martes, 28 de febrero de 2023

ANALISIS DE LA COYUNTURA

 EL GOLPE LO DIO EL CONGRESO

Escribe: Ricardo Milla Toro

Diario UNO, 26 febrero 2023

U

na reciente encuesta de Ipsos ha revelado, para sufrimiento de los arrastrados de las burguesías, que el 51% de los peruanos opina que fue el Congreso el que dio un golpe de Estado al presidente Pedro Castillo Terrones. Solo un 43% asume la narrativa oficial del régimen, a saber: que fue Castillo quien habría dado un golpe de Estado por dar un mensaje televisado.

La burguesía ha usado sus medios de comunicación para instalar su interpretación ideológica. En Lima, como suele suceder, dicha narrativa ha calado bastante, pues un 69% se cree la narrativa oficial del régimen de Boluarte y sus compinches (el Congreso y los medios de comunicación).

Al contrario, sucede en el Perú profundo y en las zonas rurales, donde el 56% y 69%, respectivamente, son conscientes de los hechos acaecidos en el Perú el 7 de diciembre de 2022, esto es, que el Congreso perpetró un golpe de Estado; y solo un 38% y 23% cree que el golpista fue Castillo. Números que deben desatar la ira de los burgueses y sus esbirros.

López Obrador presidente de México, dice que este gobierno cívico-militar
es títere (de USA, obviamente)
***

El Perú sufrió un golpe de Estado el 7 de diciembre de 2022 y quisiera narrar lo más importante respecto a este hecho con la finalidad de mostrar cómo el Estado es un aparato de control para mantener la dominación hegemónica de las burguesías:

1. Pedro Castillo fue legítimamente electo presidente del Perú por la mayoría de peruanos en 2021. Sin embargo, la derecha perdedora de los comicios ni bien se supo derrotada dio movimiento a un golpe de Estado en cámara lenta. Lo primero que hicieron fue argüir un fraude -a todas luces inexistente- y, posteriormente, ya con Castillo como presidente juramentado, obstruir a su gobierno desde el Congreso.

2. La obstrucción parlamentaria fue constante y desde el primer día. Se le acosó al presidente desde todos los frentes, usando, sobre todo y con gran ahínco, los medios de comunicación. El lawfare (persecución judicial o uso político del aparato judicial) se agudizó contra el gobierno, ya sea contra el presidente, su familia o su entorno. Si bien en muy pocos casos había pruebas para demostrar los delitos, en la gran mayoría de casos eran puros dichos sin pruebas ni evidencias.

3. Con las investigaciones de la Fiscalía, la mayoría sin sustento alguno, se usaron políticamente para intentar -en vano- vacar al presidente Castillo con puras leguleyadas. El Congreso se hacía cada vez más y más golpista. El 7 diciembre de 2022 sería el golpe certero contra el gobierno, pero Castillo se les adelantó y no iba a caer sin presentar resistencia, lucha.

Ante el inminente golpe de Estado parlamentario, el presidente Castillo decide anunciar la disolución del Congreso convocando una Asamblea Constituyente, demostrando su entrega total al clamor popular, pues el pueblo exigía tanto el cierre del Congreso como un proceso que nos lleve a una nueva Constitución. Contrario a la narrativa de la dictadura, Castillo salió en defensa del pueblo a costa suya y de su integridad.

Todo regimen político autoritario,
cree que el poder solo nace de aquí.
 

4. Castillo sabía que iban a por su familia y salió de Palacio para ponerla a buen recaudo. Empero, su propia escolta lo detiene; agentes con pasamontañas en rostro le apuntan con armas de guerra a él y a su menor hija. Castillo se entrega, a pesar de que aún gozaba de la inmunidad que ostentaba y otorgada por la Constitución que tanto se ufanan los derechistas en honrar. En absoluto, el Congreso, los medios de comunicación y la policía se defecaron sobre la Constitución, les importó un carajo e hicieron lo que se les vino en gana.

5. Siendo aún presidente del Perú, sin que se respete la investidura presidencial, Castillo es trasladado a seguridad del Estado donde es humillado por la fiscal de la Nación quien llega a reconocer, ante Aníbal Torres, ser una operadora política. Castillo mantenía la calma total en todo momento. El golpe de Estado parlamentario se estaba concretando.

6. Con el apoyo de las Fuerzas Armadas, la policía, los medios de comunicación y las burguesías, el Congreso decide vacar ilegal e ilegítimamente al presidente Castillo. No se respetó el debido proceso ni el reglamento del Congreso ni la Constitución ni nada. Ninguna garantía constitucional o de algún tipo. Sencillamente el Congreso demostró que el poder nace del fusil. Quien tiene a las FFAA de su lado, quien tiene las armas, entonces puede hacer lo que se le cante. Las leyes acaban ahí donde se escucha el rastrillar del trabuco. El golpe de Estado lo dio el Congreso.

