Gonzalo Díaz Díaz de Oropeza / Copacabana BOLIVIA
El
objetivo es formar a especialistas bolivianos, los cuales formarán parte de los
equipos de las futuras excavaciones en 13 municipios de la región lacustre
hasta el 2018.
"Me
animé a inscribirme a este curso porque me pareció una experiencia bastante
importante para mi carrera”, afirmó la egresada de Arqueología, Ivana Castro
Prieto, quien es una de las primeras bolivianas que se capacita en buceo
arqueológico. Esta formación comenzó con una preparación en buceo deportivo.
La
capacitación de Castro y otros siete jóvenes es uno de los primeros
logros del Proyecto del Lago que ejecutan la Cooperación Técnica de
Bélgica y el Ministerio de Culturas y Turismo en 13 municipios de la región
lacustre del Titicaca. De los ocho participantes iniciales, cinco
continuarán su formación en buceo arqueológico.
El
lunes, en un acto organizado por la Cooperación Técnica de Bélgica en
Copacabana, Ivana Castro y Sergio Durán Chacón -seis participantes no
pudieron asistir- recibieron los diplomas que los acreditan como Buceadores
Deportivos, los cuales fueron otorgados por el Centro de Instrucción de Buceo
en Altura (CIBA) de la Fuerza Naval, asentado en San Pedro de Tiquina.
Castro
egresó de la carrera de Arqueología de la Universidad Mayor de San Andrés y
Durán cursa el último año de la misma especialidad. Ambos se enteraron del
curso por una convocatoria, difundida en los medios impresos.
A
esta convocatoria postularon 20 personas, de las cuales ocho -cinco mujeres y
tres varones- fueron elegidas. "Lo primero que nos enseñaron fue
respiración, apnea. La primera semana entramos a la piscina. No entramos
directamente al lago”, explicó Castro. "No queríamos saltar al principio.
Teníamos que saltar de una rampa”, añadió su compañero.
La mayor
dificultad está relacionada con la respiración, pues los buceadores deben
respirar sólo por la boca. "Eso cuesta un poco”, recordó Castro. La
capacitación en buceo deportivo duró tres semanas. En esa fase descendieron
hasta 30 metros de profundidad.
El
comandante del CIBA, el capitán de corbeta, Víctor Chávez Foronda explicó que
en el curso de buceo deportivo los civiles aprenden teoría, fisiología para el
buceo, tablas de descompresión y hacen prácticas de inmersión. Además se
capacitan para acondicionar los equipos.
"Ellos
son especialistas en arqueología y ahora se capacitan en buceo, para fusionar
ambas y realizar excavaciones y reconocimientos en el fondo del lago Titicaca”,
afirmó. Por ello, para el CIBA, esta experiencia fue una excelente oportunidad.
En pasadas gestiones en este centro se trabajó con arqueólogos japoneses y
europeos.
Para
la segunda fase, la capacitación en buceo arqueológico, se seleccionó a cinco
personas -cuatro mujeres y un varón.
La
conclusión del curso está prevista para 2018. Ese año, los participantes
obtendrán una certificación de la Universidad Libre de Bruselas como
Arqueólogos Buceadores, dijo el investigador de esa casa de estudios,
Christophe Delaere, que instruyó a los participantes en buceo arqueológico.
"En
cualquier intervención arqueológica el dato se destruye en cuanto se empieza a
excavar”, dijo Durán. Por ello, las primeras prácticas de excavación las
hicieron en lugares donde no había peligro de dañar restos arqueológicos.
En
esa fase descendieron hasta cuatro metros. Los participantes formarán parte de
los equipos de las futuras excavaciones que contempla el Proyecto Lago.
"Ha sido una experiencia nueva muy interesante en la que hemos pasado por
muchas cosas, desde el frío del agua hasta el pánico al saltar la rampa”,
destacó Durán.
"Quisiera
seguir con buceo arqueológico porque me parece muy interesante. La
arqueología de por sí ya es fenomenal y si le añades buceo... Son pocas personas
que hacen eso”, afirmó Castro.
"Hay
muchos arqueólogos bolivianos, pero al igual que en Bélgica, hay pocos
arqueólogos subacuáticos”, afirmó Delaere. "El objetivo es tener un equipo
de arqueólogos bolivianos autónomos para continuar el Proyecto”, explicó el
especialista, quien aclaró que una capacitación similar se hace en Bélgica.
