sábado, 20 de septiembre de 2025

OPINION: ENFOCANDO LA COYUNTURA AMERICANA

 DONALD TRUMP Y EL CÁRTEL DE LOS DÓLARES

Por Gustavo Espinoza M.

Domingo 21 septiembre 2025

L

os peruanos, que usamos el sol como moneda de cambio, podríamos decir que Donald Trump simboliza el Cártel de los dólares. Muy recientemente notificó al gobierno peruano recordándole que tiene 12 aviones de combate F 16 a su disposición y que el monto de ellos se sitúa en US$ 3,420 millones.

Una manera práctica de deshacerse de maquinaria que ya no le sirven, de “atar” al gobierno peruano a su mercado de armas y de granjearse adicionalmente la simpatía de la Fuerza Aérea a la que le ofrece estos caramelos sin que le cueste nada, porque como bien sabrá nuestro amigo lector, la suma esa la pagamos todos, menos los empresarios que hacen canje de “obras por impuestos”.

Como la Casa Blanca no da puntada sin nudo, la oferta viene vinculada a la visita que hicieran a Estados Unidos altos funcionarios del Gobierno Peruano y de la Fuerza Armada de nuestro país, y se halla vinculada a la necesidad de “reforzar la lucha contra al narcotráfico y el terrorismo”.

No se necesita saber mucho más para darse cuenta a dónde apunta Washington con sus propuestas financieras, militares y políticas. Sobre todo, cuando se tiene idea clara de lo que el gobierno norteamericano piensa en materia de narcotráfico y terrorismo.

Y es que esto ocurre precisamente cuando Colombia decide, soberanamente, no comprar más armas a los Estados Unidos, generando lo que los expertos llaman una situación de “desbalance” en el terreno de las adquisiciones bélicas., lo que el señor Trump busca superar endosando armas al Perú.

En días pasados Radio Programas del Perú (RPP) entrevistó a dos connotados voceros del Pentágono, a los que presentó como “asesores del presidente Trump en materia de Defensa y Seguridad”. Con seguridad, lo son. Ambos, teniendo como telón de fondo los sucesos acontecidos en las aguas del Caribe, se complementaron a la perfección.

El primero sostuvo que Estados Unidos podría derribar al gobierno de Nicolás Maduro apenas se lo propusiera, Lo dijo, subrayando que aún no había optado por esa “solución” dado que simplemente esperaba que las acciones norteamericanas generaran una crisis de gobernabilidad en Caracas y que los Mandos Militares venezolanos se acogieran a las ofertas de los Estados Unidos para “entregar” a Nicolás Maduro a cambio de 50 millones de dólares. En otras palabras, esperaba simplemente comprarlos.

El segundo aseguró sin inmutarse, que la lucha de Donald Trump se circunscribía a una batalla contra el Narcotráfico y el Terrorismo,. Y que, en esa línea, el presidente norteamericano estaba dispuesto a enfrentar a esos adversarios en todas partes, allí donde asomaran.

Y para que nadie tuviese duda alguna, sostuvo que no era sólo Venezuela, sino también México, dado que los Carteles de la droga operaban desde ese país; Colombia, porque de allí partían envíos de droga con destino a USA; Honduras, con un gobierno “proclive al narcotráfico”; Brasil porque allí era condenado Bolsonaro; y Nicaragua y Cuba, con políticas contrarias a los Estados Unidos. Dicho de otro modo, aseguro que actuaría contra todos porque era “Guardián de la Democracia”,

No es necesario, por cierto, preguntar a tan distinguido funcionario, quién le dio al señor Trump el papel de “Guardián de la democracia”. Baste saber que cumple esa misma función en Irak, Siria, Libia y Yemén. No hablamos de Afganistán, ni de Vietnam porque de ambos países sus “marines” debieron salir corriendo con los pantalones en la mano y pidiendo auxilio, en su momento..

A esta lista de intervenciones orientadas a “combatir el narcotráfico y el terrorismo”, hay que sumar por cierto Israel y todo el entorno que ha creado la política guerrerista del sionismo personificado en Benjamín Netanyaju, preguntándose si lo hará también en Palestina y Líbano de manera directa, y no como hasta ahora, por Interpósita persona, si el “charter” que conduce al señor Trump hará escala en Gaza, Después de todo, ya prometió eliminar a la población entera de esa región para construir en ese suelo anegado en sangre, un nuevo balneario europeo, como la Costa Azul..

En este marco cabe preguntarse cuál es la política exterior del señor Trump y a dónde conduce ella, habida cuenta que el presidente de los Estados Unidos tiene un Mandato Electoral ya relativamente pronto a extinguirse.

Podríamos preguntaros entonces, ¿no será que el señor Trump esté pensando en crear un clima de guerra generalizado para no convocar las elecciones presidenciales que se avecinan?.

Después de todo, algo de eso quiso enseñarla no hace mucho el señor Volodymir Zelensky -su capataz de Ucrania- quien le aseguró solemnemente en la Casa Blanca que en su país, él no había convocado elecciones presidenciales porque “estaba en guerra”,

Mas de uno vio, seguramente, cómo se le encendieron los ojos al señor Trump cuando escuchó esa “receta”, que a él no se le había ocurrido y a sus “asesores” tampoco. Quizá podría llevarse a la práctica en los Estados Unidos, y así gobernar por lo menos 4 años más. Si así fuera, entonces bienvenida la guerra ¿verdad?.