7. El golpe de Estado en Perú lo perpetró el Congreso en contubernio con las Fuerzas Armadas ese mismo 7 de diciembre a las pocas horas del secuestro del presidente Castillo. Todos sabemos que las FFAA tienen operadores políticos en el parlamento, por lo que se les hizo más fácil la coordinación para acertar el golpe contra Castillo.

a dejar el poder y menos aún luego del exitoso golpe de Estado contra Pedro Castillo. Los muertos y heridos venían en aumento y la Navidad se acercaba. En un clima de militarización, crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado, el Perú pasaba fiestas de fin de año, fiestas enlutadas por la dictadura de Boluarte. Más de 40 personas murieron a causa de la brutal represión policial y militar.

En enero de 2023 se retomaron las protestas y el 9 de ese mes el régimen no dudó en masacrar a la población puneña. Un saldo de 18 muertos en un solo día en Juliaca fue el horrible saldo que dejó el golpe de terror de la dictadura. Militares y policías salieron a matar. No tuvieron intenciones en ningún momento de controlar las protestas y evitar el vandalismo. Simplemente salieron a matar. Usaron armas de guerra y dispararon a mansalva, a matar, directo al cuerpo, pecho, cabeza, espalda. Para milicos y tombos los muertos son indios terrucos.

12. Así llegamos a febrero, con marchas en Lima y en provincias casi a diario. En Lima misma hubo un asesinado por la policía. Un tombo le disparó una bomba lacrimógena en la cabeza al señor Víctor. No era un delincuente ni un vándalo ni un terrorista. Hasta hoy no hay ningún responsable investigado ni nada.

Ante su debilidad, el régimen dictatorial intentó hacer una muestra de fuerza y poder sacando a la policía en una masa desproporcionada en el centro de Lima. No se sabía si era Perú o la Alemania nazi de Hitler o quizá el ejército de Darth Vader. El régimen daba manotazos de ahogado, pero el Congreso le lanzaba el salvavidas necesario: no habrá adelanto de elecciones ni referéndum para Asamblea Constituyente.

Un saldo de más de 70 asesinados y más de mil heridos; todos causados por la dictadura cívico-militar que hoy en día azota con terror y mano de hierro al pueblo peruano.

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A pesar de la narrativa oficial del régimen, que está en contubernio con el Congreso y los medios de comunicación burgueses, a pesar del bombardeo mediático, el pueblo peruano se ha mostrado digno, no ha caído en la ideología y sabe que Castillo no es ningún golpista (como les encanta llamarlo en los dominicales de la prensa basura; ah, pero a Fujimori ni con el pétalo de una rosa).

La realidad es abrumadora. La mayoría del Perú reconoce esa realidad, su propia realidad, aquella que atraviesa: el golpe de Estado lo hizo el Congreso. No solo las encuestadoras de  derecha no pueden ocultar la realidad y la verdad, sino que se ven obligadas a hacerlas públicas.

Solo Lima se muestra esquizofrénica, viendo una realidad que no existe, creyendo que si lo repite muchas veces, su narrativa se hará verdad.

Mientras tanto, la gran mayoría de peruanos (69% según encuestas) pide Asamblea Constituyente. Incluso, una abrumadora mayoría de nuestros compatriotas (más del 70%) pide la renuncia de Dina Boluarte, aunque ella insista que solo los vándalos exigen su salida. Misma suerte corre el Congreso que tiene a un 90% del país en contra.

Para nunca olvidar
En la desesperación del régimen y parlamento de aferrarse al poder, estos han intentado revivir el cuco del terrorismo, pero la gente no se ha tragado el cuento. Han usado una maniobra psicosocial, que no les ha funcionado, tratando de instalar la narrativa de que el terrorismo de Sendero Luminoso está detrás de las protestas.

¿Pruebas? Cero. Nada. En el Perú no hay terrorismo -o, si lo hay, es terrorismo de Estado- Lo que sí hubo en el Perú fue un golpe de Estado el 7 de diciembre de 2022 perpetrado por el Congreso de la República, con apoyo de las Fuerzas Armadas y policiales, los medios de comunicación y las burguesías, contra el presidente legítimo Pedro Castillo Terrones.

El Estado vuelve a las manos de las burguesías, pues es su herramienta primordial para mantener su poder, su hegemonía, su capital. Solo con el desarrollo de una revolución popular [de las conciencias] se podrá vencer al monstruo estatal y su dominación, ya que, si no nos transformamos en el poder, un modo efectivo de tomarlo, entonces el socialismo peruano seguirá siendo mera quimera. ░░

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