El
trabajo de sondeo en el lago comenzó hace dos meses y se contempla excavar 40
metros cuadrados por año.
"Este
año trabajamos en Escoma, Copacabana, Santiago de Huata y Puerto
Carabuco”. En tres años se proyecta hacer un diagnóstico completo de todo el
litoral del lago, finalizó Delaere.
El
proyecto tiene un fuerte componente humano
El
25 de abril de este año se realizó el lanzamiento oficial del Proyecto
del Lago (PL) en el Ministerio de Culturas y Turismo. "Dos meses
después estamos felices y orgullosos de decir que tenemos resultados”, afirmó
en Copacabana la Representante Residente de la Cooperación Técnica de Bélgica
(CTB), Christelle Jocquet, al referirse a los hallazgos y la formación de
recursos humanos.
"Es
un proyecto único en el mundo, que une muchas contradicciones aparentes y
despierta curiosidad. (...) También tiene un fuerte componente social que
podemos llamar componente humano”, añadió.
La
iniciativa nació a raíz del Proyecto Huiñaimarca, realizado entre 2012 y 2014.
En base a estas investigaciones el arqueólogo Christophe Delaere de la
Universidad Libre de Bruselas obtuvo un doctorado.
En
2015 se aprobó el Proyecto del Lago. "Es un proyecto financiado por el
Reino de Bélgica y el gobierno de Bolivia a través del Ministerio de Culturas y
Turismo”, explicó la asistente técnica de CTB Bolivia, Cécile Roux.
El
proyecto tiene una duración de tres años y su presupuesto está conformado por
1.500.000 euros, aportados por el Reino de Bélgica; y 99.706 euros,
aportados por el Ministerio de Culturas y Turismo. También participan 13
municipios que son Copacabana, Escoma, Guaqui, Pucarani, Santiago de Huata, San
Pedro de Tiquina, Ancoraimes, Batallas, Puerto Carabuco, Puerto Acosta, Tito
Yupanqui, Tiwanaku y Puerto Pérez.
En
ellos se impulsarán proyectos de turismo comunitario. "Se va a capacitar
con el apoyo de la Universidad Católica y de la UMSA a los municipios en la
elaboración de planes de desarrollo turístico”, afirmó Roux.
El
Proyecto del Lago se desarrolla en el marco de las leyes 530 y 292, que
estipulan que el patrimonio descubierto en las comunidades debe formar parte de
circuitos turísticos, explicó el relacionador comunitario del PL, Franz Laime.
Con
el fin de asegurar las condiciones de trabajo con los municipios, el lunes, la
CTB inauguró una oficina de enlace en Copacabana. Además de la
capacitación en buceo arqueológico y el sondeo, que comenzó hace dos meses, el
PL contempla la cartografía del espacio lacustre y el litoral, además de la
difusión de resultados.
No
hay datos de la cultura lacustre
"Hasta
ahora no hay información ni datos arqueológicos asociados con la cultura
lacustre”, señaló el doctor en arqueología, Chistophe Delaere. Por ello,
el
Proyecto del Lago plantea investigar acerca de la navegación y los
puertos que se utilizaban en el Titicaca. "Hay muchos lugares en todo el
lago que no son estudiados porque están dentro del agua”, añadió.
En
su intervención durante el acto realizado en Copacabana el lunes, Delaere habló
de hallazgos de cerámica y piezas líticas. También explicó que el patrimonio
que existe debajo del agua es de dos tipos: el relacionado con ofrendas y el
asociado con las actividades socio económicas de los incas y los
tiwanakotas.
Las
ofrendas son las más conocidas, tanto así que desde hace 40 años diferentes
generaciones de buceadores arqueólogos han estudiado ofrendas de las culturas
inca y tiwanakota, por ejemplo, en la Isla del Sol.
Hay
ofrendas incas típicas que se encontraron en Escoma en 2014. "Es una
prueba de que todos los municipios asociados al lago tienen un patrimonio”,
sostuvo Delaere.
La
ruta habitual de los turistas y visitantes pasa por Tiquina, Copacabana y la
Isla el Sol; pero, con el Proyecto del Lago se quiere revalorizar los caminos
ancestrales.
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