FUTURO PERFECTO
César
Hildebrandt
En:
HIDELBRANDT EN SUS TRECE Nº 743 1AGO25
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N |
o
le deseo ningún infortunio a la señora que va a Palacio, Pero me temo que apenas
deje el cargo que no cesa de manchar le van a llover papeles, audios comprometedores,
mensajería de nuevos cuellos blancos, óbolos de waykis, porcentajes.
Y
la traición hará, como siempre sucede, el viaje de vuelta. Bajo presión, los
Quero y los Santiváñez colaborarán eficazmente mientras personajes de menor rango,
que ahora ni imaginamos, saldrán a contar lo suyo.
La
señora vive en la mugre de la poIítica porque así lo decidió. Nadie le dijo que
sucediera a Castillo, esa farsa con sombrero, para aliarse con quienes perdieron
las elecciones. Nadie le puso un revólver en la cabeza para que se acostara con
el hampa y se levantara convertida en la amante de los Soprano del Congreso.
Nadie le dijo que se suicidara moralmente y saliera a defender la ley de
Fernando Rospigliosi que arnnistía a asesinos uniformados.
No
le deseo nada malo a la señora que Ya a Palacio, pero me temo que a ella le va
a suceder lo peor. Y lo peor que puede pasarle a alguien de su calaña es que se
quiera más cada día y que a cada hora Ie crezca, corno hierba salvaje, la autoestima.
Eso ya está ocurriendo.
En
su maratón de lectura del 28 se la vio más empoderada que nunca y alcanzando
cumbres del cinismo. Y ahora que desafía el orden internacional achoràdose con
la Corte Interamericana de Derechos Humanos o enemistándonos inútilmente con
Bolivia, uno percibe que Ia señora ha decidido cavar su tumba con más energía
que nunca`.
Las cosas no son como se las han descrito sus asesores, señora Boluarte. Se siente usted la reina Victoria de un reino tan poderoso como imaginario que hasta se atreve a dar lecciones a sus vecinos, pero lo cierto, señora, es que usted preside ilegalmente un país atravesado por eI crimen organizado. Y usted no es Victoria, sino la pantalla de un Congreso dominado por la oscuridad. Victoria se casó con su primo Alberto de Sajonia y con él tuvo nueve hijos. Usted se ha casado con Keiko Fujimori y César Acuña y de esa unión sólo nacerán gárgolas de adobe.
Cuando el artículo 117 de la Constitución no la proteja acudirán a su casa los fiscales, señora Boluarte. Que sus abogados la protejan, que los jueces sean justos, Y en ese trance, tendrá usted que probar que no merece la consagrada figura de la autoría mediata en el caso de los asesinatos de diciembre del 2O22 y enero del 2023.
Pero
tendrá que defenderse también del cargo inminente de encabezar una organización
criminal que, en combinación con eI Congreso dominado por el hampa, favoreció
el delito con leyes que parecían tener nombre propio.
Usted
es de las peores cosas que le podían pasar al país. Y la gente la desprecia no
porque usted sea una mujer andina -ya quisiera tener usted la modesta sabiduría
de muchísimas mujeres andinas- sino porque usted ha demostrado que Io único que
le importa es eI cargo, los ritos, el oropel, los húsares, el dinero, la
apariencia insolente de un éxito que necesita de policías y soplones.
A
partir de agosto del 2026, señora, usted tendrá lo que ha hecho tanto por
merecer. No me complaceré viéndola en esos trances, pero tampoco diré que el
destino ha sido cruel. La verdad es que fui educado en el respeto especial a
las mujeres. Viví en una casa en la que mi madre tenía el rol protagónico y
donde mis tres hermanas la secundaban. Me habría gustado ver en usted a una
mujer con la que se podía discrepar pero a quien debíamos, por su cargo, rendir
honores, Pero usted, señora, se ha escudado en la infamia y ha envilecido aún
más Ia política de este país que dice representar. La historia ya la juzgó,
señora Boluarte. Ahora falta que Ia juzguen los rnagistrados de alguna sala
penal. Eso será inevitable. <:>

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