miércoles, 2 de octubre de 2024

DEMOSTRANDO CÓMO PINTAN LOS PUNEÑOS: ALCIDES CATACORA PINAZO


 

EL SIKU O ZAMPOÑA INSTRUMENTO MUSICAL DEL ALTIPLANO PERVIVIE A TRAVES DEL TIEMPO

 Los sikumorenos y el sikuri

BAJADA del ARCO

Escribe José Domingo Calisaya Mamani*

Tomado de la revista BRISAS, septiembre 2024

E

n Juli, una melodía, “Bajada del arco”, inspiración del maestro Carmelo Valeriano, se ha convertido en un himno de esa ciudad, que ha trascendido nuestro país y se escucha en muchos países del mundo.

El sikumoreno (tradición mestiza) constituye una variante del siku tradi­cional (tradición aimara y quechua), el cual fue adoptado dentro del proceso de mestizaje cultural, justamente por su carác­ter alegre y festivo. En su deve­nir, tuvo que superar una serie de cambios e inclusiones, para confi­gurarse en lo que ahora realmente es: una expresión urbano/mestiza del siku altiplánico.

El origen del sikumoreno tienen una presencia impor­tante al propiciar la formación de la danza de los “Morenos", convirtiéndose en la danza principal de la festividad de la virgen de la Candelaria; si­milar situación ocurre con la “diablada puneña" (Cuentas Ormachea en el Boletín de Lima 1986, 31; Palacios 2008, 43; “El Siglo" citado por René Calsín 2006,17 - Revista N° 09).

Como en ninguna zona de la región Puno, cada piedra que constituyen los monstruosos monumentos ar­quitectónicos en Juli, hoy nos brindan la información palpi­tante del pasado glorioso de la tierra de Lundani; está compro­bado que el aimara tuvo un diá­logo cercano con las piedras, y ellas de dejaron domar, labrar y pulir, haciendo del aborigen un artista innato para construir sus bellos templos y edificar los ar­cos de la ciudad de Juli.

ARCOPATA

“Arcopata" que quiere decir el "arco de arriba", este enigmático lugar en pleno siglo XX fue el punto de inspiración y creación de melodías musicales de los sikuris de Juli, de cuyo repertorio queda para las futuras genera­ciones la composición: "Bajada del Arco", perteneciente al Maestro Carmelo Valeriano, melodía que desde aquel entonces hasta la actualidad se interpreta en la fiesta de albas y misa central de la festividad de la virgen de la Inmaculada Concepción cada 8 de diciembre.

El hermoso panorama de Juli nos muestra en la parte sur de su geografía dos inmensos “apus” que protegen a la ciudad: San Bartolomé y el Q'ara Kollo, en medio de este paisaje aparece un arco solitario que fue construido a fines del siglo XVI con piedra la­brada y unida con cal, en su cor­nisa se observa el tallado en alto relieve un escudo de la Compañía de Jesús, y encima de la misma hay cuatro espigas de piedra; su ubicación es estratégica, porque fue el paso y descanso obligado de los viajeros; por tanto, sus pie­dras estaban nutridas de siglos de historia que relatan la prosperi­dad histórica de Juli.

Alcides Catacora
La celebración de la Navidad en todos los pueblos encierra tra­dición y costumbre arraigada con la fe, que fue transmitida de generación en generación; en Juli las vivencia del espíritu navideño de los habitantes del santuario de Huayllani, permitió que por primera vez lleven al niño Jesús al pueblo de Juli para llegar hasta el Arcopata, donde es recepcionado por la población urbana de Juli, para luego trasladar al niño Jesús, regocijados de júbilo y emoción, hasta el templo de San Pedro (actual Catedral de Juli), bajo las melodías de los sikuris.

SIKUMORENOS DE JULI

La música de los Phusamorenos se extendió en toda la región Puno, con mayor énfasis en la zona sur aimara (Pomata, Juli, Desaguadero y Yunguyo). En Juli, específicamen­te floreció en los pueblos de Santa Rosa, Pisacoma (muestra de ello, la compo­sición del Maestro Julián Palacios Ríos: “Sikuri Santa Rosa de Juli"). Entre los con­juntos más emblemáticos del antaño se tienen:

- Conjunto "Alberos 8 de Diciembre" (1932)

- Conjunto "Sikuris de Arcopata" del barrio Arcopata.

- “Roma Americana de Juli” del barrio San Pedro

- "Los Choclos" (Catacorinos) grupo de sikuris del Cole­gio Nacional Telesforo Catacora. Años más tarde se consolida en el barrio Chinchaya.

- Conjunto “Misti Sikus" in­tegrado por autoridades y fun­cionarios de Juli, presidido por el Dr. Víctor Pérez (Juez de Paz), los miembros provenían de las fa­milias: Bustinza, Espezúa, Velasco, Chuquimia, etc.

- "Zampoñas de Cruz Pata", dirigidos por: Familia Velasco, Sr. Eduardo Paco.

- "Juventud Juli" (barrio Cente­nario) conjunto conformado en su mayoría por la familia Onofre.

Impacto especial causan los sikuris al interpretar sus huayños, porque mantienen la tradición musical en las principales fiestas de la zona sur puneño, cuando se develan las composiciones musi­cales de los maestros compositores innatos: Carmelo Valeriano, Rómulo Meza, Lorenzo Villagra, César Onofre, José Romero Manrique, Daniel Velasco, Mariano Arce, Juan José Jiménez, Daniel Arteta, René Villagra, entre otros, quienes le otor­gan la preponderancia musical a la fiesta de la virgen de Inmaculada Concepción (Patrona de Juli); por otro lado, el encuentro de grupos de sikuris en la plaza Bertonio, es signo de un interminable contra­punto musical, un duelo de exposición del amplio repertorio musical que poseen. Estas veladas musica­les al aire libre, solo pueden darse en los sikuris. (Alberto Cuentas; Chucuito Álbum gráfico e históri­co. 1928).

