miércoles, 10 de septiembre de 2025

MUSICA DEL ALTIPLANO QUE TRASCENDIO FRONTERAS

LOS HUAYCHEÑOS

Y SONIA ARANCIBIA

Por: Red Huaycheña

H

ay sonidos que no se escuchan: se sienten. Escuchar al conjunto Los Huaycheños acompañado por la voz de Sonia Arancibia es viajar sin moverse, flotar sobre los paisajes de la provincia Camacho y aterrizar en Puerto Acosta, donde las montañas, el viento y el Lago Titicaca parecen cantar al unísono. Cada nota es un suspiro del altiplano; cada acorde, una memoria que revive en quienes escuchan. La voz de Sonia emerge clara y poderosa, un eco que atraviesa el tiempo y se instala en el corazón, capaz de estremecer con su fuerza, su ternura y su verdad. No es solo música: es un puente entre generaciones, un hilo que une raíces aimaras con el sentimiento más profundo de Bolivia, un viaje que toca alma y tierra al mismo tiempo.

El conjunto nació el 14 de abril de 1965, bajo el nombre inicial de Conjunto 5 de Noviembre de Puerto Acosta, en honor al aniversario de su tierra natal. Poco después, adoptaron el nombre que los haría célebres: Los Huaycheños, un homenaje a la antigua denominación de Puerto Acosta, conocida en tiempos pasados como Huaycho. Desde sus primeros ensayos, los jóvenes músicos sabían que estaban creando algo que trascendería generaciones.

La formación incluía a Javier Mantilla Vera en la guitarra y dirección, junto a Octavio Machicao, Fernando Mantilla, Luis Ibañez, Héctor Pantoja, y la brillante Sonia Arancibia, quien con apenas 12 años ya mostraba un talento que marcaría la identidad del grupo. Su primer gran éxito, “Río Huaycheño”, se convirtió en himno y puso en marcha una carrera que recorrería décadas, escenarios y fronteras.

Lo que hacía únicos a Los Huaycheños era su capacidad de transformar instrumentos tradicionales en narradores de historias. Los ritmos del kashuiri, el sikuri y las tonadas aimaras se entrelazaban con la fuerza de la voz de Sonia, creando una música que no solo se escuchaba: se vivía. Cada interpretación era un homenaje a la tierra, a la cultura y a las raíces de su pueblo.

El conjunto pronto se convirtió en embajador del folclore boliviano, presentándose en Perú, Chile y Argentina, y dejando huella en cada escenario con su autenticidad. Su música acompañó fiestas, viajes y recuerdos de muchas generaciones. Escuchar a Sonia y Los Huaycheños en el altiplano era —y sigue siendo— sinónimo de identidad y orgullo.

A lo largo de su trayectoria, el conjunto acumuló una vasta discografía, con numerosas grabaciones que circulan todavía en radios, festivales y recopilaciones. Recibieron Discos de Oro y Plata, homenajes de la Prefectura de La Paz y reconocimientos internacionales. Sonia, por su parte, fue honrada con la Medalla al Mérito Cultural, un testimonio del impacto profundo de su voz en la música boliviana.

Con el tiempo, Sonia Arancibia partió dejando un profundo vacío, pero su voz sigue viva en cada interpretación. Cada nota, cada acorde, sigue evocando la esencia de Puerto Acosta y del altiplano boliviano. Ella no fue solo la cantante de un conjunto: fue la voz femenina que dio identidad a un pueblo entero, que convirtió la nostalgia en canto y que continúa recordándonos que la cultura boliviana está hecha de sonidos, historias y memorias que jamás deben olvidarse.

Hoy, hablar de Los Huaycheños de Puerto Acosta es hablar de tradición viva, de décadas de música que no se detienen, de un legado que sigue iluminando escenarios. Hablar de Sonia Arancibia es evocar a la niña que se transformó en leyenda, una voz que sigue llevando de la mano a quienes quieren sentir la magia del altiplano y el alma de su gente. <:>

_________________________

DATOS

Huaycho es una localidad boliviana ubicada en la orilla oriental del Lago Titikaka y también a orillas del rio Suches, que en su mayor trayectoria sirve de limite arcifinio con la República del Perú. Como ciudad fronteriza lleva desde antiguo estrecha relación familiar y cultural con la localidad peruana de Moho. La antigua denominación de Huaycho fue cambiada por el gobierno boliviano -durante el gobierno de Ismael Montes- por la de Puerto Acosta que lleva en la actualidad. Este hecho quedó legalmente sancionado mediante la promulgación de la ley del 5 de noviembre de 1908,  por la que se crea la provincia de Camacho. La nueva denominación se hizo con la finalidad de rendir perenne homenaje al destacado intelectual de ese país, Nicolás Acosta. (GVC)


No hay comentarios:

Publicar un comentario