domingo, 16 de abril de 2023

¿HACIA UNA CANDIDATURA PRESIDENCIAL HIBRIDA IZQUIERDA-DERECHA?

LA PROPUESTA DE GRAN COALICIÓN EMERGE DEL LAGO TITICACA

Álvaro Montaño Freire

15 de abril del 2023

E

l régimen organizado por la mayoría parlamentaria de ultraderecha con la participación de almirantes y generales retirados, donde la señora Boluarte es presidenta fantoche, cree que podrá gobernar hasta el 2026 y que, en todo caso, solo habrá nuevas elecciones después de que la súper concentración de poderes que incluye al Parlamento, el Ejecutivo, el Tribunal Constitucional y la Fiscalía, agregue por lo menos un Poder Electoral obediente a sus dictámenes.

López Aliaga, la Coordinadora Republicana (los “viejos lesbianos” que tomaron el poder durante una semana con Merino en noviembre del 2020), los militares retirados (Williams, Montoya y Cueto, entre otros), Keiko Fujimori y los llamados “libertarios” autodenominados anarquistas, que están a la derecha de la derecha, entre otros, tienen todos un mismo proyecto que hubieran puesto en marcha el 28 de julio del 2021 de haber ganado las elecciones: un régimen cívico-militar que prolongue durante una generación por lo menos el neoliberalismo establecido por el señor Alberto Fujimori, con la  Constitución privatizadora, antipatriótica y enemiga de los derechos sociales sustantivos, de 1993.

En cierto paralelo con los años treinta del siglo pasado, tenemos en Occidente y el Perú derechas fascistoides unidas en el odio visceral al auténtico liberalismo y especialmente al socialismo. Los poderes fácticos que necesitan impedir reformas trascendentes han instaurado un régimen autoritario. Lo que todavía está definiéndose es como asegurarán su permanencia quienes en esta década están repitiendo los roles de la Unión Revolucionaria y los generales al servicio de la oligarquía antipatriótica que en aquella época mantuvieron el atraso del Perú por décadas.

El 80% de los peruanos, según las encuestas, repudia tanto al Parlamento como al Ejecutivo, varias decenas de ciudadanos han sido ejecutados extrajudicialmente por manifestarlo; pero el régimen en camino dictatorial desprecia la opinión pública y está dispuesto a cometer muchos asesinatos más.

En plena protesta, principalmente en el Sur, y específicamente desde comunidades campesinas aymaras y quechuas, transformadas en actores históricos de primer orden, se ha criminalizado incluso a quienes pagan los gastos de los heridos y se ha amenazado a las autoridades locales por ofrecer un albergue a los campesinos y estudiantes (caso del fiscal cuzqueño contra el Gobernador). En esta circunstancia dolorosa, la decisión del Rector y el Consejo Universitario de la Universidad Nacional de Ingeniería, a propuesta de la Federación de Estudiantes-ACUNI, de acoger en el Campus a jóvenes universitarios, de Puno, Cuzco y otras regiones, en la tercera semana de enero, fue un signo de esperanza que trascendió el plano universitario.  El reciente viaje del Dr. Alfonso López-Chau Nava, Rector UNI, a la ciudad de Puno lo demuestra plenamente.

En Puno

En principio, se trató de un viaje estrictamente institucional y académico, motivado por la invitación del señor Rector de la Universidad Nacional del Altiplano-Puno (UNAP), Dr. Paulino Machaca Ari, para que el lunes 27 de marzo el Rector de la UNI participe en las ceremonias organizadas con motivo del inicio del año académico y pueda firmar convenios interinstitucionales.

El intenso programa se cumplió en el Campus UNAP desde las 08:30 de la mañana hasta las 17:30 de la tarde. Al izamiento de cuatro banderas (Perú, wiphala, región y universidad) siguió el desfile marcial de la comunidad académica durante más de dos horas, la bienvenida a los cachimbos 2023-1 en el Gran Auditorio donde se firmaron los convenios, el almuerzo compartido con los ingresantes y, nuevamente en el Auditorio, el acto académico donde el discurso de López-Chau fue precedido por exposiciones de dos notables académicos puneños, así como hermosas presentaciones artísticas.

Concluidas las actividades en el Campus UNAP, el Rector de la UNI se dirigió a una reunión con letrados en el Colegio de Abogados y, después, al Teatro Municipal, repleto a más no poder, con los estudiantes y profesores del glorioso Colegio San Carlos, quienes lo acogieron con extraordinario entusiasmo.

El programa continuó en la Alcaldía de Puno, luego en el Gobierno Regional y, por último, en el Consejo Departamental de Puno del Colegio de Ingenieros del Perú, alrededor de las diez de la noche; en total más de doce horas de trabajo sin interrupción.

El Rector de UNAP, el alcalde (Lic. Javier Ponce Roque), el Gobernador Regional (Abog. Richard Hancco Soncco) y el Decano del Colegio de Ingenieros de Puno (Ing. Jhomar Tonconi Quispe), lo declararon huésped ilustre o visitante distinguido, mencionando de manera expresa el reconocimiento institucional de las autoridades por haber, la UNI, acogido en Lima a los jóvenes universitarios puneños que partieron a la capital para manifestar su protesta.