Como en todos los conjuntos, la llamada del bombo convocaba y reunía a los sikuris en "C’añu Parqui", a los Villegas de "Thojjonkala" de los Khanahua, para ser parte de las principales fiestas conmemora­tivas de Juli, principalmente para venerar a la sagrada imagen de la Inmaculada Concepción y al niño Jesús de Huaylluni, para tocar con devoción los "k'ochos”, melodías ri­tuales religiosas y los tradicionales huayños del siku.

Max Neira

Bajada del arco en el universo musical

Desde el corazón de Juli (Plaza Ludovico) con la prolongación de la calle Lima, nos conduce hasta el “Arcopata", lugar enigmático donde Carmelo Valeriano inspiró el tema "Bajada del Arco", con el transcurrir del tiempo se convier­te en la melodía más hermosa, sali­da desde el fondo del corazón juleño, porque su encanto melódico la hizo universal, convirtiéndose en la expresión popular más pura que engrandece el arte de Juli (Romero Manrique, José M. “Roma de Indias: Historia, cultura y tradición”, 2019).

Edgar Valcárcel Arze, reco­giendo las melodías oriundas del altiplano, compone su obra: "Coral y Sikuri”, compuesto por encargo de la University of Northern Co­lorado (EUA), basado en el sikumoreno "Bajada del Arco" de Juli; esta experiencia permite al maes­tro Valcárcel usar diversos moti­vos de la temática del siku en sus composiciones. (Virgilio Palacios: Catálogo de la música tradicional de Puno; 2007).

El Centro Musical Theodoro Valcárcel de Puno, en su álbum: “Música de los Andes Peruanos” patenta el sikuri “Bajada del Arco” con el título: SIKURI - Motivo Folklórico - Vol. 1 Música de Puno, en el sello de Sono Radio S.A. LP 1964.

En agosto de 1977 en el Institu­to Americano de Arte - Puno, un viernes cultural, el Centro musical Juli presenta el disco de larga duración, a cargo del Dr. Juan Cas­tillo Espezúa, con comentarios de sus huaynos: Huaquina y Juli; en esa ocasión el Dr. David Frisancho Pineda con una conferencia sobre Bernardo de Bitti y su obra pictórica en Juli. (Revista N° 12 del Ins­tituto Americano de Arte - Puno; 1978).

En junio de 1978, Juli celebraba el año del Sesquicentenario, con ese motivo, el Centro Musical Juli presentaba una producción musical, bajo la presidencia del Sr. Juan Manuel Romero Manrique y la dirección musical de Vicente Eyzaguirre Berrios, repertorio en el cual contempla “Sicuri”, Cap­tación D.R.

Ese mismo año, la Al­caldesa la señora Denys Iturry de Chuquimia, convocó al Concurso Público de la creación de la ban­dera, siendo ganadores el Sr. Hugo López Flores y Prof. Gliserio Ca­rrasco Espezúa; escudo fue creado por un grupo de artistas y el him­no de la ciudad, fueron ganadores:

- Música Augusto Masías Hinojosa y la Letra de Manuel A. Quiroga.

Sikuris: Bajada del Arco en Puno

Según los registros periodís­ticos en la década del 50 del siglo pasado, un grupo de sikuris de Juli encabezados por Carmelo Va­leriano se aprestaba saludar a la virgen de Cancharani en Puno, tal vez sea el primer grupo de sikuris que rendía pleitesía a la imagen aparecida; de este acontecimien­to, la presencia de los sikuris se hizo tradicional en el “apu - Can­charani" (Sardón Espezúa, Víctor; Juli - Atractivo imán de su arte, su paisaje y sus costumbres, 2015). El presente año se cumple con el cuadragésimo quinto concurso de sikuris, la misma que se realiza el domingo más cercano a la fecha principal (15 de agosto), donde las cautivadoras notas de lo sikus y bombos, acompañados del caden­cioso danzar de las damas atavia­das de su indumentaria autócto­na, lográndose la participación de grupos de sikuris a nivel regional (José Calisaya; Sikus y Sikuris del Titiqaqa - Apuntes etnomusicológicos, 2013).

Sikumorenos de hoy y de ayer
En 1979 el Instituto America­no de Arte de la ciudad de Puno, visita a la ciudad de Juli, se orga­niza un programa especial en el Salón Consistorial, en cuyo acto importante, la estudiantina de Juli interpreta el flamante huayno juleño.

“Bajada del Arco”; la velada litera­rio musical patentó el nombre del sikuri emblemático que había ca­lado hondo en el corazón; la mag­nífica estudiantina que estreno el célebre huayno en la ciudad de Juli, estuvo integrado por: Manuel Romero Manrique, José (Pepe) Romero Manrique, Carlos García Zea, Ubaldo de la Riva, Dr. Pineda entre otros.

Se hicieron muchos ensayos de la letra que pudiera llevar la melodía de “Bajada del Arco”, sien­do los más resaltantes de: Ubaldo Castillo Espezúa, José Romero Manrique, Nicolasa Vargas Sinticala, Vicente Eyzaguirre Berrios, Mario Montes de Oca y Nicasio Zapana.

