Los templos que más urgen de ser atendidos son Santa Cruz de Jerusalén de Juli, las iglesias de Zepita, Ácora, Tintiri, Azángaro y Samán. Crèditos RPP/Zenaida Zea. |
La llaman la 'Roma Aymara o Roma de América' por sus preciosas edificaciones, arquerías talladas en piedra y sus templos de valor incalculable. Sin embargo, hoy todo este monumental patrimonio arquitectónico del siglo XVI luce deteriorado y abandonado a su suerte. Desde Puno, la lamentable situación de los templos de Juli, la joya turística del altiplano que podría quedar en escombros.
Este es un penoso ejemplo de como el patrimonio monumental de Puno se está viniendo abajo sin que nadie haga algo por evitarlo. Esta es Juli, la capital de la provincia de Chucuito y llamada la Roma Aymara debido a la tradicional belleza de sus iglesias.
Sin embargo, desde que estas preciosas edificaciones levantadas por artistas aymaras fueran abandonadas debido a los primeros signos de deterioro a mediados del siglo veinte, su estado ha venido empeorando de una manera lamentable.
Si bien una de ellas, San Juan Bautista de Letran, se ha podido restaurar y hoy luce sus realmente increíbles tallados en piedra, otros templos de valor incalculable ya solo son ruinas.
Los ciudadanos agrupados en el patronato de Juli se preguntan cuál es la función del ministerio de Cultura si una joya como el templo de Santa Cruz de Jerusalén luce hoy con la torre derrumbada.
Lo escandaloso fue que los técnicos enviados por el ministerio de Cultura y otras instituciones asociadas para reforzar con andamios dicha torre, no solo no evitaron su caída el 2013 sino que al parecer contribuyeron con su colapso, según un documento del patronato de Juli.
Nosotros solicitamos al ministerio en cuestión el ingreso a este templo pero jamás se nos permitió el acceso aduciendo cuestiones de seguridad. El interior es hoy un nido de palomas y el piso tiene una gruesa capa de excrementos, según nos informaron vecinos juleños.
ver video en este enlace https://youtu.be/2xRbwT5Yx28
Gracias a estas fotos podemos ver la elevada calidad que encierran estos muros hoy abandonados por la lentitud estatal. Un famoso arquitecto historiador la calificó como el punto más alto de la inversión decorativa de la región del Collao. La iglesia reconocida como patrimonio cultural de la nación se muestra como un castillo de naipes por derrumbarse del todo.
Otro templo de Juli, Santa Barbara, hoy ya está en escombros y es usada como área de cultivo. A pocos kilómetros de la capital de Chucuito, en Zepita, uno puede encontrar esta maravillosa edificación religiosa que sin embargo luce así por dentro.
Para ponerse a llorar. Es la iglesia de San Pedro y San Pablo, convertida en un tiradero de objetos dejados por el propio ministerio de cultura cuando realizó trabajos de emergencia después de que la torre del templo colapsara. Dura realidad, lamentable, indignante.
El precioso patrimonio del Perú en manos de una administración cultural que se queja de la falta de fondos pero que, según los alcaldes locales, tampoco permite la toma de acciones para que no siga destruyéndose.
Fuimos a pedir explicaciones al representante del ministerio de Cultura en Puno y esto fue lo que nos dijo. Según el director local de Cultura su dependencia ha realizado con sus pocos recursos la restauración de una capilla muy antigua y hoy se centra sobre todo en la difusión de textos y música local.
En la misma plaza de armas de Juli, este es el lamentable aspecto del colegio mayor para indios nobles, con parte de su arquería derrumbada. A pesar de una serie de reclamos efectuados por los ciudadanos juleños, el sector Cultura y su antecesor INC jamás dieron muestras de interés.
Juli podría vivir del turismo debido a su extraordinario patrimonio. Sus dos museos poseen maravillas únicas, sus iglesias en uso son impresionantes, y su proximidad con Bolivia convierten a esta ciudad adornada por las aguas llenas de magia del Titicaca en una promesa de desarrollo. Pero la llamada Roma Aymara poco a poco va convirtiéndose en símbolo del abandono.
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