domingo, 26 de agosto de 2018

GRANDE, JUAN DE LA CRUZ MACHICADO SIHUAYRO

QOSQO

JUAN DE LA CRUZ MACHICADO,
PINTOR ANDINO
Manuel Gibaja
M
ientras recorríamos la costa central del país, nos enteramos de la infausta noticia del fallecimiento del pintor puñeno Juan de la Cruz Machicado, destacado maestro de las artes visuales contemporáneas, quien por largo tiempo vivió de su producción artística ligada y fiel al arte neoindigenista. Hoy desde este suplemento le rendimos el homenaje a su trayectoria artística, haciendo una reseña metafórica de su dedicación a las artes visuales.
Puneño de nacimiento (1935) radica en Cusco desde los años cincuenta. Formado en la Escuela Regional de Bellas Artes del Cusco “”Diego Quispe Tito”, bajo la tutela de Fuentes Lira, junto a una pléyade de pintores que generaron la formación de la Asociación de Artistas Plásticos del Cusco por los años 70.
Machicado ha retomado la corriente indigenista y ahí permanecido, endulzado por los paisajes bucólicos de sus representaciones. El Cusco y su arquitectura han sido el tema fundamental de su producción plástica, de colorido rutilante, con estilizaciones y perspectivas ampliadas. Causó revuelo con sus muestras individuales en las galerías capitalinas (Lima), llenando pronto ese espacio y al mismo tiempo fue imitado por una serie de pintores y también por los tapiceros de San Pedro de Cajas que recrearon sus obras con sus propias visiones artesanales.
Sus obras de los años sesenta planteaban formas constructivistas y abstractas, la suelta pincelada le otorgaba energía al color, era el inicio de una pintura con carácter y sabor a tierra, aunque tal vez faltaron orientaciones estéticas y teoréticas mejor definidas que sostuvieran el rumbo de su obra, él y los pintores de su generación se enfrascaron en los deleites de formas estereotipadas, en el trasplante objetivista de los escenarios del paisaje de la sierra sur del Perú y de los modelos indígenas que colmaron las obras.
Después de ser profesor en la Escuela de Bellas Artes del Cusco por un período, se dedicó también, como muchos otros pintores de su generación durante un buen tiempo a la restauración, en Cusco y otras ciudades.
Quizás esta primera etapa de su vida lo aleja de sus intentos creadores con esa visión moderna que había empezado; para convertirse ahora en el casi único representante del neo-indigenismo cusqueño.
Su obra actual está tratada con paleta limitada; engama tonos casi monocromáticos de alto contraste, de armonías análogas en la que aparecen figuras estilizadas y estereotipadas en sus distintos lienzos ejecutados en la técnica al óleo, algunos paisajes logran una agradable expresión y carácter romántico, no ha dejado tampoco de expresarse en armonías de dobles complementarios o simplemente de complementarios, siempre con una paleta de colores rutilantes, de empastes sueltos, cuidando el dibujo de las formas, es decir dibujando con el color.
Machicado maneja el color diestramente, conoce el oficio. La vasta línea continuada de su creación lo enmarca dentro de los pintores que más trabajaron y expusieron en diversas ciudades del mundo.
Machicado ha confrontado esos estereotipos en sus obras, sin embargo ha planteado en un lenguaje moderno, algunas obras de libre ejecución, próxima a la abstracción expresionista. Se identifica con el indio y otros con la variedad de lenguajes contemporáneos, se crea alrededor de todo esto un clima emocional, lleno de nostalgias y reproches, de desafíos y confrontaciones, ya no generacionales sino más bien individualistas, aunque la confrontación sea necesaria. Se habla del nuevo indio, pero este es ya un concepto superado, sin embargo hay muchos seguidores de esta corriente que se denominan neo-indigenistas, post-indigenistas o indigenistas simplemente, y solicitan ser considerados en el plano artístico y también en el político. Pero, creo que una sola frase responderá a esta preocupación, que sean ellos, es decir los indios pintores los que se expresen a través de sus obras con sus propios estereotipos populares, y que lo hagan de manera franca, ellos son los elegidos para seguir usando sus propias imágenes tradicionales de sus propias vidas y su cultura.
La obra pictórica de Juan de la Cruz Machicado se convertirá en testimonios gráficos del paisaje de la sierra sur del Perú, sus habilidades y laboriosidad le concederán sus propias satisfacciones.
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Agradecemos la difusión de esta nota a Ricardo Claverías Huerse

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