La ciudad de Juli, seguirá de­sarrollando el género de música ancestral de los inmemorables sikuris, llenos de sensibilidad, ingenio y admirable capacidad compositiva que trasciende en el tiempo y espacio: “Bajada del Arco", “Albas del 8 de diciembre” y “Santa Rosa de Juli".  <:>

__________

*Músico de ESFAP-PUNO

Tomado de: Virgilio Palacios: CATALOGO DE LA MUSICA TRADICIONAL DE PUNO, Tomo I 


martes, 1 de octubre de 2024

PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LA REGION PUNO

 POSIBLES ORIGENES DE

LOS LUPACAS. (PARTE II)

Escribe: Efraín Iturry Gandarillas

En la revista digital JULI ETERNO N° 68

Los lupaca, supieron mantenerse en una posición favorable a pesar de su derrota, como un pueblo amigo de los incas, obligados a pagar tributo; situación que favoreció para preservar gran parte de su cultura, en especial su lengua y mucho de su organización política y económica.

Algunos cambios que afectaron profundamente la estructura del reino lupaca, con la influencia de los incas, fueron:

- Creación de centros administrativos como Hatuncolla y Chucuito.
- La reagrupación de pobladores, los aymaras en el “urco” o partes altas o frías y a los “uros” los sacaron del “uma”, para instalarlos en grupos grandes a poca distancia de los caminos.
- La introducción decimal, en el orden administrativo, en la mita y
diferentes formas de trabajo, en el ejército, etc.
- La división dual, en dos parcialidades; hanansaya, ayllus que
vivían en la parte de arriba y urinsaya los que vivirían en la parte baja.

En todas las regiones dominadas por el Inca se implanto la división dual del espacio geográfico, a excepción de JULI, que estaba dividida en tres ayllus o parcialidades, como son:

- La parcialidad de Hanansaya, con sus caciques don Baltazar Paca
y Francisco Nina Chambilla, tenían a su cargo 13 ayllus, habitaban 1,432 indios aymaras y 153 indios uros.
- La parcialidad de Urinsaya, con sus caciques, don Felipe Chui y
Carlos Calisaya, con 8 ayllus, habitaban 1,849 indios aymaras, y 256
indios uros.

La parcialidad de Ayanca con sus caciques don Ambrosio Tira y Carlos Vicsa, habitaban 158 indios aymaras, y 100 mitimaes chinchaysuyos puestos por el Inca.
Las fuentes de información de los cronistas españoles, nos indican que ya antes del siglo XV los lupaca estaban unificados bajo un líder llamado Cari.

Cieza de León, estuvo en esta región veinte años antes que Garci Diez de San Miguel y nos relata la inmensa población, los grandes
rebaños de alpacas y llamas, la alimentación  basada en cultivos andinos como la quinua, la papa; incluso uno de los escasos rituales de la papa (Jata katu), nos refiere el tamaño del lago Titicaca, las elaboradas técnicas funerarias y la grandeza de las ruinas de Tiwanaco. En su segundo volumen, el histórico, se refiere frecuentemente a la dinastía Cari de Chucuito “leales” al Inca con responsabilidades gubernamentales más allá de su dominio étnico
tradicional” (Cieza 1550, tomo II, caps. XLI, XLIII, LII, IV).

Baltazar Ramírez en su obra Descripción del Reino del Perú, nos dice “…la provincia de Chucuito tiene a siete pueblos muy grandes que todos están en el camino real, que son: Chucuito cabeza de la provincia, Acora, Ilave, Juli, Pomata, Zepita, Yunguyo, en las cuales tienen 17,000 indios tributarios”.
Chucuito, fue el centro principal de los lupaca de donde el cacique Cari y sus descendientes gobernaron un vasto territorio. Fue el lugar donde Cari y el Inca Viracocha sellaron lazos de amistad bebiendo chicha en un vaso de oro; desde entonces Chucuito para los incas fue el pueblo más importante del Collao juntamente con Hatuncolla, que sirvieron de base para la administración inca.

Los primeros españoles que pisaron el Collao fueron los dominicos con los predicadores Andrés de Santo Domingo y Domingo de Santa Cruz (1534); quienes se establecieron en Lundayani (JULI) donde
edificaron su primera capilla (a 2.5 Kms. de la actual ciudad); seguidamente llegaron soldados de Pizarro, Pedro Martínez de Noguera y Diego de Agüero (1535), luego los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro (1538), quienes regresan al Cusco, ratifican y dan cuenta de lo rica que es la provincia. y sugieren adjudicarla directamente al Rey.

Al retorno de los hermanos Pizarro al Cusco, el Marques don Francisco Pizarro, vino personalmente a inspeccionar sus dominios, impresionado y deseoso de complacer a Carlos V, determinó que la provincia de Chucuito quedase reservada para el mismo Rey.

Establecida oficialmente la orden de los Dominicos (1547), los evangelizadores comienzan a edificar templos en todos los pueblos que conforman este reino; en JULI, el templo de Santa Barbara (1550-1553), en una nueva ubicación cual mirador del inmenso lago sagrado, cercano al apu K’aracollo.

Estos primeros evangelizadores en 1553 tenían también ya el convento de San Vicente en la ciudad de Chucuito (el hoy
distrito de Puno), pero en 1565 JULI, pasa a ser la capital de la nación Lupaca y centro dominico principal al fundarse el convento de San Pedro, fecha atribuida también a la fundación española de JULI.
En 1567, a 34 años de la presencia hispana, Garci Diez fue enviado para documentar la población de tributarios capaces y calcular sus ingresos de pastoreo, de agricultura y de otras actividades económicas para poder determinar su capacidad para pagar los
tributos.

“El informe de Garci Diez, datos de valor social, económico y político, nos detalla la diversidad de etnias asentadas en la región, por ejemplo, nos habla de una población mayoritaria de aymaras propiamente dichos, urus, puquinas, choquelas, entre otros.

