NOTA DEL DIFUSOR.- Quienes dicen que las ideologías ya no
tienen vigencia en nuestra realidad político social, son desmentidos
recurrentemente por los voceros del demoliberalismo acriollado. Muy sabido es
que ellos, desde la estructura administrativa del Estado, desde las organizaciones
empresariales, desde ciertos centros académicos y sobre todo desde los medios
de comunicación masiva que están bajo su dominio casi total, luchan ideológica
y políticamente contra toda posición que signifique soberanía efectiva de
nuestro país sobre sus recursos naturales, sus tierras, industrias y en general
de las diversas unidades económico productivas importantes del país. Ellos quisieran
ver toda la actividad económica privatizada y en manos del capital
transnacional. Si chileno, tanto mejor para sus intereses.
El caso de la ciega oposición de los globalizadores derechistas
de todo pelaje a la considerable inversión pública para renovar tecnológicamente
y ampliar la histórica refinería de Talara, es un caso ejemplificador de ese
fenómeno. Por fortuna, el proceso para alcanzar ese objetivo se ha tornado
irreversible y el gobierno ppkakista no ha tenido más alternativa que permitir
su continuación.
Aquí el informe de Marco Zileri sobre el tema.
REFINERIA DE TALARA
CIEN
CONTUNDENTES AÑOS
Tomado de revista CARETAS
N° 2495, 6JUL17. Informe escrito por: Marco Zileri.
La refinería de Talara cumplió un siglo de existencia
esta semana dando muestras de sorprendente vitalidad.
La refineria en 1917 |
La polémica alrededor del proyecto de modernización de la
refinería de Talara de Petroperú es un ejercicio de craqueo catalítico. Tan
importante como las sumas multimillonarias de inversión son los puntos
decimales de las tasas de interés del financiamiento. El pasado 12 de junio,
Petroperú realizó la primera emisión de bonos en su historia por US$ 2,000
millones en el mercado internacional (CARETAS 2493). Pese al escepticismo de muchos en el proyecto,
incluido el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, sobre el
costo-beneficio de la nueva refinería, la demanda por los papeles de la
petrolera estatal superó los US$ 10,000 millones.
Petroperú colocó US$ 1,000 millones a 15 años a una tasa de
interés de 4,75% y otros US$ 1,000 millones a 30 años a una tasa de 5,62%. Se
trató de un golazo de media cancha. La exitosa operación financiera reperfiló
la deuda de corto plazo contraída a partir del 2014 para financiar el
proyecto de Talara hasta los años 2027 y 2047 respectivamente en el momento
preciso.
El pasado viernes 30, el presidente de Petroperú, Luis
García Rossell, el gerente general César Ramírez, y el director de
Petroperú, el abogado Paul Sumar, visitaron la refinería en construcción a
paso ligero. El costo total de la refinería es US$ 5,400 millones y está
prevista a entrar en operaciones el 2021. La obra a cargo de la española
Técnicas Reunidas tiene 63% de avance ceñido al cronograma.
En el puerto ya fue desembarcado el enorme reactor de
la unidad de flexicoker de 800 toneladas de peso y otros
gigantescos aparatos. La unidad de flexicoker es la vedette de
la nueva refinería. Permitirá procesar los crudos “hasta exprimir la naranja”
y reducir los residuales de 30 a 8 por ciento, explicó el ingeniero Jorge
Almestar, gerente general de refinación de Talara.
La nueva refinería aumentará la capacidad de refinación de
Talara de 65,000 a 95,000 barriles diarios. La demanda nacional es de
245,000 barriles diarios, que se atiende con refinería de La Pampilla (100,000)
de Repsol, en Lima, e importaciones.
La nueva Talara tendrá capacidad para procesar crudos
pesados y producir diésel y gasolinas con menos de 50 partes por millón de azufre.
La magnitud de la obra solo puede apreciarse en su verdadera
magnitud sobre el terreno. La actual refinería de Talara, esa “vieja cafetera”
como la calificó el congresista (PAP) Mauricio Mulder en la sesión de censura
al ministro de Economía Alfredo Thorne, ocupa apenas 20 hectáreas de
terreno; la nueva refinería abarca 140 hectáreas de extensión.
Buenas noticias en fiestas patrias. Los trabajadores orgullosos |
El actual vejestorio tiene tres procesos de refinación; la
nueva contará con 16 procesos, siendo la unidad de flexicoker la
cereza de la torta. En el mundo, solo hay ocho refinerías con una unidad de
refinación de residuales semejante. Los números son inversamente proporcionales
a los puntos decimales conquistados en la tasa de interés. La actual
Talara demanda 7 MW de energía; la nueva 100 MW. Los kilómetros de cableado
eléctrico que se instalarán podrían unir Piura con Montevideo; la estructura
metálica equivale a cinco torres Eiffel.
La obra ocupa a 7,000 personas –2,500 talareños– y
participan las principales empresas de construcción peruanas Cosapi, JJ
Camet, Graña y Montero. El 30 por ciento de la mano de obra calificada también
es local, un índice elocuente del conocimiento acumulado en Talara tras 100
años de refinación.
El subgerente de interfase, Maximiliano Falla, 59, es
natural de Talara. Él tiene la responsabilidad de integrar los procesos de la
vieja refinería con la nueva. El superintendente de operaciones es Freddy
Alvarado, ingeniero de la Universidad Católica del Perú, quien aterrizó en
Talara en 1984. El gerente de refinación es Jorge Almestar, 47, ingeniero
de la Universidad Nacional de Piura.
