lunes, 27 de noviembre de 2023

PERSONAJES HISTÓRICOS DE PUNO

EL MAESTRO DE MAESTROS:

JOSÉ ANTONIO ENCINAS

Por: Luis Ivan Pérez Quispe, en ALDIA, La Revista de Puno, noviembre 2023

SUS PRIMEROS AÑOS (1886-1904)

En medio del paisaje y la belleza de Puno, a orillas del inmenso y dulce lago azul, José Antonio Encinas nació el día domingo 30 de mayo de 1886; sus padres fueron Matilde Franco y Mariano Encinas, tal como consta en la partida bautismal registrada en la Parroquia San Juan.

Los primeros años de su formación básica los recibió en la escuela municipal y los terminó en el seminario de San Ambrosio el año 1896.

El primer colegio de Ciencias y Artes fundado el 7 de agosto de 1825 por el Libertador Simón Bolívar, luego Colegio Nacional de San Carlos fue el "alma máter" del estudiante José Antonio Encinas y sus 61 compañeros carolinos; el primer año de instrucción secundaria lo cursó el año de 1897, tal’ como consta en el informe memoria del colegio del año 1898, siendo director del colegio, el doctor Alberto Gadea, concluyó sus estudios secundarios el año 1902.

Han transcurrido 200 años de la proclamación de la independencia del Perú, estamos en tiempos de la inteligencia artificial, pero uno de los más grandes problemas aun no resuelto en el país, pese a ser el pilar más importante del desarrollo, es la educación.

Se sigue hablando de reformas educativas, el estado no invierte ni el 5% del PBI y los maestros continúan mal remunerados, la infraestructura educativa es precaria, estamos casi últimos en la prueba PISA de Latinoamérica, pero hay un hombre, un maestro que hizo mucho para superar este problema.

Se trata de un eminente maestro puneño, las palabras quedan cortas para describir a una persona como José Antonio Encinas, un maestro que no deja de vivir, aunque los años acumulen hojas muertas debajo de los puentes.

Es una obligación moral, es una tarea para todo buen puneño, conocer su biografía y su legado. Las generaciones de hoy deben conocer a quien consagró su existencia a la educación.

LA ESCUELA NORMAL DE VARONES DE LIMA (1905-1906)

En Lima, la gran capital del país, dio el siguiente paso en la realización de su proyecto de vida, el 14 de mayo de 1905, junto a 42 estudiantes provenientes de todos los departamentos del Perú, en calidad de becarios. Ese día, en solemne actuación oficial, el señor presidente de entonces, José Simón Pardo y Barreda inauguró el funcionamiento de la primera escuela normal de varones; Encinas formó parte de la primera promoción junto a dos jóvenes puneños más, Telésforo Catacora y Moisés Yuychud.

A finales del mes de diciembre de 1906, José Antonio Encinas obtuvo el diploma de egresado de la primera promoción de la Escuela Normal de Lima, a ese hecho lo calificó como el día más trascedente de su vida.

De esta manera, el joven pedagogo, con tan solo 20 años de edad, ya estaba listo para asumir retos y desafíos en la difícil tarea de la educación.

ENCINAS, DIRECTOR DEL CENTRO ESCOLAR 881(1907-1910)

En 1907, con 21 años'de edad vuelve a su tierra para dirigir y enseñar en el Centro Escolar 881, ahí comenzó su gran lucha por la educación. En esta escuela, educó o como él prefería decir, orientó a un grupo de muchachos indígenas y de padres proletarios que con el correr de los años destacaron en el mundo intelectual peruano, entre ellos, Gamaliel Churata, poeta y erudito de poderosa inteligencia que fundó importantes grupos literarios, fue precisamente Churata quien prologó el libro de su maestro en 1932, el famoso texto "Ensayo de Escuela Nueva”.

Encinas decía: "La escuela primaria es el verdadero laboratorio donde se analiza el espíritu del niño, por consiguiente se conoce su temperamento, sus tendencias, su carácter, sus inclinaciones y aptitudes mentales; es decir, en la escuela no solo se debe enseñar, sino más bien conocer el espíritu del alumno.