Los Lupaca, el grupo étnico descrito en el documento, aun no estaba bajo el régimen de encomienda, habiendo estado siempre en “Cabeza de Su Majestad”. Esta era una condición de privilegio que ansiaban alcanzar los dirigentes de las demás comunidades andinas quienes ofrecieron asumir fuertes tasas a favor de la Corona para lograrlo”.
(John V. Murra, “Apreciación etnológica de la visita”, Instituto de investigaciones Andinas, N.Y.).

Según Meiklejohn (1988): “Lo que Garci Diez puso al descubierto sobre los dominicos en el curso de su visita era negativo. En síntesis, no cumplían con su obligación de enseñar la doctrina a los Lupaca. En lugar de esto explotaban y de este modo enriquecían a su Orden”. (p.53) “El informe de Garci Diez, por descuidar su labor evangelizadora y dedicarse al enriquecimiento, así como quejas sobre el desconocimiento a la autoridad de la Audiencia, lograron que Toledo dispusiera la expulsión de los dominicos de Chucuito en
1573. Fue el mismo virrey Toledo quien pidió que fueran los jesuitas quienes asumieran la posta de la evangelización en Juli”. (Ximena Málaga Sabogal: Tesis de licenciatura “Juli, la Roma de América: memoria, construcción y percepción del pasado jesuita en un pueblo del altiplano” 2). APOGEO Y OCASO DE LA ROMA Y SANTA SEDE DE LAS INDIAS.

Antes de que los jesuitas decidieran hacer su entrada en Juli, ya había una presencia misional en la zona: los dominicos. La orden de Santo Domingo había organizado la reducción de Juli, aunque su estadía fue muy breve desde 1565 hasta 1573, en que por diversas quejas en su contra decidieron devolver esta misión a la corona. Fue el mismo virrey Toledo quien pidió que fueran los jesuitas quienes asumieran la posta de la evangelización en Juli, la principal herencia de este breve periodo dominico es: una capillita campesina en Lundayani y cuatro hermosos templos: Santa Barbara (hoy destruida y usurpada por el ex alcalde Zacarias Cárdenas), San Pedro, Nuestra señora de la Asunción y San Juan. (URTEAGA, 2008).

Aunque, aún no hay claridad en la construcción de los templos, pertenecían al asentamiento previo de Lundayani; según Vargas Ugarte (1941), al arribo de los jesuitas había solo dos templos concluidos, Santa Barbara y al que los dominicos llamaron Santo Tomas y que fue rebautizado como San Pedro y San Pablo, y dos otros templos en avanzadas fases de construcción (San Juan
y Nuestra Señora de la Asunción).

Luego de la expulsión de los dominicos en 1573, vienen años de
desorganización eclesiástica, mientras en Lima se tomaban decisiones
sobre el futuro de Juli; se responsabilizan sacerdotes seculares.


LA COMPAÑÍA DE JESUS
Los primeros jesuitas llegados al Perú tomaron algunas misiones en los pueblos de Huarochiri donde se entrenaron en el uso de las lenguas indígenas y las formas de evangelizar a los indios. En Huarochiri, la política de las reducciones era aún muy incipiente, lo
cual desencadenó su breve duración; tras apenas dos años estas doctrinas fueron devueltas al arzobispado.

Después de Huarochiri, los jesuitas tomaron la doctrina del Cercado de Lima, donde reunieron a los indios forasteros y perfeccionaron su
sistema misional.
Tras sus primeras experiencias, los jesuitas buscaban un lugar para establecer una reducción modelo y una escuela de evangelización. Es así que “durante la primera Congregación provincial (celebrada en Lima del 16 al 27 de enero de 1576, y la segunda en el Cuzco del 8 al 16 de octubre del mismo año), se acordó tomar la doctrina de Juli como punto de propósito para dedicarse al puro ministerio de los  indios. El 4 de noviembre de 1576 se inició la misión de Juli, destinada a alcanzar no solamente frutos notables de apostolado, sino también celebridad en la historia de la iglesia hispanoamericana, en sí misma y en cuanto sirvió de precedente e inspiración para las reducciones de Paraguay” (NIETO VELEZ, 1994; 134).

Según Vargas Ugarte (1963), las principales razones por las cuales los
jesuitas eligieron Juli como su centro de evangelización fueron:
- La preexistencia de un centro poblado (que hacía más fácil la
agrupación de los indios).
- La presencia de dos lenguas más importantes: quechua y aimara.
- El buen clima y la cercanía de un lago navegable.
- La lejanía de Lima que otorgaba cierta independencia al proyecto
jesuita.



lunes, 30 de septiembre de 2024

DANZANTES POPULARES EN EL ALTIPLANO PERUANO

 K U S I L L O

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas  

Publicado en la revista "BRISAS", septiembre 2024           

E

s común caracterizar de la sociedad peruana en su triple índole pluricultural, multiétnica y multilingüe. Hay quienes dan por establecido que en nuestra comunidad nacional a lo largo y ancho del territorio de costa, sierra y selva coexisten “más de cincuenta diversas sociedades que tienen idiomas, costumbres, culturas, aspiraciones distintas y que poseen características propias, costumbres singulares alimentadas por la misma sangre y por ideales comunes[1].

Max Castilo
En las concepciones geopolíticas, se sostiene que el Hinterland del Perú es la sierra, lo andino, que es donde es más patente la caracterización antes anotada, puesto que aparece como el ámbito de mayor influencia en nuestra cultura, la fuente principal de donde emana la gran mayoría de expresiones culturales nativas, entre ellas la música y la danza.

En ese marco, estas líneas tienen como fin divulgar lo que se ha dicho y lo que dice de la figura de un danzante con características peculiares, que pervive con rasgos costumbristas en el extremo sur del territorio peruano y altiplánico: El Kusillo.

