LOS EXCLUIDOS DEL FESTÍN
Omar Aramayo
En FACEBOOK, 18JUL21
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unos días se presentó el informe técnico del INEI Evolución de la Pobreza al
2010. Allí se indica claramente que la medición de la pobreza es de carácter
monetario. Pero la pobreza en el Perú es más grande, viene de la estrechez de
corazón de quienes manejan la política, eso no se puede medir en soles o en
dólares, de manera inmediata, sino después, cuando el caos se apodera de las
posibilidades de gobernabilidad. Cuando nacen los niños sin un pan bajo el
brazo.
¿Quiénes
son los excluidos? ¿Dónde están? Repartidos en el Perú, como la semilla mala,
aquella que queremos ignorar y que ignoramos; pero es imposible ignorarlos,
porque son muchos millones y aparecen como una pesadilla en medio del día, en
medio de la pista, con sus inmensos cartelones y le dicen a los transeúntes, a
los turistas, a los transportistas, hasta aquí llegaste, no puedes continuar.
Algunos de ellos son legatarios de la más profunda sabiduría prehispánica, que
es la sabiduría del futuro. Del futuro inmediato. Piense usted en los
transgénicos, porque ya es la hora. La policía no podrá detenerlos, los
ministros tampoco, los negociadores menos, porque no están capacitados para la
oportunidad.
VIEJITO. acuarela de LUIS PALAO |
Son excluidos los mineros informales, que arriesgan su vida enterrados vivos en las entrañas de la cordillera, que no reciben educación para sus hijos, servicios médicos, seguro social, protección para el hallazgo del poco oro que juntan en sus botellas y siempre corren el riesgo de ser robados, asaltados. Son náufragos en el mar de la indiferencia voluntaria de los gobiernos. Mineros informales y formales que trabajan veinte o treinta años, hasta morirse. Transitan por trochas que debían estar asfaltadas de oro, plata, de cualquier mineral, porque le han dado al Estado y a las empresas hasta más no poder.
Son
excluidos los aymaras de las riberas del lago Titicaca y de todos los lagos,
pero en especial esa población que se dedica al contrabando hormiga, que jamás
ha usado un cepillo de dientes, que no sabe lo que es un dentista; que son
doctores en dolor de muelas. Sus mujeres mueren en el parto, tienen niños
anémicos, raquíticos, abandonados; profesores de escuelas unidocentes.
Los
habitantes de las islas del Lago, con profesores que van dos o tres días a su
escuela y nunca llegan a cumplir con los planes de estudio; es decir, concluyen
el año muchas veces después de la clase introductoria y algunos escarceos de
enseñanza-aprendizaje; de tal modo que los pequeños estudiantes jamás podrán
tener calificación para ingresar a las universidades o institutos, si lo hacen
no podrán seguir en igualdad de condiciones con los estudiantes citadinos el
desarrollo de sus estudios superiores.
Los
pastores de las alturas, que viven a más de tres mil quinientos metros sobre el
mar. En cada friaje mueren cientos, miles de alpacas y llamas, camélidos en
general. Para nosotros son animales solamente, para ellos su compañía y todo lo
que tienen. Un presidente de la república, Toledo, dijo alguna vez, que esas
alpacas se repondrían, pero nunca dijo cómo; tal vez se reproduzcan para el año
2500 o en otra dimensión del universo.
En
cada friaje los técnicos siguen soñando con cobertizos, silos para pacas de
forraje, casas mejores donde los niñitos no se mueran de frío por las
enfermedades del IRA, infecciones respiratorias. Los que no son atendidos
cuando el río inunda sus tierras de cultivo, sus casas. Las víctimas de los
terremotos. Ahí están los de Pisco, los de Piura, que a la fecha no son
atendidos como se les prometió.
Los
campesinos de Ayacucho, atacados por el bocio crónico, primera víctima del
terrorismo en los años sesenta. Desde entonces no ha cambiado su situación. El
caldo de cultivo cada vez más caliente, humeante, y los gavilanes esperan su
momento; vale decir, el narcotráfico y cualquier aventurero con ideas adánicas
que nada tienen ya de Adán, porque el mundo es amargo. Cualquier político que
quiera levantar una cortina de humo.
