lunes, 22 de enero de 2018

CHURATA NO DESCANSA EN PAZ

Omar Aramayo
Ha sido destrozado, parcialmente, a ladrillazos, el mausoleo de Gamaliel Churata, en el cementerio de Laykakota, Puno, por delincuentes cuya procedencia mayormente se desconoce. No han podido ser los falangistas de derecha, que en 1955 incendiaron la imprenta del MNR, donde se editaba El Pez de Oro. Ni la derecha afectada por las reformas sociales, a las cuales contribuyó en Bolivia. Ni tampoco personas ligadas a quienes le hicieron la vida imposible cuando Churata había sido contratado para trabajar en la oficina de relaciones públicas de la Corpuno, hoy gobierno regional; esos, en vida, ya le hicieron el daño suficiente. No, esa gente ya es extinta. Solamente se puede sospechar de los desadaptados sociales que medran en los tugurios de la zona, de los espíritus resentidos, enemigos de la cultura.
Churata falleció el 7 de noviembre de 1969, a los dos días fue sepultado en el cementerio El Ángel. Su cuerpo mortal llevado, gracias a Domingo Huamán Peñaloza, a la Apacheta de los Amautas, Puno, donde fue enterrado con fasto popular, fasto casi fiesta; la ciudad se congregó como si hubiese acabado de nacer un meteorito
del centro de la tierra, el 5 de noviembre de 1980. Al ser saqueado aquel cementerio, la Apacheta de los Amautas, se le trasladó al pabellón de párvulos en 1997, a los cien años de su nacimiento, en el cementerio de Laykakota. De ese pabellón, gracias a su hija Estrella, a uno de mejor ubicación, en el ala izquierda del cementerio, donde ella, en compañía de Pedro, le puso la lápida.
En la madrugada del 4 de noviembre, del pasado año, 2017, se inhumaron sus restos mortales, en emotiva y telúrica ceremonia, con ofrenda a la Pachamama, con la esperanza, que finalmente, descansara en paz; y fuese reconocido por la gente que lee y que sabe, o debe saber el valor de los libros de Churata; es decir, por los jóvenes. El mausoleo, una bella alegoría al Khori Challwa, sirena y puma, fue construido por el escultor Wilbert Maydana, gracias a la iniciativa de Amarat Peralta, hijo de Gamaliel, y a la gestión denodada de su sobrino nieto, Pedro Pineda; con participación de la Beneficencia Pública y la aquiescencia de la Municipalidad.
El lunes 06 de noviembre, a los 48 años exactamente de su deceso, Gamaliel murió un 7 de noviembre, después de 4 residencias y 5 traslados se inauguró el monumento fúnebre, con la concurrencia de autoridades, estudiantes, poetas, periodistas.
Los textos de Churata nos llaman desde la subversión del lenguaje hasta la manera de ver el silencio o la oscuridad; todo acto humano o divino está en el Pez de Oro, en su ausencia o en su inmanencia.

La profanación de su mausoleo debe llamar la atención de la Beneficencia Pública. En algún momento el sindicato de trabajadores del cementerio cuestionaron los gastos mínimos de la directiva. Ni en la china comunista se darían los trabajadores el pisto de tomarle cuentas a una directiva. Además, que es el primer sindicato que se pelea con un muerto, que a la sazón se llama Gamaliel Churata. O quien sabe, es un caso para el famoso investigador llamado La Araña.

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