JULIO MENDOZA DÍAZ
EJEMPLAR LUCHADOR SOCIAL AYMARA
J |
Fernando
Chuquipiunta LOS ANDES 24NOV20
ulio Mendoza Díaz nació en la hermosa ciudad de la
primavera eterna Moho, el 2 de julio de 1914 y murió el 23 de noviembre de
1991, en la revolucionaria ciudad walawala de Huancané, donde entregó su vida y
servicio profesional. Es hijo de doña María Josefa Díaz Callo y de don Lucas
Elisbán Mendoza Provincia, primer periodista que tuvo Huancané y que publicaba
su periódico a puño “El deshojalador de botones”.
Sus estudios primarios los realizó entre Moho y
Huancané. La secundaria en el Glorioso Colegio Nacional San Carlos de Puno en
donde publicaba la revista Pukara. Perseguido por sus ideas políticas se
refugió en Bolivia, en 1939 se matriculó en la Universidad Autónoma de
Cochabamba en la Facultad de Derecho. El 23 de julio de 1940 junto con Federico
Belling asistió como delegado de su Facultad al Primer Congreso Nacional de
Izquierda en la ciudad de Oruro, siendo uno de los fundadores de la izquierda
boliviana.
En 1941 se trasladó a la Universidad Mayor de San
Andrés de Bolivia, donde compartió aula con Hernán Siles Zuazo, político
boliviano y Presidente Constitucional de la República de Bolivia en dos
periodos (1956-1960, 1982-1985). Es hijo del quien fuera abogado, político y
Presidente de Bolivia Hernando Siles Reyes. Finalmente optó el título de
Abogado en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. En los inicios
de su carrera profesional fue nombrado Agente Fiscal del Ministerio Público de
la Provincia de Huancané, cargo al que renunció posteriormente por no estar
acorde con sus convicciones políticas.
Fue profesor de Historia del Colegio Nacional de Varones de Huancané.
En Moho fue uno de los fundadores del Colegio
Nacional de Moho, conjuntamente con su hermano Vicente Mendoza Díaz, que
donaron los terrenos de la familia para la creación de la institución
educativa, firmándose un compromiso con los vecinos para que esta institución
lleve el nombre de Lucas Elisbán Mendoza Provincia, padre de los hijos más
preclaros de Moho, o de Julio o Vicente Mendoza Diaz.
Con ocasión de celebrarse el Sesquicentenario como
Capital de la Provincia de Huancané (1827-1977), Julio Mendoza Díaz, en su
calidad de Presidente del Comité de Cultura dirigió el “Libro de Oro de Huancané”
con temática diversa, uno de los trabajos monográficos más completos que se
publicó en Huancané. Este libro fue publicado con el auspicio del diario Los
Andes de Puno y el apoyo constante a la cultura puneña por el doctor Samuel
Frisancho Pineda. Sin duda alguna, los trabajos publicados en el “Libro de Oro
de Huancané” tiene mucho valor histórico porque abarca el pasado, presente y
futuro de la valiente y viril ciudad de Huancané.
En noviembre de 1991, el renombrado escritor puneño
José Luis Ayala Olazával viajó a Huancané para hacer una biografía del luchador
social Julio Mendoza Díaz, que lamentablemente dejó de existir en Huancané,
víctima de un paro cardíaco en presencia y auxilio del poeta aymara José Luis
Ayala, el mismo que conmocionó a la sociedad huancaneña y llegó la noticia a
diversos lugares del país. Por eso es que el Congreso de la República del Perú
hizo un minuto de silencio por el abogado de los pobres y de los campesinos
Julio Mendoza Díaz.
El día de su entierro |
TESTIMONIOS
Fidel Mendoza Paredes escribió: “Junto a su hermano
Vicente Mendoza Diaz, fueron grandes
luchadores sociales, compartieron amistad e ideas con Carlos Oquendo de Amat,
Rómulo Betancourt (Ex Presidente venezolano), Hernán Siles Zuazo (Ex Presidente
boliviano), Jorge del Prado, Sérvulo Gutiérrez, Carlos More y otros grandes
hombres. Julio Mendoza Diaz, fue depositario de testimonios de la presencia de
importantes personajes, recuerdo con mucha claridad los relatos sobre la vida
de la primera maestra campesina Rita Puma, heroína aymara, quien había salido
cuando tenía aproximadamente 8 años de edad a la ciudad de la Paz-Bolivia,
donde entró de ayudante a una costurería, allí aprendió a leer y escribir en
base a periódicos de la época, y cuando tenía aproximadamente 22 años de edad
regresó con nuevas convicciones, trajinando entre Moho y Huancané, enseñando a
leer y escribir a los niños y adultos de las comunidades campesinas, que luego
generarían la gran revolución de Huancho Lima en 1923, Julio Mendoza Díaz
posteriormente defendió a los sobrevivientes de la revolución de 1923, a la
familia de Carlos Condorena Yujra, Mariano Paco Mamani, entre otros,
a quienes siguieron persiguiendo los terratenientes, de ahí que se le
conoció como el “Abogado de los Pobres”. Julio Mendoza Díaz, fue un político
muy leído, y exigente con la lectura, contaba con admirable capacidad de
debate. En mis ojos de niño pude ver en la casa de Julio Mendoza a jóvenes
estudiantes, obreros y dirigentes campesinos, asistiendo a clases de política,
filosofía, cultura, historia, literatura, formaban parte de una universidad
popular, les proporcionaba información, revistas, periódicos, libros y luego de
la lectura compartían el análisis del texto con los demás asistentes, empezando
cadentes debates”
José Luis Ayala Olazával dijo: “Conocí a los hermanos
abogados y luchadores sociales Vicente y Julio Mendoza Díaz, oriundos de Moho,
cuando era un niño. Julio Mendoza Díaz vivía con su familia frente a la casa de
mi abuelo llamado Casimiro Ayala Ticona en la calle Lima, en Huancané. Con
ocasión de la fundación de la "Promoción Carlos Oquendo de Amat",
visité a Julio y le hablé acerca de Gloria Mendoza Borda para que se
incorporara y convirtiera en poeta. Y así fue. Con el paso del tiempo fui muy
amigo de Julio y cuando viajaba a Huancané me alojaba en su casa. Hasta que
convinimos en registrar su memoria y publicar un libro de carácter biográfico,
histórico. Trabajamos dos días pero desgraciadamente falleció de un fulminante
ataque cardiaco. Todo se frustró, teníamos a la mano documentos de su
biblioteca y un archivo para hablar con propiedad. De ese modo se ha perdido un
testimonio valioso, histórico como único. Desgraciadamente todo indica que la
biblioteca y archivo de Julio Mendoza Díaz, ha desaparecido. Sería un acto
inaceptable, una ofensa a la memoria de una persona vinculada a las causas
populares. Sin embargo, doy testimonio que Julio Mendoza Díaz tenía la
esperanza y confianza que un libro podía haber sido un testimonio de lucha y
esperanza. No obstante, quien tenga en custodia la documentación de Julio
Mendoza Díaz, debería permitir que los nuevos historiadores tengan acceso a una
información única y valiosa”.
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