Claro que eso tampoco será fácil, porque la población en los Estados Unidos no esta pintada en la pared ni existe sólo para llorar evocando el derribo de las Torres Gemelas de Nueva York. Ya hoy mismo en Washington, Nueva York, Chicago y Los Ángeles se huele un clima de guerra porque el señor Trump quiere imponer sus caprichos por la fuerza. Y es que pareciera que Mr. President se ha empeñado en declararla contra su propio pueblo.

El señor Trump, enfilando sus misiles contra Caracas, asegura que el presidente de ese país es el jefe de un Cártel de la Droga, el Cártel de Los Soles, pero no aporta evidencia alguna que justifique su afirmación. Ni siquiera puede mostrar un Informe de la DEA que acredite eso, porque la propia DEA desconoce la existencia de aparato alguno de producción, comercialización o exportación de droga hacia los Estados Unidos de Norteamérica.

Por lo demás, es precisamente en Estados Unidos donde existe un sistema dedicado a la recepción, distribución y comercialización de la droga que llega a ese país principalmente por la costa del Pacífico, y desde países cuyos gobernantes son simplemente lacayos del Imperio.

Por si sus despropósitos no fueran suficientes, el titular de la Casa Blanca ahora asegura que sus “Marines” entrarán a Caracas, se apoderarán del Palacio de Miraflores e impondrán allí la banda presidencial al señor Edmundo González que espera sentado en Madrid que le digan dónde y cuándo debe ir.

Tal vez debiera, el señor Trump´ para no hacerlo esperar mucho, instalarlo en la Sala Oval de la Casa Blanca. Bien podría, generosamente, permitirle que ponga su escritorio para que desde allí gobierne, un poco como en su mandato anterior hizo con el señor Guaidó ¿Lo recuerdan?. Y es que este fantoche, es la segunda edición del que asomara en el quinquenio anterior y que desapareciera de pronto, alzándose el santo y la limosna

Esto es bueno que lo recuerden, porque el señor Trump ya parece haberlo olvidado. Y es que, en su momento, éste quiso dejarle el Cartel y quedarse con los dólares.

Intentarlo ahora, sería algo así como robarle el elefante al dueño del circo. <:>

MUSICA DEL ALTIPLANO PUNEÑO EN LA AAA- LIMA

 


viernes, 19 de septiembre de 2025

HECHOS INFAUSTOS EN LA POLITICA PERUANA

 LA SUSPENSIÓN DE LA FISCAL DELIA ESPINOZA:

CONSOLIDACIÓN DE UN RÉGIMEN NARCO-CRIMINAL EN EL PERÚ.

Por: Ángel Gabriel Apaza

Introducción

L

a decisión de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) de suspender por seis meses a la fiscal suprema Delia Espinoza representa un punto de inflexión en la crisis institucional del Perú. Espinoza, conocida por liderar un amplio número de investigaciones contra actores clave del poder político, judicial y administrativo, se convirtió en un blanco incómodo para sectores que hoy integran una coalición informal con rasgos de captura mafiosa del Estado. Esta acción no solo evidencia un patrón de represalia institucional, sino que pone en relieve un proceso más amplio: la consolidación de una república narco-criminal, carente de contrapesos reales y legitimidad social.

1. Contexto:

Entre la persecución judicial y la captura del Estado

Entre 2022 y 2025, el sistema político peruano ha sido escenario de una acelerada reconfiguración autoritaria, impulsada por el debilitamiento de las instituciones democráticas y la creciente influencia de economías ilegales sobre la política nacional. La destitución de Pedro Castillo y la llegada al poder de Dina Boluarte en diciembre de 2022 dieron inicio a un proceso de rearticulación del poder, en el cual el Congreso asumió un rol protagónico mediante el control de organismos clave como la Defensoría del Pueblo, el Tribunal Constitucional y la propia JNJ¹.

La fiscal Delia Espinoza, en ese contexto, lideró investigaciones contra una diversidad de actores —desde la presidenta Boluarte y su entorno familiar (incluido su hermano Nicanor), hasta miembros del Congreso, la JNJ y otros altos funcionarios públicos— lo cual generó una fuerte tensión entre el Ministerio Público y el resto del aparato estatal. Su suspensión por parte de la JNJ se percibe como un ajuste de cuentas motivado por la incomodidad que sus indagaciones generaban en el poder político y judicial².

2. Del fujimorato a la dictadura parlamentaria

A diferencia del modelo autoritario de los años noventa —centralizado en la figura de Alberto Fujimori—, el poder actual se expresa bajo una lógica colegiada, donde el Congreso opera como órgano rector de una coalición multipartidaria con características mafiosas. Partidos como Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País y Alianza para el Progreso articulan intereses que trascienden lo ideológico, guiados más bien por la impunidad, el control institucional y la defensa de intereses particulares³.

