ACERCA DE LA FUNDACIÓN ESPAÑOLA
O HISTÓRICA de AZANGARO
Escribe: Bruno Ismael
Medina Enriquez
(Ponencia presentada al I Foro
del Bicentenario organizado por la Municipalidad de Azángaro)
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a incógnita que lleva por título este I Foro, nos conduce a
verificar si en verdad que el 22 de agosto es la fecha de la Fundación de
Azángaro, como se celebra desde 1966.
Al respecto debemos analizar el mismo documento que fue
presentado como sustento, para que la autoridad municipal en aquel entonces
haya determinado celebrar la fecha como efeméride, así mismo es necesario
realizar una evaluación del tiempo y las circunstancias de cómo Azángaro se
convirtió en una importante capital en época de la colonia, para determinar su
nacimiento como ciudad o población.
En 1994 en la Revista Aswan Qhari(1), publicamos una
posición fundamental respecto a este tema planteada por el Prof. Odón Cárdenas
Mayta, que sostenemos desde entonces, en el objeto de analizar y determinar la
verdadera fecha de la “Fundación de Azángaro”, sin desconocer el 22 de agosto
de 1586, en tanto que hasta hoy no existe algún documento llámese “Acta de
Fundación” que pueda sustentar la verdadera fecha de ese hecho. De ahí que
desde entonces personalmente sustentamos que Azángaro habría tenido “una
fundación prehispánica”, en base a la información documentada de los primeros
cronistas, quienes hacen referencia a la existencia de una población con esa
denominación en esta zona del Qollao, una fundación española en la colonia, así
como también cuenta con una “fundación política”, que corresponde ya a la época
del proceso de la República.
Por ello es necesario rememorar que la presencia de los asentamientos humanos desde tiempos preincas, descritos en estudios arqueológicos de campo realizados por Henry Tantaleán (2) y otros, ubicados en Cancha Cancha, Asiruni, Chaupisawakasi, los que evidencian los tempranos asentamientos, Pucara, Caluyo, Puquina y Qolla; -en ese orden- como que son las muestra palpables y documentadas de una población humana que devendría a ser llamada Azángaro, asentamientos poblacionales que no ha requerido una “fundación” al estilo que hoy conocemos, ni mucho menos como argumento para ser celebrado como efeméride. Sin embargo, estos asentamientos se mantienen en el tiempo de los siglos subsiguientes, hasta la presencia de la cultura Inca con Tupac Yupanqui y Huayna Cápac y con la de presencia de Cristóbal Waco Túpac, ya en tiempos de los españoles, esto último como hecho documentado con mayor amplitud.
A decir de Pedro Cieza de León, “Los huamalias, los
hatuncollas, los chucuitos y los azangaros aprovechando su ausencia, (de Huayna
Cápac) y que se hallaba en una región inhóspita, de difícil comunicación, se
confederaron y tomaron las armas..” (3). evidencia de que en la región Qolla,
ya había una población con la denominación de Azángaro, que había sido conquistada
desde Túpac Yupanqui, la cita concluye diciendo que los alzados en armas de esa
zona serían derrotados y los cabecillas serían enviados al Cusco, o a formar
parte del ejercito inca(4) .
