domingo, 18 de junio de 2023

EL HUAYÑO, BAILE NACIONAL

 EL HUAYÑO

Y LA MARINERA PUNEÑA

Escribe: Walter Rodríguez Vàsquez

En LA MUSICA DEL ALTIPLANO PERUANO. Editado por Empresa de Generación Eléctrica San Gabán S.A. s/f

El huayño...canto universal del Perú indio y mestizo...

Esta definitiva afirmación de José María Arguedas ha inspirado a muchos estudios osa conceptualizar esta forma de música popular andina; Rodrigo Montoya afirma: "..se trata de un género musical considerado precolombino, que por motivos desconocidos se ha desarrollado muchísimo después de la conquista..". Según otros estudiosos su origen sería colonial, para llegar a ser en el S. XX, el medio de expresión musical principal del hombre andino.

Desde las profundidades del Perú antiguo
Su estructura musical simple y flexible ha permitido la presencia de diversas variedades de huayños, según los contextos geográficos y culturales desde donde emergen. Si se considera que hay cientos de géneros musicales, el huayño con distintas denominaciones etnolingdísticas es el más popular: “karamusa1' o huayño campesino en Ayacucho, "chimaicha" en Junín, "chuscada", "sacsha" o "huaquilla" en Ancash, huaylarsh, muliza, Santiago, tunantada, chonguinada y tantas otras variantes rítmicas de origen andino. Emilio Vásquez refiere: "...cualesquiera que sea la modalidad que haya ido adquiriendo, el waiño sigue su trayectoria de waiño, conserva a través de todo su sustancialidad y su acento indestructiblemente indígena". (1937 : s/n)

El huayño, sin duda es una herencia de origen precolombino; es la forma musical más difundida en las sociedades andinas del Perú con diversas variantes regionales y tres componentes: música, canto y baile.

En nuestra región coexisten dos modalidades: el huayño urbano que se genera en la configuración social citadina y goza de la preferencia de casi todos los estratos sociales y el huayño rural que procede de éstas zona y localidades alejadas, por ejemplo el recio y enamorador q'hajelo cordillerano, o la qh'aswa capachiqueña de carnaval, es reminiscencia del huayño actual. El huayño urbano tiene su crisol en dos generaciones de compositores de clase media - nacidos entre 1880 -1930 - que han vertido lo más selecto de sus creaciones en muchas "marineras y huayños representativos” de la Pandilla Puneña.

No se debe soslayar el cambio social y la influencia mediática que se suscita en estos últimos tiempos; pues se está generando una tendencia a uniformizar las formas tradicionales del huayño puneño, con la incursión de cantantes acompañadas de arpa y teclado electrónico interpretando estereotipadas melodías de la sierra limeña, con gran acogida por cierto, en los sectores rurales del sur andino y los miles de migrantes en la urbe capitalina desde la voz de Dina Paucar y el "arpa chancayana", el huayño sureño de la aymara Rosaura de los Andes, el requinto del ancashino Raúl Erquinigo o las guitarras ayacuchanas de los Gaytán Castro.

Es y será entonces el huayño, dínamo socio-cultural en el proceso de construcción de las nacionalidades, desde la música tradicional en conjunción con las nuevas tendencias del arte popular peruano.

El huayño pandillero...

En Puno, tenemos tantos huayños como provincias, cada uno con su "estilo", distinguible a la audición sonora, ritmo, intensidad, timbre y otros "atributos" locales que permanecen en la estructura mental individual y colectiva. Este género musical - al igual que las danzas y su vestuario, costumbres alimentarias, etc. - varía de un lugar a otro; así, tienen su estilo propio el huayño yunguyeño, sandino, puneño, ayavireño, moheño, juliaqueño, etc. y en cada contexto provinciano ocurren algunas variantes.

El huayño pandillero - soporte melódico de la Pandilla Puneña - ha seguido un proceso de adaptaciones al ritmo pausado, señorial, elegante de la danza y su correlación a un tiempo y espacio: el carnaval puneño. Los compositores de este huayño debieron "sentimentalizar" sus conocimientos musicales con las características danzarías de la pandilla puneña para lograr emblemáticas composiciones que perviven a despecho del tiempo, incluso recientes composiciones. "Huayño Pandillero" de Alberto Rivarola es - por ejemplo - una de las composiciones primigenias que subsisten con el nombre de "Rosas en flor".

Emilio Vásquez en su ensayo "Exégesis de la Pandilla" - ya citado - distingue el huayño pandillero de otros, así “...la piedra de toque de las expansiones populares [..] fue el waiño; pero no precisamente el waiño de los campos, el waiño auténtico, rudo [...] sino uno más evolucionado, más pulido..". (1937: s/n)

Pandilla Puneña, Patrimonio Cultural de la Noción
y…su marinera

La marinera peruana tiene sus antecedentes en la zamacueca, danza de pareja de la región sudamericana, de cuyo origen histórico y étnico no hay claridad; su aparición sería en la segunda década del S. XIX. En Lima se visibilizó por la década de 1820, expandiéndose a las nacientes repúblicas de Chile, Argentina y Bolivia y en menor intensidad a Uruguay, Paraguay y Ecuador. Investigadores como Christian Spencer (2010:74) respecto a su evolución en otras formas, afirma: "...la instrumentación, la velocidad, o tiempo conforman las principales diferencias entre zamacuecas de los distintos países, sobre todo a inicios del S.XX" haciendo referencia a la cueca chilena, argentina y boliviana de la actualidad.

En la costa peruana, la chilena que así se llamaba a esta danza, fue cambiada por marinera por Abelardo Gamarra, al finalizar la guerra con Chile, en honor a nuestra Marina de Guerra y al héroe nacional Miguel Grau. Su incursión en la sierra peruana se verifica en las variantes actuales: marinera cusqueña, ayacuchana y puneña como las de mayor notoriedad.

La marinera puneña es preludio insustituible al inicio de la pandilla; en su ejecución - diferenciadle de las aludidas - se realizan movimientos cadenciosos y pausados de galanteo, enamoramiento,

rodeos y medias vueltas, sobrios movimientos de pañuelo, y un suave cepillado de pies en su remate, todo esto en dos momentos similares de ejecución con una breve pausa de intermedio.

Su linaje: Con la zamacueca
viene de de las profundidades del África antigua
Como forma musical, la marinera puneña es también diferenciable en su composición temática y en audición Es la estudiantina o centro musical el soporte melódico genuino de la marinera; en una acertada descripción - de las pocas existentes - Augusto Vera Béjar afirma: "el diálogo entre los instrumentos cantantes y los acompañantes es continuo y lleno de quiebres y bordones. Se escribe en compás binario compuesto de 6/8 aunque por su ritmo, un poco lento, se adecúa también en muchos pasajes [...] al compás ternario de 3/4".(2006-54)

Varios conjuntos pandilleros de Puno han adoptado composiciones que las consideran emblemáticas: APAFIT baila con la “La Paradita" de Cástor Vera, los Theodoros con "Oh Marinera" de Eladio Quiroga, "Unión Puno" con "Linda Puneñita" de Eladio Quiroga, etc. <>



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