Pero, lo más destacable fue que, más allá del reconocimiento formal, las medallas y los diplomas, la propia población puneña, por encima de simpatías ideológicas y políticas, le expresó constantemente su afecto. No exagero una palabra si digo que fue difícil salir del Gran Auditorio UNAP, del Teatro Municipal y otros locales, por la exigencia de los puneños que deseaban sacarse una foto con el Rector y agradecerle personalmente.

Aunque el propósito de la visita era institucional, la prensa puneña, de muy diferentes matices políticos, le preguntó si estaría dispuesto a participar en una candidatura presidencial, y la respuesta fue clara, “no seré candidato de un vientre de alquiler”, antes bien, dijo: estoy convocando a una Gran Coalición de centro izquierda, en la esperanza de que también exista un bloque de centroderecha; con gusto participaré en una competencia democrática interna para elegir al candidato de la Coalición.

Estas declaraciones recogidas en la prensa escrita, radial, televisiva y especialmente digital, fueron motivo de interés entre los puneños y peruanos en general, como puede deducirse del gran número de visitas que tienen la conferencia y las palabras de López-Chau en las redes sociales.

Si faltaba un remache popular a la visita, se produjo mientras el Rector y su comitiva se dirigían por tierra desde Puno hacia la ciudad de Arequipa. Alrededor del medio día del martes 28 se llegó al punto donde la carretera estaba bloqueada por decisión del campesinado en el contexto de su digna protesta. Enterados los dirigentes campesinos de la presencia del Rector de la UNI y sus acompañantes, incluido un grupo de destacados alumnos, debatieron con sus dirigentes y acordaron dejarlo pasar en atención a su justo proceder. Una señora campesina que lo conoció años atrás se acercó y delante de los teléfonos convertidos en cámaras le planteó la necesidad de un juramento, que López-Chau contestó con un “no traicionaré”.

Emerge la propuesta

Sintetizando la visita, puede decirse que las autoridades y el pueblo de Puno transformaron su contenido, llevándolo más allá del plano académico e institucional, hacia la gran responsabilidad de generar un espacio compartido por todas aquellas fuerzas patrióticas, que desde el verdadero liberalismo y desde el socialismo quieran transformar esta hora difícil de sangrienta represión, exclusión y racismo, en la superación histórica expresada en la gran unidad de los peruanos que compartimos nuestra sagrada unidad estatal y territorial, donde naturalmente Puno es parte esencial del Perú.

Este es un artículo de opinión, que escribo desde mi posición de izquierda y socialista, donde no cabe el relato hagiográfico, pues la visión está puesta en una política de amplio frente donde quepan diversas miradas, distintas organizaciones, partidos, colectivos y personalidades, en una plataforma que construya nación.

Quien se imagine que no hace falta una Gran Coalición para detener el régimen cívico-militar y los planes ultraderechistas de perpetuación del neoliberalismo, recuerde que Sánchez Cerro, según Basadre, ganó las elecciones de 1931 y tenga presente que la reacción triunfó ocultando su verdadero propósito de impedir reformas trascedentes indispensables, encubriéndose con banderas de orden ante la crisis, lucha anticorrupción dejando prácticamente morir a Leguía en la cárcel y nacionalismo, contra el Tratado de límites peruano colombiano. Ahora, como entonces, importantes sectores medios y populares están siendo ganados hacia posiciones reaccionarias, sobre todo manipulando mediáticamente la inseguridad provocada por la delincuencia, que por supuesto debe ser aplastada con la más extrema severidad legal.

Siguiendo la leyenda contada por el Inca Garcilaso de la Vega, tiene sentido que miremos con densidad histórica las aguas del Lago Titicaca, que pensemos con gran respeto en los pueblos originarios que habitan Puno, buscando entre ellos fuerzas capaces de renovar la patria en el siglo XXI, con las tecnologías, las inversiones, los sueños y las sensibilidades indispensables para integrar la diversidad peruana, donde el infinito mestizaje no niega la existencia de culturas y pueblos distintos que pueden unirse en torno a la esperanza y la justicia.

Académicos izquierdistas de la UNAP. ¿alentando un pacto con la DBA? ¡Acabáramos!

Puede entreverse que desde las aguas del Lago Titicaca está emergiendo la propuesta de forjar una Gran Coalición que será sin duda de difícil construcción. En nuestra patria, como en muchos otros países de América Latina prevalece la vocación de ser cabeza de ratón y surgen multitud de liderazgos que no aceptan ir hacia auténticas elecciones y consultas primarias donde los ciudadanos interesados en respaldar el frente patriótico puedan decidir mediante su voto.

Que la Gran Coalición pase de propuesta a realidad depende de las decisiones a tomar de ahora en adelante. Es el momento complejo de construir organizaciones políticas, fortalecer las existentes, buscar acuerdos y convocar la decisión soberana de ciudadanos y militantes.<> 

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