lunes, 15 de septiembre de 2025

¿FUERZAS ARMADAS PRIVADAS EN EL PERU?

 MERCENARIOS COLOMBIANOS

Informe Semanal De Política Exterior www.politicaexterior.com

15 DE SEPTIEMBRE DE 2025

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 a muerte en agosto de decenas de mercenarios colombianos –hasta 40 según distintas versiones– que  sobrevolaban una zona de guerra en Sudán ha mostrado otra vez que el llamado oficio más viejo del mundo, un dudoso honor que se disputa con la prostitución, goza de excelente salud en varias regiones y países del Sur global.

Colombia es uno de ellos. Debido a décadas de conflictos armados internos, alberga a miles de exmilitares y policías con bajos ingresos y un importante valor añadido: experiencia de combate, que suele marcar la diferencia en un campo de batalla.

Según la publicacion EL COLOMBIANO, se han detectado mercenarios del país latinoamericano en al menos 16 países: México, Haití, Irak, Kuwait, Somalia, Libia, Nigeria y Ucrania entre ellos. Unos 300 colombianos del país están desaparecidos en Sudán y otros 300 cayeron en combate en Ucrania, según le dijo en noviembre de 2024 Serguéi Lavrov al ministro de Exteriores colombiano, Gilberto Murillo.

Ucrania recibe casi sin restricciones a voluntarios extranjeros en sus dos legiones internacionales, a los que paga 1.000 dólares al mes y “bonus” de combate de hasta 3.000 dólares mensuales. La presencia de “soldados de fortuna” colombianos en zonas de fricción geopolítica se explica por su formación en operaciones de contrainsurgencia y su manejo de armas y equipos de la OTAN.

En conflictos asimétricos y de baja intensidad, una unidad pequeña y bien entrenada puede aportar ventajas tácticas desproporcionadas para su tamaño. En un sector ultracompetitivo, los colombianos aportan disciplina y resistencia física a precios imbatibles. Erik Prince, fundador de BLACKWATER(1), ha vuelto a encontrar amigos en la Casa Blanca a través de Pete Hegseth, el ahora secretario de Guerra.

 En 2004, cuatro miembros de BLACKWATER fueron asesinados por milicianos iraquíes que colgaron sus cuerpos en un puente de Faluya, provocando una batalla campal que se cobró las vidas de 107 soldados de la coalición y de 1.350 iraquíes. Según el Wall Street Journal, Vectus Global, el nuevo emprendimiento de Prince, está centrando sus operaciones en países del hemisferio occidental. En Haití, por ejemplo, ha desplegado salvadoreños para luchar contra las bandas que dominan el país caribeño.

A las mineras peruanas, alarmadas por los ataques de sicarios a los yacimientos oro, cobre, plata…– que explotan-, les ofrece paquetes de seguridad de 10 millones de dólares anuales.

Prince cree haber encontrado en el ecuatoriano Daniel Noboa y el salvadoreño Nayib Bukele potenciales socios para convertir a VECTUS con el apoyo más o menos explícito del Pentágono en la versión “Made in USA” de Wagner.

El problema es que exportar mercenarios tiene un coste. Su participación –o complicidad– en graves violaciones de derechos humanos, tráfico de personas y crímenes de guerra es un riesgo permanente. En el asesinato en julio de 2021 del presidente de Haití, Jovenel Moïse, participaron 26 exmilitares colombianos.

 Los carteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa también han reclutado colombianos con frecuencia. En esa división del trabajo, Colombia suministra un recurso estratégico –mano de obra militar barata– en un mercado en el que se mezclan métodos de reclutamiento coactivos, engaños y tráfico de armas.

Según LA SILLA VACÍA, algunos mercenarios colombianos denuncian que fueron reclutados como guardias de seguridad en instalaciones petroleras en el Golfo, pero que fueron enviados después a Sudán. Sin pasaportes fuertes ni dinero para regresar, dependen de lo que sus empleadores quieran hacer con ellos.

El presidente Gustavo Petro ha pedido al Congreso tramitar con urgencia un proyecto de ley para ratificar la convención contra el mercenarismo de la ONU (1989) y aprobar otra contra compañías de reclutamiento. Entre las más activas en Bogotá están la colombiana A4SI y GSSG, una compañía emiratí con sede en Dubái, que suelen ofrecer sueldos de 2.500 euros mensuales, cinco veces más que el ejército o una de sus pensiones de jubilación.

Por lo general, tienen los papeles en regla y las presiden militares retirados que saben que la guerra puede convertirse, a su modo, en una adicción. Tres semanas después de regresar a San Petersburgo tras cumplir su contrato, uno de los presos alistados por el Grupo Wagner en una prisión de Krasnoyark dijo al podcast Russia Behind Bars que se estaba preparando para regresar al frente. “La vida civil es muy aburrida”, se justificó.

Al fin y al cabo, los mercenarios son tan antiguos como la guerra misma. Las primeras alusiones a su uso se remontan al antiguo Egipto, cuando alrededor del año 1500 a. C., Ramsés II empleó a 18.000 nubios, hititas y filisteos en sus conquistas y a los que pagaba con lo que saqueaban. ●

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(1) Nombre de una antigua empresa militar privada (EMP) fundada por Erik Prince en 1997, especializada en entrenamiento militar y de policía, ofreciendo personal de combate para gobiernos y organizaciones privadas, así como servicios de seguridad para la protección de personalidades y diplomáticos y transporte seguro de materiales sensibles en zonas de conflicto. Ha cambiado de nombre varias veces.

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