LECTURAS
INTERESANTES Nº 650
LIMA
PERU 6 MARZO
2015
LA
PRENSA COMO AMANTE
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE”
N° 240 6MAR15 p. 11
Escribir
una columna cada semana. Como si todas las semanas ocurrieran cosas importantes.
Como
si la prensa se ocupara de las cosas importantes. Como si fuéramos capaces de
distinguir tan fácilmente qué es lo importante.
Lo
importante, en todo caso, jamás será abordado por la prensa. Y lo importante
podría ser esto: el sistema impuesto por el capitalismo depredador es tóxico,
el mundo está gobernado por una federación de buitres, la religión del dinero
nos lleva al abismo, la felicidad del consumo es como la que produce la heroína
inyectada a la vena, la naturaleza humana es una constante inmutable y
universal.
Lo
peor de la prensa peruana e internacional es el pacto que ha hecho con el statu
quo.
Los
imperios caen, las eras se derrumban, las hegemonías cambian. Cayó Esparta,
cayó Egipto, cayó Roma, cayó China. Caerá este reino global de la necedad
tecnológica y del suicidio ambiental. Pero no caerá por la prensa, su gran
aliada. Caerá cuando el miedo y las rabias se junten y cuando las trampas del
propio sistema abran sus fauces y se traguen a todos los tragables. Y la
primera trampa se abrirá cuando la finitud de los recursos, exacerbada por la
sobreexplotación, se haga sentir en crisis y escasez. La segunda trampa será la
del clima. La tercera tendrá que ser la de la legitimidad y eso sucederá cuando
la gente -recuperada la lucidez- se pregunte: ¿Con qué derecho nos gobierna
esta banda, nos explotan estos bribones, nos esquilman estos piratas, nos embrutecen
estos mercaderes, nos envilecen estos mediadores, nos llevan a la guerra estos
asesinos, nos culpan estos hipócritas? Y la respuesta es previsible: ¡Con
ningún derecho!
Será
el momento en que la prensa, extasiada hasta entonces por lo insignificante,
tenga que hacerse algunas preguntas. La primera de las cuales debería ser esta:
“¿Por qué nos le dije a mis lectores o auditores o televidentes que esto era
insostenible?". Me atrevo a esbozar una respuesta: i Por el dinero! La
prensa, para la mayoría de la gente, es un gran negocio envuelto en oropel.
Miren a Gustavo Mohme Seminario, aquel gerente de "La República" que
iba a visitar a Montesinos y que intentaba poner, ante el escándalo de su
padre, franjas de avisos en la primera página del diario. Muerto el padre,
Mohme Seminario usó de sus relaciones con el entonces presidente Toledo para
asustar a los Miró Quesada y hacerse, sin aportar dinero alguno, con un tercio
de las acciones de América Televisión. Hoy es un hombre rico y es presidente de
la SIP y da discursos sobre la responsabilidad social de la prensa. Todo un
caso.
Vendrá
de todos modos una ola mundial de desencanto. No sé cuánto demore, pero vendrá.
Tendrán que pasar algunas Merkel, varios Humala truchos, una sucesión de Netanyahu,
pero vendrá. Porque no es posible que el 1% de la población acapare el 50% del
PBI mundial. No es posible que la desigualdad se agigante y que los ríos se
llenen de relaves y que sembremos para que las neveras de Europa o Estados
Unidos se llenen de frutos fuera de estación mientras aquí tenemos, todavía y
de acuerdo a las avaras cifras oficiales, siete millones de pobres y otros
cinco que están en la frontera.
La
prensa, en general, es la amante promiscua del establecimiento. Pero finge
virtudes y sermonea. Y da risa.
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