sábado, 3 de noviembre de 2018

B R A S I L

En animus jocandi o estilo cachaciento

¡TRIUNFO DE BOLSONARO!
HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 419, 2nov18
E
l candidato del pue­blo brasileño ha arra­sado en las eleccio­nes de la segunda vuelta. Jair Bolsonaro será el presidente del gigante latinoamericano durante los próximos cuatro años.
Como sostuvo el diario "Expreso", de Lima, vocero de la de­cencia periodística y enemigo de las mentiras del marxismo en harapos que pretende todavía dominarnos, "Brasil es una fiesta".
Es cierto: los brasileños recordaron la alegría la tarde del do­mingo, cuando los primeros recuentos a boca de urna daban cuenta del 55% de los votos obtenidos por el Partido Social Liberal, la organización política que llevó al éxito a este rudo y sincero excapitán del ejército brasileño.
Bolsonaro ama el orden y el progreso, las dos palabras inscritas en la bandera de su país. Y como ama el orden ha prometido acabar con la delincuencia sin las vacilaciones "demo­cráticas" de los débiles, aunque esto signifique un relativo costo de vícti­mas directas o colaterales.
¿Alguien puede oponerse acaso a que los militares brasileños, en conjunto con la policía, ingresen a aquellos santuarios del crimen impu­nes durante décadas? Los "pobretólogos" de siempre dicen que las favelas serán blanco de los peores abusos. No hay que hacerles caso. Para ellos, rojos sin disimulo, la pobreza es patente de corso. Y como Bolsonaro ama el progreso, lo primero que hará sera reducir la burocracia de Brasil, la can­tidad de ministerios y el cuantioso dé­ficit fiscal que el señor Temer no pudo atenuar por presiones del Congreso.
Con Bolsonaro se aca­ba el Foro de Sao Paulo, esa máquina de financiar a organizaciones y par­tidos de izquierda. ¡Cuántas lamentaciones estamos viendo al respecto! Los que se lamentan son los oenegeneros y radicales de todos los colores que han vivido con fondos internacionales fomentando aberraciones como la ideología de género y el re­sentimiento social en contra de las élites.
En el fragor de la campaña electoral, el presidente electo del Brasil se ha permitido lanzar algunas frases que más parecían
provocaciones que convicciones. Las dijo interpretando el hastío de las mayorías frente al monopolio de lo políticamen­te correcto que ejercían los medios neomarxistas. No estamos, sin duda, frente al personaje racista, machista, homofóbico y amante de la tortura que nos han querido pintar sus pre­visibles detractores. Estamos ante un personaje que puede hacer historia si logra el hundimiento definitivo de la izquierda bra­sileña, esa horda de vándalos amigos de lo ajeno con Lula a la cabeza y toda una red ma- fiosa tejida, sobre todo, en el nordeste del país.
Jair Bolsonaro trae aires nuevos a la política bra­sileña. Son los aires que recuerdan a aquella insu­rrección militar-legítima por donde se la juzgue- que acabó con los go­biernos anarcoides de los Goulart y compa­ñía. ¡Bienvenido a la gran escena del mundo, presidente Bolsonaro!






Andrés, en SOMOS de EL COMERCIO 3NOV18


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