Resulta que Cristóbal Waco Túpac nacido hacia 1516 y
conocido en la historia oficial como el “Inca Paullu”, fue bautizado
“cristianamente” con el nombre español de Cristóbal Vaca, en honor a quien lo
acogió y prohijó de joven y que fuera su protector, el conquistador español
Cristóbal Vaca de Castro; hay que tomar en consideración que el inca “Paullu”
fue hijo de Huayna Cápac, (uno de los últimos Incas históricos nacido en Cusco
hacia 1465); este “Inca Paullu” fue nombrado Inca por Almagro durante los
primeros años de la conquista, después que Manco Inca se revelara; cuando los
españoles convivían estratégicamente con la elite y nobleza inca, en afán de
esperar el momento y oportunidad de deshacerse de ellos. “Paullo” en su
juventud hacia los 17 años colaboró con Diego de Almagro durante el
desafortunado viaje que éste hizo a Chile, reclutando en el camino huestes de
aswanqharis de la zona del Collao para alcanzar su cometido en el sur, razón
por la que a su hijo primogénito que lo tuvo en Azángaro, lo bautizara con el
nombre de Diego (en alusión a Almagro); años después en 1543 es bautizado
cristianamente como Cristóbal Waco Tupac, fue reconocido como hijo de la
nobleza inca por Cedula Real de 1° de Abril de 1544, y por Cedula Real de 9 de
Mayo de 1544, el Rey de España le otorgó un Escudo de Armas(5), concediéndole
la calidad de “hijodalgo” de Casa y Cadena Real por servicios que había
prestado a la corona. El Inca Paullu contrajo matrimonio con la coya -también
bautizada como cristiana- Catalina Tocctoc Usika, residió en el palacio de
Qolqampata del Cusco, sin embargo tuvo parte de su familia en Azángaro donde
radicó con su título de curaca y de propiedades que poseería para sí y para sus
descendientes; falleció en 1951 a los 35 años en el Cusco(6), en medio de
intrigas, competencias entre panacas y apetitos de poder de los conquistadores,
quienes “ponían” reyes incas a su exclusiva conveniencia, para entonces Sayri
Tupac sería el designado; y Cristóbal ya era conocido como Waco, pronunciación
vulgar del apellido Vaca con el que fue bautizado.
Tiempo después Diego Chuquihuanca Waco Túpac, nacido
alrededor de 1547, adscrito totalmente a los españoles y cristianizado a
cabalidad como que fue hijo de Cristóbal Waco Túpac Inca, luego de hacerse
reconocer como gobernador y cacique principal (Curaca) de “la provincia” de
Azángaro, obtener el título de “Marqués de Salinas”, consigue además la
autorización para instalar su gobierno en el lugar donde le era
estratégicamente favorable, y ese lugar sería donde estaban sus propiedades y
residencia, al respecto hay que hacer la referencia expresa de una construcción
histórica hoy desaparecida llamada Sondor Wasi, que había pertenecido a
Cristóbal Waco Túpac, es en torno a la ubicación de esa construcción es que
decidió instalar su Cacicazgo, y ejercer su gobierno sobre los “indígenas”, cuando
el Virrey don Fernando Torres y Portugal, Conde del Villar, le concedió el
título y cargo el 5 de julio de 1586, título que fue confirmado por el virrey
García Hurtado de Mendoza el 4 de setiembre de 1591.
n Así le hace conocer su decisión al Corregidor de Omasuyos,
quien el 22 de agosto de 1586 ordena su cumplimiento, y autoriza construir un
templo en el pueblo de Azángaro, no sin antes confrontar una serie de
oposiciones de otros caciques como los Mango y que finalmente exigieron también
ser considerados en la repartición de solares asignados en la población, que
los conquistadores ibéricos ofrecían a los caciques fieles a la corona
española. (Omasuyos era llamada así, la provincia norteña del Collao, que
entonces abarcaba lo que hoy es Azángaro, Huancané, Lampa, Carabaya, Sandia,
Melgar).
Hay que tomar en cuenta que los españoles tenían una forma peculiar de fundar ciudades, como encargo que tuvieron de la corona en el nuevo mundo; Azángaro no podía ser la excepción, -con una demarcación de lotes a modo de cuadriculas- y Diego Choquehuanca Waco Túpac, cristianizado y colaborador de los españoles debía seguir este orden y disposición, en tanto que debía imponer su autoridad, y como tenía el respaldo total y autorización del corregidor Vasco de Contreras para ejecutar la Real Cédula, inicia el poblamiento del lugar que sería la capital de su cacicazgo, tan es así que las autoridades virreinales y representantes religiosos en ceremonial procesión que la oportunidad exigía, luego de señalar y trazar el solar para la iglesia, que sería compartida con el gobierno local (que sería después la municipalidad); como primer acto inaugural e instalación de su gobierno, luego de la necesaria celebración de una misa de acción de gracias, de la colocación de la primera piedra de lo sería la Iglesia "Nuestra Señora de la Asunción”, se concreta lo que ha devenido a llamarse “Fundación Española de Azángaro”(7) con la presencia expresa del Corregidor de Omasuyos, oportunidad en que Diego Choquehuanca ofrece contribuir para la futura construcción del templo poniendo a disposición su fortuna personal, hecho que también fue imitado por el Cacique Mango Turpo y otros caciques.
