sábado, 7 de noviembre de 2015

LECTURAS INTERESANTES 673 Alan y Lourdes

LECTURAS INTERESANTES Nº 673
LIMA PERU           7 NOVIEMBRE 2015
REUNIDOS POR FIN
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 274 6NOV15 p. 12
Alan García y Lourdes Flores están al filo del casorio. García necesita los fracasos de Lourdes. Lourdes requiere los éxitos tramposos de Alan. Será un matrimonio de conveniencia, como casi todos.
Para casarse, Lourdes deberá someterse a una terapia de olvidos metódicos. Deberá borrar de su memoria los insultos políticos de García Y García deberá dejar de recordar que Lourdes dijo más de una vez que el Apra era un partido de picaros y bus cabolsos.
García es la socialdemocracia degenerada. Lourdes es el socialcristianismo que tuvo mucho de social y muy poco de cristiano. Recordemos: el partido de Luis Bedoya Reyes se fraguó en una suite del hotel Crillón financiado, entre otros, por los pesqueros acaudillados por Luis Banchero Rossi. La derecha moderna necesitaba una representación política y el viejo Héctor Cornejo Chávez, líder de la Democracia Cristiana venida de Alemania, era un hueso duro de roer. El PPC fue siempre el partido de los empresarios prósperos y de los abogados que sacaban la cara por ellos. Por eso tuvo tan buenos legisladores y tan apasionados polemistas en las cámaras. Jamás llegó al poder pero nadie sabe si lo deseó o le bastaba con las minutas de sus bufetes. En 1980 pareció intentarlo de veras pero volvió a fallar. Y volvió a arrimarse, como en los 60, a papá Belaunde Terry. Sus abogados se enriquecieron más que nunca.
Dios los cría y ellos se juntan
Alan García no traiciona a nadie con este nuevo enjuague nupcial. Sigue a Haya de la Torre con una fidelidad casi ventral. Desde "Treinta años de aprismo", el libro que Haya escribió en 1954 y publicó en México dos años después, el Apra estuvo dispuesta a desandar el camino y a prepararse para su conversión en aliada de la derecha que logró abatirla por dentro. Y lo que vino fue la convivencia con Manuel Prado en 1956 y la coalición con la derecha al estilo de Ravines en 1963. Para el Apra, conversar sí era pactar. De modo que García repite en estos años la lección de su maestro en el siglo pasado. La diferencia, claro, es que a Haya jamás le interesó que el dinero llegara solo y en eso fue todo un ejemplo.
Así que el PPC y el Apra están en trance de fusión. Desprogramados, sin doctrina que cuidar, pragmáticos y sin alma, el PPC y el Apra han entendido que sus acrónimos vacíos bien caben en una alianza notarial que tiene sólo las elecciones como horizonte.

El problema es qué va a hacer este matrimonio, de consumarse, para distinguirse de la derecha redundante que abundará en estas elecciones Próximas. García ya lo ha adelantado: tratará de engatusarnos con algunas aspirinas populistas como los intereses de las tretas de crédito o las comisiones de las AFP. ¿LO recuerdan el 2006 jurando que el revisaría línea por línea los TLC y la tributación que pagaba la gran minería? La boda inminente no es un homenaje a la promiscuidad. Es coherencia. Adversarios de mentira, enemigos sólo para las galerías competidores teatrales, Flores y García se han reconocido, ahora por fin como compatibles. Quizás les quede tiempo para una luna de miel en algún departamento parisino <>

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