En renombrado escritor ya desaparecido, J Alberto Cuentas Zavala[2] dice que como derivación de la danza de los diablos o “diablada” el aimara ha creado al Kusillo como una segunda versión representativa del espíritu del mal, cuya diferencia esencial que lo separa del diablo consiste en que prescinde del temor que infunde el “supaya (diablo)”, y lo reemplaza con alegría manifiesta mediante el Kusillo. Kusisiña, en aimara es alegrarse a través de los dichos y las actitudes humorísticas. Illa es portador, luego, Kusillo es el portador de la alegría a la casa, de alegría jocunda llena de algazara, dando sal­tos acrobáticos, y haciendo restallar es­trellas de su chicote.

El vocablo “Kusillo”

No se encuentra el significado en el Vocabulario de Bertonio. En el Diccionario de Lucca, dice: "C'usillo. Bufón, cómico, payaso, gracioso, chistoso”, advierte Ubaldo Castillo[3]. Se estima que en el mundo aimara el kusillo aparece después de 1612, puesto que el vocabulario de Bertonio no lo ha registrado.

La gran mayoría de estudios del Kusillo convienen en que el vocablo “Kusillo” es de origen aimara y que es fiel traducción de la voz española “mono”.

José Portugal Catacora menciona en su libro Danzas y Bailes del Altiplano que el hombre altiplánico conoce al mono mediante un personaje itinerante: «era un adivinador de la suerte o suertero que llevaba consigo una jaula con un monito, un organillo pequeño y una caja con fichas que contenían la suerte de la gente», Luego, los indígenas se habrían inspirado en este movedizo animal para crear la figura danzante que nos ocupa.

MOSHO
Kusillo es mono

La palabra aymara K’usillo significa mono para Juan Luis Ayala Loayza[4]. Kusillisiri (hacer monadas, hacerse el gracioso) se aplica al zalamero y chistoso. El sacerdote jesuita Diego González Holguín menciona que la palabra «Kusillo» significa mono tanto en quechua como en aymara. El K’usillo danza como payaso pero representa­ al mono, animal que repite los actos humanos con ironía.

Teorizando sobre el origen de la figura danzante “Kusillo”, el Portal Vive Candelaria tiene escrito[5] que “el mono es el animal que imita lo que hace el hombre, es el animal que posee la capacidad de repetir los actos humanos. El hombre aimara, por su parte, ha cogido la habilidad imitativa del mono para expresar, con sentido humorísti­co, los defectos del hombre mestizo o blanco al que él genérica­mente llama «misti», y para hacerlo tangible ha creado la danza de los Kusillos o monos”

No podían faltar, como es natural y dialécticamente necesario, las posiciones discrepantes.

Henry Flores Villasante dice que “es común aceptar que el “Kusillo” representa a un mono, pero esto es incorrecto. El mono pertenece a la fauna de la Amazonía y no es nativo de las zonas altas de más de 3,800 m.s.n.m., por lo que no puede representar a esta región. Las características del “Kusillo” no son de un mono, aunque haga “monerías” o cosas graciosas”, anota.

Felix Paniagua Loza ubica a nuestros danzantes en los pueblos de la Ceja de Selva de las provincias de Sandia y Carabaya, y representan el culto al demonio”[6]. Según esto, los aimaras no habrían sido los creadores del danzante Kusillo, sino los “mistis” de pie de monte, o a lo sumo los “chunchos” de esas latitudes.

Kusi=alegre, Kusisiña=alegrarse

La palabra “Kusi”, tanto en aimara como en quechua significan alegría y estrictamente, estar feliz. Consecuentemente a quienes hacen reir con dichos y actitudes corporales, en el habla popular se les dice “Kusillos”.

Personajes como el “Kusillo” hay en muchas localidades del Perú profundo. Las funciones de brindar humor a la gente e incluso de ejercitar ciento sentido de crítica social a los poderosos del lugar de que se trate, son muy parecidas. En cada pueblo toman diferentes nombres: Maqt’a, Sajjra, huatrila, pablucha, ukuko (Cusco Qoyulluriti), kismamachus (Huancavelica) etc.

El kusillo hace sátira de los actos de los españoles y mes­tizos. Es el danzarín que expresa el alma del pueblo. Imita los actos reñidos con la moral y las buenas costumbres que realizaba el invasor y el mestizo, principalmente contra la mujer indígena. También ridiculiza a las autoridades informales y personas influyentes.

El mismita y el T’ejjeta

Son tenidos como coactores del Kusillo, acompañan a los kusillos cuando estos forman parte de algún conjunto coreográfico que pasa por calles y plazas.

El mismita, estaba disfrazado con un vestido burdo, confeccionado con grue­sos y viejos cordones de lana torcida, cuya característica, era exhibir el órgano genital masculino enormemente deformado y largo en dimensión y colores, que utilizaba para desafiar ridículamente su exhibición, como ór­gano de fecundidad. Por considerarse obsceno, pagano y inmoral se prohibió en algunas localidades este personaje y dis­fraz. La palabra "mismita"  dice Enrique Cuentas Ormachea[7], pertenece al idioma aymara y literalmente significa "cuerda o soga de lana tejida en forma floja".

El “T’ejjeta” (que significa tejido y amarrado) es una versión en extremo burda del mismita. Su vestimenta aita de hilos gruesos y parches que se entrecruzan sin orden alguno. Solían servir de auxiliares o ayudantes de los Kusillos. En nuestro tiempo han desaparecido.