Del mismo modo en que se asignó un lugar para el templo, se asignarían los lugares donde se establecerían las diferentes reparticiones y futuras instituciones virreynales, como la Casa Cural o residencia de los religiosos, el Corregimiento, la Gobernación local, la residencia del Justicia Mayor, se asignarían los solares de residencia para las autoridades principales, para los residentes españoles y para los caciques locales y de otras jurisdicciones, acciones que podrían haberse realizado con anterioridad a la instalación del Cacique, hay que tomar en cuenta que en la construcción del Templo se consideraron dos capillas, una para los Choquehuanca (a la derecha), y otra para los Mango Turpo (a la izquierda), quienes en el trazo de la población también impusieron la asignación de una plaza principal frente a su propia residencia, y que colinde con el templo a construir, de ahí que existen dos plazas prácticamente contiguas, (San Bernardo y Mayor o de Armas); así como es cierto que desde la demarcación inicial de la ciudad, hay dos plazas auxiliares ubicadas en las postrimerías de los solares asignados para estas dos principales familias azangarinas, y que les servirían para acceder a sus propiedades rurales y fundos, lugares a donde se llegaba y de donde se salían de la ciudad, hacia el norte y hacia el sur, como son las conocidas plazuelas de San José y la plazuela Choquehuanca. Hechos que en dialéctica se considera como unión y lucha de contrarios, que, si tomamos en cuenta la tradición filosófica andina, estos hechos deben ser considerados como la dualidad practicada en el gobierno y en el poder dentro de la sociedad y la cosmovisión andina. A decir los de Hanansaya y los de Urinsaya. Una muestra de la unidad y lucha entre bandos paralelos o contrarios como una ley filosófica, que la dialéctica en su análisis considera científicamente presente como una ley en el desarrollo de las sociedades.
Por estos hechos de muchísima importancia, el 22 de agosto
de 1586, es la fecha que se considera como día en que se realiza la “Fundación
Española” de Azángaro, en base al certificado original presentado por el
escritor azangarino Luis Alberto Rosselló, que en verdad es más bien el
certificado de la instalación del gobierno de Choquehuanca, en el que se dice:
«Yo don Vasco de Contreras, asistente de su Majestad y
Corregidor del Partido de Omasuyos, conferí y di posesión corporal a este don
Diego Chuquihuanca del cargo de Gobernador y Cacique principal de Azángaro y a
mi presencia y asistencia en este mismo día veintidós de agosto de mil
quinientos ochenta y seis, Octava de la Asunción de la Virgen; mandó este mismo
don Diego a colocar los primeros cimientos de la Iglesia de éste pueblo.
Bien analicemos el contexto de este “Certificado”. En los
primeros años de la conquista las diversas provincias fueron asignadas como
encomiendas con el repartimiento de indios, con algunas reformas del Virrey
Toledo en 1578 se organizó los corregimientos de la Audiencia de Charcas, los
que fueron integrados de este modo: el Corregimiento de indios de Caracollo o
Sicasica, de las Yungas y la provincia de Larecaja, de Paucarcolla o Puno, de
los Pacajes o Berenguela, de Llacxa, de la provincia de Omasuyo; mientras que
los Corregimientos de la Audiencia del Cuzco fueron: el Corregimiento de indios
de Urcosuyo en el Collao o Cabana y Cabanillas o Lampa, el Corregimiento de
indios de Collasuyo en la provincia del Collao (o Asillo y Azángaro) y el
Corregimiento de Carabaya, mientras que Chucuito era encomienda personal del
Rey, no contaba con corregidor.
Entonces para aquella fecha de 1586 ya existía una población
con presencia española en lo que hoy es la ciudad de Azángaro, además colegimos
a ello como sustento si nos basamos en un documento del Archivo Departamental
del Cusco (denominado “Protocolo de Antonio Sánchez” de 1572), según el cual
los encomenderos de Azángaro, don Antonio de Quiñones y Martín de Alarcón,
encargan al maestro Pedro de Arismendi el inicio de la construcción de un
templo; frente a ello nosotros postulamos que el documento debe referirse a los
restos y galpones de una antigua y monumental construcción de un templo en
ruinas, cuya construcción estuvo a cargo de los misioneros franciscanos, ruinas
y galpones ubicados a la espalda de mi casa, por donde hoy está el CEI N° 40,
(entre Jr. Rivarola y Av. Tacna y Arica), y que no es el templo al que se
refiere en el certificado del Corregidor Vasco de Contreras.