Salida muy digna

Este modelo ha sido caracterizado por el sociólogo Sinesio López como una "dictadura parlamentaria sin legitimidad social"⁴. El término hace alusión a un tipo de régimen donde el poder legislativo, lejos de cumplir su rol de fiscalización y representación, actúa como estructura de dominación autoritaria, blindando a sus aliados, persiguiendo a disidentes y debilitando toda forma de independencia institucional.

3. Narcoeconomía y sistema político

El debilitamiento institucional no puede entenderse sin considerar el crecimiento exponencial de las economías ilegales en el Perú. A partir del año 2000 —y con especial fuerza entre 2002 y 2025— se consolidaron circuitos de criminalidad organizada vinculados al narcotráfico, la minería ilegal, la tala indiscriminada, el tráfico de personas y el lavado de activos. Estas redes no solo operan en los márgenes del Estado, sino que han logrado penetrar sus estructuras mediante la cooptación de funcionarios y la financiación de campañas políticas⁵.

Delia Espinoza fue una de las pocas figuras institucionales que se enfrentó abiertamente a esta lógica, abriendo procesos contra altos funcionarios y denunciando el vínculo entre el poder político y las redes criminales. Su suspensión simboliza el triunfo, al menos temporal, de estas estructuras sobre los mecanismos republicanos de control y justicia.

4. La institucionalización de la impunidad

La actual coyuntura ha sido descrita por diversos analistas como la instauración definitiva de una república narco-criminal. Esta se caracteriza por tres elementos: i) el control institucional por parte de una coalición político-criminal, ii) la persecución sistemática de actores judiciales independientes, y iii) la expansión territorial y económica de circuitos delictivos bajo la tolerancia o protección estatal⁶.

Con la suspensión de Espinoza, el Ministerio Público queda descabezado, y con ello se debilita uno de los últimos espacios de resistencia institucional. La legalidad se convierte en un instrumento de persecución, mientras el principio republicano de división de poderes se desvanece ante el avance de intereses subterráneos.

Conclusiones

El Perú enfrenta un momento crítico de su historia republicana. La suspensión de la fiscal Espinoza no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia de consolidación de un régimen autoritario, criminalizado y sin legitimidad social. Como en los años noventa, pero con una nueva configuración, el país se enfrenta a una dictadura sin rostro único, pero con múltiples brazos extendidos sobre las instituciones del Estado. La diferencia es que ahora, el enemigo ya no es solo político: es estructural, económico y transnacional.

Notas:

1. Véase Dammert (2023), quien analiza la captura institucional como fenómeno regional, con especial atención a Perú y Centroamérica.

2. IDL-Reporteros (2025) documenta que la mayoría de los miembros de la JNJ se encontraban siendo investigados por Espinoza, lo que plantea un claro conflicto de interés.

3. Esta coalición ha sido denunciada en múltiples ocasiones por organizaciones civiles como Proética y el Instituto de Defensa Legal.

4. López (2024) sostiene que el Congreso ha dejado de representar a la ciudadanía para convertirse en garante de impunidad.

5. Estudios del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y el Instituto de Estudios de las Drogas y Seguridad Humana (DEVIDA) coinciden en señalar la relación entre economías ilegales y poder político.

6. Se puede consultar el informe de Insight Crime (2024) sobre la criminalidad organizada en el Perú para una caracterización más detallada.

 

EL CASO MUY NOTABLE DE TRANSFUGUISMO IDEOLOGICO-POLÌTICO

 ROSPIGLIOSI LARVARIO

Shanna Taco

En HILDEBRADNT EN SUS TRECE Nº 750, 19SEP25

Si Femando Rospigliosi fuese alcanzado por un toque de lucidez, volvería a leer las columnas que escribió en "Caretas" y sentiría vergüenza. En su caso, recordar es morir.

“¿Qué tienen en común el líder serbio Radovan Karadzic, el general haitiano Raoul Cedras, el dictador cubano Fidel Castro y el congresista peruano Carlos Torres y Torres Lara? Todos se han quejado amargamen­te de la intolerable intervención extranjera, referida siempre a dos asuntos: derechos humanos y demo­cracia”, escribió Femando Rospigliosi hace 20 años en una de sus columnas para la revista “Caretas”.

Entre 1992 y el 2001, Femando Miguel Rospiglio­si Capurro escribió más de mil textos de opinión para la revista que dirigió Enrique Zileri. En todos ellos defendió fervientemente los fueros in­ternacionales, clamó justicia para las víctimas de los abusos militares y no se ahorró adjeti­vos para varios de sus actuales colegas de partido.

ROUND 1: DERECHOS HUMANOS

El 27 de julio último Ros­pigliosi lanzó un iracundo tuit desde su cuenta de "X” contra la Comisión de Derechos Humanos. El organismo internacional se había pronunciado en contra de la ley de amnistía para militares y policías involucrados en las masacres ocurridas entre 1980 y 2000.

“Muy bien Ministerio de Justicia al rechazar la insolente injerencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, defensora de terroristas y delincuentes. Pretenden decirle al Congreso y al Gobierno qué leyes se pueden aprobar y cuáles no, pisoteando la soberanía del país como si fuéramos una colonia de la mafia caviar internacional. Es hora de dejar de perte­necer a esa nefasta CIDH”, escribió.

