fungen
de ayudantes en el chaqo de la vicuña. Los Kusillos danzan solos o en grupos,
en forma desordenada y a veces descontrolada, lanzando chillidos, en su
fonación aflautada fingida invaden todos los rincones, convirtiendo estos
espacios en un amplio escenario de sus diabluras y actos picarescos, causando
la hilaridad de viejos y jóvenes. Cada danzarín se esmera en realizar
contorciones y acrobacias para demostrar su agilidad y viveza de hombre aimara.
La danza de los k'usillos
no cuenta con música especial. Cualquier interpretación musical es aprovechada
para demostrar su destreza histriónica y mímica de sensibilidad espontánea y
creatividad, orientada a distraer al público que goza de las k’usilladas. A
veces se les puede ver danzando al compás de un kirkincho o chillador que ejecuta
algunos de los k’usillos.
Alfredo Fuster señala que Se aprecia a este personaje en la Orko Fiesta de Juli, del 14 al 16 de septiembre, durante la danza Chuspi Chuspi, que marca el inicio de la siembra de quinua. Este personaje también simboliza la fertilidad, con su nariz representando el falo masculino. Su aparición en carnavales está vinculada al Allu Pacha, el tiempo de fertilidad, según Eyzaguirre Morales.
[1]
Centro Peruano de Folklore: FOLKLORE PERUANO.
DANZA Y CANTO, Ed. Escuela de Arte Popular, Lima 1997, p. 28
[2]
En CUADERNOS DE LA CULTURA PUNEÑA Nº
2 Octubre 1998. Ed. Brisas del Titicaca. Articulo “El diablo en la coreografía
aimara”, p. 7
[3] Ubaldo Castillo Espezua, LA CULTURA
POPULAR DE JULI. Arequipa 1996
[4] Juan Luis Ayala Loayza: Diccionario
Español-Aymara, Aymara-Español, Ed. Mejia Baca, Lima 1988
[5] VIVE CANDELARIA, 9ENE2017
[6] Felix Paniagua Loza: GLOSAS DE DANZAS DEL
ALTIPLANO PERUANO. Separata del “BOLETIN DE LIMA” 1981
[7] Enrique Cuentas Ormachea:
PRESENCIA DE PUNO EN LA CULTURA POPULAR Ed. Nueva Facultad, Lima 1995 p.147
Juan de la Cruz Machicado |
viernes, 27 de septiembre de 2024
PROPUESTAS PARA EL BUEN VIVIR
HACIA UNA SEGURIDAD SOCIAL
PARA TODOS
Sinopsis[1]
Por
Jorge Rendón Vásquez[ii]
He
tratado del tema de la exposición que haré a continuación en mi libro Derecho
de la Seguridad Social3
y en mis clases del curso Derecho de Seguridad Social, creado en
esta Facultad a mi iniciativa, a comienzos de la década del setenta.
Además, he escrito varios artículos sobre este tema, destinados a crear conciencia sobre la necesidad de extender la Seguridad Social y superar sus insuficiencias y defectos.
A.–DEFINICIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL
La
Seguridad Social es un sistema de políticas, normas, técnicas y actos de
administración.
Su
finalidad es evitar los riesgos sociales o atenuar o reparar sus efectos.
Cabe
aquí decir que la Seguridad Social y el Derecho del Trabajo son las grandes
realizaciones de política social de los siglos XX y XXI, y un efecto del
progreso material debido a la primera y la segunda revolución industriales.
La
primera Revolución Industrial, que comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII,
se caracteriza por la introducción de las máquinas, sobre todo metálicas, para
la producción de bienes y servicios, y por la utilización del vapor de agua como
fuente de energía, creada por el calor producido por la madera de los bosques y
luego por el carbón mineral.
