LECTURAS INTERESANTES Nº 955
LIMA
PERU 1 MAYO
2020
2020
César Hildebrandt
Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 487,1MAY20
A
|
ño
canalla.
Año
que fabricamos a lo largo de todo este tiempo combatiendo a la naturaleza, creyéndonos
los amos del universo, reordenando cauces, rectificando océanos con islas
de plástico, tragándonos el bestiario
entero, condenándonos a estas ciudades que nos sacan el alma.
Año
muerto que la muerte amará para siempre, que el miedo entiende como suyo.
Año
en que de algún modo nos desparejamos y sentimos al otro más distante que
nunca.
Año
que nos permitió saber de nuevo lo frágiles que somos, lo deleznable de nuestro
esqueleto, el blanco inmóvil que somos para tanto bicho.
Año
de las vanidades rodadas por el suelo, de grandezas en trance de angustia, de
imperios asustados y liderazgos estupefactos.
Año
de desnudeces nacionales que nos hizo saber que estábamos pgando, los peruanos,
la enésima “prosperidad falaz” de nuestra historia. ¿Los clasemedieros que
marchaban a la OCDE cantando “Contigo Perú” no teníamos camas UCI suficientes,
mascarillas como dios manda, hospitales como hubiéremos debido? Si pues, que
así sea.
Año
de la globalización del terror y de la reconstrucción de nacionalismos
erizados. Qué risa. De pronto, empujados por el virus, los gobiernos recordaron
que tenían fronteras, desconfianzas, xenofobias, aduanas y visados.
Año
de nuevas miserias porque vamos a vivir la crisis económica más importante
desde que empezaron los registros. Estados Unidos ha perdido el 5% de su PBI en
el primer semestre de este 2020 malhadado y el ciclo de expansión mundial más
prolongado de la historia ha terminado.
Año
de cadáveres achicharrados y morgues con demasías y mucho duelo. En el país que
deshonra Trump han tenido un once de setiembre casi cada 24 horas y así han
sobrepasado, en poco más de un mes, los muertos que dejaron en Vietnam durante
doce años de conflicto.
Año
de gente enmascarada que sale a hacer compras. Año de silencios nocturnos, de
aves que vuelven, de grandes peces que se asoman. Como si el mundo estuviera
haciendo el ensayo general para una nueva vida. A veces pienso: como si nos
fuera posible cambiar, refundarnos, matar a la bestia que nos fomentaron, al
ser humano despreciable que va a los toros y cree que la tierra en una madre
que no exige modales.
Año
también de la compasión, del heroísmo de los médicos, enfermeras, bomberos, policías
y soldados. ¡Si todas las guerras se libraran así!
Año
que sirvió para demostraros que el mundo en el que vivimos es una variante depravada
del capitalismo, un culto a la codicia, una dictadura de la imbecilidad.
Tenemos por eso que reivindicar el espíritu crítico y tirar por la borda los
evangelios del neoliberalismo, la Torá del monetarismo, el Corán de las
ortodoxia que bajó de Mont Pelerin, las paparruchadas de nuestros virreyes
friedmanistas.
Mechain en PERU21 |
Año
decisivo, sin precedentes. Año histórico de familias reunidas a la fuerza, de
infiernos domésticos de fatigosas tolerancias y reconocimientos que no
pensábamos admitir.
Año
de libros leídos, releídos, ojeados, recorridos en diagonal, amados
nuevamente. Año de empacharse de cine
por internet y ver algunas de las películas que no pudimos ver porque no vamos
al cine desde que las salas se llenaron de gente que mastica como podría hacerlo
algún mara y se ríe cuando menos conviene.
Año
de tiempos lentos, de decisiones que se rumian pero no se toman, de promesas
que no habremos de cumplir.
Año
de cielos despejados y calle vacías. Como si Lima volviera a ser la ciudad
plácida y viable que fue en mi infancia.
Año
sorprendente en el que la televisión local se mostró como es: mísera, burra,
cargada de aspavientos. Y donde los diarios en general, mostraron su cara de
agonía, su renuncia a luchar contra la ola virtual.
Año
de conferencias presidenciales en las que el señor Vizcarra parecía estar
contándonos siempre el mismo cuento del desafío que ganaremos si es que
seguimos encerrados. Mientras tanto, de los muertos no registrados, de las
carencias de las pruebas rápidas, de las trampas sin licitación, del verdadero número
de camas de emergencia, no se habla de veras en esas sesiones de propaganda.
Año
de descubrimientos. Nos enteramos, de pronto, que todos nuestros adelantos científicos
y tecnológicos son claramente inferiores frente a los dones malignos de un
virus que te mata con un surtido de métodos: el ataque directo a los pulmones,
la tormenta de citoquinas, los coágulos de la circulación periférica, la
devastación renal. Nos enteramos también que Europa no era lo que parecía y que
en Italia, por ejemplo, la verdad de la milanesa mostraba un calzón parchado y
un grado patético de tercer mundismo.
Mechain |
Año
en que los viejos nos enteramos que éramos carne de cañón en la puerta de las clínicas
y hospitales y que, de tener que elegir, estaríamos al final de la cola a la
hora de las entubaciones. Regresamos entonces a los hábitos de aquellas viejas
tribus que se deshacían de sus mayores por ser una carga a la hora de migrar.
Enhorabuena. Las tribus cansan.
Año
incomparable. <>
Carlin. LA REPUBLICA |
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