viernes, 19 de diciembre de 2025

HILDEBRANDT Y SU VISION DE LA COYUNTURA POLITICA PERUANA

OLORES

César Hildebrandt

En HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 763, 19DIC25

E

l rufián que tiene el extenso alias de “Fiscal Interino de la Nación” ha anunciado que desactivará antes de fin de año a los equipos especiales, empezando por el de Lava Jato. Rafael Vela ha dicho, con razón esta vez, que eso demostrará que la Fiscalía es la mesa de partes del Congreso (del hampa).

El canalla conocido con el alias de “Defensor del Pueblo” sigue peleando por la liberación de Daniel Urresti, comprometido en el asesinato del' periodista Hugo Bustíos.

Chillico
La banda de sabandijas que actúa bajo el título de Junta Nacional de Justicia ha planteado un cambio constitucional que le permita estar por encima de la ley y no ser sus­ceptible de intervención alguna del poder judicial en el caso de que sus sentencias sean, como es el caso, mañosas y encubridoras.

La foraja abogadil que se hace lla­mar Tribunal Constitucional, surgida de la sentina de Fuerza Popular, de­cidió hace poco que el poder judicial no puede ejercer el control difuso en los casos de delitos de lesa huma­nidad, imprescriptibles según la ley internacional y los acuerdos suscritos por el Perú.

El jefe de la vasta pandilla conocida como Congreso de la República lucha desde octubre para que se apruebe en estos días el proyecto que les per­mitirá a policías, oficiales y soldados matar manifestantes sin siquiera ser investigados. Ya no se trata de leyes procrímenes sino de licencias para el exterminio.

Este es el Perú de hoy. No me vengan con vainas ni con comentarios relamidos. El Perú -mi país, mi fardo, nuestra pesada mochila- huele mal. Huele a rancio. Huele a comienzos de la república, a milicos peleándose el botín, a oligarquías que nunca amaron la tierra que les daba fortunas. Huele a quienes se escondían en sus casas para no estar en la ultima batalla de Lima. Huele a la farsa de Piérola, a quienes le negaron ayuda a Cáceres. Huele a Lizardo Montero, pundonoroso en su huida, y a Agustín Belaunde, coronel desertor de Arica. Huele a his­toriador tembloroso que no puede decir la verdad porque no quiere problemas y aspira a que lo sigan invitando. Huele a la llamada “república aristocrática” fundada en la explotación extrema y la usurpación de territorio comunal. Huele a Leguía y a promesa rota y a nuevo   civilismo plutocrático disfrazado de anticivilismo. Huele, en fin, a derecha chueca apostando por los privilegios y pidiéndole al señor de los milagros que cambien los apellidos y los rostros pero que no cambie el choleo, las ciudadanías de segunda, los tratos de tercera, las plebes esperando.

Mi país huele a mentira, a autocomplacencia y a fracaso. No importa cuántas montañas de oro o cobre vendamos ni cuántos arándanos seamos capaces de exportar: no somos un país integrado y la batalla cultural la ha ganado una derecha multipropósito que mensajea sus lemas de terruqueo y sus advertencias fulminantes sobre una masa alegremente sumer­gida en la ignorancia.

Mechain en PERU21
Y ahora vienen las elecciones, que son la suma de todas nuestras derrotas. Casi 40 personajes, personajillos y pobres diablos aspiran allegar al palacio desde el que no po­drán gobernar porque, dada la fragmentación, volverán a ser rehenes de un próximo Con­greso del hampa. Desde esas curules, que Grau escupiría, se aceptará lo que convenga, se rechazará lo que ponga en peligro “el sistema” y se pro­mulgarán las leyes que los afortunados de toda la vida exijan. Volverán las oscuras golondrinas a tomar las deci­siones que los lobbies sugieran y un vaho de componenda volverá a asfixiamos.

¿Hay salida? Quiero creer que sí. Doscientos años des­pués de tanta sinfonía incon­clusa, ¿seremos capaces de producir un liderazgo robusto que enrole a los mejores, que proponga metas y cambios razonables, que produzca al­gún entusiasmo que no sea exclusivamente limeño? ¿No tenemos por allí a alguien que mire al Perú como el país complejo, diverso y contradictorio que es? ¿Podremos encontrar a alguno que tenga el coraje de redistribuir la renta, que es la manera fina de decir que los ricos paguen lo que deben (sin dejar de ser ricos)? ¿No tenemos por allí a un sujeto sorprendente que venga de lo mejor de Castilla, de Pardo, de Cáceres? Sueño con eso. >+<

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