Escribe: Christian
Reynoso
EL COMERCIO, 13 de
septiembre del 2015 |
Diego Kunurana, pintor olvidado y
considerado hoy el más importante del indigenismo de los años veinte.
En los últimos años se ha empezado a estudiar
y difundir la obra pictórica de Demetrio Peralta Miranda (Puno, 1910 – Lima,
1971), quien, bajo el seudónimo de Diego Kunurana, realizó un valioso
trabajo que comprendió la xilografía, la historieta, la pintura al óleo y el
dibujo en azulejos. Fue el hermano menor de Arturo y Alejandro Peralta. El
primero, conocido como Gamaliel Churata, dirigió el grupo Orkopata y el famoso
"Boletín Titikaka", mientras que el segundo fue el autor del poemario
"Ande" (1926). Ambas publicaciones son consideradas hoy hitos de la
vanguardia indigenista en América Latina.
Xilografías e historietas
La obra inicial de Diego Kunurana está
registrada como una serie de xilografías que fueron publicadas en distintas
ediciones del "Boletín Titikaka" entre 1927 y 1930. El pintor nos
muestra representaciones de paisajes andinos, símbolos iconográficos, rostros
de hombres y mujeres del campo y una serie de retratos de personajes de la
época.
Una lectura en conjunto de estas xilografías
nos permite advertir un corpus diverso, pero enhebrado en una columna vertebral
que entraña la representación del mundo rural andino; al mismo tiempo, un
corpus que dialoga con la visión estética que planteaba el "Boletín
Titikaka": la creación y el desarrollo de un arte indoamericano a partir
de la naturaleza, la emoción y el pasado. De esta manera, en tanto que Kunurana
fue el artista con mayor protagonismo y número de ilustraciones en dicho
boletín, es posible afirmar que su arte expresa la propuesta pictórica de este y
que, además, es el primer intento de sentar las bases del arte indoamericano.
Nuestro personaje fue también autor de
"Pedrito, el indiecito estudiante", una historieta recientemente
descubierta. Esta fue publicada por entregas entre abril y noviembre de 1940,
en 15 números de "Palomilla", revista que marcó la época de oro de la
historieta en el Perú. Para entonces Demetrio ya vivía en Lima. En
"Pedrito, el indiecito estudiante" hace uso de viñetas en dos
columnas acompañadas de textos narrativos. Destacan el trazo fuerte, el uso del
claroscuro y el detalle minucioso de los fondos; asimismo, el manejo de sombras
y siluetas que en los momentos de clímax transmiten suspenso. La historieta se
centra en la vida de Pedrito, un niño campesino huérfano que vive en una aldea
de Arequipa y que tiene un gran afán de superación, con un “cerebro ancioso
[sic] de saber”.
Este deseo, a pesar de su pobreza, lo llevará por distintas circunstancias en una vida de tránsito. Llegará a la ciudad capital de Arequipa y luego a Lima. Por último, zarpará del puerto del Callao en un barco mercante hacia ciudades del mundo o “centros de mayor adelanto”, con el propósito de educarse y luego volver a su patria para ponerse al servicio de ella.
Este deseo, a pesar de su pobreza, lo llevará por distintas circunstancias en una vida de tránsito. Llegará a la ciudad capital de Arequipa y luego a Lima. Por último, zarpará del puerto del Callao en un barco mercante hacia ciudades del mundo o “centros de mayor adelanto”, con el propósito de educarse y luego volver a su patria para ponerse al servicio de ella.
Óleos y azulejos
En el 2004 en una casona de Santa Beatriz, se
halló dentro de una vieja maleta más de un centenar de pinturas al óleo de
Demetrio Peralta, fechadas entre 1947 y 1962. Se trata de una pintura diversa
que muestra composiciones de naturalezas muertas, paisajes urbanos y andinos,
personajes fantásticos, retratos de hombres y mujeres y autorretratos; así como
piezas de índole social, en las que se advierte la influencia de Cándido
Portinari (1903-1962), en especial de aquellos de sus cuadros que datan de
1955, como “Mulher con filho morto”, que plasman las desgracias de la mujer.
La pintura de Peralta se caracteriza por el
empleo de pinceladas sueltas y espesas, con trazos gruesos y delgados, donde
predominan los colores oscuros, tierras y grises, además del manejo del verde
en distintos matices. Tenemos, por ejemplo, la serie de paisajes urbanos que
muestran hombres, mujeres y niños de extremidades grandes, quizás familias
trabajadoras que aparecen en espacios costeños, calles y edificios. O la serie
de personajes con rasgos fantásticos, sin ojos, con extremidades grotescas y
gestos que transmiten estados de ánimo y suscitan perturbación en el
espectador. En conjunto es una pintura que transita cerca del expresionismo y
que también se nutre de pinceladas al estilo Van Gogh, de quien Peralta fue
admirador.
La
Casa Iturry, en Magdalena
Demetrio Peralta trabajó entre 1944 y 1969
como pintor principal de los Talleres de Cerámica Artística Iturry, que
funcionan hasta el día de hoy en el distrito de
Magdalena del Mar. El maestro
Peralta, como lo llamaban, estuvo a cargo del diseño de estampas religiosas,
cuadros costumbristas de la sierra y murales de tópicos diversos. Es posible
ver parte de este trabajo en algunos lugares de Lima como el colegio Salesiano,
el Museo Taurino de Acho y el Club de la Unión.
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Si bien es todo cuanto se conoce hasta hoy de
la producción artística de Demetrio Peralta/Diego Kunurana, es posible que
todavía haya más. Se tiene noticias de que entre 1933 y 1938, época en que
vivió en Arequipa, pintó numerosos cuadros, y que en Lima pintó mucho más de lo
que se encontró en la maleta. Kunurana optó por el perfil bajo y la creación
silenciosa de una obra que, debido a su variedad y aporte a la plástica
peruana, es justo ponerla en valor.
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