Memorias de Puno
LA COMPAÑÍA DE AVIACIÓN LUFTHANSA EN VENTILLA
Escribe Augusto Dreyer Costa
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esde el año 1938 hasta 1945, el aeródromo de
Ventilla en Puno era parte del itinerario de vuelos de la compañía de aviación
alemana Deutsche Luft Hansa
AG (Lufthansa), en su ruta internacional de vuelos que cubría las
ciudades de Lima, Arequipa, Puno, hasta la ciudad de La Paz en Bolivia. Además,
Lufthansa operaba conjuntamente con Lloyd Aéreo Boliviano y Cóndor Syndikat de Brasil un servicio semanal de
Lima, La Paz, Santa Cruz, Rio de Janeiro y Europa. Para las operaciones de
Lufthansa en el Perú se trasladaron desde Alemania cuatro Junkers Ju52 a las
cuales bautizaron con los nombres de
"Huascarán“,"Misti“,"Huandoy“ y "Aconcagua".
El
Junkers Ju 52/3m fue un avión alemán trimotor de pasajeros y carga, también
conocido como "Tía Ju". El avión destacaba por su robustez, su
capacidad para pistas cortas y su distintivo revestimiento metálico acanalado.
El Ju 52/3m sirvió como avión estándar de la aerolínea comercial Lufthansa en
nuestro país desde su apertura en 1938 hasta 1945 cuando, dentro del escenario
de la Segunda Guerra Mundial, el Perú declara la guerra a Alemania y los 4
aviones son confiscados.
Con
anterioridad a los vuelos de Lufthansa al aeródromo de Ventilla, la llamada
“Pampa Zúñiga” (la extensa pampa que dividía la naciente ciudad de Puno y el
lago Titicaca) fue utilizada como ocasional campo de aterrizaje de los pequeños
aeroplanos de los precursores de la aviación regional, el italiano Enrico
Rolandi en 1921 y el cusqueño Alejandro Velasco Astete en 1925. Luego de la
confiscación del patrimonio de Lufthansa en 1945, ningúna línea aérea volvió a
utilizar Ventilla como campo de aterrizaje, no obstante de varios intentos de
restablecerlo como el aeródromo de Puno.
El
aviador Enrico Rolandi, héroe italiano en la Primera Guerra Mundial, en 1921
realizó algunos vuelos de prueba para publicitar los aviones italianos Ansaldo
en el Perú. El 24 de mayo realiza el vuelo entre Lima y Cusco y el 7 de junio
del mismo año, realiza el vuelo del Cusco a la ciudad de Puno, siendo el primer
aviador extranjero en cruzar los Andes peruanos. En Puno aterrizó en un
improvisado campo de aterrizaje en la llamada “Pampa Zúñiga” que quedó
registrado en la fotografía que se conserva en el Museo Carlos Dreyer de la
ciudad de Puno, adjunta en este artículo.
Alejandro
Velasco Astete (1897-1925) fue un piloto cusqueño y héroe nacional, recordado por ser el primer
aviador en cruzar la Cordillera de los Andes, volando de Lima al Cusco en 1925
en un biplano Ansaldo llamado "Cuzco". Su hazaña marcó un hito en la
aviación peruana. Murió en un trágico accidente en Puno el 28 de septiembre de
1925, poco después de su histórica llegada al Cusco. En Puno, Velasco al
intentar aterrizar en el lugar en el improvisado campo de aterrizaje llamado
“La Chacarilla” tuvo que sobrevolar varias veces el lugar ya que estaba colmado
de gente que venía a recibirlo, al aterrizar hizo una maniobra para evitar
arrollar a los espectadores y chocó con un muro de tierra. Este accidente causó
la muerte instantánea del joven aviador cusqueño a los 28 años de edad.