La
segunda Revolución Industrial está constituida por el descubrimiento y la
aplicación del petróleo y del gas como fuente de energía, lo que dio lugar a la
creación de automotores los que, a su vez, exigieron calles y carreteras
asfaltadas para facilitar la circulación, y estas fueron seguidas por la
construcción masiva de viviendas en edificios que se han extendido y
caracterizan la manera de ser de las ciudades ahora. Esas viviendas requirieron
mobiliario y enseres domésticos que impulsaron la producción de nuevos bienes.
La concentración de trabajadores para ocuparse de la producción, por efecto de esas dos revoluciones industriales, los llevó a unirse y a crear organizaciones sindicales y partidos políticos con la finalidad de mejorar su situación, aboliendo o atenuando la ilimitada explotación a que los sometían los empresarios. Se dieron así las primeras leyes sociales y entre estas las de seguros sociales, a fines del siglo XIX. Luego de la Segunda Guerra Mundial y como un efecto social de esta se establecieron definitivamente el Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, como reivindicaciones generales de los trabajadores en casi todo el mundo y conformando el aspecto social de la economía capitalista. Es lo que se denomina Estado Social de Derecho o también Estado de Bienestar.
B.– LOS RIESGOS SOCIALES
Son
hechos dañosos para los seres humanos que pueden afectar su salud o su
capacidad económica para atender las necesidades de su vida y la de sus familias.
Son
riesgos que afectan la salud la enfermedad y los accidentes, que pueden
ser comunes y de trabajo, y la vejez.
Para
evitar tales efectos y restablecer la salud la Seguridad Social organiza un
conjunto de medidas que se centran en la asistencia médica y de rehabilitación,
pero antes que eso suceda, debe dar curso a medidas de prevención para tratar
de impedir el acaecimiento de los riesgos.
A
la vejez no se la puede evitar, pero sí es posible impedir que la pérdida
de capacidad de trabajar prive a la persona de los recursos que obtenía con su
trabajo. Por eso se le paga pensiones de vejez y se le otorga prestaciones de
salud.
Séneca,
filósofo romano del primer siglo de nuestra era, decía que la vejez es una
enfermedad incurable.
Aunque
no lo es, el deterioro de los órganos del ser humano por el paso del tiempo hace
más frecuentes y graves las enfermedades y los accidentes. En realidad, la
mayor parte de la Seguridad Social está destinada a asistir a las personas en
la tercera y la cuarta edad: tercera edad, desde los 65 años hasta los 85; y
cuarta edad, desde los 85 en adelante, cuando, por lo general, la persona
requiere la asistencia de otras personas. Según las estadísticas, el 80% o más
de los recursos en prestaciones de salud se destinan a las personas mayores de
65 años, y los recursos con los cuales se paga las pensiones son casi
totalmente para estas personas.
El desempleo es también un riesgo social.
C.–
EL FINANCIAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Las
prestaciones de Seguridad Social deben ser financiadas. Es un axioma: sin
financiamiento no puede haber prestaciones.
El financiamiento puede tener tres fuentes: la persona y la familia; el aparato productivo; y el Tesoro Público.
La
persona y la familia.– Desde mucho antes que la Seguridad Social existiese, y
aún ahora, una parte del gasto o todo el gasto en prestaciones de salud de
numerosas personas ajenas al aparato productivo, profesionales y otros
trabajadores independientes y pequeños y medianos empresarios los pagan ellos
mismos con sus ahorros personales o se hace cargo de ellos su familia.
Ahora
mismo, ante la insuficiencia de la capacidad de atender del Seguro Social de Salud,
muchas personas tienen que pagar sus cuidados de salud, acudiendo a la medicina
privada o a los policlínicos de las municipalidades confiados a médicos o a
empresas particulares.
Asimismo, los ancianos que carecen de pensión son asumidos por sus familias, por lo general sus hijas e hijos.
