viernes, 22 de septiembre de 2017

ANÁLISIS DE LA COYUNTURA POLÍTICA PERUANA

LECTURAS INTERESANTES Nº 780
LIMA PERU           22 SEPTIEMBRE 2017
EL OIDOR KUCZYNSKI
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 365 p. 12
E
ra una buena oportunidad de definir un gobierno has­ta ese momento borroso y acobardado.
Se ha perdido.
Mister Kuczynski ha cedi­do en todo lo posible. Si en estos días imaginara una nueva humillación, la pondría en práctica. Mister Kuczynski no tiene cómo saciar su miedo.

El lumpen que enfrenta -el núcleo duro del Congreso- lo va a hacer pedazos. Ya no necesitan ni siquiera darse prisa. Asistirán a la demolición del Eje­cutivo con la paciencia sádica de alguien que ve a una manada de ñúes ir a tomar agua en un río plagado de cocodrilos.
El gobierno de PPK aspira a la intras­cendencia. Eso es lo que le espera. Y eso es lo que mister Kuczynski merece: ser el imitador fallido de Fernando Belaunde, que por lo menos intentó alguna vez fugarse a nado de El Frontón.
Nombrar a Mercedes Aráoz primera ministra es hincar la rodilla derecha ante Becerril. Nombrar a Enrique Men­doza ministro de Justicia es hincar la rodilla izquierda ante Mauricio Mulder. Y nombrar a Idel Vexler ministro de Educación es pedirle la mano a Lourdes Alcorta.
Tenemos un presidente de la repúbli­ca que no quiere gobernar. Lo que ama es que lo desvalijen, lo zarandeen, lo ve­jen. No es un presidente: es un temblor.
Y no vale la pena pedirle que reac­cione. Parafraseando a Vallejo, mister Kuczynski viene del pánico y va hacia él. Por más polaco o gringo que parezca, tiene el ADN de los fugitivos de tantas batallas de nuestra triste historia.
Dice Kenji Fujimori que su herma­na es una secuestrada. Se equivoca. El secuestrado es el presidente. Y la banda que lo mantiene cautivo se llama Fuerza Popular. Keiko diri­ge esa organización con mano de hierro y ahora sabe que no ne­cesita vacar a PPK. Será mejor deshacerlo a fuego lento y -cree ella- el 2021 aparecerá como un sushi al alcance de la mano.
Que no esté tan segura. La resistencia que está creando con sus procederes de pandillera augura batallas épicas por la libertad.
El Congreso de Fuerza Po­pular y lo que sobró del Apra no va a cogobernar. Va a gobernar. Y este desacato a la voluntad popular es un recono­cimiento de la propia impotencia por parte de mister Kuczyns­ki.
Tendremos, en contra de la Cons­titución espuria de 1993, un gobierno parlamentario y un presidente jugando golf y soltando a veces riso­tadas inexplicables. Este ha sido el golpe de Esta­do más callado de todos los tiempos. La señora Aráoz, los grandes mineros, el Apra del latrocinio, el fujimorismo enchairado, la derecha rupestre, en suma, están felices. Hemos vuelto a la normalidad.
El presidente de la república ha olvidado por completo el compromiso ético que adquirió. Ahora es el Cosito de la pelona aquella del debate.

Dicen que Francisco Pizarro fundó el Perú posincaico. Tampoco es cierto. El verdadero fundador del Perú es Pedro Ortiz de Zárate, aquel vizcaíno que, siendo oidor de la primera Real Audiencia de Lima y conminado por Francisco de Carbajal a aceptar la dictadura ensangrentada de Gonzalo Pizarro, firmó el acta respectiva dejando escrita esta acotación: “Juro a Dios y a esta cruz y a las palabras de los Santos Evangelios que firmo por tres motivos: por miedo, por miedo y por miedo”. Era el año de 1544. El tiempo es circular.

OTORONGO 22SET17

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