Debo agregar que los encomenderos Antonio de Quiñones y
Martín de Alarcón, desde que se les otorgó la encomienda de Azángaro, se
impusieron como es natural, el propósito de poblar de indios adscritos a ser
cristianizados, como que era una tarea encomendada por el Rey respecto a los
aborígenes, el lugar desde donde ejercerían el control de su encomienda, y
cobrarían los impuestos, esa fue la actual ubicación de la ciudad y no otro
lugar; para ello es que encargan construir el templo en un céntrico lugar del
que poblarían, que es el templo al que se refiere el “Protocolo de Antonio
Sánchez”, templo que a desmedro del construido por Choquehuanca, se queda en
las primeras altas y anchas paredes arriba referidas y la pequeña plaza que estuvo
ubicada frente a él.
Aquí incluyo esta historia de mi familia, una historia particular pero determinante para sustentar esta teoría; mi Abuelo Francisco Enríquez Miller era propietario de los terrenos que colindaban con dicho templo, (entre Tacna y 28 de julio) como heredero de quien fuera el “cura Wenceslao Enríquez”(8) , sacerdote franciscano a cuya congregación de misioneros le fueron asignados dichos terrenos desde la época de los encomenderos, incluido el templo en galpones existente hasta hace algunos años, antes que se abriera la calle Rivarola y se construyera el CEI 40; en la mitad de dichos terrenos que fueron vendidos por mi abuelo, se construyó la “casa de los Frisancho”, donde inicialmente funcionaba la escuelita “866”, la otra mitad la repartió entre sus hijos, en un lote se construyó la casa de mis padres; en la memoria de la familia queda un recuerdo de cuando mi madre mandó a construir unos cimientos, se encontró restos humanos de lo que sería un cementerio de los Franciscanos, para suerte de nuestra familia esa “calaverita” encontrada allí nos acompañó muchos años a la entrada de la casa, es más esos galpones del templo y el amplio “cachón cercado”, de lo que fuera la plazuela, siempre los conocimos como “terrenos de los franciscanos”. Por lo tanto; el “Protocolo de Antonio Sánchez”, no se refiere al templo mandado a construir por Diego Choquehuanca.
Hecho concluyente para establecer que Azángaro ya existía
como una población de indios con presencia española antes de 1586, por lo que
la toma de posición de cargo de Diego Choquehuanca autorizado por el Corregidor
Vasco de Contreras, no constituye necesariamente una fundación, sino solamente
la oficialización del nombramiento del Gobernador y Cacique, quien por su mayor
poder económico y de acción pudo imponer la construcción del templo actual. Es
de destacar que otros pueblos de la zona y de importancia en la época, que
lograron el mismo derecho fueron Asillo, Pupuja, San Antón, Putina, Pucará,
etc, pueblos que cuentan con hermosos templos construidos en piedra.
Finalmente, si acudimos a definir qué fue, una “Fundación
Española, Histórica, o Fundación Política” de Azángaro, debemos de tomar en
cuenta los siguientes hechos:
La demarcación política del Perú fue establecida a base de
la división de las diferentes circunscripciones territoriales en Caseríos,
Pueblos, Villas y Ciudades, de acuerdo con normas que aparecen en el Libro IV,
Títulos 7° y 8° de las Leyes de Indias, cuya categoría se ha venido a
determinar en la República con el Reglamento Provisional del 12 de febrero de
1821 y el Decreto Supremo del 21 de junio de 1825. Decreto mediante el cual
Simón Bolívar convocó por primera vez a elecciones al Congreso Constituyente en
los Departamentos y Provincias que se reconocen como parte del Perú
republicano, por lo que esa debía ser la fecha correcta de celebración del
Aniversario de los departamentos y provincias del Perú y que en el caso de Puno
fueron 5 provincias, Chucuito, Paucarcolla o Guancané, Lampa, Azángaro y
Carabaya(9).
