miércoles, 24 de septiembre de 2025

ANALIZANDO LA COYUNTURA POLITCA EN AMERICA LATINA

 MILEI, EL PERONISMO Y EL SUICIDIO DE LA IZQUIERDA ARGENTINA

Por Jorge Rendón Vásquez

E

l 10 de diciembre de 2023 Javier Milei asumió la presidencia de la República Argentina. La había obtenido en la segunda vuelta del 19 de noviembre de ese año con el 55.65% de los votos frente al 44.35% de su opositor, el peronista Sergio Massa, al que algunas encuestas daban por ganador.

En ese momento la economía argentina era un desastre: la inflación de 2023 fue de 211,4%; el precio del dólar USA libre subía todos los días; la economía decrecía; las nuevas inversiones casi habían desaparecido; y la pobreza se extendía.

Esa hiperinflación se debía a las emisiones inorgánicas de dinero por el Banco Central para que el Estado pudiera pagar sus egresos que los ingresos no cubrían, egresos provocados, en su mayor parte, por una burocracia peronista abundante que había sido entronizada en los organismos del Estado existentes y en los creados para recibirla; y por los subsidios a los consumos de la población iguales para todos: del gas, la gasolina, la electricidad, los pasajes, los alimentos, los gastos médicos, las pensiones, trámites diversos, etc., etc. Todos los meses el Ministerio de Economía pedía y recibía billetes impresos sin respaldo por millones de millones de pesos para sus pagos. Obviamente, esta inflación astronómica iba reduciendo, el poder adquisitivo de los salarios, sueldos y pensiones. El Estado también se prestaba dinero del exterior que nunca tuvo la intención de pagar. La deuda pública había llegado a unos 400,000 millones de dólares.

Tan catastrófica situación era la consecuencia del modelo económico del Partido Peronista para mantenerse en el poder por elecciones más de treinta años. Se basaba en la idea de que dándole al pueblo billetes inorgánicos la mayoría de este seguiría retribuyéndole con sus votos, una idea con milenios de práctica cuyo fondo es muy simple: si a un grupo humano le das dinero o bienes sin pedirle nada a cambio te adorará mientras se los des y querra siempre más, pero si dejas de dárselos te odiará aunque te hayas quedado sin nada. Como en la Argentina, el Peronismo daba billetes que el gobierno hacía imprimir a raudales cada mes no llegaba al punto de ser odiado.

Con este procedimiento, el Partido Peronista en el poder se convirtió en una casta con capacidad para dar y quitar.

En las elecciones de 2023, la reacción contra tal política vino principalmente de las clases propietarias y, en su mayor parte, de las llamadas clases medias, cuyo voto fue para Milei con la esperanza de que este y su grupo erradicaran la catástrofe crónica que postraba a la Argentina y crearan las condiciones para el relanzamiento del crecimiento económico.

Milei y el conjunto de expertos del más elevado nivel en el gobierno están cumpliendo lo que prometieron: han terminado con el déficit presupuestario del Estado y con la emisión inorgánica de dinero; han suprimido casi todos los subsidios; han estabilizado la cotización del dólar al que liberaron de los cepos cambiarios; la inflación ha caído al 1.9% mensual y se prevé que continuará su descenso; se están deshaciendo del personal estatal excedente (la sociedad solo necesita el personal estrictamente indispensable para la prestación de los servicios públicos); están promoviendo las inversiones; han aumentado la seguridad, atacando la criminalidad.

No se espera, desde luego, que la inflación desaparezca en seguida con las medidas adoptadas. La tendencia inflacionaria continuará aún varios meses, puesto que hay todavía en circulación muchos pesos emitidos antes de diciembre de 2023 que mantienen una tendencia a la elevación de los precios. Regularmente la cantidad de moneda a emitirse por el Banco Central solo debe equilibrar el crecimiento del PBI para facilitar la adquisición de las nuevas mercancías creadas. La cantidad de dinero fiduciario en circulación, dada la abstención del gobierno de Milei de emitir nueva moneda, será equilibrada con un aumento de la producción de bienes y servicios, es decir con un aumento de la oferta, incremento que estimulará la recuperación de la confianza en el peso.