Vestimenta

Siguiendo a Ubaldo Castillo, dos elementos destacan en el atuendo del Kusillo. Un capuchón de tela que cubre la cabeza totalmente, con cara generalmente negra u oscura, “nariz grande turbada hacia arriba, cachos grandes y pegados a las orejas largas y protegidas de objetos punzantes, alfileres o espinos de qhealla”; y, “una larga leva o abrigo españolizado con cuatro aberturas, que cubre el cuerpo hasta la rodilla, con aplicaciones diversas de material autóctono, confeccionado de jerga gris tejida en telares andinos.” Como elementos complementarios están “la pechera de seda de color vistoso; un chicote largo terminado en zoguilla, que al hacer girar con fuerza y retener violentamente, produce un sonoro chasquido. Co­mo adorno portan un khirkincho (charango) un k'usillito o un K’amaqe o zorro diseca­do”.

Flores Villasante describe la indumentaria asi: La máscara de lana que utiliza en la cabeza, por su forma y características, no tiene antecedentes europeos; es andina y no se asemeja a un mono debido a sus “orejas de llama”, “nariz larga y delgada” y adornos en la cabeza a manera de “cachos”. La ropa que usa es un “frac” o “Spencer” de origen inglés, utilizado por la nobleza o aristocracia. En algunas danzas, lleva un látigo y en otras un charango. Además, suele hablar en “falsetto” para ocultar su identidad. En su representación, el “Kusillo” tiene un aspecto “diabólico”, pero no del diablo malo, sino del pícaro, alegre y revoltoso, siendo crítico o imitador de las costumbres libidinosas de los humanos”.

Práctica y ocasiones en que aparecen los Kusillos

La danza no requiere de previa organización y homogenización antelada. Son jóvenes disfrazados que se lanzan a bailar acompañando a otras comparsas. Se especula que ha podido ser una danza de masas compuestas de jóvenes que se acomodan a alguna música especial. En la actualidad son figuras de los conjuntos de sikuris y de choqelas. En este último caso fungen de ayudantes en el chaqo de la vicuña. Los Kusillos danzan solos o en grupos, en for­ma desordenada y a veces descontrolada, lanzando chillidos, en su fonación aflautada fingida invaden todos los rincones, convirtiendo estos espacios en un am­plio escenario de sus diabluras y actos picarescos, causando la hilaridad de viejos y jóvenes. Cada danzarín se esmera en realizar contorciones y acrobacias para demostrar su agilidad y viveza de hombre aimara.

La danza de los k'usillos no cuenta con música especial. Cualquier interpretación musical es aprovechada para demostrar su destreza histriónica y mímica de sensibilidad espontánea y creatividad, orientada a distraer al pú­blico que goza de las k’usilladas. A veces se les puede ver danzando al compás de un kirkincho o chillador que ejecuta algunos de los k’usillos.

Alfredo Fuster señala que Se aprecia a este personaje en la Orko Fiesta de Juli, del 14 al 16 de septiembre, durante la danza Chuspi Chuspi, que marca el inicio de la siembra de quinua. Este personaje también simboliza la fertilidad, con su nariz representando el falo masculino. Su aparición en carnavales está vinculada al Allu Pacha, el tiempo de fertilidad, según Eyzaguirre Morales.


[1] Centro Peruano de Folklore: FOLKLORE PERUANO. DANZA Y CANTO, Ed. Escuela de Arte Popular, Lima 1997, p. 28

[2] En CUADERNOS DE LA CULTURA PUNEÑA Nº 2 Octubre 1998. Ed. Brisas del Titicaca. Articulo “El diablo en la coreografía aimara”, p. 7

[3] Ubaldo Castillo Espezua, LA CULTURA POPULAR DE JULI. Arequipa 1996

[4] Juan Luis Ayala Loayza: Diccionario Español-Aymara, Aymara-Español, Ed. Mejia Baca, Lima 1988

[5]   VIVE CANDELARIA, 9ENE2017

[6] Felix Paniagua Loza: GLOSAS DE DANZAS DEL ALTIPLANO PERUANO. Separata del “BOLETIN DE LIMA” 1981

[7] Enrique Cuentas Ormachea: PRESENCIA DE PUNO EN LA CULTURA POPULAR Ed. Nueva Facultad, Lima 1995 p.147

Juan de la Cruz Machicado


 

viernes, 27 de septiembre de 2024

PROPUESTAS PARA EL BUEN VIVIR

 HACIA UNA SEGURIDAD SOCIAL

PARA TODOS

Sinopsis[1]

Por Jorge Rendón Vásquez[ii]

He tratado del tema de la exposición que haré a continuación en mi libro Derecho de la Seguridad Social3 y en mis clases del curso Derecho de Seguridad Social, creado en esta Facultad a mi iniciativa, a comienzos de la década del setenta.

Además, he escrito varios artículos sobre este tema, destinados a crear conciencia sobre la necesidad de extender la Seguridad Social y superar sus insuficiencias y defectos.

A.–DEFINICIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL

La Seguridad Social es un sistema de políticas, normas, técnicas y actos de administración.

Su finalidad es evitar los riesgos sociales o atenuar o reparar sus efectos.

Cabe aquí decir que la Seguridad Social y el Derecho del Trabajo son las grandes realizaciones de política social de los siglos XX y XXI, y un efecto del progreso material debido a la primera y la segunda revolución industriales.

La primera Revolución Industrial, que comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII, se caracteriza por la introducción de las máquinas, sobre todo metálicas, para la producción de bienes y servicios, y por la utilización del vapor de agua como fuente de energía, creada por el calor producido por la madera de los bosques y luego por el carbón mineral.