Es probable que el Rospigliosi de fe­brero de 1994 hubiera vomitado bilis frente a ese texto. En esa época, el le­gislador publicó una columna que decía:

“El recurso de apelar al nacionalismo para justificar atentados contra los DD.HH. y la democracia, no es nuevo. Es un instrumento que proporciona réditos inmediatos y fáciles. No importa si quienes lo utilizan incurren en flagrantes contradicciones […] basta pues de hipocresías. No se trata de que el oficialismo tenga aversión a la intromisión extranjera. Acepta la que necesita con la que está de acuerdo. Y rechaza la que interfiere con su política autoritaria”.

Al año siguiente, en junio de 1995, el parlamentario le dedicó tres columnas a “la infame ley de amnistía” promulgada el 14 de ese mes y declarada inconstitucional en 2001. Aquella ley -escribía el ahora fujimorista-, buscaba “liberar a los asesinos” de La Cantuta y Barrios Altos, En sus textos descargó un golpe directo contra el régimen:

“…el gobierno (de Alberto Fujimori) y la cúpula militar hicieron lo indecible para ocultar a los responsables”.

Y aquí una pulla a su nueva amiguísima Martha Chávez:

“(En La Cantuta) los desa­parecidos fueron asesinados. La ridícula teoría del autosecuestro, sustentada por los encubridores afincados en el Congreso Constituyente, se desmoronó sin remedio [...] contribuyen a afianzar una campaña que tiene un pro­pósito claramente definido: encubrir las violaciones de los DD.HH. cometidas por las fuerzas de seguridad”. El texto lo escribió el 11 de marzo de 1993.

La masacre de La Cantuta seguía fresca cuando Rospigliosi lanzó otro dardo. No podía tolerar a “encubridores” del crimen.

“Quedan pocas dudas que los nueve estudiantes y el pro­fesor fueron secuestrados y asesinados, y que los autores del crimen son militares. [...] ¿Cómo es posible que una persona que contribuyó a encubrir el secuestro y asesi­nato de diez personas presida la Comisión de Fiscalización del Congreso? [....] Sabemos que el Perú es el país de la impunidad. Pero esto ya es demasiado”, escribió en di­ciembre del 93.

Rospigliosi ha tratado de justificar su fujimorización argumentando que

“35 años después esos militares y po­licías han sido perseguidos implacablemente por la ma­fia caviar”.

ROUND 2: ALBERTO FUJIMORI

Rospigliosi militó en los años 70 en el partido Van­guardia Revolucionaria. En la década siguiente fue uno de los fundadores de la Asocia­ción Pro Derechos Humanos (Aprodeh).

“Aprodeh se fundó para ayudar a la Comisión de De­rechos Humanos de la Cámara de Diputados. Si alguien sabía de las graves violaciones de de­rechos humanos en esa época era Rospigliosi. No sólo seguía el tema sino que lo investigaba y analizaba”, recuerda Liliana Panizo, otra de las fundadoras de la ONG.

Carlos Rivera, director del IDL y exabogado de Rospiglio­si, recuerda que el parlamen­tario conducía un programa radial dedicado a analizar casos de derechos humanos.

Si bien ya entrado el nue­vo milenio había dado algunas señales de su capacidad para jugar a doble cachete, fue en el 2020 cuando sucumbió a los encantos venales de Keiko Fujimori.

Desde entonces ha defen­dido públicamente no sólo a la heredera sino al patriarca, Alberto Fujimori. El congresis­ta promovió la restitución de su firma en la Constitución de 1993 y argumentó para que el exdictador recibiera pensión vitalicia. En diciembre del 2020 fue presentado como miembro del equipo técnico de Fuerza Popular.

Rospigliosi se ponía al servicio de alguien a quien consideraba el epítome del “autoritarismo y la medio­cridad”, un presidente que -en sus palabras- ni siquiera entendía que su nombre era un insulto en el diccionario político latinoamericano.

Las más rabiosas columnas que Rospigliosi le dedicó a su flamante líder histórico las es­cribió en 1995, con motivo de la guerra del Cenepa.

“Fujimori le mintió al Perú cuando afirmó que los invasores habían sido desalo­jados”,

escribió, acusándolo de la “más grande mentira de las muchas que ha verti­do a lo largo de estos cinco años”. Cuando el presidente apareció bañándose con el torso desnudo en una poza mientras los soldados seguían combatiendo, escribió que se trataba de “una de las imáge­nes más chocantes y grotes­cas de la espantosa guerra”.

También lo llamó corrupto en más de una oportunidad:

 “Con un presidente que es el primero en violar las reglas -escribió-, que consiente a asesores inescrupulosos y destruye la capacidad fiscalizadora del Congreso [...], la corrupción se extiende y corroe las instituciones”.


Y en octubre del 95 dijo del chino de la yuca y el tractor:

“Impone su propia ley en el país, al igual que las combis la imponen en las calles, sin res­petar reglas ni instituciones”.

