FEDERICO
MORE
Domingo
Tamariz EL PERUANO 13/5/2018
No
solo deslumbró como periodista: también destacó como escritor, poeta y
ensayista. Su prosa, vigorosa y bella, brilla en sus libros, mayormente
políticos. More fue, a no dudarlo, uno de los escritores más lúcidos de las
letras peruanas, y en su vida cotidiana un personaje desbordante.
Federico More
Barrionuevo
nació en Puno el 21 de enero de 1889. En 1904 ingresó a la Escuela Militar de
Chorrillos en la que, dado su espíritu expansivo, solo permaneció un año. Se
inició en el periodismo en 1906, publicando unos versos en la revista El Lucero
de Lima. Ese mismo año lo haría en los diarios La Bolsa y El Deber de Arequipa.
En este último, siendo un mocoso de 17 años, mantuvo una polémica sobre
feminismo.
Conocí a More en el ocaso de su vida, en 1953. Por entonces, llegaba con paso silente a la antigua redacción de Caretas, donde escribía la columna Cuentos y averiguaciones.
More dedicó toda su vida al periodismo. Escribió en diversos diarios: La Crónica, El País, La Opinión Nacional, La Prensa, y revistas como
Variedades,
Mundial, Don Lunes y Colónida, de la que solo aparecieron cuatro ediciones, las
tres primeras bajo la orientación de Valdelomar y la cuarta con la dirección de
More. Estuvo en Bolivia, en Chile fugazmente, y luego, en Buenos Aires, donde
colaboró en los diarios Crítica, La Razón y la revista Caras y Caretas.Conocí a More en el ocaso de su vida, en 1953. Por entonces, llegaba con paso silente a la antigua redacción de Caretas, donde escribía la columna Cuentos y averiguaciones.
More dedicó toda su vida al periodismo. Escribió en diversos diarios: La Crónica, El País, La Opinión Nacional, La Prensa, y revistas como
A fines de 1929 retornó a Lima. Ocho meses después caía Leguía y aparecía Sánchez Cerro, con la espada en alto. En el ínterin de las elecciones de 1931, en menos de año y medio desfilan por Palacio de Gobierno hasta 7 presidentes. El relato de More de una de las reuniones en busca de un mandatario, en su opúsculo “Zoocracia y canibalismo”, es de antología: “... a la cita no faltaban ni el zambo ni el cholo, ni el gringo ni el noble de oscuro y crespo origen”.
Su estilo estaba cargado de humor e ironía, muchas veces agraviante. Un político decía: “Solo Dios y los imbéciles no cambian”, ante ello More anotó: “Ignoro qué pensará Dios sobre esa frase, pero sé que a los imbéciles le encanta”.
Su actuación como periodista político fue memorable, sobre todo cuando el país cayó bajo las dictaduras de Leguía y Sánchez Cerro. En ese devenir, se batió a duelo hasta en cinco oportunidades, nada menos.
Fue desterrado en 1932 y, nuevamente en el Perú, fundó La Calle y Cascabel, semanario que consulté más de una vez.
A partir de 1950 colaboraría en El Comercio, en el que firmaba sus notas con el seudónimo de F, y en Caretas hasta el fin de sus días, acaecido el 8 de febrero de 1955, a los 66 años.
Para el centenario de su nacimiento, Francisco Igartua publicó un libro en el que reúne los escritos más representativos de su obra: Las andanzas de Federico More, un texto vital, imprescindible para todo estudiante de Ciencias de la Comunicación. More es considerado, y esto nadie osa rebatirlo, el periodista más completo del siglo XX
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