LECTURAS INTERESANTES Nº 706
LIMA PERU
9 JULIO 2016
LOS ANTISISTEMA
Alfredo Quintanilla | LOS ANDES 07 jul 2016
Tomado
del portal NoticiasSER
Durante
la pasada campaña electoral muchos políticos y sus publicistas quisieron
arrinconar a otros con el adjetivo de “antisistema”. Según la temperatura del
hígado del opinante, “antisistema” tenía muchas connotaciones: podía significar
ser chavista, antiminero, comunista, pro gay, pro abortista, anti keikista,
crítico del Sodalicio o de gentes bien acusadas de corrupción. Pero en verdad,
los “antisistema” no son los críticos del neoliberalismo, sino los contrarios
al sistema democrático de gobierno.
¿Existen
antisistemas más allá del Movadef y otros ultras? ¿Quiénes son? En primer
lugar, son gente que cree en la ley del talión, en el ojo por ojo y el diente
por diente, en la justicia por mano propia y no por la ley, son los que escogen
para alcalde a uno que robe pero que haga obra, gente que añora el pasado del
patrón y el fuete, del látigo y el grito acompañado de sus regalos, gente que
se alimenta de la crónica roja cotidiana, que perdona a los corruptos. Esos que
critican a voz en cuello la ineficacia de la democracia y las tonteras de las
negociaciones y los reglamentos. Los que odian los procedimientos y las colas,
que arreglan las cosas con sus amigazos o si no, exigen mano dura contra los
cholos, aunque ellos mismos tengan cara de mochicas. Y aunque sea difícil
identificarlos, es posible ubicarlos en la geografía electoral peruana. Están
en la costa, la sierra y la selva, en el norte, el centro y el sur, en las
ciudades y en los pueblos, entre los pobres y entre los ricos. ¿De quiénes sino
recibieron sus votos los Kouri, los Elidio Espinoza en Trujillo, los César
Álvarez y Waldo Ríos en Ancash, los Valdez en Pucallpa, los Luis Cáceres en
Arequipa, los Viñas Dioses en Tumbes, todos procesados y/o condenados por
corrupción?
Pero,
además, contrariando el mito del buen salvaje (que habita en el pueblo chico y
a quien la ciudad lo corrompe), hay que recordar a los violentistas de las
elecciones municipales del 2014. En esas elecciones, la ONPE registró actos de
violencia en 130 distritos. Grupos de gentes alcoholizadas con gritos y piedras
irrumpieron en los locales de votación para golpear y amenazar a los miembros
de mesa y al personal de la ONPE y del JNE para terminar quemando las actas de
la votación. Gente violenta que no reconocía la voluntad de la mayoría con el
pretexto de la existencia de electores “golondrinos” o de un fraude que sólo
existió en las cabezas de sus integrantes. Masa de maniobra de dirigentes que
no creen en la democracia sino en la imposición por la fuerza. Energúmenos que
algunas veces han logrado la anulación de las elecciones ante la ausencia de
las actas que den fe de la voluntad de los votantes.
Esos
grupúsculos violentistas han actuado en el pasado y se tienen detectados
algunos reincidentes que habitan en una veintena de distritos[1]. No se está
afirmando que todas las familias de esos pueblos sean violentistas, pero
seguramente hay en ellos un clima permisivo que da aliento a los verdaderos
antisistema.
Pues bien, ¿cuáles son los candidatos que ganaron en la primera vuelta en esos distritos con grupos violentistas activos? Keiko ganó en doce y Goyo Santos en cinco[2]. Es decir, las simpatías favorecieron a los extremos políticos, se identificaron con esos líderes que proponen los estados de emergencia, la militarización, la mano dura y la pena de muerte para, dizque controlar la delincuencia o para hacer la revolución, cuando en realidad están en contra de la movilización ciudadana y el derecho a protestar. Votaron por los que presentan a sus disciplinarios con uniforme y comportamiento militar, viajando en decenas de camionetas, como se vio en Puno y en Arequipa. Es decir, los búfalos de antaño y los etnocaceristas de ayer, hoy se han convertido en amenaza monda y lironda para echar más leña al fuego del clima de confrontación que aún no ha sido superado.
