LOS ATRAPANIEBLAS
Condensado
de varias publicaciones
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n ciertos lugares de la costa peruana, ubicadas en
altitud media y a los que se ha dado en denominar como “lomas”, en ciertas épocas
del año aparece un clima de humedad intensa, brumosa, que genera tipos de vegetación
menor, formando espesas neblinas o “camanchaca” (en quechua) que se describe
como una nube a ras de suelo compuesta por diminutas partículas de agua.
“La mayor
parte de las nieblas se producen al evaporarse la humedad del suelo, lo que
provoca el ascenso de aire húmedo que al enfriarse se condensa dando lugar a la
formación de esas nubes bajas”, describe un destacado especialista.
Existen procedimientos y métodos que permiten
captar el agua proveniente de la bruma con el fin de encontrar alternativas
sustentables para el desarrollo de las zonas donde hay escasez del líquido
vital.
Uno de los sistemas que cumple esa función son los
Captanieblas o ‘atrapanieblas’, denominados así porque los captadores,
compuestos de mallas, literalmente atrapan y condensan las microscópicas
gotas de agua, de forma que las diminutas partículas de agua se adhieren a la
malla y se combinan con otras partículas similares formando gotas más grandes
que resultan demasiado pesadas para permanecer en la malla, por lo que caen por
gravedad.
En ciertos lugares del Perú, las mallas
atrapadoras están hechas de fibra de cactus, cuya textura natural resulta muy
eficiente tanto ecológica como económicamente.
Bajo la base de las mallas en mención, se colocan canaletas que recogen el goteo que cae por gravedad y el líquido que se acumula se conduce hasta un reservorio para su uso en el riego y en el consumo humano.
De ese modo, el sistema de atrapanieblas capta las
gotas de agua de la bruma para su posterior uso.
Las mallas atrapaniebla constituyen una
alternativa sustentable para las zonas donde hay escasez de agua potable y en
sitios áridos donde la lluvia es muy escasa, si no inexistente, como muchos en
la costa peruana.
Las ventajas del sistema, es que se logra obtener agua sin afectar a otros ecosistemas ni alterar el equilibrio natural. “Cada gota cuenta” ante los efectos del cambio climático y la reducción de las fuentes de agua dulce en el planeta. Téngase en cuenta que, “uno de los mayores desafíos del siglo es y será en el futuro, el acceso al agua. <>


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