El 2 de mayo de 1996, cuando estalló el escándalo por la compra de armas so­viéticas, Rospigliosi lo com­paró con el corrupto Carlos Menem. “Ambos son presi­dentes de estilo autoritario y, como casi siempre ocurre en estos casos, la corrupción florece en sus gobiernos”, es­cribió.

En diciembre de 1996 selló su veredicto con una frase que hoy lo dejaría sin bancada:

“La perpetuación de Fujimori no es el mal menor frente a un eventual caos. Sería, en reali­dad, el mal mayor”.

ROUND 3: EL CONGRESO

Rospigliosi, el de los 90, hizo el perfil de aquellos políti­cos candidatos a ser captados por el fujimorismo. Lo graficó con precisión en sus columnas, lo dibujó el modus operandi del poder y ridiculizó a quienes terminaban siendo parte de ese engranaje.

En su columna publicada el 27 de mayo de 1993 decía que los llamados a las filas del fujimorismo son “subordina­dos mediocres y sin carácter”. Cuando Martha Chávez enca­bezó la lista parlamentaria, Rospigliosi se burló de la ex­parlamentaria.

“Que la lista la encabece Martha Chávez reafirma que la característica que Alberto Fujimori más aprecia es la obsecuencia. Pues la única virtud que ha exhibido esa congresista en estos años es su defensa al cien por ciento de todo lo que hacía y decía su jefe. Incluyendo, por cierto, su eficaz labor de encubrimiento de la corrupción y la violación de los derechos humanos du­rante el presente régimen”, escribió.

En aquella columna Rospi­gliosi concluía que el Congre­so de Chávez era “uno de los peores del siglo”.

Y el 19 de diciembre de 1996 Rospigliosi publicó una columna sobre la Comisión de Fiscalización del Congreso. Sugería cambiarle de nombre y llamarla “Comisión de En­cubrimiento de la Corrupción Gubernamental”. Poco des­pués escribió otro texto en el que describía al Perú como “desmemoriado país” incapaz de recordar a los siniestros personajes que lo gobiernan. A Femando Rospigliosi nadie lo va a olvidar. <:>

ANALIZANDO LA REALIDAD POLITICA ACTUAL DEL PERU

 OBEDIENCIAS

César Hildebrandt

En HILDEBRANDT EN SUS TRECE Nº 750, 19SEP25

L

a señora Boluarte obedece de modo invertebrado a Keiko Fujimori.

La señora Fujimori obedece a los empresarios que le den dinero, a los pobres que le sigan creyendo, a los parásitos que la rodean y que la usan para llegar al Congreso.

De esas obediencias serviles surge este tiempo circular, esta repetición de pesadilla, este cáncer tenaz que padece el Perú.

El fujimorismo no en­tiende otro poder que el de su propia metástasis. Es imposible imaginar si­quiera a Fuerza Popular gobernando a partir de ne­gociaciones, búsqueda de acuerdos, tratos entre pares. El fujimorismo desprecia la política y ama las mayorías aplastantes, el abuso del cargamontón, el éxtasis de la aclamación. El fujimorismo es el estalinismo del Tren de Aragua.

La heredera de la mafia paterna, la señora K, trata de imitar a su padre. Pre­tende ignorar que su padre actuó en el escenario espe­cial de un país que el talento inercial de Belaunde y el arte saqueador de García habían ayudado a ser ingobernable. Era un país que parecía póstumo y en el que unas montoneras de maoístas vomitados por el odio volaban torres, mataban a autoridades rurales, masacraban campesinos, en­frentaban a policías y militares y querían hacer de Ayacucho la capital de un reino del terror.

Fue en ese escenario infernal en el que surge la ficticia figura de un japonesito honrado y trabajador que venía de la nada y lo haría todo. Y cuando ese peruano a medias, que tenía en la memoria el agravio perpetrado contra sus ancestros en el Perú de 1942, se irguió como dictador, la gente lo quiso más que nunca. Del mismo modo que había aceptado que San Martín fuese nuestro protector y Bolivar el dictador vitalicio y coronado.

La consecuencia del espanto y la parálisis suele ser la sumi­sión y hasta la indignidad. Y el Perú fue sumiso e indigno ante Fujimori porque Fujimori enfrentó la crisis con éxito. Un país agachado aceptó el sacrificio de perder su condición de ser una suma de ciudadanos y se resignó a ser masa agradecida, colas de pedigüeños, vítores de quien recupera el aliento.

Pero Fujimori no entendió que esa entrega de derechos era un paréntesis, una renuncia a plazo fijo, y convirtió los tiempos de excepción en método de gobierno. Y añadió la corrupción más absoluta y la concentración de poder más repugnante del siglo XX peruano. El Perú se entregó a Fujimori, pero Fujimori no devolvió el Perú. Se quedó con él como si fuera su Pampa Bonita e hizo de él una satrapía personal en la que los jueces, los congre­sistas, los fiscales, el contralor, el Tribunal Constitucional, el poder electoral, la defensoría y, por supuesto, las fuerzas del orden actuaran en condición de rehenes y firmaran lo que fuera bajo chantaje de hacer públicas sus mugres. Para construir esa organización de vocación siciliana, Fujimori tuvo que rodearse de lo peor: maleantes, asesinos, ladrones y traido­res. Por eso terminó como terminó: devorado por sus sombras y en la cárcel.