La segunda Revolución Industrial está constituida por el descubrimiento y la aplicación del petróleo y del gas como fuente de energía, lo que dio lugar a la creación de automotores los que, a su vez, exigieron calles y carreteras asfaltadas para facilitar la circulación, y estas fueron seguidas por la construcción masiva de viviendas en edificios que se han extendido y caracterizan la manera de ser de las ciudades ahora. Esas viviendas requirieron mobiliario y enseres domésticos que impulsaron la producción de nuevos bienes.

La concentración de trabajadores para ocuparse de la producción, por efecto de esas dos revoluciones industriales, los llevó a unirse y a crear organizaciones sindicales y partidos políticos con la finalidad de mejorar su situación, aboliendo o atenuando la ilimitada explotación a que los sometían los empresarios. Se dieron así las primeras leyes sociales y entre estas las de seguros sociales, a fines del siglo XIX. Luego de la Segunda Guerra Mundial y como un efecto social de esta se establecieron definitivamente el Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, como reivindicaciones generales de los trabajadores en casi todo el mundo y conformando el aspecto social de la economía capitalista. Es lo que se denomina Estado Social de Derecho o también Estado de Bienestar.

B.– LOS RIESGOS SOCIALES

Son hechos dañosos para los seres humanos que pueden afectar su salud o su capacidad económica para atender las necesidades de su vida y la de sus familias.

Son riesgos que afectan la salud la enfermedad y los accidentes, que pueden ser comunes y de trabajo, y la vejez.

Para evitar tales efectos y restablecer la salud la Seguridad Social organiza un conjunto de medidas que se centran en la asistencia médica y de rehabilitación, pero antes que eso suceda, debe dar curso a medidas de prevención para tratar de impedir el acaecimiento de los riesgos.

A la vejez no se la puede evitar, pero sí es posible impedir que la pérdida de capacidad de trabajar prive a la persona de los recursos que obtenía con su trabajo. Por eso se le paga pensiones de vejez y se le otorga prestaciones de salud.

Séneca, filósofo romano del primer siglo de nuestra era, decía que la vejez es una enfermedad incurable.

Aunque no lo es, el deterioro de los órganos del ser humano por el paso del tiempo hace más frecuentes y graves las enfermedades y los accidentes. En realidad, la mayor parte de la Seguridad Social está destinada a asistir a las personas en la tercera y la cuarta edad: tercera edad, desde los 65 años hasta los 85; y cuarta edad, desde los 85 en adelante, cuando, por lo general, la persona requiere la asistencia de otras personas. Según las estadísticas, el 80% o más de los recursos en prestaciones de salud se destinan a las personas mayores de 65 años, y los recursos con los cuales se paga las pensiones son casi totalmente para estas personas.

El desempleo es también un riesgo social.

C.– EL FINANCIAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Las prestaciones de Seguridad Social deben ser financiadas. Es un axioma: sin financiamiento no puede haber prestaciones.

El financiamiento puede tener tres fuentes: la persona y la familia; el aparato productivo; y el Tesoro Público.

La persona y la familia.– Desde mucho antes que la Seguridad Social existiese, y aún ahora, una parte del gasto o todo el gasto en prestaciones de salud de numerosas personas ajenas al aparato productivo, profesionales y otros trabajadores independientes y pequeños y medianos empresarios los pagan ellos mismos con sus ahorros personales o se hace cargo de ellos su familia.

Ahora mismo, ante la insuficiencia de la capacidad de atender del Seguro Social de Salud, muchas personas tienen que pagar sus cuidados de salud, acudiendo a la medicina privada o a los policlínicos de las municipalidades confiados a médicos o a empresas particulares.

Asimismo, los ancianos que carecen de pensión son asumidos por sus familias, por lo general sus hijas e hijos.

El aparato productivo.– Desde la creación de los seguros sociales, en Alemania a fines del siglo XIX, su financiación ha recaído en el aparato productivo, bajo la forma de cotizaciones que deben pagar los trabajadores y sus empleadores, y una parte el Estado. Las cotizaciones de los trabajadores y sus empleadores equivalen a porcentajes determinados de las remuneraciones y se transfieren al precio de los bienes y servicios expendidos, y, por este procedimiento son, en realidad, pagados por los consumidores, los que, en su mayor parte, son los propios trabajadores. Si bien este financiamiento es el más importante, salvo en los países que privilegian el financiamiento por el Estado, se halla limitado por la resistencia de los trabajadores a admitir una elevación de las cotizaciones que reduciría sus remuneraciones y por la oposición de los empresarios porque aumentaría el precio de los bienes y servicios que producen, lo que afectaría su competitividad.

El Tesoro Público.– El Estado ha venido asumiendo, en ciertos países, una parte cada vez mayor del financiamiento de las prestaciones de seguridad social, tanto de salud como de vejez e incluso de desempleo. Lo ha hecho, primero para atender a las personas que no intervienen en el aparato productivo; y, luego, para cubrir una parte del gasto que las cotizaciones no alcanzan a financiar, debido sobre todo al envejecimiento de la población.

Son los casos de Estados Unidos, de los 27 países de la Unión Europea y de otros. Debido a estos egresos y otros, como las burocracias excesivas y los gastos militares, que tienden a crecer, los presupuestos del Estado arrojan décifits permanentes que se cubren con empréstitos, es decir con dinero que viene de los empresarios y ahorristas particulares o de otros Estados. Las deudas públicas de Estados Unidos y de los países de la Unión Europea llegan a muchos billones de dólares o euros, respectivamente, y siguen creciendo, y los intereses que generan son otra causa de sus déficits. Son deudas cuyo pago recaerá sobre las generaciones futuras o que no podrán pagarse.

