viernes, 2 de abril de 2021

COYUNTURA POLITICA PERUANA. ENFOQUE ÁCIDO

 


Tomado de MISCELANIA en HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 533 2ABR21

MISERIAS

César Acuña fue el hazmerreír del primer debate. Y, sin embargo, a la hora de calificar su actuación, el notorio periodista Augusto Áivarez Rodrich escribió lo siguiente: "Susten­tó todo su discurso en el ofrecimiento de iniciativas para enfrentar la pan­demia, desde traer la vacuna hasta poner postas y centros de salud, plantas de oxígeno en cada distrito, re­currir a cien mil re­servistas, y muchas otras propuestas, a la espera de que el votante se entusiasme por alguna de ellas. No reci­bió ataques de los otros participantes del debate de ano­che, lo que puede ser señal de que ya no lo consideran un rival peligroso".

El periodista debió advertir a sus lectores que forma parte del directorio de la Universidad César Vallejo, cuyo propietario es Acuña y cuyo mascarón de proa es Beatriz Merino.

 AMANDA LUGUBRE

César Acuña se reveló como lo que es: un idiota crepuscular. En las elecciones pasadas lo tacharon y por eso no estuvo en los debates, de modo que pudo conservar algún misterio sobre sus habilidades cognitivas. Pero ahora el pobre hombre se lució y fue patéti­co. ¿Cómo una persona de tan pocas luces creó universidades de tanto éxito masivo? La respuesta es bien sencilla: porque esas no son univer­sidades sino fábricas de mediocridades y títulos formales, parte del simulacro académico que padece el Perú y que la SUNEDU no ha co­rregido por timorata y por cómplice. ¿Y cómo es que una mujer como Beatriz Merino puede estar al lado de un plagiario de esta catadura? La respuesta es más sencilla todavía: por la plata. Acuña es la repre­sentación más neta del emprendedor farsante. Y este es el individuo que "hace profesionales" por montones.

 

BURRADAS

Rafael López-Aliaga es, en mu­chos sentidos, un impresentable. Eso es cierto. Pero la libertad de expresión existe no sólo para que los periodistas la ejerzan sino, también, para que los candidatos digan lo que piensen. Y decir que Mónica Delta es dudosamente imparcial y que Pedro Tenorio es sospechoso de cualquier sesgo es una opinión que se nutre del pasado. La señora Delta fue la reportera favorita de Alan García cuando este empezó a saquear la caja pública en su primer go­bierno rateril y después, como si nada, fue fujimorista apenas encubierta, primero, y militan­


temente descarada, después, de la mano de Ernesto Schütz Landázuri. Y el señor Pedro Tenorio pasó por Cajatambo en el llama­do Caso Lava Jato. Llamar prensa mermelera a la que vive del avi­saje del statu quo -sea este esta­tal o privado- no es insultar. Es apenas describir. Pero, claro, en este caso funciona el aquelarre de las Cueva y las Huertas, todas ellas derechistas rabiosas que al­zan la voz cuando alguien se sale del libreto y que alcanzan el chi­llido cuando alguna otra (Verónika Mendoza, por ejemplo) aspira a escribir un guión distinto para el país. Pobres diablas.

 

LA HUEVADA DE LA SEMANA

Hugo Guerra lo ha dicho con todas sus letras: hay 4 candi­datos potables, o sea votables, o sea, de la derecha bruta y acho­rada. Este ideólogo de Altamira, este filósofo del PRI, lo ha puesto así: "López Aliaga, De Soto, Fujimori y Acuña son la alternativa pragmática de una modifi­cación estructural del Estado y la economía a partir del capitalis­mo popular. No hay mucho más que decir, entre ellos debería elegirse la alternativa de la reconstrucción liberal de nuestra re­pública. Ahora todo depende de usted, querido lector, y de su voto responsable". ¿Y la izquierda? "Una grave amenaza para la identidad y la integridad nacional”. ¿Y Lescano? “un badulaque”. ¿Y Guzmán?” Es promotor del neomarxismo cultural”. De modo que ya lo saben: tienen a los 4 ases de la DBA para elegir. Lo demás no existe. Firma con letra temblorosa, míster Guerra.

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