domingo, 18 de julio de 2021

ANALIZANDO LA ESTRUCTURA POLITICO SOCIAL PERUANA

 LOS EXCLUIDOS DEL FESTÍN 

Omar Aramayo

En FACEBOOK, 18JUL21

H

ace unos días se presentó el informe técnico del INEI Evolución de la Pobreza al 2010. Allí se indica claramente que la medición de la pobreza es de carácter monetario. Pero la pobreza en el Perú es más grande, viene de la estrechez de corazón de quienes manejan la política, eso no se puede medir en soles o en dólares, de manera inmediata, sino después, cuando el caos se apodera de las posibilidades de gobernabilidad. Cuando nacen los niños sin un pan bajo el brazo.

¿Quiénes son los excluidos? ¿Dónde están? Repartidos en el Perú, como la semilla mala, aquella que queremos ignorar y que ignoramos; pero es imposible ignorarlos, porque son muchos millones y aparecen como una pesadilla en medio del día, en medio de la pista, con sus inmensos cartelones y le dicen a los transeúntes, a los turistas, a los transportistas, hasta aquí llegaste, no puedes continuar. Algunos de ellos son legatarios de la más profunda sabiduría prehispánica, que es la sabiduría del futuro. Del futuro inmediato. Piense usted en los transgénicos, porque ya es la hora. La policía no podrá detenerlos, los ministros tampoco, los negociadores menos, porque no están capacitados para la oportunidad.

VIEJITO. acuarela de LUIS PALAO

Son excluidos los mineros informales, que arriesgan su vida enterrados vivos en las entrañas de la cordillera, que no reciben educación para sus hijos, servicios médicos, seguro social, protección para el hallazgo del poco oro que juntan en sus botellas y siempre corren el riesgo de ser robados, asaltados. Son náufragos en el mar de la indiferencia voluntaria de los gobiernos. Mineros informales y formales que trabajan veinte o treinta años, hasta morirse. Transitan por trochas que debían estar asfaltadas de oro, plata, de cualquier mineral, porque le han dado al Estado y a las empresas hasta más no poder.

Son excluidos los aymaras de las riberas del lago Titicaca y de todos los lagos, pero en especial esa población que se dedica al contrabando hormiga, que jamás ha usado un cepillo de dientes, que no sabe lo que es un dentista; que son doctores en dolor de muelas. Sus mujeres mueren en el parto, tienen niños anémicos, raquíticos, abandonados; profesores de escuelas unidocentes.

Los habitantes de las islas del Lago, con profesores que van dos o tres días a su escuela y nunca llegan a cumplir con los planes de estudio; es decir, concluyen el año muchas veces después de la clase introductoria y algunos escarceos de enseñanza-aprendizaje; de tal modo que los pequeños estudiantes jamás podrán tener calificación para ingresar a las universidades o institutos, si lo hacen no podrán seguir en igualdad de condiciones con los estudiantes citadinos el desarrollo de sus estudios superiores.

Los pastores de las alturas, que viven a más de tres mil quinientos metros sobre el mar. En cada friaje mueren cientos, miles de alpacas y llamas, camélidos en general. Para nosotros son animales solamente, para ellos su compañía y todo lo que tienen. Un presidente de la república, Toledo, dijo alguna vez, que esas alpacas se repondrían, pero nunca dijo cómo; tal vez se reproduzcan para el año 2500 o en otra dimensión del universo.

En cada friaje los técnicos siguen soñando con cobertizos, silos para pacas de forraje, casas mejores donde los niñitos no se mueran de frío por las enfermedades del IRA, infecciones respiratorias. Los que no son atendidos cuando el río inunda sus tierras de cultivo, sus casas. Las víctimas de los terremotos. Ahí están los de Pisco, los de Piura, que a la fecha no son atendidos como se les prometió.

Los campesinos de Ayacucho, atacados por el bocio crónico, primera víctima del terrorismo en los años sesenta. Desde entonces no ha cambiado su situación. El caldo de cultivo cada vez más caliente, humeante, y los gavilanes esperan su momento; vale decir, el narcotráfico y cualquier aventurero con ideas adánicas que nada tienen ya de Adán, porque el mundo es amargo. Cualquier político que quiera levantar una cortina de humo.