Keiko Fujimori cree haber heredado una parte del fujimorismo. No la que sacó al país de la inflación y la amenaza del terrorismo, sino de aquella que tuvo como protagonista a su padre en versión degenerada, a Vladimiro Montesinos tal como había sido siempre, a Hermoza Ríos como Caco o a Chlimper como mercader de Venecia. La heredera cree que su destino es repetir la etapa tumoral del gobierno paterno.

Y por eso está feliz. Con esta Dina Boluarte salida del basurero y con el auxilio de mafiosos de todo pelaje, ha logrado gobernar sin la tediosa necesidad de ganar las elecciones. Y, en homenaje del lado B de su padre, ha creado una defensoría apócrifa, un Tribunal Constitucional podrido, una SUNEDU flechada con curare, un Congre­so que legisla para el cri­men y la impunidad, una fiscalía reocupada por la bazofia caserita de Willax y un poder judicial al que se quiere someter siguiendo los métodos de Femando Rospigliosi.

Ahora quiere que todo eso se ratifique el 2026 en elecciones que un Jurado Nacional de Elecciones sometido y una ONPE domada convaliden siguiendo, si es necesario, las actas de las Fuerzas Armadas.

La señora Keiko cree que el Perú le debe la rei­vindicación del apellido que manchó su padre. Cree que el Perú es lo suficientemente miserable como para apelar a la nostalgia y devolvemos a la época en que Blanca Nélida Colán mataba las investigaciones que comprometían al régimen. Está convencida de que amamos el cáncer. Y supone que si Dina Boluarte fue su mucama, los peruanos, en general, seguiremos ese camino y terminaremos aceptando que Miki Torres nos diga dónde ir, que la Moyano establezca dónde no ir y que Erasmo Wong nos recomiende qué comprar. La señora Keiko cree que la monarquía lumpen fundada por su padre a partir de 1995 está en plena vigencia y que ella será la victoria de las barras bravas. <:>

jueves, 18 de septiembre de 2025

martes, 16 de septiembre de 2025

ALLÁ DE LAS NUBES: JORGE FLÓREZ ÁYBAR (1942-2025)

 Christian Reynoso

L

a reciente muerte de Jorge Flórez Áybar, ocurrida en Puno, pone de luto la literatura peruana. Flórez Áybar transita ahora más allá de las nubes y deja como legado una escritura honesta mediante los diversos libros de poemas, cuentos, novelas y crítica que publicó desde fines de la década del sesenta. Deja también como ejemplo una postura iconoclasta ante las convenciones y normas que, en algunas ocasiones, lo llevó al ostracismo. “Un problema que tengo, es decir siempre la verdad y esto me ha traído inconvenientes. A veces, creo que es mejor callar, o mejor, encerrarse en los cuarteles de invierno, como lo hago estos últimos años”, me confesó.

Jorge Flórez Áybar nació en Puno en 1942. Hizo sus estudios universitarios en Cusco, ciudad en la que empezó su vocación literaria a la vez que ejerció el periodismo. A su regreso a Puno, en los ochenta, se dedicó a la docencia en colegios, institutos y en la Universidad Nacional del Altiplano, de la que cesó por voluntad propia en 2010. Ocupó algunos cargos públicos como regidor de la Municipalidad de Puno (2011-2014), y dirigió revistas literarias como “Apumarka”, la de más larga data. En los años ochenta junto con Feliciano Padilla (1944 -2022) y otros escritores, entre ellos Luis Gallegos (1919-2020), consolidaron el llamado Grupo Titikaka que renovó y dio un nuevo impulso a la narrativa puneña con una perspectiva de modernidad y una marcada distancia del costumbrismo.

“Obaydina”, en 1969, fue su primera plaqueta de poemas a la que le siguieron otras, reunidas en el libro “Las huellas del tiempo” (2000). En 1987, publicó “La tierra de los vencidos”, su primer libro de cuentos que junto con otros posteriores se reunieron en “La danza de la lluvia” (2001). “Mas allá de las nubes” (1999), fue su primera novela, a la que siguió “La agonía de Kamáchik” (2009). En crítica publicó: “La novela puneña en el Siglo XX. Una propuesta de periodización de la literatura en los Andes” (1998) y “Literatura y violencia en los Andes” (2004), en los que revisó una serie de novelas puneñas desconocidas hasta entonces, al mismo tiempo que hizo una crítica a la crítica de categorías occidentales. Entre sus libros recientes se cuentan “Dile que me estoy muriendo” (2015, poesía), “El evangelio según Gamaliel” (2021, crítica), entre otros.

Alexander Petrova es uno de los personajes más recordados de Flórez Áybar que aparece en sus cuentos y en su primera novela. Una suerte de alter ego, pero en suma un personaje escindido entre la violencia y la situación política del país en los años ochenta y noventa, que abraza la búsqueda de un entendimiento social y cultural. Así, la obra de Flórez Áybar es una permanente reflexión sobre diversos tópicos como el problema de la identidad, la obsesión por la muerte, la mirada al mundo andino desde una visión política y contemporánea. Pero hace falta todavía un estudio integral de su obra y pensamiento. “Escribir en los Andes no es un oficio sino una misión”, me dijo, “que nos servirá para encontrar nuestra identidad individual y colectiva”.