Complementariamente, la cotización del dólar y de otras divisas extranjeras tenderá a estabilizarse cuando más personas ahorren en pesos en lugar de comprar dólares. Erradicada la inflación y restituida la confianza en el peso, es posible que más gente tienda a ahorrar en esta moneda ante la devaluación al parecer inevitable del dólar.


El Peronismo, los grupos de izquierda y otros se enfrentan al gobierno de Milei y a sus medidas económicas con manifestaciones continuas en las calles y con su oposición en el Congreso de la Nación, valiéndose de su mayoría obtenida antes de 2023. Los ataques a Milei del Peronismo y sus aliados de la izquierda se centran en la calificación de derechista. En el Congreso, tratan de echar abajo su plan económico, aprobando gastos del Estado en pensiones y otros rubros que solo podrían financiarse con emisiones inorgánicas de dinero, una actitud inconstitucional e irracional destinada a ganar el apoyo de los sectores populares a los que se ofrecen esos egresos. Esas decisiones del Congreso son inconstitucionales porque infrinjen el artículo 4º de la Constitución que dispone: “El Gobierno federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del Tesoro nacional formado del producto de derechos de importación y exportación, de la venta o locación de tierras de propiedad nacional, de la renta de Correos, de las demás contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población imponga el Congreso General, y de los empréstitos y operaciones de crédito que decrete el mismo Congreso para urgencias de la Nación o para empresas de utilidad nacional.” En otrOs términos, los gastos deben ser financiados con los ingresos, lo que implica que las leyes que infrinjan esta disposición son nulas. “Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre los puntos regidos por la Constitución” (Const., art. 116º).

Che Perón

El Peronismo ya ha cantado victoria, apoyándose en el resultado de las elecciones de setiembre de este año para representantes congresales de la provincia de Buenos Aires, en las que obtuvo el 47% de los votos frente al 34% de los votos por La Libertad Avanza, el partido de Milei.

En realidad, el Peronismo conserva su mayoría en esa provincia con un porcentaje algo mayor al obtenido en las elecciones de 2023: 44.94%. Ese año, La Libertad Avanza de Milei obtuvo el 26.61%, menos de lo alcanzado en setiembre del presente año.

Lo sucedido en la provincia de Buenos Aires ha suscitado en algunos grupos capitalistas cierta desazón ante la hipótesis, propuesta por algunos periodistas, de que el Peronismo pueda alcanzar la mayoría en las elecciones legislativas de octubre próximo.

Esta hipótesis no pasa, sin embargo, de ser eso, puesto que es posible que la gran mayoría de ciudadanos argentinos, “las personas de bien” a las que alude Milei, sigan apoyandolo con objetividad y confianza para continuar caminando hacia una Argentina estable y rica, dejando en minoría al Peronismo y a los grupos de la llamada izquierda a quienes no les interesa superar el descalabro económico y presupuestario que ellos promovieron tan bien con la fórmula, que reproducen sus propuestas y actos en el Congreso, consistente en la emisión de dinero inorgánico. Y no pueden tener otra propuesta, porque la única manera de darle a la Argentina estabilidad y crecimiento económico es con las medidas  que Milei y su grupo están poniendo en práctica desde el gobierno.

Que el Peronismo se aferre a esa manera de proceder es explicable por su base social: los sectores de la burguesía, pequeña burguesía y determinados grupos de trabajadores y sus dirigentes que han aprovechado el ejercicio del poder en beneficio personal y de sus allegados.

En este juego, los grupos de izquierda solo cuentan para el Peronismo como aliados (tontos) útiles. Estos grupos tampoco tienen un proyecto viable para la economía argentina, ni les ha sido necesario tenerlo a tono con sus concepciones distópicas. No han podido ver que el capitalismo tiene aún mucho camino por recorrer y que la producción, el mercado y los consumidores son una realidad de todos los días, en la que ellos también viven.

Lo coherente con la necesidad de terminar el camino emprendido por Milei para dejar atrás la inflación y otros males correlativos de la Argentina es dejarlo actuar, porque no hay otras fórmulas que las suyas. Las contradicciones de la sociedad no desaparecerán por eso, pero entonces surgirán otros modos de resolverlas.

El papel de furgón de cola que los grupos de izquierda están jugando es una manera de optar por el suicidio político y desaparecer finalmente de la escena.

(Comentos, 22/9/2025)

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