EL MAESTRO DE MAESTROS:
JOSÉ ANTONIO ENCINAS
Por: Luis Ivan Pérez Quispe, en ALDIA, La Revista de Puno, noviembre 2023
SUS PRIMEROS AÑOS (1886-1904)
En medio del paisaje y la belleza de Puno, a orillas
del inmenso y dulce lago azul, José Antonio Encinas nació el día domingo 30 de
mayo de 1886; sus padres fueron Matilde Franco y Mariano Encinas, tal como
consta en la partida bautismal registrada en la Parroquia San Juan.
Los primeros años de su formación básica los recibió
en la escuela municipal y los terminó en el seminario de San Ambrosio el año
1896.
El primer colegio de Ciencias y Artes fundado el 7
de agosto de 1825 por el Libertador Simón Bolívar, luego Colegio Nacional de
San Carlos fue el "alma máter" del estudiante José Antonio Encinas y
sus 61 compañeros carolinos; el primer año de instrucción secundaria lo cursó
el año de 1897, tal’ como consta en el informe memoria del colegio del año
1898, siendo director del colegio, el doctor Alberto Gadea, concluyó sus
estudios secundarios el año 1902.
Han transcurrido 200 años de la proclamación de la
independencia del Perú, estamos en tiempos de la inteligencia artificial, pero
uno de los más grandes problemas aun no resuelto en el país, pese a ser el
pilar más importante del desarrollo, es la educación.
Se sigue hablando de reformas educativas, el estado
no invierte ni el 5% del PBI y los maestros continúan mal remunerados, la
infraestructura educativa es precaria, estamos casi últimos en la prueba PISA
de Latinoamérica, pero hay un hombre, un maestro que hizo mucho para superar
este problema.
Se trata de un eminente maestro puneño, las palabras
quedan cortas para describir a una persona como José Antonio Encinas, un
maestro que no deja de vivir, aunque los años acumulen hojas muertas debajo de
los puentes.
Es una obligación moral, es una tarea para todo buen
puneño, conocer su biografía y su legado. Las generaciones de hoy deben conocer
a quien consagró su existencia a la educación.
LA ESCUELA NORMAL DE VARONES DE LIMA (1905-1906)
En Lima, la gran capital del país, dio el siguiente
paso en la realización de su proyecto de vida, el 14 de mayo de 1905, junto a
42 estudiantes provenientes de todos los departamentos del Perú, en calidad de
becarios. Ese día, en solemne actuación oficial, el señor presidente de entonces,
José Simón Pardo y Barreda inauguró el funcionamiento de la primera escuela
normal de varones; Encinas formó parte de la primera promoción junto a dos
jóvenes puneños más, Telésforo Catacora y Moisés Yuychud.
A finales del mes de diciembre de 1906, José Antonio
Encinas obtuvo el diploma de egresado de la primera promoción de la Escuela
Normal de Lima, a ese hecho lo calificó como el día más trascedente de su vida.
De esta manera, el joven pedagogo, con tan solo 20
años de edad, ya estaba listo para asumir retos y desafíos en la difícil tarea
de la educación.
ENCINAS, DIRECTOR DEL CENTRO
ESCOLAR 881(1907-1910)
En 1907, con 21 años'de edad vuelve a su tierra para
dirigir y enseñar en el Centro Escolar 881, ahí comenzó su gran lucha por la
educación. En esta escuela, educó o como él prefería decir, orientó a un grupo
de muchachos indígenas y de padres proletarios que con el correr de los años
destacaron en el mundo intelectual peruano, entre ellos, Gamaliel Churata,
poeta y erudito de poderosa inteligencia que fundó importantes grupos
literarios, fue precisamente Churata quien prologó el libro de su maestro en
1932, el famoso texto "Ensayo de Escuela Nueva”.
Encinas decía: "La escuela primaria es el
verdadero laboratorio donde se analiza el espíritu del niño, por consiguiente
se conoce su temperamento, sus tendencias, su carácter, sus inclinaciones y
aptitudes mentales; es decir, en la escuela no solo se debe enseñar, sino más
bien conocer el espíritu del alumno.