El aparato productivo.– Desde la creación de los seguros sociales, en Alemania a fines del siglo XIX, su financiación ha recaído en el aparato productivo, bajo la forma de cotizaciones que deben pagar los trabajadores y sus empleadores, y una parte el Estado. Las cotizaciones de los trabajadores y sus empleadores equivalen a porcentajes determinados de las remuneraciones y se transfieren al precio de los bienes y servicios expendidos, y, por este procedimiento son, en realidad, pagados por los consumidores, los que, en su mayor parte, son los propios trabajadores. Si bien este financiamiento es el más importante, salvo en los países que privilegian el financiamiento por el Estado, se halla limitado por la resistencia de los trabajadores a admitir una elevación de las cotizaciones que reduciría sus remuneraciones y por la oposición de los empresarios porque aumentaría el precio de los bienes y servicios que producen, lo que afectaría su competitividad.
El
Tesoro Público.–
El Estado ha venido asumiendo, en ciertos países, una parte cada vez mayor del
financiamiento de las prestaciones de seguridad social, tanto de salud como de
vejez e incluso de desempleo. Lo ha hecho, primero para atender a las personas
que no intervienen en el aparato productivo; y, luego, para cubrir una parte
del gasto que las cotizaciones no alcanzan a financiar, debido sobre todo al
envejecimiento de la población.
Son
los casos de Estados Unidos, de los 27 países de la Unión Europea y de otros.
Debido a estos egresos y otros, como las burocracias excesivas y los gastos
militares, que tienden a crecer, los presupuestos del Estado arrojan décifits
permanentes que se cubren con empréstitos, es decir con dinero que viene de los
empresarios y ahorristas particulares o de otros Estados. Las deudas públicas
de Estados Unidos y de los países de la Unión Europea llegan a muchos billones
de dólares o euros, respectivamente, y siguen creciendo, y los intereses que
generan son otra causa de sus déficits. Son deudas cuyo pago recaerá sobre las
generaciones futuras o que no podrán pagarse.
En
Argentina, cuando el crédito público se enrareció porque el Estado dejó de
pagar los intereses de los bonos representativos de los emprestitos tomados del
exterior, se recurrió a la impresión de dinero sin respaldo con el cual se
pagaba los gastos del Estado, los abundantes y generosos subsidios y las
prestaciones de Seguridad Social. La impresión de dinero inorgánico ha
terminado con el gobierno del presidente Javier Milei, desde diciembre de 2023.
También está logrando el equilibrio presupuestario a costa de una disminución
del gasto público que ha afectado a los sectores de la población que se
beneficiaban anteriormente con el dinero del Estado emitido sin respaldo.
En
el Perú, es menos probable ese problema por el candado constitucional, bajo la
forma de los artículos de la Constitución relativos al presupuesto del Estado,
al Banco Central de Reserva y a la prohibición al Congreso de la República de
crear o aumentar los gastos públicos.
Hay, sin embargo, leyes que, contraviniendo la Constitución, autorizan la transferencia de recursos del Tesoro Público a la ONP para cubrir una parte del gasto en pensiones, y el pago de pensiones a personas mayores de 65 años en situación de necesidad y que no han cotizado para la Seguridad Social.
C.–
LA INSUFICIENCIA DE LOS SERVICIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Ni
los servicios de salud ni los de pensiones de vejez cubren como debería ser las
necesidades de las personas con derecho, afiliadas y sus derechohabientes; ni
pueden extenderse, por lo tanto, a otros grupos de la población que necesitan
asistencia. No se construyen ni implementan nuevos centros de atención, ni se
contrata a más personal asistencial; el aparato universitario tampoco puede
suministrar los profesionales de las ciencias médicas con la calidad y en el
número necesario; no es posible pagar pensiones ajustadas a los porcentajes de
las remuneraciones por los cuales se pagó las cotizaciones, según las leyes y
las necesidades de los beneficiarios.
Las
causas son estructurales y coyunturales.
Son
causas estructurales:
–El
envejecimiento de la población por la disminución de la tasa de natalidad y el
aumento de la esperanza de vida, debidas ambas al modo de vida en la
civilización contemporánea y al progreso de las ciencias médicas y farmacológicas.
