Leyenda de Sandia
Pachacamac creó la
tierra, las aguas y el aire. En la tierra las piedras, las plantas, animales y
con la esencia de los tres al hombre.
Esa esencia fue la
grasa que extrajo del Sihuayro, de la coca y del Llampu que amasó y sometió al
fuego insuflándoles su aliento.
De aquellas esencias
hizo al primer hombre que llamó Huiracocha, quien recibió el encargo de sembrar
la vida y cultivarla. Así pues, recorrió la tierra y la sembró de plantas y
organizó las especies animales.
Huiracocha pensó
también en sembrar su propia vida, la de los hombres, pero era un ser solitario
e impotente para crear su propia energía y se sintió triste.
Pachacamac acudió en
su ayuda y creó a una mujer, la hizo de un poco de tierra y la llamó Cullahua.
Ellos se establecieron es Suitapampa y procrearon nuevos seres.
Pachacamac llamó a
Huiracocha el cual se convirtió en piedra, en la peña en Ancocala (hoy se le
conoce como la Blanca Roca) que no es sino Huiracocha petrificado.
Cullahua sobrevivió
a Huiracocha por muchos años, mientras los hijos crecían Huiracocha subió en
espíritu al cielo y se transformó en el Sol o Inti. Cullahua al morir se hizo
polvo confundiéndose con la tierra para sustentar al suelo fecundo a los seres
vivos; mientras su alma ascendía a lo alto para convertirse en la Luna, esposa
del Sol.
La noble Huiracocha
se había multiplicado y en recuerdo de su madre se llamaron Cullahua,
simplemente Culla.
Los cuatro hijos de
Huiracocha y Cullahua fueron: Saantia y Saancahua, que eran mujeres y los
hombres se llamaron Saancatu y Saancaru; estos cuatro deberían repartirse por los
cuatro lados así lo hicieron. Saancaru se fue a las planicies australes,
Saancatu a las serranías del oeste, Saancahua a las selvas de Norte, donde se
casó con Iñapari; y, Saantia quedó en el hogar de sus padres, mas debía
cumplirse el designio y así fue raptada por Chayanacu de la estirpe selvática
de los chayas.
Chayanacu, hombre
disipado, requirió muchas veces a Saantia sin lograr que esta le
correspondiera, por lo cual el desairado amante acudió a los servidores del Laycca
Usicayus; quien con amuletos y hierbas somníferas que proporcionó a Chayanacu
fue llevado por este a las cabeceras de la selva. Vuelto en sí la joven trató
de escapar pero fue imposible, pronto estuvo en cinta y odió mas Chayanacu, y
le prohibió la convivencia, mas este rechazo hizo que abrigara en su corazón el
deseo de matarla, deseo que no se cumplió porque su hermano Huayanacu lo
impidió.
Al verse protegida
Saantia sintió gratitud y amor por su salvador naciendo en ellos la pasión y vivían
felices los amantes, mientras Chayanacu vagaba por las cumbres ciego de celos y
venganza.
Una noche
tempestuosa se encontraron los dos hermanos cerca del hogar de Saantia y se entabló
una feroz lucha, cayendo los dos al abismo. Saantia quedo sola con sus dos
hijos, uno fruto del odio y el otro fruto del amor, la madre vivió muchos años
cuidando a sus hijos, pero el recuerdo trágico y doloroso de los dos hermanos
que se hacían presente en las noches tempestuosas en las que parecía los gritos
de odio fraterno que antecedieron a la muerte de sus dos amantes. El sitio de
la lucha es la que ocupa la actual población de Sandia o Saantia y a Chayanacu
se llamó chichanaco y a Huayanacu se le llamó Vianacu.
Los hijos de Saantia
se llamaron Phuyutarqui, Inca Ancco.El primero era débil, delicado, le gustaba
el bosque, escuchar el canto de las aves; en cambio Inca Ancco era robusto,
recio y emprendedor, le gustaba escalar cumbres nevadas y frecuentar Suitapampa
(Chitapampa), donde estaba petrificado su abuelo Huiracocha.
Un día los hermanos
se separaron, Phuyutarqui fue a la región oriental a los bosques donde levantó ciudad con numerosa población, la cual
no pudo mantenerse concentrada y se dispersó por la intrincada en pequeña
tribus de chunchos.
Inca Ancco se
dirigió a las alturas y fijó su residencia en Chitapampa, donde edificó templos
a los Dioses, domesticó a las llamas y sus descendientes alcanzaron una gran
civilización no solo en la sierra sino que bajaron también a la costa.
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El 28 de octubre es el Día Central.. A las 7.00 habrá la misa Te Deum y paseo a la Bandera. A las 9.00 la Sesión Solemne, seguida de un desfile cívico escolar y una gran fiesta bailable en horas de la tarde.
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