EL RETORNO DE ENCINAS A LIMA
(1911)
En 1911, con ta experiencia de cuatro años en el
centro escolar de Puno, retorna a Lima para estudiar derecho en la Universidad
Mayor de San Marcos, a la vez fue llamado por Mack Knight, director de la
escuela normal para trabajar dictando clases, también fue profesor en colegios
privados. Para 1913 escribió su tesis "La educación, su función social en
el Perú”. Con claro criterio y maduro juicio, el amor no podía estar ausente,
por lo que, como cualquier hombre, se enamoró de una bella joven en 1919, la
maestra Edelmira del Pando producto del cual nació su único hijo José Antonio
Encinas del Pando.
ENCINAS, DIPUTADO POR PUNO
(1919)
En las elecciones presidenciales de 1919, Augusto B.
Leguía ganó el proceso para lo que sería su segundo gobierno, Encinas fue
electo diputado, en representación de Puno.
Integró la asamblea nacional constituyente que
presidió el también jurista puneño Mariano H. Cornejo que se encargó de
modificar la constitución de 1860.
Para 1923 el presidente Leguía ya era considerado un
hombre autoritario que contestaba con fuerte represión a todo tipo de
manifestación, perseguía, capturaba y desterraba a todos sus opositores, desde
políticos, periodistas, civiles, estudiantes y dirigentes. Cuando el mandato de
Leguía se terminaba, convocó al diputado Encinas para que forme parte del
bloque reeleccionista cuyo fin era perpetuarse en el poder, modificando un
punto de la constitución que no le permitía la reelección inmediata; el
diputado puneño no dudó en contestar enérgicamente su desacuerdo, se negó
rotundamente a asumir compromiso alguno con la reelección.
Como consecuencia del desaire, Leguía ordenó su
captura, Encinas fue apresado cuando aún dormían en su domicilio, exigió como
abogado y ciudadano el derecho de saber porque lo apresaban y quien ordenaba
sus captores, solo le dijeron que lo sentían, que solo recibían órdenes y lo
llevaron a la prisión de San Lorenzo, ahí estuvo varios días, compartió el
cautiverio con Víctor Raúl Haya de la Torre; quince días después se decretó su
expulsión y fue deportado a Panamá, nadie pudo despedirse de él, ni su familia
cercana, lo lanzaron al destierro, partió sin gestos ni clamores.
Durante ocho años, Encinas permaneció en el exilio,
estudiando, enseñando y ocupando cargos en diferentes países de centro américa
y en Europa; sus principales cuarteles fueron Inglaterra y España. En Europa
obtuvo su primer doctorado de master of sciencie en la Universidad de Londres,
Cambridge, luego estuvo en Bolonia, Padua, Paris y Barcelona, en esas ciudades
fundó notables colegios experimentales, impulsó los ensayos de la escuela
primaria a la superior.
REGRESO,
REFORMA Y RECTORADO (1931)
En 1931 fue derribado el régimen de Augusto B.
Leguia, gracias a la sublevación de Arequipa del general Luis Sánchez Cerro con
el apoyo de la división militar de Puno. La Universidad Mayor de San Marcos
afrontaba una grave anarquía académica, el gobierno desconoció la autonomía de
la universidad y la convirtió en una dependencia del estado tomada por la junta
del gobierno militar de Sánchez Cerro. Había una urgente necesidad de poner en
marcha el reajuste o reforma universitaria tan clamada por los estudiantes san
marquinos.
Con el decreto del 6 de febrero de 1931, los
estudiantes tenían el derecho de elegir a las autoridades y profesores de la
universidad e integrar el consejo universitario y de las facultades, mediante
delegados elegidos. Para la elección de un nuevo rector y autoridades fueron
candidatos el normalista José Antonio Encinas y el doctor Víctor Andrés
Belaunde, profesor universitario. En este proceso triunfó largamente Encinas
con 98 votos, Belaunde solo obtuvo 14 votos. Así logró el rectorado el 20 de
marzo de 1931.
El equipo de decanos y ctocentes que lo acompañó
estuvo integrado por notables intelectuales de la época, entre otros, Jorge
Basadre Grohman, Luis Alberto Sánchez, Julio C. Tello, José de la Riva Agüero y
Raúl Porras Barrenechea.
