EL CINE EN PUNO
EL CINE
ES ARTE, ES MAGIA, ES POESÍA.
Por: Augusto
Dreyer
L |
os cinemas fueron una parte muy importante en la vida cotidiana de los
habitantes de la ciudad de Puno durante la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de la historia, el cine ha actuado como una
herramienta no solo de entretenimiento sino también de transformación y
evolución en la cultura de los pueblos y la ciudad Puno, no obstante ser una
ciudad provinciana no muy grande, fue un lugar privilegiado para ver cine de
calidad.
Para Puno el cine era como una ventana abierta hacia el mundo, a nuevas ideas, a idiomas distintos, a mentalidades exóticas, a culturas diferentes, al sexo sin tapujos. Una ventana desde donde podíamos contemplar la belleza de Rita Hayworth bailando con Fred Astaire en Nunca Te Harás Rico, o disfrutar las aventuras espaciales del jóven Harrison Ford en La Guerra de las Galaxias, o deleitarnos con la sensualidad de la voluptuosa Anita Ekberg en La Dolce Vita y así otras incontables fantasías hechas realidad en las pantallas de los cines de Puno.
Jorge Negrete y Maria Felix |
Este cine quedaba a un costado de lo que
era la sede de la firma comercial de importación y exportación de la familia
italiana Ratti, ubicada en la plaza de Armas de la ciudad de Puno.
El cine Colón fue abierto al público cerca
de 1950. El local era de proporciones pequeñas, contaba con una sección platea
y otra llamada galería, el aforo total no pasaba de las 350 personas. Una hora
antes de cada función, el cine Colón difundía música mexicana por los altavoces
que daban a la calle para alegría y placer de la gente que paseaba por la Plaza
de Armas.
El fuerte de este cine eran las películas
mexicanas de la llamada Época
de Oro del cine mexicano, sobre todo películas realizadas por los famosos Estudios
Churubusco. Los dramas y melodramas protagonizados por Pedro Infante,
María Félix o Ignacio López Tarso, que hacían llorar y
suspirar a todo latinoamérica. Las películas del inigualable Cantinflas que
hicieron reír a carcajadas a todos los puneños. Además, proyectaban las comedias
rancheras, un género cinematográfico cultivado en México sin
parangón en el resto del mundo.
Alrededor de 1980 los propietarios
contrataron a un jóven administrador limeño para que se hiciera cargo del cine
sobre todo la programación. El jóven tenía estudios de dirección
cinematográfica y crítica de cine y era idóneo para el puesto. Gran admirador
del cine francés, en especial de la Nouvelle
Vague, mostró en Puno los fantásticos directores franceses de ese periodo: Francois Truffaut,
Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Eric Rohmer, Louis Malle, Alain Resnais, Agnes
Varda and Jacques Demy, revolucionarios del cine de esa época. La idea del
jóven administrador era de exhibir en cada semana dos películas de autor que no
recaudaban mucho dinero y cinco películas altamente populares para llenar la
caja y contentar a los propietarios.
Este cine tan importante para la historia y cultura de Puno cerró sus
puertas cerca del fin de 1990.
Este pequeño cine del cual recuerdo el nombre, quedaba en el jirón
Arequipa, casi al frente del moderno Cine Puno. Funcionaba sobre todo durante
los fines de semana. Allí proyectaban las famosas ”seriales” de vaqueros del
oeste norteamericano y películas de acción. Generalmente eran películas de bajo
coste y mala calidad y eran exhibidas en trozos semanales instando al público a
volver la siguiente para ver el desenlace que nunca llegaba. La funciones
matinales en la mañana y matinées en la tarde atraían sobre todo al público
infantil y las entradas eran muy económicas.
Este pequeño cine estuvo activo algunos años en la década de los 50 para
después desaparecer.
CINE PUNO:
Fue construido por el empresario Juan
Passano en 1948-49. Era un enorme cine, con capacidad para unas 900 personas.
Su pantalla era inmensa y el sistema de proyección y sonido de excelente
calidad. Contaba con una sección llamada pullman, con butacas numeradas y
bastante más caras que el resto. La platea disponía de cómodas butacas de
madera y, finalmente, tenía una enorme platea alta con una gradería que
permitía la entrada de varios cientos de personas a precios populares. El techo
del enorme cine era de calamina y cuando llovía fuertemente o granizaba era
imposible escuchar el audio de la película.
Se especializó en proyectar las superproducciones de Hollywood con las más grandes estrellas del momento. También proyectaban muchas películas italianas de los grandes directores itálicos tales como Federico Fellini, Luchino Visconti, Vittorio de Sica, Pier Paolo Pasolini, entre otros. Sin olvidar el maravilloso film Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore. En 1961, se estrenó con gran éxito Kukulí, el primer largometraje peruano, dirigida por Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama y César Villanueva. También se exhibieron los filmes del gran director peruano Armando Robles Godoy, entre ellos La Muralla Verde.
EL TEATRO MUNICIPAL:
Algunas fuentes afirman que el primer
Teatro Municipal de Puno fue construido en 1895, aunque hay poca información
respecto a sus características, se dice que estuvo ubicado en el mismo
emplazamiento que el actual teatro.
Lo que se conoce con certeza es que el teatro existente hoy
y de propiedad del Municipio de Puno fue abierto por primera vez el año 1915 para
promover y difundir el teatro, la música y el canto en la ciudad de Puno.
La segunda remodelación y modernización del teatro se hizo en 2014 y hoy
cuenta con todas las instalaciones y comodidades para la realización de
eventos, convenciones, conciertos y festivales de todo tipo pero no la
proyección de filmes. Cuenta con 701 butacas, 426 en platea baja y 275 en platea alta.
En 1982 mi amigo Héctor Pinto tuvo la idea de crear un cineclub en Puno y
yo lo secundé en esa aventura cultural.
La Asociación de Mujeres de Puno nos apoyó
dándonos gratuitamente una sala grande en su local en el Jirón Tacna. Héctor
Pinto era propietario de un proyector de películas de 35mm y una pantalla de
tamaño mediano. Compramos algunas sillas, nos prestamos otras y abrimos las
puertas del club con un aforo de 25 personas.
Previamente habíamos contactado a la
Embajada Alemana en Lima y logramos un acuerdo para la proyección de películas
alemanas en nuestro local. Destacando las películas del director, documentalista, guionista, productor y actor alemán
Werner Herzog. También proyectamos algunas cintas europeas que conseguiamos de
otras fuentes. Desafortunadamente nunca conseguimos atraer el interés del
público puneño con las cerebrales y, a veces pesadas, películas alemanas y no
lograbamos cubrir ni los gastos operativos que tenía el cineclub.
Las películas llegaban en una compañía de
buses y nosotros las retornábamos de la misma manera. Hasta que llegó el día en
que los rollos de la película se perdieron en el camino y nunca llegaron a
Lima. La embajada alemana nos reclamaba el valor de la película que era
bastante alto y canceló el acuerdo. Con esa experiencia no nos quedó otra que
cerrar las puertas del primer y único cineclub en Puno.
Después de tanta satisfacción, conocimiento y cultura que los cinemas dieron al pueblo de Puno, con la llegada de la TV y luego el alquiler de vídeos VHS y discos compactos, el público se redujo a mínimos y las salas de cine de Puno, como en muchos lugares del mundo, se vieron obligadas a cerrar sus puertas.
Hoy en día quedan tan solo el Teatro
Municipal y el Cine Puno pero únicamente como salas de eventos, conciertos,
conferencias y concursos de baile y música.
Copenhagen, junio, 2024
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