EL RETORNO DE ENCINAS A LIMA (1911)

En 1911, con ta experiencia de cuatro años en el centro escolar de Puno, retorna a Lima para estudiar derecho en la Universidad Mayor de San Marcos, a la vez fue llamado por Mack Knight, director de la escuela normal para trabajar dictando clases, también fue profesor en colegios privados. Para 1913 escribió su tesis "La educación, su función social en el Perú”. Con claro criterio y maduro juicio, el amor no podía estar ausente, por lo que, como cualquier hombre, se enamoró de una bella joven en 1919, la maestra Edelmira del Pando producto del cual nació su único hijo José Antonio Encinas del Pando.

ENCINAS, DIPUTADO POR PUNO (1919)

En las elecciones presidenciales de 1919, Augusto B. Leguía ganó el proceso para lo que sería su segundo gobierno, Encinas fue electo diputado, en representación de Puno.

Integró la asamblea nacional constituyente que presidió el también jurista puneño Mariano H. Cornejo que se encargó de modificar la constitución de 1860.

Para 1923 el presidente Leguía ya era considerado un hombre autoritario que contestaba con fuerte represión a todo tipo de manifestación, perseguía, capturaba y desterraba a todos sus opositores, desde políticos, periodistas, civiles, estudiantes y dirigentes. Cuando el mandato de Leguía se terminaba, convocó al diputado Encinas para que forme parte del bloque reeleccionista cuyo fin era perpetuarse en el poder, modificando un punto de la constitución que no le permitía la reelección inmediata; el diputado puneño no dudó en contestar enérgicamente su desacuerdo, se negó rotundamente a asumir compromiso alguno con la reelección.

Como consecuencia del desaire, Leguía ordenó su captura, Encinas fue apresado cuando aún dormían en su domicilio, exigió como abogado y ciudadano el derecho de saber porque lo apresaban y quien ordenaba sus captores, solo le dijeron que lo sentían, que solo recibían órdenes y lo llevaron a la prisión de San Lorenzo, ahí estuvo varios días, compartió el cautiverio con Víctor Raúl Haya de la Torre; quince días después se decretó su expulsión y fue deportado a Panamá, nadie pudo despedirse de él, ni su familia cercana, lo lanzaron al destierro, partió sin gestos ni clamores.

EL PRIMER DESTIERRO (1923)

Durante ocho años, Encinas permaneció en el exilio, estudiando, enseñando y ocupando cargos en diferentes países de centro américa y en Europa; sus principales cuarteles fueron Inglaterra y España. En Europa obtuvo su primer doctorado de master of sciencie en la Universidad de Londres, Cambridge, luego estuvo en Bolonia, Padua, Paris y Barcelona, en esas ciudades fundó notables colegios experimentales, impulsó los ensayos de la escuela primaria a la superior.

REGRESO, REFORMA Y RECTORADO (1931)

En 1931 fue derribado el régimen de Augusto B. Leguia, gracias a la sublevación de Arequipa del general Luis Sánchez Cerro con el apoyo de la división militar de Puno. La Universidad Mayor de San Marcos afrontaba una grave anarquía académica, el gobierno desconoció la autonomía de la universidad y la convirtió en una dependencia del estado tomada por la junta del gobierno militar de Sánchez Cerro. Había una urgente necesidad de poner en marcha el reajuste o reforma universitaria tan clamada por los estudiantes san marquinos.

Con el decreto del 6 de febrero de 1931, los estudiantes tenían el derecho de elegir a las autoridades y profesores de la universidad e integrar el consejo universitario y de las facultades, mediante delegados elegidos. Para la elección de un nuevo rector y autoridades fueron candidatos el normalista José Antonio Encinas y el doctor Víctor Andrés Belaunde, profesor universitario. En este proceso triunfó largamente Encinas con 98 votos, Belaunde solo obtuvo 14 votos. Así logró el rectorado el 20 de marzo de 1931.

El equipo de decanos y ctocentes que lo acompañó estuvo integrado por notables intelectuales de la época, entre otros, Jorge Basadre Grohman, Luis Alberto Sánchez, Julio C. Tello, José de la Riva Agüero y Raúl Porras Barrenechea.