Esta situación es confirmada mediante el Decreto Supremo que
el Presidente Provisorio Ramon Castilla emite el 02 de mayo de 1854, con el
objeto de ordenar la demarcación del departamento de Puno, que a decir del
decreto estaba defectuosa, así crea la provincia del Cercado separando a Puno
de Huancané, asignándoles sus distritos a las demás provincias y en el caso de
la Provincia de Azángaro con sus 14 distritos, Urinsaya, Muñani, Poto, Phutina,
Chupa, Arapa, Samán, Caminaca, Achaya, Santiago, Asillo, San José, San Antón y
Potoni. (10)
Del Anuario Geográfico Departamental, Libro No. 24, Fondo
Editorial de la Sociedad Geográfica de Lima, sacamos esta información: Que por
leyes sucesivas se han fijado las condiciones que deben reunir para su
demarcación y límites los Pueblos, Villas y Ciudades, desde la Constitución de
1828, distinguiéndoseles con el nombre y privilegios que les corresponde, lo
que, además de la categoría, establece una verdadera jerarquía dentro de
nuestra división política; las capitales de los Distritos que han integrado
nuestra Patria. (11)
Así mismo el Congreso de la Republica Peruana promulga una
Ley del 16 de noviembre de 1956, cuyo primer artículo dice: “Art.1.- Elévense a
la categoría de Villas a los Pueblos capitales de los Distritos creados por el
Reglamento Provisional de 12 de febrero de 1821, y confirmados por el Decreto
de 21 de junio de 1825, otorgándoles el título de "antiguas y
beneméritas", por haber contribuido decisivamente en la formación de la
República”.(12)
Esta información ampliamente documentada permite postular
que Azángaro debía de celebrar el 21 de junio de cada año, como efeméride de su
“Creación Política”, es decir republicana, sin menoscabo del 22 de agosto de
1586, cuya celebración permite distinguir a Azángaro como una de las más
antiguas provincias del departamento de Puno, a despecho de otras que en el
departamento de Puno se reclaman como las más antiguas.
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NOTAS:
(1).
Revista ASWAN k’ARI, Nº 7. Lima, Agosto de 1994.
(2).
Henri Tantaleán. IDEOLOGÍA Y REALIDAD EN LAS PRIMERAS SOCIEDADES SEDENTARIAS
(1400 ANE-350 DNE) DE LA CUENCA NORTE DEL TITICACA. BAR International Series
2150. 2010. Aquí hace una descripción muy detallada de los asentamientos
prehispánicos, en un capítulo especial se refiere al programa de
investigaciones Arqueológicas Asiruni y la prospección del Valle del
Quilcamayo-Tintiri, en Azángaro,
(3).
María Rostworowski. “Historia del Tahuantinsuyo” IEP- 1988. Pag.124
(4).
Ídem. Pag.128,
(5). El
original de dicho escudo me fue donado por una tía, Evangelina Enríquez de
Choquehuanca, sin embargo, un día desapareció del domicilio de mi madre, y
tengo información que hoy se exhibe en una casa de Azángaro.
(6).
Guillermo Vásquez Cuentas. “Genealogía de los Choquehuanca de Azángaro” Diario
Los Andes, Puno 28 de julio 2018.
(7).
Bruno Medina E. “Fundación de Azángaro”. Revista Aswan Qhari N° 20, Lima agosto
de 2018. http://pumaindomable.blogspot.com/.../08/aswan-qhari-20.html
(8). El
“Tata Enríquez” por ese hecho era dueño de casi todo Azángaro, el cerro
Choquechambi y sus alrededores, Cairahuire, La Huerta, Bellavista y las pampas
cercanas a la población, propiedades asumidas a “la Iglesia” postupacmarista y
consolidadas en tiempos de la Emancipación, y que el cura Enríquez los
perfeccionó a su favor. Aunque mi abuelo “llegó tarde” a la hora de la
repartición, su última heredera visible fue doña Margarita Enríquez y su hija,
quien en el tiempo cercano perdió todas sus propiedades en manos de su albacea.
(9).
Bruno Medina Enríquez. “Por que debíamos celebrar el 21 de junio”. Diario los
Andes 21/06/2011 https://pumaindomable.blogspot.com/.../verdadero....
(10). https://leyes.congreso.gob.pe/documentos/leyes
(11).
Bruno Medina Enríquez. “Por que debíamos celebrar el 21 de junio”. Diario los
Andes 21/06/2011
(12) https://leyes.congreso.gob.pe/documentos/leyes (En la
Imagen el SONDOR HUASI, Residencia de Cristobal Waco Tupac?)
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