EL MUNDO UNIPOLAR
DE NUESTROS DÍAS
Por Manuel Rodríguez Cuadros
En LA
REPÚBLICA 30 de junio de 2024.
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aymond
Aron, en PAZ Y GUERRA ENTRE LAS NACIONES diferencia los conceptos de poder y
potencia. El primero hace referencia a los recursos naturales, sociales,
militares, económicos, tecnológicos, culturales y políticos que posee un Estado
para determinar o influir en la conducta de los otros Estados. La potencia es
la capacidad y legitimidad para movilizar esos recursos en circunstancias
determinadas, con el fin de obtener objetivos específicos. A partir de la
dimensión de Hans Morgenthau distinguió tres sistemas internacionales. Si es
manifiesta la existencia de un poder superior al resto, nos encontramos ante un
sistema unipolar, si dos son los
Estados con poderes equivalentes, el sistema
es bipolar; y si son varios los Estados con poderes equivalentes, entonces
es multipolar.
Unipolar |
Si se
analizan con cierta objetividad la estructura del poder mundial y sobre todo
sus tendencias, es muy difícil sostener la idea de la multipolaridad. Desde el
punto de vista del poder militar convencional, los Estados Unidos son
largamente la mayor potencia. Su gasto militar es cerca de cuatro veces mayor
que el de China (Global Firepower, SIPRI). Su capacidad de desplazamiento para
intervenir en conflictos localizados o proporcionar ayuda financiera militar
sigue siendo única. Según Conflict Management and Peace Science, posee 254
bases e instalaciones militares en el extranjero y cerca de 200.000 efectivos
militares (solo en Alemania y Corea del Sur hay 34.000 y 26.400
respectivamente). China no tiene sino cuatro bases en el extranjero (lo que es
también subproducto positivo de su diplomacia no intervencionista). Ningún otro
país se acerca ni de lejos a esta capacidad de operación militar en el mundo.
Esta
unipolaridad del poder militar no se reproduce en el campo nuclear, donde hay
una estructura bipolar entre los Estados Unidos y Rusia. Según el SIPRI, Rusia
posee 5.889 armas nucleares y los Estados Unidos 5.244. El contraste con China
—que posee solo 350— es muy marcado.
Si se
traslada el eje del análisis del poder hacia el ámbito político, ningún país en
el mundo ejerce, como los Estados Unidos, una vinculación instrumental entre su
poder nacional y su política exterior de forma tan masiva. La diplomacia norteamericana
con fracasos y éxitos es una conjunción del desplazamiento de fuerzas militares
y la acción política diplomática. En el Asia, África, Europa y el Oriente
Medio. Y en el ámbito más específico de lo político, los Estados Unidos son un
actor político interno en la gran mayoría de los 193 países que forman las
Naciones Unidas.
En lo
económico, no obstante el ascenso chino, el sistema sigue siendo unipolar. La
economía china es dos tercios de la norteamericana. El sistema monetario sigue
estando dominado por los Estados Unidos y el patrón dólar no ve amenazado su
hegemonía. Es cierto que, en lo económico, China es un poder ascendente y los
Estados Unidos lo contrario. Pero aún son economías que no se pueden equiparar.Bipolar
La globalización ha impactado estructuralmente en el mundo de la pos Guerra Fría. La casi ausencia de intercambios entre los bloques dio lugar a una vinculación intensa de sus economías. Por volumen total de exportaciones e importaciones, Estados Unidos es el principal socio comercial de China y a la inversa. Como China ya es la segunda potencia económica mundial y al 2050 puede reemplazar a los Estados Unidos, Washington aplica una política económica de contención a los intercambios económicos, científicos y tecnológicos, incluidas sanciones selectivas. Por el contrario, la China —la gran ganadora del proceso global— defiende el comercio libre de beneficio mutuo. En todo caso hay una competencia-confrontación económica. Pero la cooperación-integración tiene una mayor envergadura. En las próximas décadas, esa relación económica de integración-conflicto seguirá marcando el ritmo del proceso global.
En el ámbito
cultural, los Estados Unidos son también un poder unipolar. El American way of life es el patrón de
referencia básico de lo que se denomina la cultura global y el factor externo
de mayor influencia cultural en la sociedad china. Los patrones de consumo
norteamericano son usuales en la China de hoy. El consumo es también una
influencia cultural.
El mundo
actual se caracteriza, así, por constituir un sistema internacional unipolar complejo
y en transición. Es complejo, pues siendo unipolar, en lo nuclear es bipolar y
en lo económico comprende a una potencia ascendente; y especialmente, porque en
lo político-militar la disociación entre poder y potencia es tan grande que
relativiza la efectividad del poder unilateral. En este caso de los Estados
Unidos. Algunos ejemplos. En un asunto tan grave como la guerra Israel-Hamás,
el plan de paz de Biden es rechazado por Israel y no logra ejecutarse. El
bloqueo contra Rusia por la guerra en Ucrania ha sido un fracaso. La economía rusa creció el 2023 a 3,6 %
frente al 0,5 % de la Unión Europea. Y
la evolución de la guerra, donde la victoria rusa parece ineluctable, pondrá a la
OTAN en un escenario de posguerra impensado,a pesar de haber sido previsible.
El
debilitamiento de la potencia o del poder blando de los Estados Unidos se
observa también en el tablero diplomático latinoamericano. Más allá de que
China sea el principal socioeconómico de Sudamérica, en lo político-diplomático
hay escenarios poco conocidos. Del total de las votaciones en la Asamblea
General (2022), el Perú coincidió con América Latina en un 70,94 %. Con China
en un 88,89 %, con Rusia 55,56 y con los Estados Unidos solo 22,22. El dato es
que esas posiciones no las determina ni la presión ni el interés de la potencia
unipolar. No reflejan posicionamientos o alineamientos en función de los ejes
de la política mundial, sino la convergencia-divergencia de objetivos y
posiciones los Estados. No son votos anti ni pro. Son expresión de intereses
nacionales diferenciados.Multipolar
El sistema
unipolar de transición tiene tres características fundamentales y una
contradicción principal. Entre las primeras, existe una disociación profunda
entre el poder (atributos de la de fuerza e influencia) y la potencia o poder
blando (capacidad de utilizar el poder para obtener objetivos deseados). Esto
da más inestabilidad al sistema y absorbe el surgimiento de guerras y focos de
conflicto, incluida la amenaza plausible del uso del arma nuclear táctica. Al
mismo tiempo, las correlaciones de fuerza son entre Estados y no de bloques.
Eso produce márgenes de acción para que los Estados medianos y pequeños tengan
diplomacias más independientes. Y finalmente, en términos económicos, hay una
interdependencia compleja que hace que los poderes mayores del sistema tengan
límites a sus dinámicas de conflicto.
La
contradicción principal es que mientras el mundo occidental, liderado por los
Estados Unidos, concibe sus políticas exteriores en una conjunción de normas y
valores (la democracia, por ejemplo), China y Rusia y muchos otros países
demandan un mundo solo guiado por normas y no aceptan que unas sociedades
impongan sus valores a otras. Aquí está el germen de una mayor conflictividad. <>
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