Sean estas palabras un homenaje a Jorge Flórez Áybar, a su amistad y al aprecio que compartimos. Mi sentido pésame a su familia desde esta columna. <:>

lunes, 15 de septiembre de 2025

NOTICIAS DE LA TIERRA NUESTRA: FALLECIMIENTO DE UN GRAN ESCRITOR DE PUNO CONTEMPORÁNEO

JORGE FLÓREZ ÁYBAR VIVE AHORA Y SIEMPRE, EN SUS LIBROS.


Por: Liliana Quinto Laguna.

Sabemos que la realidad es más cruel que la fantasía. Y esa realidad hoy nos deja asombrados en medio del dolor y la tristeza. El enorme y querido escritor, amigo, confidente, gran persona, se ha ido físicamente, Entrañable Jorge Flórez Áybar, recuerdo que le decía por qué tu apellido con z y sonriendo me contestaba, es que yo soy de jardín, no de maceta.

Jorge poeta, narrador, ensayista, novelista, nació en Puno un 9 de noviembre de 1942, se fue a la edad de 83 años, dejándonos con el sinsabor de varias pláticas pendientes, donde él brillaba por todas sus anécdotas, e historias interesantes, coloreadas con su imaginación, sus lecturas y con la experiencia de los años.

Siendo desde muy niño un asiduo lector, contaba que en su época estudiantil escribía poemas religiosos, tenía bastantes y los terminó quemando en Saqsayhuamán en el Cusco. Uno de los temas que le gustaba tratar era el de la transculturización, que refería permitía preservar las culturas autóctonas de las naciones frente a una modernidad que nos acosa y que los escritores de la transculturización son una especie de puente entre la cultura occidental y la cultura andina, también contaba que llevaba ciertos recuerdos melancólicos que le seguían como su sombra, pero que su espíritu era fuerte y vigoroso para continuar.

La anécdota que hacía que le brillen los ojos era la que solía contar cuando tenía que viajar a Tacna a ver a su hermano Hugo por lo que le preguntó a su madre que mensaje quería darle, ella le respondió : "Dile que me estoy muriendo" lo que dio título a su libro de poesía y narrativa con el mismo nombre.

El decía que todos sus libros eran sus hijos tanto de poesía, narrativa, ensayos y novela, pero al de poesía le tenía más cariño. Sus ensayos traen notas reflexivas, aportes muy importantes que invitan a inferenciar,

El querido Jorge tenía un público cautivo muy especial, también sus seguidores incondicionales que eran sus ex alumnos, jóvenes y señoritas que siempre lo acompañaban en sus presentaciones, dando ése respaldo cariñoso pleno de admiración, respeto, el día de sus cumpleaños que coincidió con la actividad que organizamos con un gran equipo, junto a Boris Espezua Salmón y Jorge Flórez Áybar, la antepenúltima "Feria y Festival Internacional del Libro en Puno, Feliciano Padilla" día en que conversábamos sobre el entrañable Feliciano Padilla, de pronto aparecieron jóvenes que le trajeron una torta y le cantamos el Feliz Cumpleaños, fue una sorpresa grata para él, vimos el sincero y enorme cariño de sus ex alumnos. Jorge tenía una sensibilidad exquisita, de gran corazón, culto, conversador elocuente, confiable, gran persona, con la sencillez de los grandes.

La mayoría de sus libros tienen una historia personal detrás, sus textos tienen un sentido particular, su creación jamás fue un barco a la deriva. El andamiaje ideológico tiene un sitial, cada publicación lleva su respectiva filosofía, identidad, cultura, ideas, aportes y belleza.

¡Cómo nos harás falta querido Jorge! Si las actividades culturales, presentaciones, análisis de libros, lecturas poéticas, contigo tenían la esencia, el realce, la última actividad donde apadrinamos a los jóvenes ingresantes a la carrera profesional de Lengua y Literatura de Educación de la Universidad Nacional del Altiplano tiene tu sello, en un mensaje majestuoso que dejaste y en mi participación les dije, "tenemos la dicha de contar con Jorge Flórez, con tanta experiencia, pregunten, conversen con él" ahora todas esas palabras caen y se estrellan Jorge querido, porque ya no estás para aportar y enseñar. Tu mensaje brilla en el aire, cuando dijiste: "Si no estoy físicamente, busquen en mis libros, ahí me encontrarán" Hasta siempre Maestro, Amigo, inolvidable Jorge Flórez Áybar.

Sentidas Condolencias a tu compañera y amados hijos. <+>

¿FUERZAS ARMADAS PRIVADAS EN EL PERU?

 MERCENARIOS COLOMBIANOS

Informe Semanal De Política Exterior www.politicaexterior.com

15 DE SEPTIEMBRE DE 2025

 L

 a muerte en agosto de decenas de mercenarios colombianos –hasta 40 según distintas versiones– que  sobrevolaban una zona de guerra en Sudán ha mostrado otra vez que el llamado oficio más viejo del mundo, un dudoso honor que se disputa con la prostitución, goza de excelente salud en varias regiones y países del Sur global.

