sábado, 20 de febrero de 2021

LA COYUNTURA POLITICA PERUANA

 MÁS ALLÁ DEL DESASTRE

Eland Vera MIRADA ALTERNA 17FEB21

Ex presidente Vizcarra
Los sucesos recientes han demostrado que nues­tros gobernantes priorizan su conveniencia, su se­guridad, su salud, sus oportunidades, por encima del servicio público y el compromiso con la ciudadanía. Como ha sucedido en nuestra historia, desde la lle­gada de los españoles, el Estado es para servirse, no para servir. Nuestra República tiene el sello del apetito personal y el interés particular o de argolla. Pocos, muy pocos, han sido y son los gobernantes y funcionarios que sirven a la sociedad o ponen todo su empeño y talento para sacar adelante al país.

Y es que la raíz de esa anomalía se encuentra en la tan acentuada "viveza" que se lleva de encuentro a las leyes y la moral. Acá el astuto y el transgresor tienen asegurado el triunfo y el éxito.

Quien respeta las normas y la sana convivencia, aparte de ser una gran minoría, tiene menos opor­tunidades y se le hace difícil destacar en medio de la jungla. En el caso particular de la labor guberna­mental, los políticos con poder son estra­tegas de las oportuni­dades dolosas y de la coima negociada.

Es un gran golpe en el ánimo nacional enterarse que nuestro expresidente y su cír­culo más cercano pri­vilegiaron su salud a espaldas del pueblo y a espaldas de quienes estuvieron y están en la primera línea para enfrentar la pandemia.

A estos graves sucesos se suman las denuncias actuales y las que vendrán de servidores del Esta­do que aprovechan la pandemia para hacer jugosos negociados. Se demuestra con desgracia que no he­mos llegado a constituir un Estado Nación en el que impera la ley.

Tenemos una forma estatal en la que se impone la viveza y el abuso. Ciertamente el cambio es un clamor nacional, superar el pasado no es tarea fácil, pero estamos obligados como ciudadanos a produ­cir un quiebre en nuestra historia.

Tal vez habría que dar más atención a la propues­ta que busca la refundación republicana o una se­gunda república.

Como herederos de una de las civilizaciones an­cestrales más avanzadas del mundo, tenemos el po­tencial para reconstituir nuestra vida política, social y económica.

De cara a los desafíos y tendencias del mundo globalizado y enraizados en la savia del Perú mile­nario. Muchos se preguntarán y quién liderará se­mejante transformación.

Por lo pronto debemos tomar conciencia del cam­bio, actuar con visión en los lugares que nos toca desempeñamos, no tener temor a actuar en política y elegir autoridades que encarnen esos ideales.



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