Lamentablemente, el proceso de reforma que debería durar cinco años, se vio interrumpido por la fuerza de una dictadura que dio término a lo que había nacido por la voluntad libre de maestros y discípulos; el régimen de Sánchez Cerro con su ministro de educación clausuró la universidad por la convulsión social que vivía el país, San Marcos era un núcleo de oposición y agitación política. Su consagración y dedicación a San Marcos duró apenas 16 meses.

EL SEGUNDO DESTIERRO (1936)

Otro hecho histórico que conmocionó al Perú fue el asesinato del presidente Luis Sánchez Cerro el 30 de abril de 1933 por el terrorista aprista Abelardo Mendoza, entonces el país atravesaba por una terrible crisis política y social; inmediatamente se instaló una junta de gobierno presidida por el general Oscar R. Benavides, quien en ese momento era ministro de defensa.

Encinas incentivado por los profesores de San Marcos buscó un diálogo con el gobierno militar, ilusamente pensaron que podrían llegar a un acuerdo para la reapertura de la universidad, Benavides resultó igual o peor que Sánchez Cerro. En esas circunstancias, Encinas junto a sus hermanas que vivían en Lima crearon el colegio Dalton el 30 de mayo de 1933 para la enseñanza del método inglés daltoniano, colegio que hasta hoy goza de gran prestigio por su calidad educativa.

También dictó clases y conferencias como invitado en universidades de Cochabamba Bolivia, Chile, Guatemala; en el verano de 1936 ya no pudo entrar al país porque el gobierno de Benavides lo ordenó y tampoco pudo asumir su representación en el senado por se declararon nulas las elecciones. Así comenzó el segundo destierro del maestro Encinas, duró nueve años, estableciéndose más tiempo en la Habana Cuba desde 1939 a 1945, en el Liceo Aguayo, como director del departamento de Psicopedagogía.

REGRESO DEL EXILIO Y SENADOR DE PUNO (1945-1956)

Encinas regresa al país, al filo de 1945, procedente de Cuba, país donde estuvo más de seis años, llegó a su tierra natal donde fue recibido con gratitud y admiración. Ese mismo año se convocó a elecciones presidenciales, el maestro Encinas postuló al senado de la república y fue electo, al tiempo que como Presidente del Perú fue elegido el Dr. José Luis Bustamante y Rivera. Durante su periodo parlamentario sucedió otro hecho importante, fue la sublevación de Manuel A. Odría, quien tomó el mando del poder con una junta militar en 1948.

En 1950, Odría convoca a elecciones generales, las que ganó por otro periodo de 5 años, por lo que ese periodo presidencial fue conocido como el "Ochenio de Odría"; Encinas postuló otra vez al senado y volvió a ser elegido, esta vez terminó su periodo de 5 años. En el ocaso de vida ocupo otros cargos más cercanos al pueblo.

LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL MAESTRO ENCINAS

Pese a sus humanas y discutibles equivocaciones, el maestro Encinas era generoso, socarrón y bromista en medio de su aparente sequedad. Era de pocas palabras, pero se le desbordaba el corazón en cada mirada a sus muchachos, los vigilaba con cariño y paciencia, la forma más constructiva de amor.

Su libro "Una Nueva Escuela en el Perú”, no solo encierra jugosas enseñanzas docentes, sino también inolvidables estampas serranas. Es un libro de doctrina y exégesis de pasión y empuje. En este libro revela callados misterios de la educación andina y desnuda el mito de nuestra llamada escuela rural. Su posición indeclinable de amante del indio y de la libertad.

No era afecto al dinero, detestaba el lujo, odiaba el matrimonio, carecía de fe religiosa, sus manos no se mancharon con dádivas ni latrocinios, sus labios ignoraron la adulación, era a menudo como un positivista del siglo 19, un pragmatista del siglo 20 y un visionario del siglo 21. El maestro José Antonio Encinas cayó enfermo y murió un 30 de agosto de 1958, con 72 años consagrados a la educación. <> 

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