LOS CONTRASTES SOCIALES
DE
PUNO
Víctor Hugo Mendoza Pérez
Un informe del Instituto Peruano de Economía da
cuenta que el 64.2% de la población infantil de la región Puno de 6 a 35 meses
tiene anemia; es decir, 7 de cada 10 niños; en contraste, un informe de la
compañía Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston indica que en esa
zona mensualmente se consumen 900 mil cajas de cerveza, es decir, 6 millones
600 mil litros del licor, convirtiéndose en el primer consumidor de este
producto a nivel nacional.
La ciencia nos indica que la infancia es considerada
como una etapa trascendental en el proceso evolutivo del hombre, caracterizada
por dos fenómenos: crecimiento y desarrollo, para lo cual es fundamental una
adecuada nutrición. El índice de desnutrición infantil en menores de 5 años en
Puno es de 11.2%, a diciembre del 2022.
En el otro lado de la moneda está el alto consumo de
cerveza en Puno, donde se consume la cuarta parte de todo el licor que produce
el Perú; 900 mil cajas al mes. Cada caja de cerveza cuesta 70 soles, o sea cada
mes la población puneña gasta en ese licor cerca de 63 millones de soles.
En una recepción de un conjunto de morenada, diablada
o saya se consume entre mil 500 a 2 mil cajas de cerveza. En un matrimonio o
bautizo la cifra oscila entre 300 a mil cajas de cerveza.
Este contraste de salud con el consumo de licor en
Puno, llama mucho la atención, porque nuestros hermanos de esa región priorizan
el consumo de licor a la alimentación de sus hijos. Todo esto conlleva a
explicar el bajo nivel de educación; solo 33% llega a estudiar en institutos
superiores o universidades.
Estos datos merecen que las autoridades, dirigentes
y población en general de Puno reflexionen. ¿Cuál es el futuro que queremos
heredar a nuestros hijos? ¿Tener una población desnutrida y con anemia o
satisfacer nuestros vicios? Y no me digan que libar licor en esas cantidades
son costumbres ancestrales, porque los kollas e incas no eran así. <>
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