Colombia es uno de ellos. Debido a décadas de conflictos armados internos, alberga a miles de exmilitares y policías con bajos ingresos y un importante valor añadido: experiencia de combate, que suele marcar la diferencia en un campo de batalla.

Según la publicacion EL COLOMBIANO, se han detectado mercenarios del país latinoamericano en al menos 16 países: México, Haití, Irak, Kuwait, Somalia, Libia, Nigeria y Ucrania entre ellos. Unos 300 colombianos del país están desaparecidos en Sudán y otros 300 cayeron en combate en Ucrania, según le dijo en noviembre de 2024 Serguéi Lavrov al ministro de Exteriores colombiano, Gilberto Murillo.

Ucrania recibe casi sin restricciones a voluntarios extranjeros en sus dos legiones internacionales, a los que paga 1.000 dólares al mes y “bonus” de combate de hasta 3.000 dólares mensuales. La presencia de “soldados de fortuna” colombianos en zonas de fricción geopolítica se explica por su formación en operaciones de contrainsurgencia y su manejo de armas y equipos de la OTAN.

En conflictos asimétricos y de baja intensidad, una unidad pequeña y bien entrenada puede aportar ventajas tácticas desproporcionadas para su tamaño. En un sector ultracompetitivo, los colombianos aportan disciplina y resistencia física a precios imbatibles. Erik Prince, fundador de BLACKWATER(1), ha vuelto a encontrar amigos en la Casa Blanca a través de Pete Hegseth, el ahora secretario de Guerra.

 En 2004, cuatro miembros de BLACKWATER fueron asesinados por milicianos iraquíes que colgaron sus cuerpos en un puente de Faluya, provocando una batalla campal que se cobró las vidas de 107 soldados de la coalición y de 1.350 iraquíes. Según el Wall Street Journal, Vectus Global, el nuevo emprendimiento de Prince, está centrando sus operaciones en países del hemisferio occidental. En Haití, por ejemplo, ha desplegado salvadoreños para luchar contra las bandas que dominan el país caribeño.

A las mineras peruanas, alarmadas por los ataques de sicarios a los yacimientos oro, cobre, plata…– que explotan-, les ofrece paquetes de seguridad de 10 millones de dólares anuales.

Prince cree haber encontrado en el ecuatoriano Daniel Noboa y el salvadoreño Nayib Bukele potenciales socios para convertir a VECTUS con el apoyo más o menos explícito del Pentágono en la versión “Made in USA” de Wagner.

El problema es que exportar mercenarios tiene un coste. Su participación –o complicidad– en graves violaciones de derechos humanos, tráfico de personas y crímenes de guerra es un riesgo permanente. En el asesinato en julio de 2021 del presidente de Haití, Jovenel Moïse, participaron 26 exmilitares colombianos.

 Los carteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa también han reclutado colombianos con frecuencia. En esa división del trabajo, Colombia suministra un recurso estratégico –mano de obra militar barata– en un mercado en el que se mezclan métodos de reclutamiento coactivos, engaños y tráfico de armas.

Según LA SILLA VACÍA, algunos mercenarios colombianos denuncian que fueron reclutados como guardias de seguridad en instalaciones petroleras en el Golfo, pero que fueron enviados después a Sudán. Sin pasaportes fuertes ni dinero para regresar, dependen de lo que sus empleadores quieran hacer con ellos.

El presidente Gustavo Petro ha pedido al Congreso tramitar con urgencia un proyecto de ley para ratificar la convención contra el mercenarismo de la ONU (1989) y aprobar otra contra compañías de reclutamiento. Entre las más activas en Bogotá están la colombiana A4SI y GSSG, una compañía emiratí con sede en Dubái, que suelen ofrecer sueldos de 2.500 euros mensuales, cinco veces más que el ejército o una de sus pensiones de jubilación.

Por lo general, tienen los papeles en regla y las presiden militares retirados que saben que la guerra puede convertirse, a su modo, en una adicción. Tres semanas después de regresar a San Petersburgo tras cumplir su contrato, uno de los presos alistados por el Grupo Wagner en una prisión de Krasnoyark dijo al podcast Russia Behind Bars que se estaba preparando para regresar al frente. “La vida civil es muy aburrida”, se justificó.

Al fin y al cabo, los mercenarios son tan antiguos como la guerra misma. Las primeras alusiones a su uso se remontan al antiguo Egipto, cuando alrededor del año 1500 a. C., Ramsés II empleó a 18.000 nubios, hititas y filisteos en sus conquistas y a los que pagaba con lo que saqueaban. ●

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(1) Nombre de una antigua empresa militar privada (EMP) fundada por Erik Prince en 1997, especializada en entrenamiento militar y de policía, ofreciendo personal de combate para gobiernos y organizaciones privadas, así como servicios de seguridad para la protección de personalidades y diplomáticos y transporte seguro de materiales sensibles en zonas de conflicto. Ha cambiado de nombre varias veces.