El viernes 30, el personal de Petroperú desfiló
orgullosamente con los colosales tanques de almacenamiento en el
trasfondo. El destino de Talara ha estado íntimamente imbricado con la política
nacional, desde el histórico contencioso con la Brea y Pariñas, la memorable
página 11 en 1968 (ver recuadro), hasta nuestros días.
En la víspera de la ceremonia de aniversario se divulgó el
audio de la reunión entre el Contralor Edgar Alarcón con los ministros Vizcarra, Thorne y
Zavala. “Talara es un proyecto que nunca debió hacerse”, dijo Zavala. “Se hizo y
ahora es más costoso salirse de él”, explicó el Premier.
El Directorio de Petroperú presidido por Augusto Baertl en
el segundo semestre del 2016 llegó a la conclusión que el proyecto había
alcanzado un “punto de no retorno”. Ya se habían invertido US$ 2,000 millones
desde el 2014. La decisión fue destrabarlo. En el pesado saco de megaproyectos
por destrabar –Chinchero, Gasoducto Sur Peruano, Línea 2 del Metro, aeropuerto
Jorge Chávez–, la vapuleada Petroperú es la única que lo ha logrado con
solvencia.
La emisión de bonos de la petrolera estatal este mes fue la
más grande del Perú y de una empresa debutante en Wall Street en la historia.
El multimillonario costo del proyecto y la rentabilidad han
sido puestos en duda por los economistas Ricardo Lagos y Juan Mendoza y el
propio Velarde del BCR en pleno road–show que antecedió a la
operación financiera. El argumento es que es más barato importar el combustible
que refinarlo en el país. El aciago contralor Alarcón hizo público su informe,
advirtiendo sobre los riesgos financieros en la operación, el mismo día de la
colocación de bonos.
El directorio de Petroperú respondió a las críticas
transparentando toda la operación y publicando los contratos con Técnicas
Reunidas. A su vez, contrató a Arthur D. Little para que realice una última
evaluación de costo - beneficio de Talara.
El informe de Arthur D. Little concluyó que “el proyecto de
modernización de la refinería de Talara presenta un monto de inversión cercano
a lo esperable en comparación con proyectos de similar capacidad de destilación
y conversión”, la semana pasada.
Los precios del petróleo se encuentran en el piso en los
últimos meses en US$ 50 dólares el barril. Petroperú obtiene una ganancia
de US$ 6 por barril actualmente con la vieja cafetera, pero calcula que lo
duplicará con la nueva refinería. El margen de refino es su principal
fuente de ingresos.
Almestar,
García Rossell y Ramírez: selfie centenario.
|
Los ingresos de Petroperú cayeron a S/ 11,1 mil millones en
2016 de 11,5 mil millones en 2015. Las utilidades se redujeron a S/ 176,2
millones de S/ 502,6 millones en el mismo periodo (CARETAS 2483). La caída de las utilidades se
debieron [sic] a la ruptura y los costos de reparación del oleoducto norperuano
el año pasado.
Las proyecciones de precio futuro del petróleo estiman que
en el próximo lustro –cuando la nueva Talara entre en producción– el precio del
petróleo debe duplicarse. “Ese es el mensaje: el proyecto se paga”, afirmó
García Rossell.
La reconvertida refinería de Talara pondrá en valor el
potencial de reservas de petróleo en la selva peruana estimada en más de
450,000 barriles diarios, 20 veces más que la lánguida producción actual, según
la Sociedad Nacional de Minería, Energía y Petróleo. El grueso del petróleo en
el oriente peruano consiste en crudos pesados para los cuales la refinería de
Talara precisamente ha sido diseñada. A ello se suma la posibilidad de
procesar la producción petrolera en el sur de Ecuador.
Petroperú logró salvar un proyecto que tenía varios
problemas de origen: nació sin financiamiento, y por lo tanto se financió en
los primeros años con créditos de corto plazo revolventes y costosos; se
adjudicó por partes, separando las unidades auxiliares de energía y
abastecimiento de agua, entre otros, siendo parte integral del conjunto; y
se diseñó tecnológicamente para producir combustibles Euro IV, cuando al
momento que entre en producción el estándar internacional será Euro VI en el
2021.
Estos dos últimos problemas siguen pendientes. Las unidades
auxiliares serán subastadas en septiembre próximo, y los ingenieros trabajan en
la reconversión
Novisimo reactor de la unidad de flexicoker |
El valor estratégico de Petroperú en la seguridad energética
del país fue puesta a prueba este verano, al asegurar el abastecimiento
de combustible a nivel nacional, pese a los estragos producidos por las
torrenciales lluvias del Fenómeno de El Niño Costero, que cayeron como
chaparrón sobre los relucientes fierros en el desierto de Talara.
“Tú llenas de sangre con cánticos de oro / tu sangre
alimenta por siempre al Perú”, cantaron los trabajadores de Petroperú las
estrofas del himno de Talara durante la sobria ceremonia por el centenario de
la refinería el viernes pasado. En cien años más se volverá a
hablar de la cafetera de Talara. Ahora lo que se construye –basta de complejos–
es un Rolls Royce.
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