Puno
nunca dejó de tener aspiraciones de que Ventilla volviera a ser abierto al
tráfico aéreo, considerando que la ciudad de Puno era la capital de
departamento, principal puerto de Lago Titicaca, lugar de gran interés
turístico a nivel nacional e internacional y próximo a La Paz, la capital de
Bolivia. Sin embargo en 1960, Ventilla fue descartado como aeropuerto por las
autoridades de transporte aéreo aduciendo razones técnicas de longitud y
seguridad. En realidad el principal obstáculo para que Ventilla no volviera a
ser utilizado como aeropuerto radicó en que el Ministerio de Transportes en ese
mismo año diera la autorización para que las compañías de aviación peruanas TAM
(Transportes Aéreos Militares) y luego SATCO pudieran operar desde el aeródromo
de Juliaca. En esos años el peso político y económico de la ciudad de Juliaca
era importante y los políticos y autoridades juliaqueñas no dejaron pasar la
oportunidad para quedarse con un sector fundamental en el transporte aéreo de
la zona de Puno, obstaculizando la reapertura del aeródromo de Ventilla y
sellando con ello la suerte del
aeropuerto puneño. En los años 80 se asfaltó la pista de aterrizaje del aeropuerto de Juliaca y se construyó el actual terminal
aéreo, mejoras que permitieron el arribo de aeronaves a reacción. Denominado
el aeropuerto desde entonces como “Aeropuerto Internacional Inca Manco Capac”.
Durante la década de 1960, Puno organizó varios reclamos y protestas
ante las autoridades de transportes para que Ventilla fuera designado como el
aeropuerto de la región. Por otro lado, todas las organizaciones civiles de
Puno, desde los gremios y asociaciones, hasta los centros cívicos sociales y
barrios, pasando por los colegios y escuelas de Puno, todos unieron sus
esfuerzos para habilitar Ventilla siguiendo los requisitos exigidos por las
autoridades aéreas para el otorgamiento de los permisos de funcionamiento de
Ventilla. Miles de personas, hombres, mujeres, empleados, obreros y sobre todo
estudiantes, emplearon incontables horas de trabajo en nivelar y ampliar los
terrenos de Ventilla, sin embargo los permisos nunca llegaron. En esa época yo
era estudiante de la GUE San Carlos y participé en varias oportunidades junto
con mis compañeros en esos trabajos en la explanada de Ventilla. A mediados de
los años 60, ante la intransigencia del Ministerio de Transporte de autorizar
la apertura de Ventilla la situación se fue exacerbando en Puno hasta ocasionar
el bloqueo de la carretera Puno-Juliaca en varias ocasiones, también se
generaron enfrentamientos directos entre pobladores juliaqueños y puneños que
estuvieron a punto de culminar en un conflicto civil entre ambas ciudades.
Con los años, este asunto tan importante en su época ha pasado
prácticamente al olvido y muy pocos lo recuerdan. Sin embargo es posible que en
algún momento habilitar Ventilla como un segundo aeropuerto en la región vuelva
a ser prioritario, sobre todo para estimular el transporte y desarrollo de la
ciudad de Puno y la región sur del departamento. Para turistas y viajeros
nacionales es cada día más difícil el acceso al aeropuerto de Juliaca. El
caótico y desenfrenado crecimiento demográfico ha convertido a Juliaca en
probablemente la ciudad más contaminada y desordenada del Perú y con el
registro más alto de víctimas de la delincuencia en el país. Atravesar Juliaca
es una verdadera proeza y brinda una pésima imagen de la bella y rica región
altiplánica.
Si hace 80 años, el aeropuerto de Ventilla fue parte de la ruta
internacional de la compañía de aviación
alemana Lufthansa en su trayecto que cubría las ciudades de Lima, Arequipa,
Puno y La Paz en Bolivia, es lógico pensar que pueda volver a serlo en un
futuro cercano. Hoy en día, la región de Puno necesita dos aeropuertos
comerciales. El aeropuerto de Juliaca se está quedando pequeño y desfasado
frente a las necesidades de conectividad aérea y desarrollo económico de la
región. La coyuntura para reabrir Ventilla ha llegado y es el momento para que
autoridades puneñas trabajen en la implementación y construcción de un
aeropuerto moderno tomando en consideración que dicho aeropuerto no solo beneficiaría a más de 1 millón
100 habitantes del Departamento de Puno, sino que también impulsará el turismo,
con casi un millón de turistas que visitan la región cada año. <:>
Foto 2: Un antiguo poster
de publicidad de la compañía aérea Lufthansa con la fotografía de un avión Junkers Ju 52/3m con el nevado Misti al fondo, servía
para promocionar los vuelos desde la ciudad de Lima hasta las ciudades de
Arequipa, Puno y La Paz en los años 1940s.
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Foto 3: El piloto italiano Enrico Rolandi en
“Pampa Zúñiga”, Puno, 1921.
Fotos 4 (abajo): Los restos del aeroplano de Alejandro Velasco Astete en “Chacarilla”, Puno, 1925.




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