Los habitantes de los ríos de la amazonia, niños de vientres inmensos, teniados, mal alimentados, deben caminar a pie o en sus peque-peques, horas antes de llegar a sus escuelas, en ciertas épocas del año olvidar la idea de ir a la escuela porque su obligación es acompañar a la familia en las faenas de producción agraria.

Quienes cultivan naranjas, plátanos, rocoto, papaya, otros productos en la cabecera de selva, no pueden llegar a los mercados porque la carretera es imposible, los ríos avanzan sobre las carreteras o los huaycos se apoderan de sus esperanzas y las destruyen hasta dejar solo migajas de hambre, hormigas de tristeza. Los que acceden a un camión y tienen que abandonar su mercadería a la vera de las carreteras, porque se ha podrido y es el fin de la película.

Los que piden titulación de tierras y son posesionarios milenarios de sus tierras y de pronto sienten la llegada de las empresas para desposeerlos con el apoyo de las leyes del Estado. Aquellos que no se explican de cómo sus tierras ya no son sus tierras, como ocurrió en Bagua, el saldo dramático que dejó Alan Gracia, y que siempre será motivo de revisión política y judicial.

Excluidos los reservistas, los soldados, policías que sirvieron a la patria, luego descartados como todo se descarta en un mundo light, un mundo chatarra. Gente que se quedó lisiada, lastimada, o simplemente desocupada; valientes que peinaron el Perú para erigir una candidatura y que creen con el corazón que a través de esa elección va a cambiar el país.

Excluidos del festín la multitud de jóvenes que no pueden acceder a la educación en sus tres niveles, deben ir a trabajar para la supervivencia. Las madres niñas. Las víctimas del centralismo. La descentralización no funciona, sino para enriquecer a una costra de taimados burócratas.

Los artistas y artesanos de provincias y de Lima. Las palabras proyecto cultural, no figuran ni por casualidad en los planes de gobierno de los candidatos que aspiran a manejar el país. Su visión economicista los hace militantes del más burdo capitalismo materialista contemporáneo, lo cual es un pecado, por decir lo menos, en un país considerado por las ciencias sociales de cualquier universidad del mundo, como una de las siete cunas donde se generó la cultura de la humanidad. Candidatos que no cultivan el hábito de la cultura jamás se preocuparán por que los niños y jóvenes tengan libros, sean creativos, cultiven las artes, la artesanía, visiten museos, exposiciones .

Excluidos del festín los cientos de puneños que se cambian de apellido en la ciudad de Tacna y que inundan las páginas (sábanas) del diario Correo para anunciar judicialmente ese cambio, y que quieren ser incluidos. Los estudiantes de la Católica que cambian su apellido andino para ser aceptados por sus compañeros. Excluidos los que no son aceptados (sic) en los clubes por el color de la piel y que no pueden cambiársela porque no son congresistas o miembros relevantes de algún otro poder. Ni por su dinero los aceptan.

ANCIANAS REUNIDAS. Fotografía de URIEL MONTÚFAR

Los monolingües quechuas y aymaras, aunque lleguen al congreso, siempre habrá una lingüista llamada Martha Hildebrandt.

Son muchos, esta relación debe crecer. ¿Qué generan los excluidos del Estado? Resentimiento, envidia peruana, egoísmo (el cuento del cangrejo que no pueden salir del canasto), bajas pasiones, frustraciones. Gestan venganza. Amenaza. Manjar para los políticos emergentes, quieren comérselos vivos para sus fines oscuros.

¿Quién ha generado esa ancha franja de desposeídos? Los ladrones. Los gobiernos sucesivos que quisieron cerrar los ojos y los cerraron hasta quedarse dormidos. Ahora la marmita social nos deja frente a una gran expectativa. Gran ex-pec-ta-tiva.

¿Podrá el próximo gobierno incorporar a esta ancha margen de excluidos?  ▒▒

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