BURDEL
César Hildebrandt
En
HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 762 12DIC25
|
N |
o es que el Perú parezca un burdel: es que el mundo
es hoy un burdel gigante. Pablo Macera se quedó corto.
El truhán que llegó a la Casa Blanca se apodera de un petrolero y dice que se
quedará con el barco y con el crudo que transportaba. Dice que Maduro tiene los
días contados, que Petro puede ser el próximo y que la Unión Europea está en
decadencia porque no imita del todo su política antimigratoria. Pero el truhán
no se queda en eso: llama estúpida a una periodista que le hace una pregunta
incómoda, cerdita a otra que insiste en un tema y portadora de falsedades a una
tercera que se atreve a mencionar una contradicción entre sus palabras y las
declaraciones de Peter Hegseth, el secretario de guerra.
Las derechas nacionalistas producen discursos que
proponen un orden policiaco y la mesura se ve como un crimen de cobardes. Por
eso hay quienes, desde el poder, están felices con lo que Netanyahu y el
sionismo en banda han hecho en Gaza. Se masacra en nombre del derecho
internacional, se mata a miles de niños como política preventiva, se cosifica a
las víctimas para despojarse de toda culpa. Y de todo ello se alegran los Milei
de esta América hundida en las tinieblas y los alemanes, siempre propensos a
desatar o autorizar holocaustos.
![]() |
| Humareda |
Si la vida eterna existiera, todos los fascistas
difuntos podrían despertar en estos días y ser felices.
La barbarie digital les sería fascinante: miles de
millones hipnotizados por sus celulares mientras la riqueza se concentra, la
pobreza se considera voluntaria, los derechos sindicales hibernan, el medio
ambiente se degrada. Ya no sería necesaria la mano dura: las multitudes
balarían y votarían libremente por los lobos.
En el Perú hemos inventado una democracia
proliferante. Tenemos decenas de candidatos a la presidencia. ¿Vienen de
partidos? Muy pocos. Los demás proceden del emprendedurismo narcisista, de la
aventura financiera, del embrutecimiento cada vez más audaz. En un país donde
alguien que limita con la idiotez por el norte y con la indecencia por el sur
se ha hecho millonario fundando universidades, no es extraño que de los
matorrales a la vera de las trochas carrozables salgan mendigos de fama a ver
si algo les liga. Mendigos y forajidos en busca de impunidad. Mendigos y
forajidos que fueron surgiendo cuando la inteligencia huyó de la política,
cuando el fujimorismo hizo norma el crimen y cuando los partidos históricos,
viudos de sí mismos, dejaron las ideas y adoptaron los lemas.
Tenemos muchos candidatos porque no tenemos líderes.
Tenemos decenas de partidos nominales porque no tenemos instituciones
políticas. Esta abundancia no es prosperidad doctrinaria ni pluralismo. Es
cáncer. <>



No hay comentarios:
Publicar un comentario