Lamentablemente, el proceso de reforma que debería
durar cinco años, se vio interrumpido por la fuerza de una dictadura que dio término
a lo que había nacido por la voluntad libre de maestros y discípulos; el
régimen de Sánchez Cerro con su ministro de educación clausuró la universidad
por la convulsión social que vivía el país, San Marcos era un núcleo de
oposición y agitación política. Su consagración y dedicación a San Marcos duró
apenas 16 meses.
Otro hecho histórico que conmocionó al Perú fue el
asesinato del presidente Luis Sánchez Cerro el 30 de abril de 1933 por el
terrorista aprista Abelardo Mendoza, entonces el país atravesaba por una
terrible crisis política y social; inmediatamente se instaló una junta de
gobierno presidida por el general Oscar R. Benavides, quien en ese momento era
ministro de defensa.
Encinas incentivado por los profesores de San Marcos
buscó un diálogo con el gobierno militar, ilusamente pensaron que podrían
llegar a un acuerdo para la reapertura de la universidad, Benavides resultó
igual o peor que Sánchez Cerro. En esas circunstancias, Encinas junto a sus
hermanas que vivían en Lima crearon el colegio Dalton el 30 de mayo de 1933
para la enseñanza del método inglés daltoniano, colegio que hasta hoy goza de
gran prestigio por su calidad educativa.
También dictó clases y conferencias como invitado en
universidades de Cochabamba Bolivia, Chile, Guatemala; en el verano de 1936 ya
no pudo entrar al país porque el gobierno de Benavides lo ordenó y tampoco pudo
asumir su representación en el senado por se declararon nulas las elecciones.
Así comenzó el segundo destierro del maestro Encinas, duró nueve años,
estableciéndose más tiempo en la Habana Cuba desde 1939 a 1945, en el Liceo
Aguayo, como director del departamento de Psicopedagogía.
REGRESO DEL EXILIO Y SENADOR DE PUNO (1945-1956)
Encinas regresa al país, al filo de 1945, procedente
de Cuba, país donde estuvo más de seis años, llegó a su tierra natal donde fue
recibido con gratitud y admiración. Ese mismo año se convocó a elecciones
presidenciales, el maestro Encinas postuló al senado de la república y fue
electo, al tiempo que como Presidente del Perú fue elegido el Dr. José Luis
Bustamante y Rivera. Durante su periodo parlamentario sucedió otro hecho
importante, fue la sublevación de Manuel A. Odría, quien tomó el mando del
poder con una junta militar en 1948.
En 1950, Odría convoca a elecciones generales, las que
ganó por otro periodo de 5 años, por lo que ese periodo presidencial fue
conocido como el "Ochenio de Odría"; Encinas postuló otra vez al
senado y volvió a ser elegido, esta vez terminó su periodo de 5 años. En el
ocaso de vida ocupo otros cargos más cercanos al pueblo.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL MAESTRO
ENCINAS
Pese a sus humanas y discutibles equivocaciones, el
maestro Encinas era generoso, socarrón y bromista en medio de su aparente
sequedad. Era de pocas palabras, pero se le desbordaba el corazón en cada
mirada a sus muchachos, los vigilaba con cariño y paciencia, la forma más
constructiva de amor.
Su libro "Una Nueva Escuela en el Perú”, no
solo encierra jugosas enseñanzas docentes, sino también inolvidables estampas
serranas. Es un libro de doctrina y exégesis de pasión y empuje. En este libro
revela callados misterios de la educación andina y desnuda el mito de nuestra
llamada escuela rural. Su posición indeclinable de amante del indio y de la
libertad.
No era afecto al dinero, detestaba el lujo, odiaba el matrimonio, carecía de fe religiosa, sus manos no se mancharon con dádivas ni latrocinios, sus labios ignoraron la adulación, era a menudo como un positivista del siglo 19, un pragmatista del siglo 20 y un visionario del siglo 21. El maestro José Antonio Encinas cayó enfermo y murió un 30 de agosto de 1958, con 72 años consagrados a la educación. <>
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