EL EXCEPCIONAL RETRATISTA
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acido en
Ayaviri, Puno. Se inició en dibujo y pintura muy joven con Macedonio de la
Torre y Alejandro González Trujillo ("Apurímac"), uno de los mayores
ex ponentes de la Escuela Indigenista del Perú.
En Buenos
Aires (Argentina), estudió con Cecilia Marcovich, alumna de Bourdelle y André
Lothe y más tarde con Urruchó a.
Expuso en la
Galería Müller y el Al vea r Pal ace Hotel de Buenos Aires, en el Casino Nogaró
de Punta del Este (Uruguay), en el Hotel Horizonte y el Casino de Mar del Plata
(Argentina)
En sus ocho
exposiciones en Argentina y Uruguay presentó, en sus obras, diversos aspectos
de las antiguas culturas peruanas de Chavín, Chimó, Nazca, Paracas e Inca, como
indumentaria, arquitectura, cerámica, etc. y retratos.
En su retorno
al Perú, realizó en Lima seis exposiciones en el Country Club, Casino Náutico
de Ancón y Galería El Pacífico de Miradores.
En Caracas,
Venezuela, realizó dos exposiciones: en 1978 en el Círculo de las Fuerzas
Armadas y en 1982 en el Club Campestre "Los Cortijos".
Otro aspecto
interesante de la personalidad de Raúl Echave es que siente hondamente lo
peruano de raíz indígena; además de las ocho exposiciones sobre motivos de las
citadas culturas presentadas en Argentina y Uruguay, Echave ha realizado
interesantes actuaciones de difusión del folklore y la Cultura Peruana en el
Museo de Arte de Lima, Art Center de Miradores, en la Universidad Mayor de San
Marcos de Lima, para los departamentos de extensión cultural de las
Universidades de Ingeniería y Agraria; ha dictado conferencias en la
Universidad del Cuzco, Instituto Americano de Arte de Puno, Ínsula de
Miradores, Círculo Militar, Asociación Artística y Cultural "Jueves"
y Mesa Redonda Panamericana de San Isidro, etc.
Comentarios críticos sobre su personalidad y obra
Para solo
citar a algunos personajes distinguidos que se han ocupado de la valoración del
oficio que Echave cumplió de manera sobresaliente, traemos algunas opiniones:
El puneño Emilio Armaza dice de él:
“Raúl
Echave, es un excepcional dibujante con gran imaginación. Sus retratos son
fieles con la "sólida materia" que es su modelo; y fieles también con
el misterio del espíritu que hay dentro. Por eso interpretan cabalmente al
personaje, en cuerpo y alma. Algunos, fijados en poses clásicas -preferidas
seguramente por el modelo- aligeran sus formas por el encanto que la imaginación
del artista ha creado al lograr una expresividad pictórica que es su propio
estilo en el retrato.
Más
dibujante que colorista en algunas de sus obras, juega con el color, dándonos
una muestra de su poderosa paleta. Pero, es en sus lápices, siempre felices,
donde muestra directamente su incomparable maestría en el dibujo”.
Fernando de
la Presa, Catedrático
de Historia del Arte de la Universidad de Madrid, dejó dicho:
“El realismo de Raúl Echave es, como el
de Velásquez, idealizante, ennoblecedor, muy alejado de la fría pasión verista
y dedicado a poner, junto a un riguroso parecido físico, algo del alma buena
del pintor.
El trabajo es siempre digno de respeto y
en la obra de Echave hay un gran rigor artesano, una dedicación al trabajo
honesto, a la artesanía. Junto a ello existe un magnífico dibujante, un
dominador de la línea y sus recursos,así como un delicado colorista.
El retrato existirá siempre, no importa
que su gran actualidad haya periclitado, nunca faltarán personas que prefieran
verse interpretadas por un pintor antes que enfocadas por el objetivo de una
cámara fotográfica. El trabajo de un retratista hemos de juzgarlo en su propia
inquietud y no en la nuestra que puede diferir de ella.
Desde este punto de vista, que es el
justo para colocarse frente a la obra de Raúl Echave, hemos de confesar que
contemplamos la obra de un magnífico retratista y de un retratista delicado y
elegante.
Obra de buen sentido decorativo y de
profunda semejanza con los originales, también tarea bien abastecida del
quehacer, honradez por los cuatro costados. Como final, un excelente recuerdo
para el futuro, un recuerdo con toda la dignidad de lo bien hecho”.
Juan Manuel Ugarte Elespuru, en su momento dijo:
“Echave en sus primeras exposiciones,
frecuenta la temática vernacular, con búsquedas en las raíces de lo ancestral;
pero también surge, marginalmente, a esta postura emocional, el interés por la
figura humana, lo que lo llevará paulatinamente al retrato, como temática
preferencial. Son retratos sus primeros éxitos en la plástica que el muestra
en sucesivas exposiciones en Buenos Aires, Mar del Plata y en el balneario
uruguayo de Punta del Este. Su éxito es tal, que Echave abandona otros aspectos
de la expresión plástica y dedica todo su quehacer al depurado oficio de
retratista”.
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Miguel Ángel Asturias |
“Raúl Echave se formó plásticamente al lado de los maestros peruanos Macedonio de la Torre y Alejandro Gonzales Trujíllo (Apurímac), uno de los más brillantes exponentes de la pintura indigenista. En Argentina realizó estudios con una alumna del escultor francés Bourdelle. Muy joven expuso su obra en prestigiosas Galerías de Arte de Buenos Aires y Montevideo. En esta primera etapa de su formación, Echave acusó el impacto del arte precolombino, especialmente de las viejas culturas de Chavín, Chimú, Nazca, Paracas e Inca, que lo adscribieron a las tendencias indigenistas impulsadas por José Sabogal, Camilo Blas, Vinatea Reynoso y otros pintores.
Su inclinación al retrato no ha amenguado su fervor por la cultura precolombina,
de la que es animador pertinaz. Muestra de ello fué su apoyo a la Embajada
Folklórica de Puno que llevó a Lima en 1962 y al año siguiente en Méjico,
donde tuvo éxito inusual en el Palacio de Bellas Artes. Amigo leal del
musicólogo Policarpo Caballero, autor de importantísimos estudios sobre la
música indígena peruana, demandó de las autoridades peruanas la publicación de
su obra poco conocida, que abre nuevos horizontes para la valoración de la
música precolombina”.
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