Esto determina que disminuya la fuerza de trabajo en relación a las personas
que salen de la vida activa y que, por lo tanto, se reduzca el financiamiento
por el aparato productivo.
–La
resistencia del aparato productivo para elevar las cotizaciones hasta
equilibrar los gastos en prestaciones de Seguridad Social por su naturaleza
competitiva determinada por la economía de mercado.
–La
informalidad que llega a absorber a más del 60% de la fuerza de trabajo, si
bien su aporte a la producción es inferior al 10% del PBI, y excluye a esta
masa humana del financiamiento. En el Perú, sobre unos 20 millones de
trabajadores, la informalidad abarca a unos 12 millones de trabajadores.
Son
causas coyunturales:
–El
desconocimiento casi absoluto de la Seguridad Social por los políticos, sus
partidos, sus representantes en el Congreso de la República y los gobiernos que
conforman. En sus programas no figura este tema.
–La
insuficiencia de trabajadores especializados: médicos, personal auxiliar,
administradores calificados y no burócratas sin noción del servicio público,
profesionales en política de Seguridad Social y, especialmente, actuarios
matemático actuariales.
–La indiferencia de las organizaciones sindicales. Los dirigentes de estas no solo ignoran lo pertinente a los problemas de la salud y la vejez de los trabajadores, sino no les interesan. Ello, porque los trabajadores en actividad consumen menos del 20% de los recursos del seguro de salud, y porque los pensionistas no son miembros de sus sindicatos que solo agrupan a los trabajadores que se afilian. Desde 1973, las centrales sindicales tuvieron delegados en el Seguro Social, pero nunca salió de ellos alguna iniciativa para mejorar los servicios de este.
–La pasividad general de la población y su resignación ante la inacción del Estado, por su bajo nivel educativo y su correlativa ignorancia de la naturaleza de los problemas que la afectan; cierta tradición de mansedumbre heredada de la dominación hispánica; su alienación; su esperanza remota en la recepción gratuita de dinero y ciertos bienes del Estado o de alguna entidad caritativa.
D.–
¿QUÉ HACER FRENTE A ESTO?
1.–
Se requiere un conocimiento profundo por los profesionales que se interesen por
la Seguridad Social, lo que quiere decir estudiar a fondo lo que esta es, sus
problemas y las necesidades de los trabajadores y de la población; y proponer
las soluciones pertinentes.
2.– Formar en ese conocimiento a nuevas generaciones de estudiantes, profesionales y trabajadores.
Post
scriptum:
Cuando hice esta exposición no se había publicado todavía la Ley 32123, del
23/9/2024, denominada de Modernización del Sistema Previsional Peruano. Como lo
dije en mi comento del 9/9/2024 titulado Una peligrosa ley para los
trabajadores, futuros pensionistas de jubilación, analizando brevemente la
aún autógrafa de esta Ley, ella no aporta nada para resolver la crisis de los
sistemas pensionarios peruanos e infringe la Constitución al crear nuevos
gastos públicos y disponer la transferencia de los pagos por el Impuesto
General a las Ventas ya percibidos por el Estado como aportes pensionarios.
¿Cuál fue entonces su motivación? Al parecer, permitir que las cotizaciones al
Sistema Privado de Pensiones y las voluntarias que se crean vayan a entidades
financieras distintas de las AFPs.
[1]
Esquema de mi exposición sobre este tema en el Seminario de Derecho del Trabajo
y Seguridad Social, organizado por el Taller de Investigación de Derecho del
Trabajo y Seguridad Social “José Matías Manzanilla”, efectuado en el Salón de
Grados de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, el 20 de setiembre de 2024. Al terminar mi
exposición, la Junta Directiva de este Taller tuvo la amabilidad de entregarme
un hermoso cristal recordatorio, haciendo alusión a mis enseñanzas como
profesor de esta Casa de Estudios y a mi apoyo a los estudiantes que en ella se
forman.