DINA RUMBO A LA HAYA
CORTESÍA DE
MÉXICO (Y DE SU PROPIA TORPEZA LEGENDARIA)
Por: Doralisa
Carranza Sánchez
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D |
ina
Boluarte, la presidenta accidental que ganó menos votos que el portero del
Congreso y acumuló más muertos que promesas cumplidas, creyó que podía aplicar
corrector blanco al Código Penal con una amnistía escrita entre Rolex,
cadáveres y tinta autoritaria.
Pero
no, señora. La historia no se reescribe con decretos truchos ni se archiva con
cara de “yo no fui”. Se escribe con sangre. Y usted ya está chorreando tinta…
en el expediente de la Corte Penal Internacional.
El
blindaje peruano:
más
payaso que legal
En
Perú, Boluarte camina entre los muertos con capa de impunidad y corona de
cinismo:
El
Tribunal Constitucional le puso un “no molestar” hasta el 2026.
El
Congreso le canta serenatas de amor político porque mientras ella siga, ellos
siguen cobrando.
La
Fiscalía archiva los casos como si fueran postales del siglo pasado.
Pero
fuera del Perú, todo ese blindaje no vale ni para envolver tamales. En La Haya,
esas excusas son papel higiénico… y del barato.
Y
de pronto… entra México,
Con
más dignidad que toda la Cancillería peruana junta.
Y
México dijo:
“Disculpen,
pero allá están matando civiles como si fueran piñatas, y encima les dan
amnistía. Aquí hay crimen de lesa humanidad, y alguien tiene que pagar el
pastel con cárcel.”
México
no solo señaló a Boluarte. Le puso un letrero de neón en la espalda:
“Próxima
reclusa en La Haya. VIP.”
¿Qué
significa esto?
Significa
que el viejo cuento de “Perú está investigando” ya no se lo cree ni el fantasma
de Alan García.
Boluarte
firmó su propia condena cuando aprobó una amnistía para sus colegas con las
manos manchadas.
En
derecho internacional, eso se llama “falta de voluntad para impartir justicia”.
En
cristiano:
“Si
no limpias tu casa, te mandamos la escoba desde afuera. Y no es de bruja: es de
jueces de verdad.”
Dina,
guarda el pasaporte… …o cámbialo por uno de cartón.
Desde
hoy, cada vez que Boluarte escuche "aborden por la puerta 6", tendrá
que preguntarse si es un vuelo comercial o un traslado internacional cortesía
de Interpol:
Como
Putin, tendrá que viajar solo a lugares donde no la odien (o donde no haya
tratados internacionales).
Como
Netanyahu, cada vez que suba a un avión deberá mirar al cielo… por si viene con
sentencia adjunta.
Como
Fujimori, que pensaba que huir a Japón era una buena idea… hasta que acabó en
una celda sin gel capilar.
Para
cerebros lentos
Dina
creyó que gobernar era como jugar Monopoly: compras un Congreso, le das vuelta
a la Fiscalía, y cuando pasas por “Cárcel” sacas una carta de amnistía.
Pero
la realidad es otra.
La
justicia internacional no se compra con Rolex, ni se duerme con blindajes de
cartón.
Y
menos cuando México —ese hermano incómodo que dice las cosas como son— te
agarra de la mano y te lleva a rendir cuentas.
Gracias,
México.
Por
recordarle al mundo que ni las dictadoras con pollera ni los tiranos con sash
se salvan de la justicia universal.
Por
enseñarnos que los muertos no callan.
Y
por demostrar que, aunque Perú esté gobernado por momias políticas, la dignidad
todavía respira en otros pueblos.
El
pueblo andino te debe una.
Y
tú, Dina… ve empacando. <:>

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