LECTURAS INTERESANTES Nº 963
LIMA - PUNO, PERÚ
29 MAYO 2020
HACIA UN DESASTRE
DE PROPORCIONES MEDIEVALES
César Hildebrandt
Tomado
de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 491, 29MAY20
V
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a el primer ministro al Congreso y anuncia los
nuevos evangelios, el mañana que construiremos juntos. Blablablá del primer chancón
de la clase.
Responden los congresistas. La mayor parte de
ellos no valdrían ni para gerentes de una microempresa y hay en esas bancadas
quienes no llenarían el honorable puesto de un conserje. Pero como decían las
abuelas a la hora de juzgar a sus novios: es lo que hay. Y lo que hay es un
primer ministro que recita lo que le han escrito y unos congresistas que, salvo
raras excepciones, improvisan su cultivada estupidez.
La pandemia se ha tumbado también a la clase
política.
Ha quedado al desnudo que no era solo la falta de
hospitales y médicos y recursos. Era que estamos, para decirlo de modo
abreviado, en manos de incompetentes y pícaros.
ENEMIGO PUBLICO NUMERO UNO |
¿Han visto cómo es que el ministro de Salud sigue
mintiendo? ¿Han visto qué poquita fe merece la inexistente ministra de Cultura?
¿Se dieron cuenta de que la ministra de Economía suscribe lo que no cree y
luego, en letra menuda, sabotea el propósito original de los decretos de
urgencia? ¿No escucharon al ministro del Interior decir que las cuarentena se
mantenía y que las fuerzas del orden la hacían respetar?
El presidente de la república pidió disculpas por
un discurso confuso. Pienso, sin embargo, que ese largo monólogo fue el más auténtico
que nos ha infligido. En esa sucesión de contradicciones, en esa antología de
brumas y garúas mentales, estaba el retrato de un gobierno aturdido por el
tamaño de la crisis. No fue confusión: fue confesión.
Tres días después, el presidente salió a aclarar
el panorama. No dijo nada nuevo, en realidad, porque mantuvo intacto el
escenario anunciado.
¿Alguien puede creer que se duplicarán, en un mes,
las camas UCI y los equipos de respuesta rápida?
Lo que ha
hecho esta semana es confirmar que ha reconocido la derrota. Lo que ha hecho es
autorizar una “cuarentena flexible” oxímoron que se traduce como no-cuarentena.
¿Era inevitable hacer eso? Desde el punto de vista económico, seguramente que
la respuesta es un exasperado “sí”. Pero el costo que eso tendrá en materia sanitaria
es algo que no podemos obviar. Vamos camino a una fase siniestra de la
propagación de la epidemia y eso podrá significar una segunda fase de
aislamiento social y una recesión aún más aguda de la economía.
El gobierno se atreve a dar el salto al vacío y
pretende, como los magos torpones, que no nos demos cuenta de la operación. Por
eso dice que todo está bajo control y que la “supervisión” de las actividades
económicas está garantizada. ¿Garantizada por los municipios como el de La
Victoria, que han tirado la toalla y reconocen que no pueden hacer más para
evitar los tumultos virales?
CAALIN en LA REPUBLICa |
La doctora Mazzeeti admite que se vienen semanas
dramáticas. No es cierto. Se vienen meses de angustia. Y si la situación se
agrava, el coletazo golpeará las elecciones del próximo año. ¿Qué candidatura
bizarra puede producir una situación desesperada?
Dice el señor Vizcarra que regresan los negocios
pero no nos advierte qué puede significar eso en materia de salud. Es como si
ya tuviéramos puesta la vacuna, como si ya se hubiera dado con el fármaco que
mata al covid-19.
En vez de advertirle al país que se da un paso
peligroso con tal de reactivar la economía, se nos dice, en resumen, que la
cuarentena prosigue y que el aislamiento social se mantiene. Las escenas de
todo el Perú, incluida la anárquica Lima, desmienten todo ese tinglado. La
verdad es que ya no hay cuarentena y que el contagio se acrecentará. Y el sistema
de salud pública no está preparado para una tormenta perfecta como la que se
avecina.
El gobierno ha vuelto a mentir. Ha dado un salto
al vacío y pretende decirnos que pisa tierra firme. Un gran sector de la prensa
aplaude y se dedica a críticas menores Lo
que se calla es que podemos estar yendo hacia un desastre de magnitudes
medievales. No somos Alemania ni España ni Italia. Somos el país donde los pobres
se escondían detrás de las encuestas tramposas del INEI y donde la salud de
nuestra macroeconomía enmascaraba unas de las sociedades más desiguales del
planeta. ◊
GAMARRA: insensatez manifiesta |
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