Pues bien, ¿cuáles son los candidatos que ganaron en la primera vuelta en esos distritos con grupos violentistas activos? Keiko ganó en doce y Goyo Santos en cinco[2]. Es decir, las simpatías favorecieron a los extremos políticos, se identificaron con esos líderes que proponen los estados de emergencia, la militarización, la mano dura y la pena de muerte para, dizque controlar la delincuencia o para hacer la revolución, cuando en realidad están en contra de la movilización ciudadana y el derecho a protestar. Votaron por los que presentan a sus disciplinarios con uniforme y comportamiento militar, viajando en decenas de camionetas, como se vio en Puno y en Arequipa. Es decir, los búfalos de antaño y los etnocaceristas de ayer, hoy se han convertido en amenaza monda y lironda para echar más leña al fuego del clima de confrontación que aún no ha sido superado.
Pero,
para no cargar las tintas emotivas y mantener la sangre fría en el análisis de
los hechos, hay que ver que hace diez años, cuando otros eran los candidatos
que estaban en los extremos, Ollanta Humala, el de la camisa roja, ganó en
primera vuelta, en 14 distritos de este mismo conjunto, el aprismo en cuatro y
el fujimorismo en dos[3].
Para
completar los rasgos principales del análisis del comportamiento electoral en
esos distritos hay que decir que las simpatías son cambiantes, acaso porque,
justamente, no hay en ellos una decidida adhesión al sistema democrático. Así,
se puede ver que de elección a elección –incluyendo las municipales- se forman
distintas mayorías que cambian con los vientos políticos del momento o de lo que
el sentido común dicta a través de las cadenas de medios de comunicación. Sólo
he detectado que en cinco distritos hay simpatías más o menos permanentes: San
Pedro de Huacarpana y El Porvenir tienen una mayoría fujimorista desde el 2010;
San Martín y El Cenepa tuvieron simpatías por el humalismo entre el 2006 y el
2011, prolongadas en la izquierda más radical de hoy en el caso del distrito
awajún. Por último, la mayoría aprista se mantuvo en Yonán entre el 2006 y el
2014 y viró hacia su nueva aliada Keiko en esta primera vuelta.
_____________
[1]Son los distritos rurales de El Cenepa y Río Santiago
de Amazonas; Canis, Culebras y Huallanca de Huaylas en Ancash; Socos en
Ayacucho; Namora, Sorocucho, Tacabamba, Yonán y Querocotillo de Cajamarca; Alto
Larán y San Pedro de Huacarpana de Ica; Calamarca de La Libertad; Ihuarí, y
Surco de Huarochirí en la región Lima; Mazán en Loreto, Ollachea en Puno; y San
Martín, Campanilla y El Porvenir de San Martín.
[2]Keiko ganó en Culebras, Huallanca, Yonán, Alto Larán, San Pedro de Huacarpana, Calamarca, Ihuarí, Surco, Mazán, Ollachea, San Martín y El Porvenir; mientras Goyo lo hizo en El Cenepa, Namora, Sorochuco, Tacabamba y Querocotillo.
[3] Ollanta ganó en El Cenepa, Canis, Huallanca, Socos, Tacabamba, Querocotillo, San Pedro de Huacarpana, Ihuarí, Surco, Mazán, Ollachea, San Martín, Campanilla y El Porvenir. Alan García ganó en Culebras, Yonán, Alto Larán y Calamarca. El fujimorismo lo hizo en dos distritos cajamarquinos: Namora y Sorochuco. Cotéjense los nombres del 2006 y los de este año.
[2]Keiko ganó en Culebras, Huallanca, Yonán, Alto Larán, San Pedro de Huacarpana, Calamarca, Ihuarí, Surco, Mazán, Ollachea, San Martín y El Porvenir; mientras Goyo lo hizo en El Cenepa, Namora, Sorochuco, Tacabamba y Querocotillo.
[3] Ollanta ganó en El Cenepa, Canis, Huallanca, Socos, Tacabamba, Querocotillo, San Pedro de Huacarpana, Ihuarí, Surco, Mazán, Ollachea, San Martín, Campanilla y El Porvenir. Alan García ganó en Culebras, Yonán, Alto Larán y Calamarca. El fujimorismo lo hizo en dos distritos cajamarquinos: Namora y Sorochuco. Cotéjense los nombres del 2006 y los de este año.
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