MEJORAMIENTO
DE LA SALUD EN PUNO
Jesús
Santisteban Ávila
La
labor institucional de la Misión Adventista del Lago Titicaca lleva muchos y
fructíferos años en nuestra región puneña. Su presencia inicial podía
distinguirse escuchando la siguiente invitación: “Ni alcohol, ni coca prueba mi
boca: por eso vivo contento.” Si no estamos equivocados la Misión Adventista
estimuló el pensamiento y acción del líder Manuel Z. Camacho en su proclama por
la educación que favoreciera a la niñez rural, a partir de la localidad de
Platería, en Acora, Puno. Conviene traer a la memoria el significado del
Colegio Adventista de Chullunkiani. Retornan a nosotros dos imágenes
personales, primero la del Pastor Adventista
Andrés Achata Vargas y la de los hermanos Chambi.
Hace
una semana, con el prestigio y la experiencia de la Clínica Americana se ha
iniciado una campaña de salud, buscando “reducir la incidencia de enfermedades
y mejorar la calidad de vida” de la población de Puno. La iniciativa continúa con alto grado de
oportunidad y coherencia.
En
los meses de invierno próximo, Puno soportará temperaturas de nivel inferior a
bajo cero, con tradicional y persistente deterioro de la salud. Paralelamente,
la referida iniciativa coincide con urgentes necesidades expresadas y sentidas a
nivel asistencial: la preservación de enfermedades y el cuidado de la salud.
Evitar
y cuidar la incidencia de enfermedades significa, en primer término,
responsabilidad personal y colectiva. Por decir lo menos, las personas nos
comunicamos muy poco en términos de salud, de buena salud y, mucho menos en
límites de enfermedades y sus consecuencias. Nuestros mecanismos de información
y comunicación no tocan esta clase de temas aparentemente asignados a los
ambientes hospitalarios.
Por
esa razón la campaña de salud a cargo de los institutos Adventistas de Puno,
exhibe un alto nivel formativo: motivar, invitar, organizar a la población alto
andina de Puno en este caso, alrededor de los beneficios de lo que significa un
mejor nivel de vida –agua, descanso, esperanza, luz solar, aseo, nutrición,
temperanza, ejercicios-, (disciplinas de salud que los organizadores se han
propuesto difundir).
Los
puneños necesitamos incrementar prioritaria y disciplinadamente el consumo,
entre otros, de fruta y verdura, fuentes naturales de constituyentes esenciales
y de fibra, elemento este de especial atención. Es verdad, somos grandes
caminantes pero desligados de los beneficios brindados por la disciplina
respiratoria y práctica de relajamiento muscular y descanso.
La
campaña de salud en referencia mereces, pues, nuestro estímulo y felicitación
personal. Invocamos de la colectividad regional de Puno un intento de mayor
identificación con la niñez, las madres gestantes y la ancianidad capítulos de
mayor y recurrente riesgo, en materia de enfermedades.
Nuestra
región, singular y valorada en muchos aspectos, también presenta real y
estadísticamente necesidades susceptibles de solución en un marco de política
de buena salud y a partir del esfuerzo, la voluntad y la decisión personales
cuando, como en este caso, los beneficios que nos conviene se aproximan a la
puerta de casa.
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Nota: Las primeras noticias de
la campaña fueron publicadas en Los Andes, Puno.
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