En Argentina, cuando el crédito público se enrareció porque el Estado dejó de pagar los intereses de los bonos representativos de los emprestitos tomados del exterior, se recurrió a la impresión de dinero sin respaldo con el cual se pagaba los gastos del Estado, los abundantes y generosos subsidios y las prestaciones de Seguridad Social. La impresión de dinero inorgánico ha terminado con el gobierno del presidente Javier Milei, desde diciembre de 2023. También está logrando el equilibrio presupuestario a costa de una disminución del gasto público que ha afectado a los sectores de la población que se beneficiaban anteriormente con el dinero del Estado emitido sin respaldo.

En el Perú, es menos probable ese problema por el candado constitucional, bajo la forma de los artículos de la Constitución relativos al presupuesto del Estado, al Banco Central de Reserva y a la prohibición al Congreso de la República de crear o aumentar los gastos públicos.

Hay, sin embargo, leyes que, contraviniendo la Constitución, autorizan la transferencia de recursos del Tesoro Público a la ONP para cubrir una parte del gasto en pensiones, y el pago de pensiones a personas mayores de 65 años en situación de necesidad y que no han cotizado para la Seguridad Social.

C.– LA INSUFICIENCIA DE LOS SERVICIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Ni los servicios de salud ni los de pensiones de vejez cubren como debería ser las necesidades de las personas con derecho, afiliadas y sus derechohabientes; ni pueden extenderse, por lo tanto, a otros grupos de la población que necesitan asistencia. No se construyen ni implementan nuevos centros de atención, ni se contrata a más personal asistencial; el aparato universitario tampoco puede suministrar los profesionales de las ciencias médicas con la calidad y en el número necesario; no es posible pagar pensiones ajustadas a los porcentajes de las remuneraciones por los cuales se pagó las cotizaciones, según las leyes y las necesidades de los beneficiarios.

Las causas son estructurales y coyunturales.

Son causas estructurales:

–El envejecimiento de la población por la disminución de la tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida, debidas ambas al modo de vida en la civilización contemporánea y al progreso de las ciencias médicas y farmacológicas. Esto determina que disminuya la fuerza de trabajo en relación a las personas que salen de la vida activa y que, por lo tanto, se reduzca el financiamiento por el aparato productivo.

–La resistencia del aparato productivo para elevar las cotizaciones hasta equilibrar los gastos en prestaciones de Seguridad Social por su naturaleza competitiva determinada por la economía de mercado.

–La informalidad que llega a absorber a más del 60% de la fuerza de trabajo, si bien su aporte a la producción es inferior al 10% del PBI, y excluye a esta masa humana del financiamiento. En el Perú, sobre unos 20 millones de trabajadores, la informalidad abarca a unos 12 millones de trabajadores.

Son causas coyunturales:

–El desconocimiento casi absoluto de la Seguridad Social por los políticos, sus partidos, sus representantes en el Congreso de la República y los gobiernos que conforman. En sus programas no figura este tema.

–La insuficiencia de trabajadores especializados: médicos, personal auxiliar, administradores calificados y no burócratas sin noción del servicio público, profesionales en política de Seguridad Social y, especialmente, actuarios matemático actuariales.

–La indiferencia de las organizaciones sindicales. Los dirigentes de estas no solo ignoran lo pertinente a los problemas de la salud y la vejez de los trabajadores, sino no les interesan. Ello, porque los trabajadores en actividad consumen menos del 20% de los recursos del seguro de salud, y porque los pensionistas no son miembros de sus sindicatos que solo agrupan a los trabajadores que se afilian. Desde 1973, las centrales sindicales tuvieron delegados en el Seguro Social, pero nunca salió de ellos alguna iniciativa para mejorar los servicios de este.

–La pasividad general de la población y su resignación ante la inacción del Estado, por su bajo nivel educativo y su correlativa ignorancia de la naturaleza de los problemas que la afectan; cierta tradición de mansedumbre heredada de la dominación hispánica; su alienación; su esperanza remota en la recepción gratuita de dinero y ciertos bienes del Estado o de alguna entidad caritativa.

D.– ¿QUÉ HACER FRENTE A ESTO?

1.– Se requiere un conocimiento profundo por los profesionales que se interesen por la Seguridad Social, lo que quiere decir estudiar a fondo lo que esta es, sus problemas y las necesidades de los trabajadores y de la población; y proponer las soluciones pertinentes.

2.– Formar en ese conocimiento a nuevas generaciones de estudiantes, profesionales y trabajadores.

Post scriptum: Cuando hice esta exposición no se había publicado todavía la Ley 32123, del 23/9/2024, denominada de Modernización del Sistema Previsional Peruano. Como lo dije en mi comento del 9/9/2024 titulado Una peligrosa ley para los trabajadores, futuros pensionistas de jubilación, analizando brevemente la aún autógrafa de esta Ley, ella no aporta nada para resolver la crisis de los sistemas pensionarios peruanos e infringe la Constitución al crear nuevos gastos públicos y disponer la transferencia de los pagos por el Impuesto General a las Ventas ya percibidos por el Estado como aportes pensionarios. ¿Cuál fue entonces su motivación? Al parecer, permitir que las cotizaciones al Sistema Privado de Pensiones y las voluntarias que se crean vayan a entidades financieras distintas de las AFPs.

(27sep24)


[1] Esquema de mi exposición sobre este tema en el Seminario de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, organizado por el Taller de Investigación de Derecho del Trabajo y Seguridad Social “José Matías Manzanilla”, efectuado en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el 20 de setiembre de 2024. Al terminar mi exposición, la Junta Directiva de este Taller tuvo la amabilidad de entregarme un hermoso cristal recordatorio, haciendo alusión a mis enseñanzas como profesor de esta Casa de Estudios y a mi apoyo a los estudiantes que en ella se forman.

2  Profesor Emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

3 Lima, Grijley, 4ª edición, 2008.