LECTURAS
INTERESANTES Nº 759
LIMA PERU
26 MAYO 2017
DILEMA
César
Hildebrandt
Tomado
de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 349, 26MAY17 p. 12
E
|
l
fujimorismo se quiere tumbar al gobierno. No tuve ni tengo ninguna duda de eso
y si PPK no lo cree, allá él.
Bien,
entonces: ¿qué hacer?
Bravo
dilema.
¿Defender
a un gobierno borroso plagado de lobistas y avezadas damas de compañía con
múltiples intereses en la cartera? ¿Escudar al gobierno cuyo zar de la
reconstrucción (con cambios) es el enésimo fantasma de esta administración?
¿Sacar la cara por un gobierno que un día le dice sí a Chinchero, con pizarrita
y todo, y luego le dice no a Chinchero, con renuncia ministerial y todo? Es
todo un dilema.
¿O
no tanto?
Veamos
el otro escenario: un gobierno en harapos y un fujimorismo más brutal que nunca
con sus hienas mostrando las fauces y Lourdes Alcorta viboreando en la TV ruca
que nos merecemos y en la radio rupestre que escuchamos. Imagínense nomás.
La heredera de Alberto cuando estaba convencida de que sería presidenta del Perú, O sea, 72 horas antes de las elecciones |
Yo
lo único que tengo claro es que el fujimorismo sigue siendo una organización de
vocación criminal.
Será
un partido el día que reconozca lo que hizo el forajido que está en la cárcel
con su franquicia patronímica bajo el brazo.
Será
un partido el día en que renuncie a su carácter dinástico y hemofílico.
Será
un partido cuando no sean los hijos del reo quienes administren esa herencia
como los albaceas de una plaga.
Será
un partido el día que tenga una doctrina, un programa que no pase por el
cojudeo populista, una democracia
interna supervisada por la ONPE.
Será un partido el día en que deje de ser la banda
vengativa y chusca que es ahora.
Será un partido el día en que Chlimper o Ramírez
dejen de ser expresión de su catadura.
Mientras tanto, el fujimorismo seguirá siendo lo
que muestra ser en el Congreso: una maquinaria aceitada y de apariencia unánime
cuyo objetivo es sabotear al régimen que evitó que ellos llegaran al poder.
Sabotearlo en todo el sentido de la palabra.
Y eso conduce a la siguiente conclusión: sin
necesidad de asumir la defensa de un gobierno discutible y errático, debemos
hacer todo lo posible por evitar un golpe de estado parlamentario.
Es importante que PPK entienda que eso es lo que
está en juego. Y sería muy bueno que sus consejeros lo ayuden a imaginar un
escenario en donde el Ejecutivo no sea el nerd de la clase. Ese escenario no es
otro que el de un presidente de la república que retome la iniciativa política
y que esté preparado, en última instancia a disolver el congreso después
de cumplir el protocolo dictado por la Constitución.
Ese
es el único lenguaje que entiende el fujimorismo. Las organizaciones como
Fuerza Popular no están dispuestas a respetar el juego de la democracia. Ni a
cumplir con las reglas de la separación de funciones. Ni a desear el bien de
sus adversarios. Fuerza Popular, digna hija del único fujimorismo posible (el
de Alberto, por más disfraces que se ponga), lo que quiere es precipitar las
elecciones que jura que le arrebataron. Y hará todo lo posible para que la
posibilidad de la vacancia presidencial cunda poco a poco en la opinión
pública.
PPK
debe saber que cuando Jaime De Althaus y compañía le demandan un entendimiento
orgánico con el fujimorismo lo que quieren decirle es que termine de someterse
a los designios de los Galarreta y los Becerril, que balan lo que Keiko les
guasapea a través del mototaxi. No hay más misterios.
Y
PPK debe recordar que quienes votaron por él para evitarle al Perú la venérea
recaída del fujimorismo lo hicieron con desinterés pero
convencidos de que hablaba muy en serio cuando juró
que su gobierno sería muy distinto al de la pelona reincidente. Ahora
los lobos de siempre quieren un cogobierno en el que el Ejecutivo sea comparsa
dancística del fujimorismo. Esa traición sí que nos lanzaría al abismo. Ya no habría
ninguna razón para defender la legitimidad política del régimen. Piénselo, PPK. ▒
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¿Y ÉSTE?
(EL OTORONGO N° 586 26MAY17)
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