viernes, 31 de enero de 2020

LA CALIENTE COYUNTURA POLÍTICA EN EL PERU

LECTURAS INTERESANTES Nº 942
LIMA PERU            31 ENERO 2020
ELECCIONES
Y REGRESO A LA CÁRCEL
César Hildebrandt
Tomado de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 447, 31ENE20
¿

Vino el diluvio?
No. La gente votó contra el “sistema”.
El “establecimiento” los tiene hartos. El no Estado los tiene hasta las cangallas. Los partidos viejos dan asco. El Perú institu­cional, damas y caballeros, apesta.
El Perú oficial es la Comisión Perma­nente sesionando para nada y es un ca­mión con gas que mata a veinte porque no hay autoridad y es el clima de terror que se ha im­puesto en las calles.
Y por eso es que Daniel Urresti, que es como el sheriff de la Baja California en trance de anarquía, tiene éxito. Le falta una pistola al cinto, una estrella en el bolsillo de la camisa, una taberna con juegos de azar y una entrada triunfal a balazo limpio.
Es por eso que Antauro Hu­mala, que quiere refundamos ante un paredón mural, obtiene la votación sureña que lo ha me­tido en andas al Congreso. Hu­mala es como Cáceres pero sin chilenos y lo que quiere es, al fin y al cabo, lo que desean, a media voz, muchísimos peruanos: que a los que han podrido este país se los lleve la trampa. Humala aspira a que la desilusión se vuelva pólvora. El problema no es que exista Antauro Humala. El problema es que haya tanta desilusión.
El evangelismo que aupó a Fujimori en 1990 vive ahora su episodio más pintoresco. Antes aposta­ron por un “chinito” que era “pura ho­nestidad” e hicieron la campaña más trabajosa de la historia electoral. Hoy, después de tantas aguas sucias bajo el puente, optan por la multiplicación de los peces y un Dios de cromo y arenal. Si la tierra está poblada de langostas, ¿por qué no regresar a las paleoescrituras? Al fin y al cabo, en ellas todo era claro y maniqueo: Dios estaba con el pueblo elegido, el ojo se cobraba con el ojo, el diente con el diente. Sodoma y Gomorra serán castigadas. ¿Suena irracional, bárbaro, delirante? Pregunta que con­testa: ¿puede haber algo más delirante que escuchar a Rosa Bartra prometer cambiar el país con la camiseta de un partido cuyo líder fundador debiera es­tar en la cárcel? Pregunta complemen­taria: ¿puede haber algo más delirante que Martha Chávez -ese detritus de la política entendida como asalto- anunciando el gran cambio en el Congreso? 

Mechain en Peru21
Pregunta final: ¿puede haber algo más delirante que Mauricio Mulder hecho dictador para imponer una candidatura maldecida por el rechazo?
El Congreso fue una escuela de fo­rajidos de la política. Todas las pestes se dieron en ese escenario: la dictadu­ra de la cantidad, el encubrimiento a los maleantes, el favorecimiento de los monopolios y oligopolios que habían financiado campañas, la alianza con lo peor de la judicatura, el sabotaje a la re­forma política, la conspiración mañosa para gobernar desde el Congreso en lo que constituyó un golpe de estado permanente.
Vizcarra tuvo el coraje de acabar con esa gangrena el 30 de setiembre del año pasado. Y, aunque lloren las plañideras y tiemblen las vestales, el Congreso fragmentado de hoy es toda una res­puesta política a la concentración de po­der bandolero del Congreso abolido. El fujimorismo, como el Apra y el PPC, es uno de los grandes derrotados. Lo que supusieron que iba a ser una reivindi­cación, mudó en chasco y bofetada. Por eso Martha Chávez intentó clavar sus garras en las escamas del FREPAP obteniendo la respuesta del desprecio. A eso ha llegado el partido que la señora Keiko terminó de enlodar.
El asunto es que para Fuerza Popular el golpe es doble. No es sólo que tengan quince (y no 73) congresistas. Es que su llamada “lideresa” está presa otra vez por una impecable resolución judicial.

CARLIN  en La República 31ENE20
El magistrado que ha rectificado la sentencia del Tribunal Constitucional lo ha hecho construyendo una arquitectu­ra jurídica imposible de rebatir.
En primer lugar, ha documentado que la heredera de la década fujimorista creó un modelo organizacional destinado a recibir dineros ne­gros de diversas pro­cedencias. Ella fingía no estar al tanto pero el propio carácter vertical de su parti­do hace poco creíble esa coartada. El juez habló, por eso, de una “deliberada ig­norancia”. Es el mismo argumento que los jueces emplearon en otras latitudes cuando los encausados eran violadores de los derechos humanos que argumen­taban “el carácter autónomo” del ejérci­to y la policía a la hora de luchar contra la subversión. Es, en el fondo, el mis­mo razonamiento que podría condenar a Urresti por la muerte del periodista Hugo Bustíos.
En segundo lugar, el juez Víctor Zúñiga ha revelado una apabullante cantidad de indicios probatorios rela­cionados con el peligro procesal y el pa­pel de Keiko Fujimori en este tema. Está archidemostrado que la jefa de la llama­da Fuerza Popular intervino en el amedrentamiento de testigos, la desaparición de pruebas y el intento de servirse de las ins­tancias más altas del sistema judicial para obtener privilegios indebidos. Los testimonios de Jorge Yoshiyama, Rolando Reátegui y Daniel Salaverry fueron decisivos.
En tercer lugar, está probado que Keiko Fujimori desfiguró la contabilidad de su organización ante la ONPE con el único propósito de ocultar el origen del financiamiento recibido.
Sepulturero de la APRA por Chillico
En cuarto lugar, es un hecho que Keiko Fujimori era congre­sista cuando, en el 2011, recibió dinero sucio de Odebrecht. Esa recepción violaba la ley electoral promulgada el año 2009 y eso constituía un delito adicional.
En quinto lugar, la “delibera­da ignorancia” de la exprimera dama de la dictadura no la exi­me de la figura del lavado de dinero cuando obtuvo de Ode­brecht una donación de tres mi­llones de soles. El juez sostiene, con toda razón, que Keiko Fujimori fue consciente de estar recibiendo fondos ruines al aceptar una “donación” de esa magnitud.
La sucesión de mentiras y ocultamientos llevó a Keiko Fujimori a este callejón sin salida. El juez ha considera­do que con ella libre el proceso peligra y las amenazas a los testigos habrán de incrementarse.
Que la señora que, repitiendo a su pa­dre, siempre se burló de las instancias in­ternacionales diga ahora que va a librar allí una nueva batalla es algo irónico. Que la acompañe la claque de “La Resisten­cia” no sería de gran ayuda. Y ahora no tiene a 73 congresistas para librar la gue­rra sucia que está dispuesta a librar. Que Ernesto Blume le pida disculpas.
Quince congresistas, retorno a la cárcel. Quizá estemos cerca de libramos de este coronavirus que nos regresó a la tribu y al saqueo. ▒▒

por ANDRÉS en EL COMERCIO



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