domingo, 12 de octubre de 2025

12 DE OCTUBRE:

500 AÑOS DE RESISTENCIA

Por: Jorge Luis Choque

L

a historia oficial, escrita por los vencedores, nos vendió el 12 de octubre de 1492 como un "descubrimiento". Es hora de llamar a las cosas por su nombre: no se puede descubrir un continente vibrante y poblado. Aquello fue el inicio de una invasión, el mayor genocidio de la historia y la imposición de un sistema de saqueo cuyas consecuencias perduran hasta hoy.

América, o Abya Yala para muchos de sus pueblos, no era un mundo nuevo ni vacío. Era el hogar de civilizaciones complejas con avanzados conocimientos en astronomía, agricultura y organización social. La llegada de Colón no fue un encuentro, fue un choque violento. La narrativa del "descubrimiento" es un eufemismo que oculta la destrucción sistemática de culturas, la quema de códices, la demolición de templos y el silenciamiento de saberes ancestrales. La espada y las enfermedades fueron las verdaderas herramientas de esa supuesta "gesta civilizatoria".

La conquista fue, ante todo, una empresa económica. El motor de la invasión fue la sed de oro y plata. Se instauró un orden colonial donde el saqueo era política de Estado y la masacre de indígenas era un medio para la producción. Millones murieron en las minas de Potosí y en las encomiendas, en un sistema de trabajo forzado que fue el cimiento del capitalismo europeo.

La religión fue el arma ideológica que justificó la barbarie. La cruz no llegó para salvar almas, sino para someterlas. La evangelización forzada fue una conquista espiritual que buscaba despojar a los pueblos de su identidad, declarando sus creencias como demoníacas para legitimar el dominio absoluto y la explotación.

Las independencias del siglo XIX no liberaron a los pueblos originarios. Las élites criollas simplemente heredaron el poder y mantuvieron las estructuras coloniales de opresión, inaugurando un colonialismo interno.

Hoy, el sistema se ha modernizado, pero la lógica es la misma. El racismo estructural sigue marginando a las comunidades indígenas, mientras sus territorios son saqueados por empresas extractivistas con la complicidad de los Estados. La pobreza y la exclusión que sufren no son una casualidad, sino el resultado directo de cinco siglos de un proyecto colonial que nunca terminó. La resistencia que iniciaron líderes como Túpac Amaru II sigue viva en cada comunidad que defiende su tierra, su agua, su cultura y su dignidad.


El 12 de octubre no es el "Día de la Raza" ni del "Encuentro de Dos Mundos". Es el día que marca el inicio de la resistencia indígena contra un sistema de opresión global. Conmemorar esta fecha es un acto político: es denunciar el pasado para entender el presente y apoyar las luchas actuales por la autonomía y la justicia. Es, en definitiva, afirmar que los pueblos de este continente no fueron descubiertos; fueron invadidos, y siguen resistiendo. <+>

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