Los
habitantes de los ríos de la amazonia, niños de vientres inmensos, teniados,
mal alimentados, deben caminar a pie o en sus peque-peques, horas antes de
llegar a sus escuelas, en ciertas épocas del año olvidar la idea de ir a la
escuela porque su obligación es acompañar a la familia en las faenas de
producción agraria.
Quienes
cultivan naranjas, plátanos, rocoto, papaya, otros productos en la cabecera de
selva, no pueden llegar a los mercados porque la carretera es imposible, los
ríos avanzan sobre las carreteras o los huaycos se apoderan de sus esperanzas y
las destruyen hasta dejar solo migajas de hambre, hormigas de tristeza. Los que
acceden a un camión y tienen que abandonar su mercadería a la vera de las
carreteras, porque se ha podrido y es el fin de la película.
Los
que piden titulación de tierras y son posesionarios milenarios de sus tierras y
de pronto sienten la llegada de las empresas para desposeerlos con el apoyo de
las leyes del Estado. Aquellos que no se explican de cómo sus tierras ya no son
sus tierras, como ocurrió en Bagua, el saldo dramático que dejó Alan Gracia, y
que siempre será motivo de revisión política y judicial.
Excluidos
los reservistas, los soldados, policías que sirvieron a la patria, luego
descartados como todo se descarta en un mundo light, un mundo chatarra. Gente
que se quedó lisiada, lastimada, o simplemente desocupada; valientes que
peinaron el Perú para erigir una candidatura y que creen con el corazón que a
través de esa elección va a cambiar el país.
Excluidos
del festín la multitud de jóvenes que no pueden acceder a la educación en sus
tres niveles, deben ir a trabajar para la supervivencia. Las madres niñas. Las
víctimas del centralismo. La descentralización no funciona, sino para
enriquecer a una costra de taimados burócratas.
Los
artistas y artesanos de provincias y de Lima. Las palabras proyecto cultural,
no figuran ni por casualidad en los planes de gobierno de los candidatos que
aspiran a manejar el país. Su visión economicista los hace militantes del más
burdo capitalismo materialista contemporáneo, lo cual es un pecado, por decir
lo menos, en un país considerado por las ciencias sociales de cualquier
universidad del mundo, como una de las siete cunas donde se generó la cultura
de la humanidad. Candidatos que no cultivan el hábito de la cultura jamás se
preocuparán por que los niños y jóvenes tengan libros, sean creativos, cultiven
las artes, la artesanía, visiten museos, exposiciones .
Excluidos
del festín los cientos de puneños que se cambian de apellido en la ciudad de
Tacna y que inundan las páginas (sábanas) del diario Correo para anunciar
judicialmente ese cambio, y que quieren ser incluidos. Los estudiantes de la
Católica que cambian su apellido andino para ser aceptados por sus compañeros.
Excluidos los que no son aceptados (sic) en los clubes por el color de la piel
y que no pueden cambiársela porque no son congresistas o miembros relevantes de
algún otro poder. Ni por su dinero los aceptan.
ANCIANAS REUNIDAS. Fotografía de URIEL MONTÚFAR |
Los monolingües quechuas y aymaras, aunque lleguen al congreso, siempre habrá una lingüista llamada Martha Hildebrandt.
Son
muchos, esta relación debe crecer. ¿Qué generan los excluidos del Estado?
Resentimiento, envidia peruana, egoísmo (el cuento del cangrejo que no pueden
salir del canasto), bajas pasiones, frustraciones. Gestan venganza. Amenaza.
Manjar para los políticos emergentes, quieren comérselos vivos para sus fines
oscuros.
¿Quién
ha generado esa ancha franja de desposeídos? Los ladrones. Los gobiernos
sucesivos que quisieron cerrar los ojos y los cerraron hasta quedarse dormidos.
Ahora la marmita social nos deja frente a una gran expectativa. Gran ex-pec-ta-tiva.
¿Podrá
el próximo gobierno incorporar a esta ancha margen de excluidos? ▒▒
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